Gran Bretaña y Francia se observan desafiantes desde ambos lados del Canal de la Mancha.
Tras la firma de la paz de Amiens
el 25 de marzo de 1802, el primer cónsul de la republica francesa pudo
presentarse ante los ciudadanos de Francia reclamando que había cumplido su
promesa de restaurar la paz y llevar la seguridad a su nación tras 10 años de incesante guerra.
Iba a ser solo una breve pausa hasta
el comienzo de la siguiente guerra,pero Bonaparte supo explotar a la perfección su
nuevo rol de “pacificador” usándolo para impulsar y asentar su carrera política.
El 2 de agosto de 1802 se daban a conocer
los resultados del plebiscito popular por el que se aprobaba la constitución del
año X (según el calendario revolucionario, el año 10 desde la
proclamacion de la republica en 1792) y
el nombramiento de Napoleón Bonaparte como cónsul vitalicio.
Calendario revolucionario.
Desde aquel mismo día 2 de agosto, Napoleón Bonaparte se había convertido virtualmente en emperador, aunque tardaría
año y medio en oficializarlo. El 18 de mayo de 1804, el senado proclamaria
a Bonaparte emperador con el título de Napoleón I.
Mas allá de las fuertes criticas
de los realistas y los republicanos franceses, la corona imperial fue un premio
para la exitosa reconstrucción de Franacia llevada a cabo por el nuevo emperador.
La paz de Amiens había terminado
con las amenazas externas,pero los problemas internos se habian acentuado.La
pequeña pero muy influyente facción
jacobina había pasado los últimos años
siguientes a la declaracion de la
republica implicados en constantes intentos de asesinato, a pesar que uno de sus lideres,Jean Jacques Regis de Cambaceres, había sido nombrado segundo cónsul.
Jean Jacques Regis de Cambaceres.
Pero el nombramiento de Cambaceres
no calmó la violencia jacobina, y en 1802 fueron instaurados en todas las departamentos franceses tribunales militares con el encargo oficial de terminar con el
bandidaje y reinstaurar la ley. Pero de hecho, los tribunales militares iban a
ser utilizados para liquidar a los jacobinos, al menos,los de las provincias.
La policía de la republica, a las
órdenes de Fouche, comenzó a investigar supuestos planes (reales o imaginarios)
jacobinos para tomar el poder violentamente. Lideres jacobinos eran asesinados
en las calles, o eran detenidos y deportados
sin juicio. Había seguimientos, se revisaba el correo, agentes dobles ponían
pruebas falsas, se censuraban las publicaciones jacobinas, etc, tanto que los
medios de información del gobierno francés no tardaron en declarar a Bonaparte
“salvador de la sociedad de la amenaza de los extremistas jacobinos."
Joseph Fouche,ministro general de la policia de Francia.
Por su parte, los realistas
presentaban un problema de otro tipo. En 1800 habían aplaudido la llegada del
general Bonaparte al poder, creyendo que más tarde restauraría la monarquía
borbona.
La asamblea francesa había concedido también
un importante cargo los realistas, ya
que el tercer consulado había ido al pseudo-realista Lebrun.Pero el año acabó
con la aprobación de varias importantes leyes que alejaban la posibilidad de
una restauración monárquica, y los realistas, desilusionados con el transcurso de
los acontecimientos, pasaron a la acción
directa.
El 24 de diciembre de 1800, una bomba habia explotado al paso del carruaje en el que Bonaparte se dirigía a la Opera.El primer cónsul culpó entonces a los jacobinos, aunque todas las sospechas
del jefe de la policía Fouche se dirigían
a una conspiración realista.
El atentado del 24 de diciembre de 1800.
En 1803,una conspiración realista que implicaba a los mayores líderes
opositores como el general Moreau,el general Pichegru y otros altos oficiales
fue descubierta poco antes de que pudieran llevar a cabo sus planes de
asesinato del primer cónsul.Todos los conspiradores fueron detenidos y enviados
a prisión.
Detencion del general Pichegru.
Al año siguiente estalló el escándalo
Cadoudal,un líder católico, monárquico y
contrarrevolucionario de la Bretaña que encabezó un movimiento guerrillero ( "la guerra de los chuanes"),
aplastado sin piedad por las tropas napoleónicas y que terminó con la ejecucion
de Cadoudal en París, junto a una docena de sus compañeros.
Ejecucion de Cadoudal.
Bonaparte trato de lidiar con el
problema realista a base de una combinacion de
palo-zanahoria. Tratando de ajustar cuentas con su antiguo adversario Moreau, trató de influir en el juicio en el que se le iba a juzgar por
traicion a la republica,implicando a Moreau en los asuntos de la rebelión de Cadoudal, en donde Moreau no habían tenido nada que ver.
Pero el juicio a Moreau no transcurrió
como Bonaparte había deseado.Algunos de los fiscales de la acusación se negaron
a acusar a Moreau, y la popularidad de la que disfrutaba Moreau entre la población
francesa puso a varios miembros del jurado en su favor.
"Episodio de la guerra de los chuanes",obra de Jules Girardet.
Pero cuando Bonaparte empezó a preocuparse en
serio fue cuando vio con sus propios ojos como los guardias que protegían a la
sala del tribunal presentaban armas a Moreau cada vez que el prisionero aparecia para tomar parte en alguna sesión del juicio.
Los miembros del tribunal
decidieron oponerse también a los designios del primer cónsul, y condenaron a Moreau a una sentencia de destierro, una pena irrisoria para un delito de traición.
Bonaparte se vio obligado ratificar la
decision del tribunal.
El general Pichegru, otro de los
conspiradores, no tuvo tanta suerte como Moreau.Fue encontrado ahorcado en su celda,
y su muerte fue calificada como suicidio,aunque los diarios de la oposición no duraron
en acusar al gobierno francés de haber cometido un asesinato político.
Pichegru,ahorcandose a si mismo.
La eliminación de sospechosos de
ser potenciales conspiradores en contra de la republica continuo a buen
ritmo, utilizando para ello la estructura policial y represiva del terror revolucionario.Este periodo culminó con
el secuestro y posterior asesinato del duque de Enghien en marzo de 1804.El
duque ( futurible candidato a futuro rey de Francia en caso de una restauración
monárquica ) fue secuestrado por un escuadron de
caballería del ejercito republicano en Ettenheim,en zona
neutral y trasladado al castillo de Vincennes.
Torturado y acusado de complicidad en el asunto Cadoudal, fue ejecutado el 21 de marzo.
Ejecucion del Conde de Enghien.
Con este incidente, Bonaparte completaba
su venganza contra los Borbones y mandaba un claro mensaje a la oposición:
nadie escaparía a la venganza de la republica, aunque estuviera en otro país.
Otro posible origen de problemas
para el primer cónsul vitalicio era la Iglesia. Bonaparte conocía a la perfección
el conservadurismo religioso del pueblo francés, y quería utilizar al pueblo para
buscar una reconciliación con el papado tras los abusos y excesos revolucionarios
(en un solo día de julio de 1794 habían
sido guillotinados en Paris 2 obispos y
200 sacerdotes).
Para alguien que, como Napoleon,
habia afirmado que “La religión es excelente para
mantener a la gente común tranquila. La religión es lo que impide que los
pobres asesinen a los ricos.”, la necesidad de llegar a acuerdos con la Santa Sede era esencial.
En primer lugar para arrebatar a los monárquicos la bandera
de ser la única fuerza defensora de la tradición católica en Francia.
También
acercándose al papado reduciría los riesgos de una nueva rebelión en la region de la Vendee,
zona de total y absoluta mayoría católica, y mejoraría las relaciones de Francia
con las católicas Bélgica e Italia.
Ademas,
como tambien afirmó Bonaparte: "el pueblo debe tener una religión, y esa religión
debe estar en manos del gobierno”. Gracias a la firma del concordato en 1801, Napoleon aprovechó para apartar del cargo a los obispos de origen “Borbón” y
sustituirlos por obispos más maleables y
receptivos a las necesidades de la nueva republica francesa.
"Firma del Concordato",obra de Francois Gerard.
Cientos
de sacerdotes católicos conservadores fueron sustituidos por clérigos pagados
por el estado y convertidos en educadores: los pulpitos de las iglesias
pasaron a convertirse en lugares dedicados a diseminar la propaganda estatal.
Pero
las nuevas relaciones entre la republica francesa y la Santa Sede no estuvieron exentas de
oposicion.Los miembros más radicales del consejo de ministros protestaron
violentamente ante lo que consideraban una cesión de la republica, y Bonaparte
se vio obligado a manejar el asunto con
extremo cuidado.Tanto que ,aunque la firma del Concordato se efectuó en julio
de 1801, no se dio a conocer al pueblo francés hasta un año después.
Y,
aunque la gran mayoría de la población francesa celebró el acercamiento entre Francia
y la Santa Sede, las relaciones entre Bonaparte
y el Vaticano no iban a permanecer cordiales durante demasiado tiempo,
no en vano Bonaparte denominaba al papa Pio VII el "pordiosero imperial", y anunciaba
que no iba a permitir ni la más mínima interferencia religiosa en los asuntos
de Francia.
Mucho se habla de Las campañas europeas de Napoleon pero no de la oposicion interna que tuvo que sofocar
ResponderEliminarMuy interesante
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