Viene de aquí:
La expedición Espejo-Beltran partió de Santa Barbara, con todas las autorizaciones necesarias, el 10 de noviembre de 1582.Comenzaron la ruta siguiendo el rastro de la expedición de Chamuscado, y al llegar a un lugar al sur de la actual ciudad de El Paso, se detuvieron durante una semana, para dar descanso a caballos y hombres. Se aprovecho para poner herraduras nuevas a los caballos, y se reforzaron las culatas de los arcabuces.
Diego Perez de Lujan , el cronista de la expedición, describe el trabajo:
"El modo de lucha de los indios es con flechas y arcos, y garrotes de media vara de largo ( entre 40 y 50 cm.), hechos de madera de mezquite, que es muy fuerte y flexible, e hicimos refuerzos para las culatas de nuestros arcabuces, porque la madera de mezquite es muy adecuada para tal propósito."
Con las armas a punto y los caballos descansados, la expedición siguió adelante. A mediados de enero de 1583 habían entrado en lo que hoy es el estado de Nuevo Mejico, con un clima tan frio que se congelaban los pozos de agua.
Avanzando penosamente hacia el norte a lo largo del rio Grande, se detuvieron a principios de febrero en un pueblo cerca de lo que hoy es la localidad de La Joya, donde recibieron tristes noticias:
“Los indios nos dijeron por señas que los frailes Rodriguez y Lopez habian sido asesinados,seguramente para robarles las herramientas que chamuscado les habia cedido."
Preparándose para la batalla, Espejo y sus hombres cabalgaron hacia el norte hasta llegar a Puaray, al norte del actual Alburquerque, donde los frailes habian sido asesinados. Pero el pueblo estaba abandonado.
Llegados a ese punto de la expedición, Espejo podría haber ordenado el regreso a casa. Pero, en el camino, habia oido los rumores usuales de la existencia de ricas minas de oro y otros metales preciosos.
A partir de ese momento quedo claro lo que buscaba cada uno de los lideres de la expedición. Fray Beltran pensaba que habia que regresar, pues se habia cumplido el objetivo , averiguar cual habia sido la suerte de los dos frailes desaparecidos.
Pero Espejo buscaba algo mas, ya que no estaba dispuesto a desperdiciar la inversión que habia realizado, e insistió en buscar su propio beneficio personal.
Desde muy pronto en la denominada conquista de America, quizas desde los primeros días de Cristobal Colon en el Nuevo Mundo, los indígenas habian aprendido que la mejor manera de librarse de los españoles era contarles alguna historia sobre riquezas situadas en tierras lejanas, cuanto mas lejos mejor, para estimular su codicia y acelerar su partida.
Así, a principios de marzo, fray Beltran retornaba el camino a Santa Barbara, mientras Espejo, dispuesto a creerse cualquier cosa que los indígenas le contaran, continuo con la expedición marchando hacia Acoma y el territorio Zuni, en lo que hoy es Arizona ,cabalgando entre insistentes e intensas nevadas.
Cerca de pueblo Zuni, mientras los españoles daban descanso a los caballos, un indio llego al campamento, y conto que a 60 dias de marcha, hacia el noroeste, habia metal brillante como el que buscaban los españoles.
Cuando se le presiono para que diera mas detalles, afirmo que la gente de esa región usaba el metal brillante para adornos en sus cabezas y brazos.
Eso fue mas que suficiente para Espejo y los suyos.Ensillaron sus caballos y galoparon hacia el oeste, hacia pueblo Zuni, donde los ancianos de la tribu les aseguraron que no tendrian problemas con las otras tribus de la región.
No hubo problemas con los indios, al menos al principio, pero el viaje fue largo y por un terreno accidentado.
Justo al oeste del rio Little Colorado, cerca de lo que hoy es Winslow, en Arizona, el grupo encontró un sendero estrecho y peligroso a traves de un frondoso bosque.Según el cronista Lujan : "Bajamos una pendiente tan empinada que una mula que pertenecía al capitán Espejo cayo y se estrello al fondeo del barranco”.
Pero los españoles siguieron, ajenos al peligro, hasta que finalmente llegaron a unas minas, “ en una sierra tan agreste, y minas tan inutiles que no encontraron en ellas ni un rastro de plata, ya que eran minas de cobre."
Para entonces ya estaban a primeros de mayo, y ya habian viajado mas de 400 kilómetros al oeste del rio Grande. Sin conseguir nada de lo que habian ido a buscar, desandaron el camino y volvieron a Zuni.Allí, la mitad de la expedición decidio volver junto al fraile Beltran a Nueva España.
Espejo y los 8 soldados que le quedaban se dirigieron hacia el este hasta llegar a una rancheria cerca de Acoma.Allí fue donde comenzaron los problemas.
“Los indios nos sorprendieron con una lluvia de flechas y muchos gritos. Corrimos hacia nuestros caballos mientras disparábamos nuestros arcabuces, por eso solo hirieron un caballo.”
El motivo del ataque no tardo en salir a la luz. Dias antes, Francisco Barreto, uno de los hombres de Espejo, habia comprado a la tribu a una de sus esclavas como sirvienta.
La mujer habia conseguido escapar y habia avisado a su pueblo.Decidido a recuperarla, Barreto habia conseguido concertar una reunion con los atacantes, ofreciendo intercambiar a otras esclavas.
Barreto pidió al cronista Lujan que le cubriera las espaldas, y, como gesto de buena fe, dejo su arcabuz y su espada sobre la silla de su caballo pidiendo a Lujan que hiciera lo mismo.
Lujan
no estaba convencido, pero tambien dejo sus armas ,y ambos se acercaron a pie a los indios , acompañados por las esclavas.
Los recelos de Lujan estaban plenamente justificados,ya que cuando se acercaban a los indios fueron recibidos por otra lluvia de flechas, dos de las cuales alcanzaron a Barreto en la mejilla y en un brazo. Aprovechando la confusión, las esclavas escaparon, y Lujan y Barreto optaron por retirarse hacia sus caballos.
Tras valorar sus opciones, decieron volver a unirse al resto del grupo, y todos marcharon hacia rio Grande, donde les aguardaban mas problemas, ya que Puaray, lugar de residencia de los dos frailes asesinados, ya no estaba abandonado.
A medida que los españoles se acercaban al pueblo, fueron recibidos por unos 30 indios primero con insultos, despues con piedras, y mas tarde con flechas.
Con pocas ganas de negociar, Espejo ordeno atacar a su hombres. “Las esquinas del pueblo fueron tomadas por cuatro hombres”, recordaba Lujan, y “ los otros cuatro junto a dos sirvientes comenzaron a aprisionar a los indios que se ponían a su alcance”.
Tras colocar a los cautivos en una kiva ( sala circular en donde numerosas tribus de indígenas americanos practicaban sus ceremonias rituales) , los españoles prendieron fuego al pueblo.
El fuego se extendió con rapidez, y antes que los españoles pudieran evitarlo, alcanzo el techo de madera y paja de la kiva.
Dieciseis indios prisioneros murieron, y los españoles continuaron su viaje hacia el este. La comida comenzo a escasear, y el grupo se detuvo en Pecos para pedir provisiones.
Pero
en Pecos ya se conocía lo que habia ocurrido en Puaray, y los indios
se retiraron a los tejados, retirando les escaleras
Según Lujan , “salimos del pueblo con mucha preocupación y cuidado, disparando algunos arcabuces al pasar por plazas y calles. Cuando los indios vieron que estábamos decididos y bien equipados con armas, se asustaron tanto que solo uno de ellos aparecio, un anciano que nos pidió que no tiraramos con los arcabuces ni nos dispusieramos a pelear, porque querian ser nuestros amigos y nos darían todo lo que deseáramos y necesitáramos.”
Reaprovisionados, el grupo de Espejo viro hacia el sur, siguiendo el rio Pecos hacia Nueva España.El 10 de septiembre de 1583, tras 10 meses de viaje,el grupo llegaba a su hogar.
El exageradisimo informe de Espejo no incluyo ninguna mencion a la muerte de los 16 indígenas en Zuni, ni la falta de éxito en busca de minas de metales preciosos.Pero si incluía una nota que iba a incitar a otras expediciones a seguir la misma ruta:
“En la mayor parte de esas provincias hay una gran cantidad de aves de caza y animales. También hay hermosas montañas boscosas con arboles de todo tipo, salinas y ríos que contiene gran cantidad de peces.Carros y carretas se pueden conducir por la mayor parte de esta region, y también hay buenos pastos para el ganado, así como tierras adecuadas para el cultivo de hortalizas o cereales, ya sea de regadío o dependiendo de la temporada de lluvias.También hay muchas minas con gran cantidad de mineral."
A la de Espejo siguieron otras expediciones, una en 1590 y otra en 1598, ambas con mayor numero de participantes y mejor armados que los hombres de Espejo.
La era de las armas de fuego en la fronteras de Norteamerica habia comenzado.
Placa conmemorativa de la expedicion, en San Elizario, Texas.
Spanish texas, 1519-1821 – Donald E. Chapman.
Indios y conquistadores españoles en América del norte – Jean Michel Sallmann
No hay comentarios:
Publicar un comentario