Viene de aquí :
Agripa, con la mitad de su flota, zarpo de la isla de Hiera ( Egadi) poco antes del amanecer con al intención de encontrar a la flota de Papias y enfrentarse a ella en solitario.
Pero encontró no solo a la flota de Papias, tambien a la de Apolofanes, y juntas reunían 70 navíos, contra los 40 de Agripa.
Agripa desplegó su flota con sus barcos más pesados en el centro de la línea, mientras enviaba su nave más rápida a Hiera para avisar al resto de su flota y convocarla a la mayor rapidez posible.
Tras el discurso para animar a sus tropas y tras izar los estandartes, ambas flotas se lanzaron contra la otra, unas naves intentado flanquear, otras intentando abordar. Las naves pompeyanas eran más pequeñas y ligeras, mejor adaptadas para los giros rápidos y los abordajes, mientras las cesarianas, más grandes y pesadas, eran ms lentas y robustas, más adecuadas para embestir al enemigo.
Las tripulaciones de los navíos pompeyanos usaban su mayor velocidad y maniobrabilidad para evitar ser embestidos o abordados por las naves cesarianas. Los pompeyanos eran mejores marinos que los cesarianos, pero si se producía un abordaje, los soldados embarcados en las naves cesarianas eran muy superiores a los soldados pompeyanos. Ademas, las naves cesarianas tenían la borda más alta que sus rivales, y podían aprovechar para lanzar proyectiles con mas facilidad, y les resultaba más fácil utilizar el corvus y los ganchos de acero para acercar a la nave enemiga y capturarla mas facilmente.
Cuando el abordaje era inevitable, los pompeyanos abandonaban su nave y saltaban al mar, en donde eran recogidos por pequeños botes, dispuestos para ese fin por Sexto Pompeyo, que no queria perder a sus expertas tripulaciones.
Agripa identifico el barco de su oponente, Papias, y dirigió su nave insignia sobre él, embistiéndolo bajo la proa, provocando un gran agujero en la quilla. Los remeros situados en los bancos del fondo , en lo mas profundo de la nave,no tuvieron ninguna oportunidad y se ahogaron de inmediato.Los situados más arriba lograron escapar por la cubierta, y nadaron para escapar. Papias pudo ser rescatado por otro navio pompeyano, y se lanzó de nuevo a la refriega.
Sexto Pompeyo, que observaba la batalla desde una montaña, se dio cuenta que cuando sus navíos eran abordados, no tenían ninguna posibilidad de victoria. Al saber que el resto de la flota de Agripa se aproximaba, dio la señal para retirarse en buen orden.
Poco a poco, las naves pompeyanas se pusieron a salvo, no en las playas, sino en bancos de arena que se habían formado en el estuario de un rio.
Los pilotos de Agripa le avisaron de lo peligroso que era para sus más grandes barcos intentar seguir a los pomepyanos por entre los bancos de arena. Así que decidió echar el ancla en mar abierto, intentando bloquear a las naves enemigas. Pero sus capitanes le advirtieron que sus marinos y soldados estaban agotados y faltos de provisiones y sueño.
A regañadientes, Agripa ordeno la retirada hacia Hiera. Había perdido 5 de sus barcos, aunque había hundido a 30 de los pompeyanos.
Sexto Pompeyo agradeció sus hombres la resistencia contra tan enormes navíos, diciendo que habían luchado contra altos muros, no contra barcos. Y les premio como si hubieran ganado la batalla. Además, les anunció que iba a modificar sus navíos para que fueran mas pesados y robustos, que serían mas eficaces en los siguientes encuentros con los navios cesarianos.
Así finalizaba la batalla en Milae, entre Agripa y Papias.
Agripa había sido claro vencedor en su primera batalla naval. Pero tenía que decidir rápidamente como aprovechar la victoria.
Sexto Pompeyo creía que Octavio se dirigiría a atacar Tauromenium, como así fue. Así que navego hacia Mesina dejando en Milae un pequeño contingente, para que Agripa pensara que aún seguía allí.
Agripa ,tras dar descanso a sus tropas, puso rumbo hacia Tindaris (actual Tindari), cuyo senado había ofrecido su rendición y solo esperaba a quien quisiera tomarla. Agripa entró en la ciudad, pero la guarnición de pompeyanos se negó rendirse y expulso de la ciudad a Agripa y sus soldados.
Ruinas de Tindaris. |
Mientras, Octavio navegaba desde Silanium a Leucopetra, sabiendo que Pompeyo había abandonado Mesina para enfrentarse a Agripa. Así, tras asegurarse que no había ningún navío pompeyano en las cercanías desembarcó cerca de Tauromenium, exigiendo su rendición.
Pero la ciudad se nego a rendirse, y Octavio dirigió sus tropas hasta el Santuario de Apolo Archegetes, el protector de la ciudad de Naxos,en Sicilia, para instalar allí su campamento y atacar Tauromenium.
Octavio disponía de tres legiones, 500 jinetes a pie, 1000 de infantería ligera y dos mil colonos reclutados en pueblos y ciudades del sur de Italia. Pero de pronto, se encontró rodeado, por las tropas terrestres de Sexto Pompeyo por tierra y la flota enemiga en el mar.
La inexperiencia militar de Octavio se hizo evidente de nuevo cuando vaciló en desplegar a sus tropas, esperando quizás la llegada de la flota de Agripa.
Usando su propia iniciativa, sus tropas se dividieron en diversos grupos, luchando hasta que llegó la noche y el enemigo se retiro.Finalmente, Octavio delego el mando en Lucio Cornificio y le ordeno hacer retroceder al enemigo . Después, se subió a su navío insignia, y se internó en mar con toda su flota, solo para encontrarse frente a la flota de Pompeyo.
Muchas de las naves de Octavio fueron rodeadas y capturadas, y si Octavio pudo escapar fue porque había ordenando arriar el estandarte para que su nave pasara desapercibida.
La nave de Octavio no paro hasta conseguir llegar a la ciudad portuaria de Abala, en donde recluto a decenas de marinos y campesinos, que habian tenido una mala cosecha y necesitaban trabajo.
Envió un mensaje a Agripa, para que fuera a ayudar a Cornificio, pero este ya había desplegado una fuertes defensas tras la empalizada de su campamento.Sexto Pompeyo rodeo el campamento cesariano, esperando rendirlo por hambre.
Cornificio aguantó en el campamento un par de días, pero perdió la paciencia y decidió salir para enfrentarse a Pompeyo en una batalla decisiva. Sexto Pompeyo no quería un enfrentamiento cara a cara con los legionarios cesarianos, y permitió que las tropas de Cornificio escaparan por un ancho camino.A lo largo del camino, Sexto Pompeyo habia desplegado a centenares de auxiliares nubios,magnificos arqueros que pudieron usar sus arcos y hondas prácticamente sin oposición.
Sufriendo un gran número de bajas, lo que quedaba del ejercito de Octavio pudo llegar al fin, a Milae.
Mientras, Agripa intentaba de nuevo tomar Tindaris, "una fortaleza llena de provisiones y perfectamente situada para practicar la guerra naval”, a decir de Apiano. La ciudad, situada a 60 kilómetros de Mesina, estaba construida sobre una alta colina que protegía una lengua de tierra que se introducía en el mar Tirreno, con la punta de Milazzo al este y el cabo Calavia al oeste.
La ciudad había sido fundada por los griegos en el siglo IV a.c., y después cartagineses y romanos habían combatido por ella durante la 1ª guerra púnica. A pesar de la ocupación de la ciudad por los cartagineses durante la guerra, Tndaris había permanecido fiel a Roma, y Ciceron había agradecido su lealtad llamando a la ciudad Nobilissima Civitas, la “más noble comunidad”.
Para Agripa, al captura de Tinderis se había convertido en una obsesión, y se vio cumplida cuando la capturo a finales del año 36 a.c.
Con Tindaris bajo control cesariano, Octavio se trasladó allí con sus tropas , reuniendo un total de 21 legiones ( 125.000 hombres ), 20.000 de caballería y mas de 5.000 de infantería ligera.
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