Dejando Riga la medianoche del día
8, le costaría a la fragata una travesía de 8 horas para llegar a Leningrado en
la mañana del día 9.Una vez en la ciudad de las 3 revoluciones, Sablin utilizaría
la radio para transmitir su manifiesto político al pueblo soviético, que, en
opinión de Sablin, se uniría rápidamente
a la nueva era revolucionaria.
Sablin había preparado
concienzudamente su manifiesto, con las demandas que pensaba presentar al
gobierno soviético. Estas demandas incluían asegurar una hora diaria de retrasmisión en la radio y
televisión estatal, el permiso para que la fragata pudiera anclar sin problemas
en cualquier puerto de la unión soviética y que su tripulación no sufriera ningún
tipo de molestia o repreaslia.Tambien incluyo una clausula en la que se exigía
a Brezhnev y al comité central del
partido comunista sovietico que no se usara ningún tipo de violencia contra los
familiares de los marinos rebeldes.
Una vez diera a conocer sus demandas, Sablin estaba seguro que la guarnición naval de Leningrado, especialmente la guarnición de la isla de Kronstadt,se
unirían a él en su triunfal marcha hacia el edificio del almirantazgo naval y
el cuartel general de la marina soviética.
Ya los marineros de Kronstadt
habían colaborado con Lenin en 1917, aunque en 1921 habían sido masivamente
asesinados siguiendo las órdenes del mismo Lenin, cuando los marinos le
exigieron que cumpliera su promesa de devolver el poder a los soviets.
Dada la larga historia de motines
que atesoraba la marina rusa, Sablin estaba seguro de contar con el apoyo de
sus camaradas. Tras tomar Leningrado, su siguiente paso sería Moscú, donde
expulsarían a Brezhnev del poder.
Pero no llego a buen fin.
A las 6 de la mañana del día 9,
las escuadrillas que Brezhnev había enviado a la caza de la fragata la
localizaron en mitad del Báltico ,y comenzaron a bombardearla.
Afortunadamente para Sablin,
dicha fragata bombardeada no era la fragata Storozhevoy, era otra fragata de la
clase Krivak.Los pilotos habían cometido un error, y estaban bombardeando la
fragata equivocada.
A esa hora, los oficiales de
inteligencia suecos que se encontraban en la isla de Gotland no salían de su
asombro.
Sablin había apagado el radar de
la fragata, para evitar ser detectado. Así que la primera indicación que
tuvieron los suecos de que algo estaba ocurriendo fue cuando sus pantallas de
radar en Gotland se llenaron de marcas. Parecía que cada barco y avión de la
flota rusa del Báltico se dirigían hacia su posición.
Hasta que un traductor les
informo que se trataba de la búsqueda de un buque amotinado, los suecos
pensaron que iban a ser objeto del primer ataque de la III guerra mundial.
Por escuchas de radio entre
pilotos soviéticos y su control de tierra, parecía que algunos pilotos se
negaban a cumplir la orden de bombardear la fragata rebelde. Parecía que el motín
del capitan Sablin podría tener éxito.
Pero el ministro de defensa
soviético de la época, Andrei Grechko, decidió prescindir de la aviación naval
y puso su confianza en los aviones de la
fuerza aérea, especialmente en los pilotos de los cazabombarderos Sukhoi Su-24,
que despegaron y se dirigieron a toda velocidad al encuentro con la fragata rebelde,
a la que dieron alcance a las 10 y media del sábado.
Lanzaron bombas de 250 kilos, que
alcanzaron la popa de la fragata, dañando seriamente el timon.Despues, lo
ametrallaron hasta que le buque se detuvo.
Con el buque detenido, agentes de
la KGB y policía militar soviética abordaron la fragata, arrestando a toda la tripulación.
Sablin y otros 13 marinos
amotinados fueron rápidamente enviados a Moscú para ser interrogados. El
consiguiente juicio se celebro a puerta cerrada y fue muy breve. Sablin fue
encontrado culpable de traición a la madre patria y condenada a muerte,
ejecutándose la sentencia en un sótano de la prisión moscovita de Lefortovo,
seguramente de un disparo en la nuca.
Prision de Lefortovo.
El motín de Sablin no fue el único
en la historia de la Armada soviética durante la guerra fría. En 1959, un
brillante oficial soviético, capitán de un destructor clase Skoriy, Nikolai Artamonov, había desertado a EEUU, y trabajo como agente doble hasta que fue
asesinado por la KGB en Austria en 1975.
En 1963, un radio operador de la
flota soviética del mar del norte, Vladimir Gavrilov, intento organizar un motín,
pero fue descubierto por agentes de la KGB y enviado durante 5 años a un campo
de trabajo en Siberia.
En 1969,tres oficiales navales de
la flota del Báltico fueron arrestados por actividades antisoviéticas.Habian
creado una organización llamada "Alianza de luchadores por la libertad política",
y tenían la intención de editar un periódico clandestino al que iban a llamar
“el demócrata”, que urgía por la liberación y democratización de la Unión Soviética.
Los tres oficiales fueron condenados a penas de prisión entre 3 y 6 años.
Otros intentos de motin ocurrieron
en un submarino nuclear en el Báltico en 1969 y en Noruega en 1972, en el
crucero Oktyabrskaya Revolyutsiya, tras el cual fueron ejecutados cuatro
marineros y un oficial por alta traición.
A primeros de los años 70, los
tripulantes de un navío de la flota soviética del pacifico arresto a sus
oficiales e intentó poner rumbo a Japon.Rumores sin confirmar afirman que el buque nunca llego a su destino, ya
que a medio camino fue asaltado por la infantería de marina soviética.Los
amotinados que no murieron en el asalto fueron ejecutados poco más tarde.
A día de hoy, el gobierno ruso,
al igual que sus antecesores soviéticos, no han admitido ninguno de dichos casos,
aunque la documentación relativa al motín del capitán Sablin fue desclasificada
ya hace años.
Por su parte, los sucesivos
gobiernos estadounidenses negaron tener el más mínimo conocimiento de los
hechos protagonizados por la fragata Storozhevoy.
The last sentry: the true story: Nate Braden
Revista Military History,agosto 2008
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