A primera vista, el encuentro se
presentaba desigual. Cientos de miles de infantes, miles de jinetes, carros falcados
y elefantes de la India, la superioridad numérica de Darío parecía decisiva.
Pero tan enorme ejercito tenia
los pies de barro.En la practica,era casi imposible de controlar y dirigir.
Muchos cientos de metros separaban a Darío de sus generales, lo que convertía
la rápida transmisión de órdenes entre unos y otros en una quimera.
El plan de Alejandro consistía en
provocar enfrentamientos de ambas caballerías en los flancos, para tratar de
crear una brecha en la línea enemiga a través de la cual lanzar un ataque
definitivo con la falange.
Pero ello requería una maniobra
perfecta y realizarla en el momento justo. Y su táctica solo funcionaria si Darío
atacaba primero.
El ejército de Alejandro comenzó
a moverse lentamente, hacia la derecha.
Por su parte, las tropas de Darío comenzaron a moverse en la misma dirección,
hacia su izquierda, para tratar de envolver el flanco derecho de Alejandro.
Cuanto más se movía Alejandro
hacia la derecha, más lo hacia el ejercito persa hacia su izquerda, saliéndose
del terreno que había sido limpiado para los carros y entrando en un terreno
escabroso.
Darío se dio cuenta de la jugada
de Alejandro y ordeno a la caballería de su flanco izquierdo (bactrianos,
escitas, masagetas, etc) no dirigirse más hacia su izquierda. Al verlo,
Alejandro ordeno a la caballería de sus aliados griegos cargar contra la caballería
persa.Alejandro también cargo en el mismo sitio con sus hetairoi.
Se produjo entonces un típico combate
de caballeria, caballo contra caballo, jinete contra jinete, en el que la caballería
persa, muy superior en número, tenia las de ganar.
Fue entonces cuando Darío cometió
el error que le llevaría a la derrota. Lanzo a sus carros falcados contra la
falange macedonia, que tenía justo delante, para tratar de sembrar la confusión
y el pánico entre sus filas.
Pero el ejército macedonio no había
dedicado las semanas que permanecio a
orillas del Tigris solo para descansar.Habia ensayado una nueva táctica contra
los carros.
Nada más los carros iniciaron su avance,
fueron acribillados por los arqueros y jabalineros de Alejandro, que habían tomado
posiciones a la derecha de la primera línea.
Cuando los carros supervivientes llegaron
a la altura de la falange macedonia, las primeras líneas se movieron hacia
los lados, abriendo una brecha a los carros, que se encontraban de pronto con la
segunda línea de sarissas, sin posibilidad de retroceder.
Una vez cada carro estaba aislado
de los demás, sus tripulantes eran sumamente fáciles de eliminar por los hipapistas macedonios. Y buena parte de los carros que lograron escapar de la
trampa macedonia volvieron a sus lineas, con los caballos aterrados y sin control, y causaron más
daño con sus hoces que el que habían causado en las líneas de la falange.
Disgustado por el fracaso de sus carros,
Dario ordeno avanzar en toda la linea.Ese fue su último error. Mientras la caballería
de su izquierda seguia combatiendo a la caballeria de Alejandro, y alejándose de
su centro, el centro se desplazo hacia adelante, creando una brecha en el
frente persa.
La segunda línea persa debería
haber llenado ese hueco. Pero no se dio la orden, o la orden no llego a tiempo.
Alejandro percibió al instante la
rotura entre el centro y la izquierda persa. Y se lanzo a toda velocidad con su caballería
de compañeros por la brecha,poyado por los hipapistas al mando de Coeno y la
falange al mando de Perdicas.
Como había ocurrido en Issos, Dario estaba cada vez más presionado a medida que los macedonios se acercaban.
Hasta que su auriga fue alcanzado por una jabalina. Ese fue el momento que eligió para subirse en una
yegua y huir del campo de batalla.
Al ver la huida de su rey, el
centro persa comenzó a desintegrarse ,y la caballería persa del ala izquierda
comenzó también a ceder ante la caballería de mercenarios griegos al mando de Aretes.
La segunda línea persa, que debía apoyar a su primera línea y tapar los huecos
que se produjeran, también vio la huida de Dario, y pusierorn pies en polvorosa.
La intención de Alejandro era capturar
vivo o muerto a Dario, e inicio su persecución cuando el centro persa se
desintegro.Pero la línea macedonia también estaba rota.
El desplazamiento del centro macedonio,
las topas de Perdicas y Coeno, hacia su derecha, para ayudar al ataque de
Alejandro,habia provocado un hueco, ya que las falanges de Simmias y Cratero no
habían podido seguir el movimiento hacia la derecha para proteger el flanco.
Al mismo tempo, Maceus, el
general persa al mando de la derecha persa, habia utilizado su caballeria (armenios,
capadocios, etc), sus carros falcados y sus elefantes conjuntamente y presionaba duramente
al ala izquierda de Parmenion. Una parte de la caballería persa, básicamente,
partos e hindúes entraron por la brecha en la línea macedonia y se dirigieron al
campamento de Alejandro.
Los mercenarios tracios de Alejandro,
que defendían el campamento combatieron obstinadamente. Pero, aprovechando la confusión,
los prisioneros persas que estaban en el campamento macedonio se libraron de sus ataduras y
atacaron a los tracios por la espalda.
La segunda línea de Alejandro
entro entonces en juego.Infanteria mercenaria y de los aliados griegos, al mando
de Sitalces,Coeranus,Agaton y Andromaco,giraron hacia su izquierda y se
lanzaron sobre los incursores, matando o capturando a la mayoría y haciendo huir
al resto, que cabalgaron de vuelta a sus lineas por donde habían llegado.
En ese momento, la situación era
muy confusa. A la derecha macedonia, la caballería de Menidas, Aretes y Aristo
seguían aguantado los ataques de la caballería persa de Bessus.
Alejandro y su caballería seguían
en persecución de Darío.
Y a la izquierda, la caballería
tesalia y la infantería de Parmenion estaban a punto de ser superados por la caballería
del persa Maceus. Nadie podía decir que tenia la batalla ganada, y cualquier detalle,
cualquier movimiento de tropas imprevisto podía cambiar el destino final de la
batalla.
Todas las fuentes de la época
coinciden en que Parmenion envió un mensaje a Alejandro informándole de la gravedad de la situacion en el ala
izquierda.
Según Plutarco, Alejandro recibió
el mensaje y desistio rapidamente de atrapar a Darío en fuga y volvió al campo de batalla a
ayudar a Parmenion.
Arriano dice que Alejandro
recibió el mensaje y ordeno retroceder a sus tropas, reanudando la persecución
de Darío cuando había garantizado la victoria.
Y Diodoro afirma que el mensaje
de Parmenion nunca llego a Alejandro. Y que este siguió persiguiendo a Darío
hasta llegar a la ribera del rio Lico (actual Gran Zab), a unos 30 kilómetros
del campo de batalla.
Se encontraba solo con la caballería
de los compañeros, muy por delante del resto de la linea macedonia.Y, siempre
según Diodoro, la noticia de la huida de Darío había llegado a las tropas de Maceus,
y su ataque empezó a bajar de intensidad. Y la caballería tesalia de la
izquierda macedonia ataco entonces y obligo a los persas a retirarse. Que en su
retirada, se encontraron de frente con Alejandro y sus compañeros, que habían
desistido de perseguir a Darío y chocaron frontalmente con los persas en
retirada.
El resultado fue seguramente la
mayor masacre de la batalla.Alejandro y
los suyos estaban furiosos por no haber podido capturar a Dario, y
causaron una enorme matanza entre los persas que huían.
Los persas que pudieron escapar de la matanza se dispersaron, aunque muchos de ellos se ahogaron intentando
cruzar en su huida el rio Lico.
Darío no pudo reagrupar a sus
menguadas fuerzas. Huyó a toda velocidad en dirección a Arbela, y sin detenerse continuo hacia el este,
cruzando los montes Zagros y llegando a Ruwandiz (actual Irak ).Allí se le unieron una parte de su guardia real y sus
mercenarios griegos.Mas tarde, se le unieron Besus y su caballeria,que había
sobrevivido a la batalla con no demasiadas bajas.
Maceus y el resto de
supervivientes del ejército persa cruzaron el Tigris y se reunieron en Babilonia.
Alejandro reanudo la persecución
de Darío a la noche siguiente a la batalla. Llego a Arbela, pero Darío ya se había
marchado, así que abandono la persecución y se preparo para comenzar la
invasión de Babilonia.
Estaba a principios de octubre.
Alejandro habia dado un enorme paso en su búsqueda de la destrucción del reino
de Darío y el final de la guerra de venganza de los pueblos griegos contra los
persas.
El siguiente obstaculo en su camino era Babilonia.
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