jueves, 1 de febrero de 2018

1943 : Operación "Venganza": Liquidar a Yamamoto (4ª parte )






Viene de aquí:


  “Ese hijo de p**a no volverá a intentar dictar términos de paz en la Casa Blanca”


  El mensaje del capitán Lanphier a la torre de control del aeródromo Henderson de la isla de Guadalcanal iba a causar serios problemas  a los servicios de inteligencia militar estadounidenses. Los mensajes radiofónicos entre los aviones y la torre de control no se cifraban, y los japoneses conocían las frecuencias que utilizaba la aviación estadounidense.


  El mensaje de Lanphier dejaba poco a la imaginación. Muchos soldados y marinos de Guadalcanal (incluyendo un joven teniente de marina llamado John F. Kennedy) lo escucharon mientras observaban como Lanphier trazaba un par de acrobacias con su P-38 antes de aterrizar.

 Aerodromo Henderson,en Guadalcanal.


  Lanphier seguía gritando mientras salía de su cabina “lo atrapé, tengo a ese hijo de p**a, tengo a Yamamoto”.La noticia se extendió como la pólvora por bases e instalaciones militares norteamericanas por todo el Pacifico.


Cuando el general Mc Arthur escuchó la noticia, escribió:


 “Casi se podía escuchar el creciente rugido de los miles de esqueletos relucientes del fondo de Pearl Harbour.Habian sido vengados."


  Mientras, los miembros de los servicios de inteligencia militar norteamericana trataban desesperadamente  de evitar que los japoneses conocieran que su código de transmisiones (JN 25) había sido roto.


  Durante las siguientes semanas enviaron continuamente escuadrillas de P-38 a la zona del ataque, para que los japoneses pensaran que el encuentro con Yamamoto había sido casual. Al mismo tiempo, los oficiales  de inteligencia prohibieron cualquier  información pública que sugiriera que ellos sabían de antemano lo que iba a pasar.


  Pero no se habia contado con el factor humano. La noticia se había conocido en todo Guadalcanal el mismo día de los hechos.Con hombres llegando y saliendo de la isla todos los días, la verdad iba a ser difícil de contener.Pronto la noticia había llegado a reuniones de oficiales de alta graduación  en Washington,llegando   oídos  del jefe de estado mayor del ejercito USA, el general George Marshall,que lo escuchó de forma extraoficial de labios de un teniente naval solo una semanas después de ocurrido el ataque.


  Pero los peores enemigos para tratar de guardar el secreto eran los propios pilotos que habían participado en la operación. Tras la misión, los dos pilotos que se habían atribuido el derribo del avion de Yamamoto,Lanphier y Barber,disfrutaron de  10 días de permiso en Nueva Zelanda.


  Ambos pilotos estaban jugando al golf con el general Dean Strother cuando un corresponsal  de Associated Press , J.Norman Lodge ,se aproximó a  ellos. Usando un antiguo truco periodístico por el que aparentaba saber  ya todo sobre el asunto Yamamoto, preguntó a los pilotos para que le aclararan algunos pequeños detalles.

 Lanphier y Barber cayeron en la trampa y contaron lo que sabian.El general Strother advirtió al periodista que olvidara lo que había oido, ya que nunca podría publicarlo porque lo escuchado  nunca pasaría mas allá de la mesa del censor militar.


  El 11 de mayo de 1943 Lodge enviaba su artículo al continente. No mencionaba la ruptura del código japonés, aunque indicaba que la inteligencia norteamericana estaba detrás de la operación, y que los pilotos estadounidenses habían sido dirigidos específicamente a la zona del ataque.La historia incluía la descripción detallada  de la misión por parte de Lanphier ,y citaba al general Strother afirmando que los aviadores americanos conocían la ruta de Yamamoto.

 Corresponsal J. Norman Lodge.


  Los censores no podían creer lo que estaban leyendo, y rápidamente enviaron el articulo periodistico hacia arriba en la cadena de mando.Nimitz ordenó asegurar y guardar bajo llave el articulo, y ordenó al almirante Halsey tomar las medidas disciplinarias necesarias para que no volviese a ocurrir semejante fuga de informacion.


  Halsey convocó a su despacho a Lanphier,Barber y al general Strother.Un iracundo Halsey se negó a devolver el saludo de los oficilaes, y tras unos segundos de tensión, Halsey estalló:


  Según Barber contaria unos años despues, Halsey comenzó su discurso con una retahíla de insultos y maldiciones,seguido de acusaciones de traición. Después insinuó que ambos pilotos eran tan estúpidos que no merecían llevar el uniforme norteamericano.Tambien eran los peores ejemplos para los otros pilotos de la fuerza aérea estadounidense, y finalizó amenazando con rebajarlos a soldado raso tras pasar por una corte marcial, seguida de una estancia en una cárcel militar por haber hablado con un periodista.


  El 21 de mayo de 1943, Japon anunciaba que Yamamoto había conocido una muerte honorable mientras combatía con el enemigo. Pero la oficina de información militar estadounidense insistió en mantener en secreto los detalles de la oepracion, y comenzó con una campaña de desinformacion.En primer lugar se filtró a la prensa USA que Yamamoto habimuerto en un accidente de un avión de pasajeros en algún lugar entre Bangkok y Singapur el 7 de abril, Después se filtró que Yamamoto se habia suicidado avergonzado por la  derrotas de la flota nipona en Midway. 


  Entonces, dos artículos periodísticos abrieron sendos agujeros en la versión oficial estadounidense.


  El 31 de mayo de 1943, Time Magazine incluía un artículo sobre la muerte de Yamamoto, que terminaba con la frase: “Cuando se conozca el nombre del hombre que termino con la vida de Yamamoto, EEUU tendrá un nuevo héroe”.


  Esta frase era incompatible con los intentos de la inteligencia naval estadounidense de atribuir la muerte de Yamamoto a un accidente o al suicidio.


  En la revista Life de junio de 1943, otro articulo describia una misión en el océano Pacifico muy similar  a la operación Venganza, en la que describía el ataque de una escuadrilla de aparatos P-38 derribando el avión de un importante militar japonés sobre la jungla de una isla indeterminada. Para los millones de estadounidenses (y unos cuantos espías japoneses) que leyeron el artículo, el asunto estaba claro: pilotos estadounidenses habían derribado el avión de Yamamoto.


  El asunto fue a peor cuando el general Alexander Patch,recien llegado a Washington desde Guadalcanal, bebió algunas cuantas copas de más en una cena con periodistas y corresponsales en el club de prensa de Washington. Allí contó a quien le quiso escuchar todos los detalles de la operación.


  Mas tarde, el general Patch se excusaría ante el general Marshall: “no sabía  o no era consciente de la necesidad de un secreto absoluto  con respecto a un hecho ocurrido muchas semanas antes”


  Marshall primero se asombró, y después se enfadó: “un secreto tan peligroso para nuestros intereses no debe ser discutido públicamente bajo ninguna circunstancia”.


  Marshall no pudo “castigar” al general Patch, ya que castigar a un oficial de tan alto rango hubiera llamado la atención sobre el caso y habría planteado algunas preguntas molestas.


  Pero la historia detrás de la operación Venganza se hizo pública finalmente apenas dos semanas después de la rendición del Japón: “Yamamoto murió en una emboscada aérea gracias a la ruptura del código enemigo”, en el New York Times del 10 de septiembre.


  Aunque la guerra había terminado, la marina USA se molestó cuando se publicó la historia. Sus oficiales de inteligencia estaban interrogando a  oficiales japoneses de alto nivel, y temían que si los oficiales japoneses conocían que su código había sido revelado, podrían avergonzarse y tomar medidas drasticas,las típicas medidas drásticas que los oficiales japoneses  tomaban  cuando estaban avergonzados, o sea, el suicidio.


  Y los oficiales americanos deseaban extraer aun más información a los japoneses, y no querían que murieran hasta que hubieran sido convenientemente exprimidos.


  Pero la pregunta siguió estando allí los siguientes años: ¿por qué los japoneses no habían hecho caso a  los indicios que tenían y no  se habian dado cuenta  que su código JN-25 se había visto comprometido ?


  Uno de los interrogadores de los oficiales japoneses tras el fin de la guerra pareció llegar a una conclusion que mas tarde seria generalmente aceptada: los japoneses no habían fallado en el código en si, sino que la culpa estaba en la arrogante y tremendamente ingenua creencia japonesa de que las mentes de los occidentales no podían entender la extrema complejidad del lenguaje japonés ,más aun cuando se aplicaba en un código extremadamente denso y complejo.


  A pesar de los indicios, los oficiales japoneses habían decidió no aceptar la idea de que su extraordinariamente  complejo código había sido revelado y, de hecho, ya no servía para nada. Y habían seguido usándolo seguros de su arrogante decisión.


  Y su arrogancia habia costado la vida al almirante Yamamoto y había acelerado la derrota del Japón.




Lightning strike: the secret mission to kill Admiral Yamamoto – Don Davis

The Yamamoto mission (Air Power History magazine feb-2003) – Daniel Haulman

Warbird Tech. Lockheed P-38 Lightning – Frederick A. Johnsen.

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