Viene de aquí:
“Ese hijo de p**a no volverá a
intentar dictar términos de paz en la Casa Blanca”
El mensaje del capitán Lanphier a
la torre de control del aeródromo Henderson de la isla de Guadalcanal iba a
causar serios problemas a los servicios de
inteligencia militar estadounidenses. Los mensajes radiofónicos entre los
aviones y la torre de control no se cifraban, y los japoneses conocían las
frecuencias que utilizaba la aviación estadounidense.
El mensaje de Lanphier dejaba
poco a la imaginación. Muchos soldados y marinos de Guadalcanal (incluyendo un
joven teniente de marina llamado John F. Kennedy) lo escucharon mientras
observaban como Lanphier trazaba un par de acrobacias con su P-38 antes de
aterrizar.
Aerodromo Henderson,en Guadalcanal.
Lanphier seguía gritando mientras
salía de su cabina “lo atrapé, tengo a ese hijo de p**a, tengo a Yamamoto”.La
noticia se extendió como la pólvora por bases e instalaciones militares
norteamericanas por todo el Pacifico.
Cuando el general Mc Arthur
escuchó la noticia, escribió:
“Casi se podía escuchar el
creciente rugido de los miles de esqueletos relucientes del fondo de Pearl Harbour.Habian sido vengados."
Mientras, los miembros de los
servicios de inteligencia militar norteamericana trataban
desesperadamente de evitar que los
japoneses conocieran que su código de transmisiones (JN 25) había sido roto.
Durante las siguientes semanas
enviaron continuamente escuadrillas de P-38 a la zona del ataque, para que los
japoneses pensaran que el encuentro con Yamamoto había sido casual. Al mismo tiempo,
los oficiales de inteligencia prohibieron cualquier información pública que sugiriera que ellos
sabían de antemano lo que iba a pasar.
Pero no se habia contado con el
factor humano. La noticia se había conocido en todo Guadalcanal el mismo día de
los hechos.Con hombres llegando y saliendo de la isla todos los días, la verdad
iba a ser difícil de contener.Pronto la noticia había llegado a reuniones de oficiales
de alta graduación en
Washington,llegando oídos del jefe de estado mayor del ejercito USA, el
general George Marshall,que lo escuchó de forma extraoficial de labios de un teniente
naval solo una semanas después de ocurrido el ataque.
Pero los peores enemigos para
tratar de guardar el secreto eran los propios pilotos que habían participado en
la operación. Tras la misión, los dos pilotos que se habían atribuido el derribo
del avion de Yamamoto,Lanphier y Barber,disfrutaron de 10 días de permiso en Nueva Zelanda.
Ambos pilotos estaban jugando al
golf con el general Dean Strother cuando un corresponsal de Associated Press , J.Norman Lodge ,se aproximó
a ellos. Usando un antiguo truco periodístico
por el que aparentaba saber ya todo sobre el asunto Yamamoto, preguntó a los
pilotos para que le aclararan algunos pequeños detalles.
Lanphier y Barber
cayeron en la trampa y contaron lo que sabian.El general Strother advirtió al periodista que olvidara lo que había oido, ya que nunca podría publicarlo porque
lo escuchado nunca pasaría mas allá de
la mesa del censor militar.
El 11 de mayo de 1943 Lodge
enviaba su artículo al continente. No mencionaba la ruptura del código japonés,
aunque indicaba que la inteligencia norteamericana estaba detrás de la operación,
y que los pilotos estadounidenses habían sido dirigidos específicamente a la
zona del ataque.La historia incluía la descripción detallada de la misión por parte de Lanphier ,y citaba
al general Strother afirmando que los aviadores americanos conocían la ruta de Yamamoto.
Corresponsal J. Norman Lodge.
Los censores no podían creer lo
que estaban leyendo, y rápidamente enviaron el articulo periodistico hacia arriba en la
cadena de mando.Nimitz ordenó asegurar y guardar bajo llave el articulo, y
ordenó al almirante Halsey tomar las medidas disciplinarias necesarias para
que no volviese a ocurrir semejante fuga de informacion.
Halsey convocó a su despacho a Lanphier,Barber y al general Strother.Un iracundo Halsey se negó a devolver el
saludo de los oficilaes, y tras unos segundos de tensión, Halsey estalló:
Según Barber contaria unos años despues, Halsey comenzó su
discurso con una retahíla de insultos y maldiciones,seguido de acusaciones de traición.
Después insinuó que ambos pilotos eran tan estúpidos que no merecían llevar
el uniforme norteamericano.Tambien eran los peores ejemplos para los otros
pilotos de la fuerza aérea estadounidense, y finalizó amenazando con rebajarlos
a soldado raso tras pasar por una corte marcial, seguida de una estancia en una
cárcel militar por haber hablado con un periodista.
El 21 de mayo de 1943, Japon
anunciaba que Yamamoto había conocido una muerte honorable mientras combatía
con el enemigo. Pero la oficina de información militar estadounidense insistió
en mantener en secreto los detalles de la oepracion, y comenzó con una campaña
de desinformacion.En primer lugar se filtró a la prensa USA que Yamamoto
habia muerto en un accidente de un avión
de pasajeros en algún lugar entre Bangkok y Singapur el 7 de abril, Después se
filtró que Yamamoto se habia suicidado avergonzado por la derrotas de la flota nipona en Midway.
Entonces, dos artículos periodísticos
abrieron sendos agujeros en la versión oficial estadounidense.
El 31 de mayo de 1943, Time Magazine incluía un artículo sobre la muerte de Yamamoto, que terminaba con la frase:
“Cuando se conozca el nombre del hombre que termino con la vida de Yamamoto,
EEUU tendrá un nuevo héroe”.
Esta frase era incompatible con
los intentos de la inteligencia naval estadounidense de atribuir la muerte de Yamamoto a un accidente o al suicidio.
En la revista Life de junio de
1943, otro articulo describia una misión en el océano Pacifico muy similar a la operación Venganza, en la que describía el
ataque de una escuadrilla de aparatos P-38 derribando el avión de un importante
militar japonés sobre la jungla de una isla indeterminada. Para los millones de
estadounidenses (y unos cuantos espías japoneses) que leyeron el artículo, el
asunto estaba claro: pilotos estadounidenses habían derribado el avión de Yamamoto.
El asunto fue a peor cuando el general
Alexander Patch,recien llegado a Washington desde Guadalcanal, bebió algunas
cuantas copas de más en una cena con periodistas y corresponsales en el club de
prensa de Washington. Allí contó a quien le quiso escuchar todos los detalles
de la operación.
Mas tarde, el general Patch se
excusaría ante el general Marshall: “no sabía
o no era consciente de la necesidad de un secreto absoluto con respecto a un hecho ocurrido muchas semanas
antes”
Marshall primero se asombró, y
después se enfadó: “un secreto tan peligroso para nuestros intereses no debe
ser discutido públicamente bajo ninguna circunstancia”.
Marshall no pudo “castigar” al
general Patch, ya que castigar a un oficial de tan alto rango hubiera llamado
la atención sobre el caso y habría planteado algunas preguntas molestas.
Pero la historia detrás de la operación Venganza se hizo pública finalmente apenas dos semanas después de la rendición
del Japón: “Yamamoto murió en una emboscada aérea gracias a la ruptura del
código enemigo”, en el New York Times del 10 de septiembre.
Aunque la guerra había terminado,
la marina USA se molestó cuando se publicó la historia. Sus oficiales de
inteligencia estaban interrogando a oficiales
japoneses de alto nivel, y temían que si los oficiales japoneses conocían que
su código había sido revelado, podrían avergonzarse y tomar medidas
drasticas,las típicas medidas drásticas que los oficiales japoneses tomaban
cuando estaban avergonzados, o sea, el suicidio.
Y los oficiales americanos
deseaban extraer aun más información a los japoneses, y no querían que murieran
hasta que hubieran sido convenientemente exprimidos.
Pero la pregunta siguió estando allí
los siguientes años: ¿por qué los japoneses no habían hecho caso a los indicios que tenían y no se habian dado cuenta que su código JN-25 se había visto comprometido ?
Uno de los interrogadores de los oficiales japoneses tras el fin de la guerra pareció llegar a una conclusion que
mas tarde seria generalmente aceptada: los japoneses no habían fallado en el código
en si, sino que la culpa estaba en la arrogante y tremendamente ingenua creencia
japonesa de que las mentes de los occidentales no podían entender la extrema complejidad
del lenguaje japonés ,más aun cuando se aplicaba en un código extremadamente
denso y complejo.
A pesar de los indicios, los oficiales
japoneses habían decidió no aceptar la idea de que su extraordinariamente complejo código había sido revelado y, de hecho,
ya no servía para nada. Y habían seguido usándolo seguros de su arrogante decisión.
Y su arrogancia habia costado la
vida al almirante Yamamoto y había acelerado la derrota del Japón.
Lightning strike: the secret mission to kill Admiral
Yamamoto – Don Davis
The Yamamoto mission (Air Power History
magazine feb-2003) – Daniel Haulman
Warbird Tech. Lockheed P-38 Lightning –
Frederick A. Johnsen.
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