El colegio universitario de Yale tenia 164 estudiantes
el año en el que dio comienzo la guerra de independencia americana, en 1775.La
mayoría de los estudiantes abandonaron sus estudios para tomar el mosquete o la
espada,abandonando el estudio de sus carreras.
Pero uno de los graduados en aquel
año, David Bushnell,habia continuado con sus estudios, y tenía un sorprendente
regalo para las fuerzas rebeldes que combatían por la independencia contra el poder
británico.
David Bushnell había nacido en Saybrok, Connecticut en 1740.Sus primeros años los pasó en la granja
familiar,donde el inquieto David pasaba sus hora libres leyendo. En 1769, el
padre de la familia murió, y la vida de David dio un giro decisivo.Decidió
vender a sus hermanos la parte de la granja que le correspondía como herencia,
e ingresó en el colegio de Yale dos años después. Con 31 años, David era de
largo el más viejo de los estudiantes de Yale.
Yale en 1775.
Desde sus primeros días en Yale,
David habia sentido una inexplicable atracción con la idea de llevar a cabo operaciones
militares por debajo de la superficie de las aguas. Sus primera ideas consistían
en idear explosivos y detonadores para utilizarlos bajo la superficie del mar.Pero su proyecto mas ambicioso consistía en una máquina capaz de transportar
a un hombre bajo el agua.
Las campanas de buceo existían desde
hacia siglos, pero Bushnell trabajaba en un artefacto capaz de moverse
libremente bajo el agua.
Campana de buceo de Halley.
La guerra entre las 13 colonias y
el imperio británico dio a Bushnell la oportunidad de llevar sus ideas a la práctica.
Trabajando junto a su hermano Ezra y el inventor e intelectual Phineas Pratt, Bushnell puso sobre el agua su primer prototipo en Connecticut durante 1775.Aquel año, los británicos ocupaban Boston, y Bushnell ,tras convencer a Benjamin Franklin ,presentó su prototipo a George Washington, que pensaba en atacar la flota británica que protegía la ciudad.
El casco del artefacto submarino
estaba construido de tablas de roble y presionado por bandas de hierro, muy
parecido a un barril de gran tamaño.El casco tenia una forma ovalada aunque
algunos observadores indicaron que parecían dos conchas de tortuga unidas.Asi,
el primer nombre del artefacto fue La tortuga Americana.
Estaba impermeabilizado con brea
de alquitrán y disponia de dos hélices y un timon, extrañamente colocadas en
tres partes diferentes del aparato.Media poco mas de dos metros de altura por
1,80 de anchura, lo que permitía que un solo operador podía acceder a su
interior por una escotilla hermética en la parte superior.
Bushnell tuvo que lidiar con numerosos
problemas con su diseño.La forma ahuevada obligaba a lastrar el aparato, para
mantener la estabilidad lo mas posible.Para sumergirse, el agua se hacia fluir hacia
pequeñas camaras en la base del aparato. Para emerger, se utilizaba una bomba neumatica. Si
había que emerger a toda velocidad, 350 kilos de plomo de lastre podían ser liberados en pocos
segundos tirando de una palanca.
El piloto se sentaba sobre una
viga transversal, y movía el aparato con dos hélices accionadas a manivela, una
grande en la parte frontal y una más pequeña en la parte superior.El aparato se dirigía
gracias a un pequeño timón en la parte trasera.
Mientras permanecía en la superficie, el piloto podía distinguir hacia donde se dirigía gracias a unas
pequeñas ventanas colocadas estratégicamente en los laterales de la escotilla.
Cuando el aparato se sumergía, era necesaria una brújula. Para respirar mientras
el artefacto se encontraba en superficie,
se disponía de una válvula de admisión a prueba de fugas, muy similar a un snorkel.Pero una vez bajo el agua, el
piloto solo podía mantenerse hasta que se agotaba el aire, unos 20 o 25 minutos
como máximo.
Una vez que al tortuga conseguía
encaminarse hacia su destino, todavía faltaba la mitad del trabajo: el piloto tenía
que colocar la carga explosiva.
Una de las manivelas interiores de la tortuga manejaba un sistema con tornillo exterior. Unido al tornillo había
un fusible impermeable que llegaba hasta la carga explosiva, unos 80 kilos de
polvora,prensados en un recipiente inpermeable ,que debia adherirse
al casco de la nave enemiga a atacar.
La idea de Bushell era que el piloto
debía sumergirse bajo la nave enemiga y perforar el casco con el tornillo-broca,
separar el explosivo de la Tortuga y unirlo al casco enemigo mientras se encendía
el fusible, un dispositivo de relojería que permitía 12 horas.
La mina se mantenía en su lugar
mientras el fusible se quemaba hasta la explosión final, dejando al buque
enemigo con un agujero en su casco. O eso es lo que se esperaba.
Tras la retirada de las tropas británicas
de Boston en marzo de 1776, el general Washington decidió mover el ejercito continental hasta New York. Sabía que si la tomaba seria difícil de
defender posteriormente, pero el valor estratégico y sobre todo, simbólico de
la ciudad merecía el esfuerzo. Y en abril, el ejercito continental tomaba la ciudad.
Inmediatamente,los continentales se pusieron a la tarea de fortificar la
ciudad, que por aquel entonces solo ocupaba la parte sur de la isla de Manhattan
y las colinas de Broadway en Long island.
Los continentales construyeron Fort Washington en el norte de la isla de Manhattan, mientras en las cercanías
del puerto de New York,al sur, construían una fuerte posición artillera (battery), en
lo que hoy es el Battery Park.Washington desplegó a sus tropas a lo largo del East River y por toda la isla de
Manhattan, ya que ignoraba por donde sería el ataque británico.
New York en 1776.
A finales del verano de 1776, un gran
número de tropas británicas comenzó a
concentrarse en las cercanias de Manhattan, mandadas por los generales Howe, Clinton y Cornwallis.La flota británica bloqueaba fácilmente el puerto
de New York gracias a su tremenda superioridad en número de barcos.
De hecho, la fuerza que se estaba
reuniendo para atacar New York era la mayor fuerza expedicionaria formada por Gran Bretaña en toda su historia.Durante varias semanas, 32.000 hombres del ejercito
britanico,incluyendo 8.000 mercenarios hessianos ( Hesse -Cassel era uno de los
numerosos principados alemanes de aquella época, aunqué en realidad los mercenarios
alemanes que combatieron en la guerra de independencia estadounidense provenían
de diferentes ciudades-estado alemanas, cuyos gobernantes los enviaban a America a combatir para la corona británica
a cambio de jugosos beneficios por parte del rey Jorge III.
A finales de septiembre, los
soldados coloniales podían divisar desde sus posiciones en Manhattan como los británicos
construían infinidad de botes y lanchas de
diferentes tamaños que debían transportar a las tropas desde Staten island
hasta Long Island a través de Gravesend Bay.
Mientras tanto, en las aguas
frente al puerto de New York,los buques de la flota britanica del almirante Richard Howe, hermano del general
William Howe, intercambiaban andanadas artilleras con las baterías coloniales en
Manhattan.