Viene de aquí:
Mientras Agripa se encontraba en el Rhin, Octavio había nombrado a Cayo Calvisio Sabino almirante de su flota, con Menodoro como segundo jefe.
En Cumae, la flota de Sabino encontró a la flota de Menecrates, que destruyo buena parte de los navios de Octavio. Pero Menodoro atrajo a una trampa a Menecrates, hundió su nave y acabo con la vida del almirante de Sexto Pompeyo.
Tras recibir la noticia de la muerte de su líder, los marineros de la flota de Pompeyo temieron quedar atrapados por las tropas de Octavio, que se encontraban en Regium ( actual Regio Calabria), y escaparon,
Pero no llegaron muy lejos. Los navíos que quedaban de la flota de Sabino los siguieron, y los atraparon cerca del promontorio de Scillaeum, cerca de Calabria, a 25 kilómetros al norte de Regium.
Regium. |
Una furiosa tormenta sacudió las naves de Sabino, hundiendo algunas y dañando otras, ocasión que trato de aprovechar Sexto Pompeyo, que envió sus naves contra las de Sabino.
Actuando con rapidez, Sabino dispuso sus barcos borda contra borda, formando una línea con las proas dirigidas al enemigo que se acercaba. Pero tras un intercambio masivos de proyectiles, y varios asaltos frontales de los hombres de sexto Pompeyo, la línea de navíos de Sabino se rompió. Dio orden de levar anclas, y se dirigió a la relativa seguridad en mar abierto.
El resultado fue una enorme pérdida de navíos y marinos para Octavio, un combate que termino con cualquier posibilidad de invadir Sicilia por parte del triunvirato.
A su vuelta en Roma, Octavio volvio a encargar a Agripa la construcción de una nueva flota, el reclutamiento y formación de soldados , marinos y remeros, para que se fueran familiarizando con las maniobras y los combates de naves en el mar.
En ese momento de su carrera militar, Agripa no tenía experiencia en guerra naval, aunque si tenía un profundo conocimiento de tácticas y estrategias militares. Así, se reunió con sus consejeros para para elegir que tipo de navíos iban a construir.
Los navíos de guerra de la época eran embarcaciones elegantes, de líneas suaves con los cascos construidos con madera de pino, impermeabilizados con la propia resina del árbol mezclada con alquitrán. Con un prominente rostra en la proa, la popa se curvaba hacia arriba, y el navío disponía de una vela mayor de forma cuadrada y una vela secundaria, un foque, triangular.
Rostra. |
Cuando no había viento para activar las velas, se movían gracias a varios bancos de remeros, dos ( birremes) o tres (trirremes).
Un trirreme podía llegar a medir hasta 40 metros de longitud (eslora) por 6 de ancho ( manga ), con una tripulacion de 21 marinos, 122 remeros y entre 20 y 25 infantes de marina, incluyendo a los arqueros.
En contraste, la flota de Sexto Pompeyo disponía de navios más pequeños, pero más rápidos, los llamados liburniae, birremes construidos basándose en las experiencias de su padre, Pompeyo el Grande, cuando había combatido a los piratas de Cilicia en el 67 a.c.
Estas liburniae podían llegar a medir 26 metros de longitud, una anchura de 4, y una tripulación consistente de 10 marinos, 60 remeros, 10 infantes y 6 arqueros.
Las tradicionales batallas navales en el Mediterráneo se resolvían de dos formas: o poniendo un navío a su máxima velocidad y embistiendo el costado del navio del enemigo con el rostra, o pasar al lado del navio enemigo para romper sus remos. Una vez el barco enemigo estaba inmóvil , o la tripulación se rendia o era abordada.
Habiendo combatido ya con Sexto Pompeyo, y perdido, Agripa y Octavio sabían que no podrían derrotarlo usando sus mismas tácticas y equipamiento.
Y escogieron construir barcos más grandes, mejor armados, para usar el tamaño y el poder de fuego para contrarrestar la agilidad y la velocidad de los navíos de Pompeyo. Los navios de la nueva flota octaviana debía ser los suficientemente robustos para reducir el daño que pudieran causar los espolones de las naves de Pompeyo.
Para facilitar el abordaje de sus marines al navío enemigo, Agripa uso varios dispositivos que ya habían sido usados anteriormente. Uno de estos dispositivos era el harpax, para “agarrar" al navío enemigo y acercarlo al barco propio. Basicamente era un gran gancho de hierro unido a una cadena, que se disparaba desde una catapulta colocada en la cubierta de la nave atacante.
Otro dispositivo era el turris ( torre), desde la que los arqueros podían disparar con mayor facilidad, y donde también se podía instalar una catapulta. Al estar colocados a mayor altura que sus enemigos, los arqueros podían elegir sus blancos. Se montaban en la cubierta, sobre la proa o la popa , indistintamente. Pero con mal tiempo y el viento fuerte, la torre contribuía a hacer el barco mas inestable. Asi que Agripa invento una versión “plegable” de la torre, que se podia montar o desmontar con rapidez.
Otro elemento era el corvus, un puente movible que servía a los infantes de marina para facilitar el abordaje al navío enemigo. Gracias a una polea, el corvus podía rotar 90 grados para colocarse en un lateral del barco. Cuando era necesario, un conjunto de cuerdas y poleas permitía ponerlo sobre la borda del navío enemigo, gracias a una afilada punta de metal ( el pico del cuervo).
Este elemento ya habia sido utilizado por la marina romana por primera vez en su primeras batallas contra la flota cartaginesa,como en Milae ( actual Milazzo), allá por el año 260 a.c.
La intención de Agripa era clara : abordar el navío enemigo loa antes posible, para que la mejor preparación y el mejor equipamiento de los soldados de los triunviros marcara la diferencia.
Agripa se afano en el proyecto de construcción de la flota, y aludió al patriotismo de las comunidades locales para que a lo largo de la costa , todas las poblaciones capaces se implicaran en la construcción de navíos.
Se dio cuenta que, una vez salidos de los astilleros, los navíos necesitaban un punto de reunión , un espacio en donde marinos e infantes pudieran practicar y entrenar con su equipamiento completo a un nivel óptimo.
En la costa italiana apenas había puertos viables para albergar una flota de guerra en esos años, pero Agripa concibió y ejecuto una empresa magnifica, estableciendo un puerto natural conectando dos lagos interiores para crear dos amplios espacios para que sus hombres pudieran entrenar con seguridad.
Se trataba del lago Avernus y el lago Lucrinus, y el espacio resultante iba a ser denominado Portus Iulius, junto a la bahía de Pozzuoli, cerca de la costa de Nápoles.
Los desafíos a los que se iban a tener que enfrentar los ingenieros de Agripa iban a ser enormes. Los exámenes arqueológicos del año 2006 revelan el uso masivo de hormigón, buen parte debajo del agua. Marcando la entrada al puerto se hallaron malecones de más de 200 metros de largo y 30 metros de anchura, usados como rompeolas, con una separación entre ellos de unos 40 metros.
Portus Iulius. |
Al final de cada malecón se encontraba un pilae, una enorme columna de hormigón de mas de 6 metros de altura.
Pilae en Portus Iulius. |
El análisis de algunas de las piezas encontradas que habían formado parte de esos pilae revelaban sensibles variaciones en las proporciones de materiales usados para conseguir ese tipo de hormigon. Algunas incluían piedras volcánicas de tamaño mediano. Otras contenían pequeñas cantidades de piedra caliza, consiguiendo asi un hormigón más poroso, lo que sugirió a los arqueólogos que los constructores habían usado mucha agua salada para la mezcla del hormigón.
Los trabajadores tenían que trabajar rápido, ya que Agripa ordenaba castigar a los trabajadores si se retrasaban en los plazos.
Solo así se explica que tan enorme construcción estuviera terminada a finales del año 37 a.c. Lamentablemente, un terremoto en el siglo XVI destruyo lo poco que aun quedaba de tan magna obra.