Viene de aquí:
A mediados de junio de 1528, los
exhaustos y hambrientos integrantes de la expedición comenzaron ver signos de la cercanía de su objetivo, la región
de Apalachee.
Apalachee era de hecho el mayor
complejo humano de toda la península de Florida. Hasta entonces, los expedicionarios
españoles habían encontrado a los nativos organizados en pequeñas pueblos dispersos
en grandes extensiones de terreno.
El tamaño de cada pequeña comunidad lo dictaba la
cantidad de alimento disponible en la zona. Aunque algunos de esos grupos
humanos cultivaban maíz, en la mayoría de las aldeas sus habitantes eran
básicamente recolectores y cazadores. Su dieta dependía de una amplia variedad
de animales, incluyendo venados, aves marinas, pavos, cocodrilos,etc. Las comunidades
mas cercanas a la costa del golfo de Méjico también disponía de rayas,
tiburones, ostras y una rgan variedad de moluscos.
Disponían así de una dieta
variada y rica, pero la cantidad que podían obtener de cada alimento les
obligaba a limitar el número de personas que podía disponer de él. Donde había más
cantidad disponible de alimento, mas personas podían residir allí. Si había menos
cantidad o escasez, familias enteras debían abandonar la comunidad y buscar
nuevas zonas con recursos más abundantes.
Apalachee funcionaba de diferente
forma. La comunidad ocupaba una pequeña zona delimitada por los ríos Aucilia y Ochlockonee.A
pesar de su relativa cercanía a la costa
y los dos ríos que delimitaban su área de influencia, la mayor parte de su alimentación
provenía de la rica tierra de la altiplanicie de la actual cordillera de las Colinas Rojas de Tallahassee.
En el fértil terreno de la meseta,
el cultivo de maíz se convirtió en masivo. Los habitantes de la zona habían
limpiado grandes campos que se extendían por decenas de Km2 y cultivaban maíz por medio
del trabajo comunitario.Gracias a las
grandes cantidades de maíz así obtenido, las comunidades humanas eran mucho mayores que en otras zonas de Florida. La gran
cantidad de excedente de maíz obtenido permitía comerciar con otras comunidades
más cercanas a la costa, obteniendo gran cantidad de pescado y diferentes tipos
de moluscos.
A diferencia de otras comunidades
indígenas de Florida más "igualitarias" y regidas por los ancianos de la tribu,
en Apalache la pirámide social estaba claramente establecida.
En la parte superior se situaba el
jefe supremo, una figura asociada al sol, dios que daba la vida y la muerte. Tenía
todos los derechos sobre la vida, la muerte y las posesiones de todos sus súbditos.
Residía en Anhaica, la mayor ciudad de Apalachee, desde donde controlaba a los
jefes de las localidades más pequeñas. A su vez, cada jefe de aldea era
asistido por una especie de funcionarios encargados de tareas menores, que solo
respondían ante el jefe supremo.
Representacion de Anhaica,la mayor ciudad de Apalachee.
Y en la parte mas baja de la pirámide,
los agricultores, que constituían la inmensa mayoría de la población y que
estaba subordinada por completo a los
deseos y los caprichos de los niveles superiores de la piramide.
Los hombres de Narváez llegaron a la vista de uno de los pueblos Apalachee, sin
ser detectados por los nativos.Constaba de unas 40 chozas en una explanada
rodeada de bosques y lagunas.
Cabeza de Vaca y medio centenar de
infantes entraron en el pueblo, en el que solo había mujeres y niños. Un par de
horas después llegaron los hombres, que comenzaron a lanzar flechas sobre los
españoles, causando al menos un muerto.
Con las mujeres y niños nativos
sirviendo de rehenes, un par de dias después los nativos pidieron la
liberacion de sus familiares.Narvaez estuvo de acuerdo, pero a cambio exigió la
entrega del jefe del poblado como rehén. Los indígenas se vieron obligados a
entregarlo,pero poco tiempo despues comenzaron a acosar a los españoles con tacticas
de guerrillas, tratando de incendiar las chozas en las que se alojaban los
españoles.Disparando desde lo profundo del bosque, atacaban con sus flechas a
los colonos que trataban de conseguir agua, y a los caballos.
Los expedicionarios capturaron a varios indígenas, y por medio de signos
trataron de comunicarse con ellos. El
interrogatorio no dejo buenas noticias. Los cautivos informaron que solo había
un pueblo grande, pero quien alli vivi era incluso más pobre que ellos, que el
resto del territorio estaba poco habitado y con los poblados muy dispersos, y
para llegar allí los colonos debían atravesar grandes y densos bosques,
marismas y lagos y enormes extensiones de terreno totalmente despoblado.
Tras varias semanas de constante
lucha de guerrillas contra los indígenas y convencidos de la escasez de riqueza
en los territorios de Apalachee,los españoles decidieron dejar de pensar en el oro
que podían conseguir y pasaron a interesarse en salvar sus propias vidas.
Tenían dos opciones; una, que parecía
mas segura, dirigirse hacia el sur, hacia la costa, en donde tendrían posibilidades
de reunirse con la flota. Pero el jefe del poblado convenció a los españoles que,
si los expedicionarios marchaban hacia el oeste durante 9 días encontrarían un
gran poblado llamado Autel, donde los habitantes disponían de grandes cantidades
de maíz, frijoles y calabaza. Además, a decir del jefe del poblado, los habitantes
de Autel eran muy amigables y sin duda prestarían toda la ayuda posible a los españoles para continuar con su ruta.
Narváez decidió seguir los
consejos del jefe del poblado, y la expedición se puso en marcha hacia el oeste,hacia Autel.
Por
supuesto, todo lo que había afirmado el jefe del poblado era falso. Solo queria librarse de la presencia de los extraños,y lo habia conseguido.
Tras solo
dos días de marcha,el terreno se hizo impracticable; marismas que había que
vadear con el agua hasta el pecho, enorme arboles caídos que había que rodear
con los caballos, constantes emboscadas de diferentes tribus indígenas,etc.Finalmente,tras
dos semanas de duro viaje, los expedicionarios llegaron a Autel.
El poblado había sido abandonado
y las chozas habían sido quemadas días antes de su llegada.No había alimento de
ningún tipo, y la zona estaba totalmente encenagada. A los pocos días de la llegada a Autel, la tercera parte de los
expedicionarios había enfermado de tifus. Alrededor de 40 hombres murieron en los
siguientes días.
Tras varios días de interminables
discusiones con sus hombres, Narvaez decidió por fin dirigirse hacia la costa,
donde al menos tendrían una posibilidad de ser rescatados por los buques de la flota.
La mayoría de los hombres estaba tan debilitada por el hambre y la enfermedad
que optaron por dejar sus pertenencias, armaduras y armas en Autel.
Pero la llegada a la costa no
supuso ningún consuelo para los expedicionarios. Divisaron el golfo de México en
algún punto entre el rio San Marcos y la bahía de Apalachicola, una zona pantanosa de pequeñas
calas y ensenadas de aguas poco profundas ,en las que la posibilidad de que algún
barco pudiera acceder era prácticamente nula,
debido a la presencia de afilados arrecifes.
Bahia de Apalachicola.
Tras días de larguísimas etapas de marcha,combates con los indios, enfermedades y hambre, los expedicionarios habían
llegado a un callejón sin salida. Llevaban cuatro meses separados de la flota,
y las perspectivas para un reencuentro y un rescate no eran nada buenas.