Viene de aquí:
El reparto de la península
ibérica que siguió a los años de caos y destrucción provocada por la invasión
de los “barbaros” es uno de los más extraños episodios de la
historia del pueblo vándalo.
A principios del siglo V,
Hispania se dividía en cinco provincias bien delimitadas: Galaecia, Lusitania,Tarraconensis, Bética y Cartaginensis; los vándalos asdingos (originarios de los Balcanes,aprox.) tomaron posesion de Galaecia, excepto la parte costera del oeste
de la provincia, que paso a manos de los suevos.
Los alanos se quedaron con Lusitana
y Cartaginensis, mientras que la Bética pasó a manos de los
vándalos silingos, una rama del pueblo vándalo originario de la zona de Silesia.
La única provincia que pudo
mantener su status como provincia romana bajo control del imperio fue la Tarraconensis, aunque estaba gobernada por el usurpador Máximo. Pero en el año 415, el equilibrio de poder
volvió a cambiar en la única provincia imperial. Tras el suicidio del general Geroncio en el 411 y la deserción masiva de sus tropas, que volvieron a la Galia, el usurpador Máximo huyo al interior de España, donde se le respeto la
vida por parte de los barbaros. (En el año
418 Máximo volvería a intentar tomar el poder en Hispania, pero fue capturado por
las tropas imperiales y decapitado en Ravena en el año 422).
El poder en la costa mediterránea
y la provincia Tarraconensis pasó entonces a manos de Ataulfo, rey de los visigodos.
Estatua del Rey Ataulfo,en la Plaza de Oriente de Madrid.
Cuñado del rey Alarico, el
saqueador de Roma,Ataulfo había liderado a los visigodos en su ruta a través del
norte de Italia y el sur de la Galia.habia pactado con Roma una cierta
autonomía a cambio de la colaboración de sus tropas contra otro nuevo usurpador
romano del norte de la Galia,Jovinus.La coalición militar visigodo-romana hizo
perder la cabeza (literalmente ) a Jovinus,y el rey visigodo aprovechó la confusion para secuestrar a la princesa imperial Gala Placidia (hija del emperador
Teodosio I ).
El rey Ataulfo contrajo matrimonio con la princesa Gala Placidia el año 414, y creyó que así obtenía la ciudadanía romana. Creyendo
que casandose con una patricia romana, ya pertenecía a la nobleza imperial, decidió tomar posesión
de la Galia Narbonense para ubicar allí su futuro reino visigodo.
Pero al emperador romano Honorio
no le parecía una perspectiva agradable tener un reino visigodo en la costa mediterránea de la Galia,
muy cerca de Italia, y ordenó a su general Constancio solucionar el problema.
Emperador Honorio.
El general Constancio decidió no enfrentarse en campo abierto con las tropas del rey Ataulfo, y en su lugar decidió cortar las
rutas de suministro visigodas desde la costa mediterránea hasta la capital de Ataulfo,
la ciudad de Narbona.Gracias a la presión militar y económica, Ataulfo se vio
obligado a abandonar la Galia Narbonense y dirigirse hacia el suroeste, hacia
Hispania.
Los recién llegados visigodos se
ubicaron inicialmente en Tarraco y Barcino (actuales Tarragona y Barcelona),
pero la situación no mejoró en demasía para ellos. Con las rutas de aprovisionamiento
hacia el norte bloqueadas por las tropas
romanas, los vándalos de la Bética aprovecharon para venderles sus excedentes
de grano a unos precios desorbitados.
El rey Ataulfo fue asesinado en Barcino en
el año 415 por sus propios oficiales, que colocaron en el trono visigodo a Sigerico,que en la semana en que ocupo el trono le dio tiempo a asesinar
a los 6 hijos del fallecido Ataulfo y violar a su segunda esposa,Gala Placidia.
La humillación sufrida por al princesa Placidia generó un profundo malestar en los seguidores de Ataulfo, y su hermano
Walia decidió solucionar el problema asesinado a Sigerico,que fué rey visigodo durante una sola semana.
Walia,el nuevo rey de los visigodos ,también trato de resolver
el problema del bloqueo romano por el norte, y envió una flota tripulada por
visigodos e hispano-romanos hacia Mauritania para tratar de abrir una nueva línea
de comercio y aprovisionamiento.Pero ni visigodos ni hispano-romanos eran experimentados marineros,
y la flota desapareció en el Mediterráneo,y nunca se volvió a saber de ella.
Walia se vio entonces obligado a
pactar con los romanos, que a cambio de levantar el bloqueo economico consiguieron que Walia se comprometiera a convertirse en el brazo armado del imperio romano en
Hispania.
Efectivamente, entre los años
416-417, Walia lidero un potente ejército visigodo en una serie de campañas contra los otros grupos de barbaros
que ocupaban Hispania.
Los vándalos silingos de la Bética
y los alanos de Lusitania fueron derrotados decisivamente en la primera campaña,
cuyo objetivo final era la reconquista para el imperio de la ciudad de Emerita Augusta (actual Merida),
centro neurálgico de la producción de grano
del sur de Hispania.El rey Addax, rey de los alanos, murió durante la campaña,
y sus seguidores pidieron refugio al rey
de los vándalos asdingos, Gunderico.
Alrededor del año 420, el rey
Ataces, de los alanos, heredero del rey Addax, se alió con el rey Gunderico de
los vándalos contra los suevos del rey Hermerico asentados en Galaecia. Cuando vándalos y alanos se encontraban asediando a los suevos, un
potente ejército imperial bajo el mando del general romano Asterius llego en ayuda de los suevos, y derroto a los vándalos y alanos
en la batalla de los montes Nervasos (seguramente, las montañas del Bierzo, en León).
Los vándalos se retiraron de sus
dominios en el sur de Galaecia y se dirigieron hacia el sur, hacia la Betica,
una zona mucho más rica que la que anteriormente se encontraban.
Seguramente sin darse cuenta, el
general Asterius (a quien más tarde se le concedió el titulo honorifico de Comes Hispanorum)
había cometido un error estratégico de bulto.Como resultado directo de su
intervencion,los vándalos pasaron de estar sitiados en una provincia exterior del
imperio de poca importancia económica y estratégica, a situarse en el sur de Hispania,
una de las zonas más ricas de la península de donde salía gran parte del
alimento y el metal que se consumía en la propia Roma.
En dos años, los vándalos, lejos
de dispersarse ,se revelaron como
una importante amenaza para los intereses del imperio, que se vio obligado a
intervenir.
Desde Roma fue enviado a la Bética
el general Castinus, al mando de un ejercito combinado de hispano-romanos y
visigodos, ayudado por el magister militum Bonifacio, un experto militar que se habia destacado en la supresión de las frecuentes revueltas de las legiones del norte de la Galia.
Muy pronto, el general Castinus
demostró su poca pericia militar, y entró en conflicto con el experto Bonifacio,
que decidió abandonar a su suerte al inepto Castinus y marchar a África.
Castinus logro la victoria contra los vandalos en un
par de escaramuzas, y gracias al bloqueo
económico que ejercicio sobre la Bética al fin consiguió lo que quería:
enfrentarse en campo abierto a los vándalos.
Pero en medio de la batalla decisiva,
sus aliados visigodos lo traicionaron y
lo abandonaron, sufriendo entonces una derrota decisiva que lo obligó a
retirarse a Tarraco, dejando a los vandalos dueños del campo de batalla y dueños de una de las provincias más
ricas del imperio romano, la Bética,con Africa a unos pocos kilometros de navegacion.
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