Viene de aquí:
Al igual que la expansión del
imperio otomano se debió en gran parte a la extraordinaria capacidad
militar de los jenízaros, también fueron
los jenízaros responsables en buena parte
del caos y el hundimiento otomano.
Algunos sultanes turcos se
habían percatado de la excesiva importancia que el cuerpo de jenízaros estaba tomando,
no solo en el aspecto político, sino también en el aspecto económico.
En los primeros tiempos del cuerpo,
solo los jenízaros jubilados eran
autorizados a dedicarse al comercio. Pero cuando las acemi oglan,las escuelas del cuerpo se
abrieron para todos, las cosas cambiaron.
Tras conseguir del sultán el
permiso para contraer matrimonio y formar una familia, un numeroso grupo de
jenízaros solicitó al sultán el permiso para dedicarse al comercio en sus ratos
libres.
Interesado en romper el espíritu
de grupo y la camaradería entre los miembros del cuerpo, el gobierno otomano
accedió.
Varios trabajos civiles comenzaron
a ser masivamente ocupados por jenízaros.Normalmente, el mismo tipo de trabajo era ocupado por jenízaros
pertenecientes a la misma orta.Por ejemplo, a mediados del siglo XVII la práctica
totalidad de carniceros de Constantinopla pertenecían al cuerpo. Poco a poco
fueron controlando el comercio de frutas y verduras, y se hicieron con el
monopolio del comercio del café.
Más tarde se concedió a los jenízaros
el privilegio de importar todo tipo de mercancía procedente de Siria y Egipto,
con exención total de impuestos.La corrupción comenzó a crecer de forma descontrolada.
Cualquiera que quisiese ganar dinero rápidamente solo tenía que sobornar a
cualquier oficial jenízaro para que incluyese su nombre en el registro de la
orta.
Sin aparecer en ningún momento
por los barracones jenizaros, la sola presencia en el registro de la Orta concedía
la exención de impuestos y la pertenencia a un grupo muy poderoso.Aguadores,
vagabundos, cristianos y judíos conversos, cualquera podía entrar si tenía el
suficiente dinero para sobornar a un oficial jenízaro.
En 1622 se había producido el
primer intento para recuperar el antiguo espíritu militar y reducir el poder de los
jenízaros por el sultán Osman II,altamente preocupado por el crecimiento de
nivel de los ejércitos europeos, que habían conseguido grandes avances en técnica
militar, tácticas y armamento.
Era necesaria una reorganización
del cuerpo, que pasaba por desmantelarlo por completo y volverlo a crear desde
0.Pero los planes del sultán Osman fueron descubiertos por los jenizaros, y el sultán
pago su atrevimiento con la vida. Los siguientes sultanes optaron por mantener
el status quo y no molestar a los jenizaros, de modo que el imperio otomano dejo
de ser gobernado por sultanes y visires para ser dirigido por los jenízaros.
Pasaron 100 años antes que otro
sultan, Selim III ,intentara una nueva reforma para organizar a los jenízaros al
modo de los ejércitos europeos de la época. Pero también fue destronado y
asesinado.
Durante todo el periodo, los
jenízaros fueron apoyados en su oposicion a cualquier tipo de reformas por los
derviches bektasies, que no querían perder el prestigio y poder que habían
adquirido por su relación con el cuerpo. Y la casta de los sabios derviches,
los ulemas defensores de las milenarias leyes otomanas, sus costumbres y tradiciones,
que abiertamente expresaban su apoyo y simpatía a las demandas de los jenízaros.
Pero en 1808 el sultán Mohamed II
planeó la destrucción del cuerpo jenízaro. Para ello, y a base de sobornos y
privilegios, puso de su lado a los ulemas.Despues, para poner al pueblo llano
de su parte, acusó a los jenízaros de herejía. Buscó entre los oficiales jenízaros
al más favorable a las reformas que pensaba emprender y lo envió a provincias
con la orden de crear y organizar un ejército capaz de enfrentarse con garantias a
los jenizaros.
Se tardó mucho tiempo en crear tal ejercito,
pero el 29 de mayo de 1826 el sultán ordenó a cada una de las 51 ortas acuarteladas
en Constantinopla aportar 150 de sus mejores hombres para unirse al nuevo
ejercito.Los oficiales jenízaros se vieron sorprendidos por la medida, y hasta
el 4 de junio no terminaron de reunir a las tropas, que el día 10 desfilaron
delante del sultán antes de ser acuartelados en las afueras de la capital.
Demasiado tarde, los oficiales jenízaros
se dieron cuenta de la jugada maestra del sultan, que había privado a los jenízaros
de más de 7.500 de sus mejores soldados y los había separado de sus mandos. En
los barracones jenízaros y en sus salas
de oficiales comenzaron a oírse voces llamando a la rebelión contra el
sultan, voces acrecentadas por los agentes secretos del sultan, que se habían
infiltrado en las ortas para incitar a los jenízaros a la rebelión.
El día 14, el gran visir anuncio
sorpresivamente una reforma en el uniforme de los jenízaros, que abandonarían
el uso del tradicional pantalón ancho para sustituirlo por uno mas estrecho,
similar al que llevaban los soldados de los ejércitos del oeste de Europa.Todos los jenizaros deberían llevar el nuevo tipo de pantalon
en el desfile que se llevaría a cabo el día 18, ante el sultan, en la
explanada de At Meydani, donde antiguamente estuvo situado el antiguo hipódromo construido por el emperador
Constantino hacia 1500 años.
Explanada de At Maydani.
En la noche del 14 al 15 de junio,
comenzó la revuelta de los jenizaros.Los oficiales de 5 ortas llevaron sus
calderos a la explanada y los colocaron boca abajo, símbolo de rebelión contra
el sultan.A mediodía, mas de 20.000 jenízaros se habían reunido en At Meydani,todos ellos ataviados con el pantalon ancho. Aunque muchos de ellos nunca habían cogido un arma, era una fuerza
considerable.
Pero muchas de las ortas de
Constantinopla decidieron no unirse a la rebelión.
El primer intento de los
jenízaros rebeldes para asaltar el serrallo del sultán fracasó, y el sultán se
vio entonces con la excusa que deseaba. Ordenó colocar la artillería en las
colinas que rodeaban At Maydani y dispuso las tropas leales tapando cualquier
salida.
El sultán mando izar su
estandarte de guerra sobre todos los edificios públicos de Constantinopla, y la
población civil se armó en espera de lo que iba
a ocurrir.
Los jenízaros, rodeados y
prácticamente desarmados, enviaron una delegación al sultán, exigiendo la
ejecución de los oficiales reformistas
del cuerpo y la retirada de las tropas de At Maydani.Cuando se negaron a
rendirse y entregar sus armas, el sultán dio la orden de ataque.
Las primeras descargas de la artillería
causaron una tremenda mortandad entre los jenizaros, que trataron de salvar sus
vidas huyendo a la carrera. Algunos llegaron a la plaza del mercado central, en
donde fueron asesinados por los civiles. Otros lograron llegar hasta sus barracones,
que fueron rodeados y después incendiados.
Comenzó una caza al hombre por
toda la ciudad. Y los jenízaros, con sus curiosos pantalones eran fácilmente reconocibles.
Todos fueron capturados y trasladados al
serrallo del sultan, en donde se había establecido una corte marcial, que
rápidamente los condenaba a muerte,ejecutandose la sentencia de inmediato.
Los calderos, el símbolo sagrado
de los jenizaros, fueron cubiertos con estiércol por el populacho, al igual que
los estandartes jenízaros.
Los derviches bektasies, guias espirituales
de los jenizaros, fueron tratados con severidad por su apoyo a los rebeldes. Tres de sus líderes fueron
ejecutados públicamente, otros muchos mas fueron asesinados por el populacho y
el resto fue expulsado de Constantinopla y deportado a las provincias fronterizas.Los barracones,
mezquitas y otros edificios utilizados por los jenízaros fueron demolidos ,y se
pronuncio una maldición eterna sobre cualquiera que pronunciara el nombre de los jenízaros.
Asi, el cuerpo militar que había
llevado el terror por todo el occidente cristiano durante medio milenio
llego a su fin de la misma manera en la
que había crecido y se habia desarrollado ; en medio de un baño de sangre.
Ottoman wars 1600-1870. An empire besieged – Virginia
Aksan
The Decline and Fall of the Ottoman Empire – Alan
Palmer
The ottoman empire
- 1300 - 1650 - Colin Imber
A military history of the ottomans – Mesut Uyar