Viene de aquí:
Tras la conquista de Amberes,
parecía que Alejandro Farnesio había llegado al punto mas alto de su trayectori vital.
Para premiar a Farnesio, el rey Felipe II le concedió en propiedad la ciudadela
de la ciudad italiana de Piacenza. Y cuando murió Ottavio, su padre, ese mismo
año 1586, Alejandro heredó el titulo de duque de Parma.
Castelo Di Bardi,en Piacenza.
Tras muchos años de luchas, comenzaba a vislumbrarse una
solución al problema del sur de los Países Bajos. Farnesio había logrado lo que
pocos años atrás parecía imposible: un acuerdo político con los responsables
del sur de Flandes, y una ganancia de territorios para la corona española.
Pero la situación iba a cambiar
muy pronto.Como consecuencia de los éxitos españoles en Flandes,la corona británica
de la reina Isabel I ( que llevaba muchos años ayudando bajo mano a los rebeldes
holandeses,para no provocar una guerra abierta con España ) decidió patrocinar
una expedición “independiente”
organizada por Robert Dudley,conde de Leicester,con pocos meritos politicos o militares aparte de ser amante de la reina,presuntamente.
En septiembre de 1585, el conde
de Leicester llego a Vlissingen para hacerse cargo de un contingente de 8.000
voluntarios británicos (los denominados secours, 1.000 jinetes y 6.800 infantes,
aprox.), teniendo que recurrir el conde de Leicester a levas obligatorias en
sus propias tierras. Además de los soldados, Leicester llevaba gran cantidad de
dinero de la reina, y la promesa real de
enviar refuerzos cuando fueran necesarios para expulsar a los españoles de Flandes.
La decision de la reina Isabel de
ayudar a los rebeldes holandeses era un declaracion de guerra en toda regla, que aumento un grado mas cuando la reina dio permiso al pirata Francis Drake para reunir y
armar una flota de 20 navíos para abordar los barcos españoles en el Mar Caribe.La flota
pirata británica zarpaba de Plymouth el día 14 de septiembre,justamente el mismo
día que los 8.000 secours británicos desembarcaban en la costa holandesa.
Felipe II reaccionó con rapidez
ante la agresión britanica.En diciembre se incautó de todos los barcos británicos
y holandeses que se encontraban en puertos españoles, y en enero de 1586 ordenó a
sus ministros que comenzaran a preparar una futura invasión de Inglaterra.Los
estragos causados por el pirata Drake en las posesiones españolas en el Caribe y
los duros enfrentamientos de los tercios contra los secours en Flandes habían convencido
al rey Felipe de la necesidad de eliminar la amenaza británica desde la
raíz.
Mientras, el conde de Leicester había instalado su cuartel general en Utrecht, y sus tropas habían tomado las ciudades
de Waterland y Deventer, contando con el apoyo de la población local.
A principios de 1587, Farnesio pasó
a la ofensiva. A finales de enero, Farnesio ponía bajo asedio a las ciudades de Deventer (con una guarnición de 1.200 secours) y Zutphen.Sin posibilidades de recibir refuerzos,
el comandante inglés de la guarnición de Deventer (sir William Stanley) y el de Zutphen (comandante Rowland York) rendían sus ciudades a Farnesio y pasaban al
servicio del rey Felipe II,junto a cientos
de sus hombres.
Asedio a Zutphen.
Un par de meses después, la guarnición
británica de Geertruidenberg,compuesta mayoritariamente por irlandeses, que llevaba mas de un año sin recibir su paga,
escuchó los cantos de sirena de sus asediadores españoles que les prometían
gran cantidad de dinero.Los soldados irlandeses se amotinaron ,asesinaron a sus oficiales ingleses,entregaron la ciudad a Farnesio y se unieron a su ejercito.
Tropas españolas entrando en Geertruidenberg,tras la rendicion de la ciudad.
Con estas actuaciones, la corona
britanica y su mayor representante en los Países Bajos, el conde de Leicester,quedaron totalmente desacreditados ante los ojos de los holandeses: “y
en los corazones y afectos del pueblo se produjo una sorprendente mudanza
contra los ingleses. Se pronunciaron discursos groseros en contra de su
graciosa majestad británica y en contra de toda la nación inglesa “.
La reina Isabel comenzó a sentirse
preocupada por las noticias sobre la reunión de una potente armada en los
puertos españoles, y decidió buscar un arreglo permanente para solucionar los
problemas de los Países Bajos. En
febrero de 1588 se iniciaban conversaciones
entre los enviados de la reina Isabel y Farnesio. En mayo, la reina
Isabel ordenaba a sus tropas en Holanda que volvieran a Inglaterra ante la
amenaza de una invasión española; en junio, la reina Isabel solicitaba a los rebeldes holandeses el envío de cualquier
barco que pudiera ayudar a la defensa de las islas británicas.Molestos por la retirada de las tropas inlgesas de Flandes,los holandeses hacian caso omiso de la peticion de la reina Isabel.
El primer plan para la invasión
de Inglaterra había sido obra del marqués de Santa Cruz, Alvaro de Bazán y Guzman,capitan general del mar Océano en
1583, y consistía en una invasión directamente desde la península ibérica hasta la costa britanica.
El rey Felipe no tomó en
consideración el plan del marqués de Santa Cruz, y lo modificó netamente.El nuevo plan consistía en controlar el canal
de la Mancha con la flota, y una vez controlado, transportar las tropas de Alejandro Farnesio desde los Países Bajos hasta Inglaterra.
Al tener conocimiento del plan
del rey, Farnesio comenzó a albergar serias dudas sobre la viabilidad de la
operación.Si, una vez con el canal de la Mancha bajo control de la flota
española había que trasladar el ejercito desde los Países Bajos hasta
Inglaterra,era imprescindible contar en la costa de Flandes con un puerto con
aguas suficientemente profundas para albergar buques de gran tamaño, puerto del
que por entonces España no disponía. El puerto con las características deseadas
más cercano a las tropas de Farnesio era Vlissingen, que se encontraba por entonces
bajo control de los rebeldes holandeses.
Vlissingen en 1590,aprox.
En cuanto al desembarco de las tropas
en Inglaterra, serian necesarias gran cantidad de barcas pequeñas, para
trasladar a los soldados desde las galeras hasta las playas; se calculaba que tomaría
mas de 12 horas completar la operaciones de
desembarco. Como en ese momento las naves holandesas dominaban las aguas
del Canal, Farnesio tenía muchas dudas que la operación pudiera llevarse a cabo.
Pero el rey Felipe no atendió a
ninguna de las objeciones que sus generales y almirantes pudieran hacer a su plan
de invasión, y ordenó comenzar con los preparativos, que se vieron interrumpidos por la expedición del pirata Drakea Cádiz
en 1587 y la muerte del marqués de Santa Cruz, sustituido al mando de la flota
de guerra española por el duque de Medina Sidonia, el 9 de febrero del año
siguiente,1588.
Tan preocupado estaba Farnesio que envío a uno de sus amigos,
el historiador Luis Cabrera de Córdoba, a entrevistarse con el rey y darle a conocer
la situación real:
“Conté al rey que la unión entre
la flota y las tropas de Flandes seguramente no seria posible, ya que los
galeones necesitaban de entre 8 y 10 metros de profundidad, y que en el mar en las
cercanías de Dunkerque no se encontraban aguas tan profundas, así que sería un
gran peligro para la flota dada la cercanía de bancos de arena y la existencia
de fuertes vientos desde el noroeste, que podían hacer encallar los
navios.Cualquier flota enemiga podría entonces separar la flota española de las tropas terrestres,
mientras permanecían fuera del alcance de los cañones de los buques de la armada.
Dado que la operación requería la union
de la flota y las tropas terrestres,seria mejor cancelar la operación.”
https://archive.org/search.php?query=creator%3A%22Cabrera+de+C%C3%B3rdoba%2C+Luis%2C+1559%3F-1623%22
El rey hizo caso omiso de las recomendaciones
de Farnesio, y dió las órdenes finales a Medina Sidonia:
“Cuando reciba mi señal, zarpará
con toda la armada,directamente hacia el canal ingles (canal de la Mancha),
navegando hasta la altura de Margate (ciudad inglesa situada en el condado de Kent).Una vez allí,
deberá ponerse en contacto con Farnesio, y trasladar las tropas a Inglaterra
con seguridad.”