Imagenes sobre el terreno cortesia de Enrique y Guadalupe.
Muñeco que representa al paracaidista John Steele,de la compañia F del 505 regimiento de la 82ª Division Aerotransportada,colgando del campanario de la Iglesia de Sainte Mere Eglise.Aunque en realidad,el paracaidista quedo colgando del otro lada de la torre.
Un vistazo a un mapa del noroeste francés a principios del
año 1944 revelaba una verdad irrefutable. No existía ninguna gran ciudad en el
arco que iba desde Cherburgo, en el extremo norte de la península de Cotentin
hasta Caen.
Solo Carentan, Montebourg, Bayeux
y Valognes tenían el tamaño suficiente para considerarse una ciudad. Una
telaraña de caminos y estrechas carreteras unía una infinidad de pequeños
pueblos y aldeas, dedicados en su mayoría a la agricultura y la ganadería.
Los habitantes de la zona no
habían recibido con agrado la llegada de los soldados alemanes en 1940.No habían
dado la bienvenida a los soldados, ni tampoco habían colaborado con ellos,
pero tampoco habían prestado excesiva resistencia al invasor.
Simplemente toleraron su
presencia y siguieron con sus tareas habituales ; pescar en el canal de la Mancha,
pastorear sus vacas y cultivar manzanas, que utilizaban para fabricar el calvados,
un fuerte licor obtenido de la destilación de la manzana.
En el centro de esa red de estrechas carreteras y polvorientos caminos,
se encontraba la villa de Sainte Mere Eglise.
Aproximadamente a medio camino
entre Carentan y Montebourg, su situación geográfica y el hecho de que por la
villa pasaran no menos de cinco carreteras había llamado la atención de los
estrategas aliados que planificaban el desembarco en el continente europeo.
Situada a menos de 7 kilómetros
de la prevista playa de desembarco UTAH, si una o dos divisiones de
paracaidistas aliados conseguían ocupar la villa, tendrían buenas posibilidades de
evitar la llegada de refuerzos alemanes desde Cherburgo, en el norte y Bretaña,
en el oeste.
Con el extremo oeste del frente
de la invasión asegurado, las tropas que desembarcasen podrían desplazarse rápidamente hacia el
interior de Normandia, una vez superadas las defensas alemanas de las playas.
Para los planificadores aliados de
la invasión no había ninguna duda.Sainte Mere Eglise debía ser tomada a toda
costa para asegurar el éxito del desembarco.
En mayo de 1944, las calles de la localidad se llenaron de camiones remolcando piezas de artilleria, un
gran numero de vehiculos semioruga y tropas que se desplazaban a pie en todas las direcciones.
Los campos donde crecían las manzanas y pastaban las vacas estaban siendo
excavados y se plantaban grandes postes para evitar el aterrizaje de
planeadores.
Era obvio que los alemanes
esperaban una invasión, y que Sainte Mere Eglise seria uno de los objetivos.
Para el alcalde de la villa (y farmacéutico local), Alexandre Renaud, la situación no estaba clara.
Nadie en la localidad creía que los aliados fueran a desembarcar en Normandía o
la península de Contentin.
Alexandre Renaud,alcalde de Sainte Mere Eglise,junto a su esposa y varios oficiales norteamericanos,meses despues de la invasion.
Pero, al mismo tiempo, a finales
de mayo, los oficiales alemanes habían obligado al alcalde a colaborar en la instalación
de artillería antiaérea en todas las salidas de la localidad: la carretera a Carentan, la carretera de la Fiere y la carretera a Neuville Au Plein.
Sorprendentemente, la artillería fue retirada tres días después de ser
instalada, menos la que quedo instalada en el propio cuartel de la artillería antiaérea
alemana, en Gambosville, dos kilómetros al sur de Sainte Mere Eglise.
Cañon antiaereo aleman de 88 mm.
La invasión aliada del continente
europeo, la operación Overlord,y su fase aerotrasportada,la operación
Neptuno,habia sido retrasada un día debido a una fuerte tormenta sobre inglaterra,el
canal de la Mancha y la zona de Normandía.
En la mañana del día 5 de junio,
comenzaron a concentrarse en los aeródromos que la RAF tenia al sur de gran
Bretaña un gran número de paracaidistas britanicos,norteamericanos y canadienses.
Las divisiones 82 y 101 de paracaidistas
americanos y la 6º división aerotransportada
británica habían estado entrenando durante meses esperando ese momento.
Aunque algunos oficiales de estado
mayor americano pensaban que los paracaidistas aun no estaban
preparados y que la operación terminaría en un desastre, se había hecho lo
posible para proporcionar a los paracaidistas todos los medios necesarios para
alcanzar el éxito.
Mapas,fotografias aéreas,
maquetas de los diferentes objetivos ,habían sido estudiadas cuidadosamente y
memorizadas por todos los participantes en la operación, desde el oficial de más
alto rango hasta el paracaidista recién llegado a la unidad.Totalizaban 17.000 hombres,
que volarían a su objetivo a bordo de 822 aviones de transporte C-47 Skytrain (Dakota,
según denominación de la RAF).
Paracaidistas de la 101 division aerotrasportada,tambien llamados "screaming eagles" por su distintivo.
Mientras los aviones que transportaban
a la 6ª división aerotransportada
británica se dirigían hacia sus objetivos en las cercanías de Caen,( dos puentes
sobre el canal y el rio Orne y a la toma de la batería de Merville),los paracaidistas
de la 82ª division,con el mando del general Mathew Ridgway,y la 101ª
division,mandada por el general Maxwell Taylor ,despegaban desde los aeródromos del suroeste de Inglaterra, para dirigirse hacia el sur, sobre las islas del canal de
la Mancha, girando entonces hacia el este hacia la península de Cotentin.
Todos los aviones C-47 viajaban
en perfecta formación, a una velocidad de 200 km por hora, reduciéndola hasta
los 150 kilómetros hora en cuanto entraban sobre cielo de la Francia ocupada.
Douglas C-47 Skytrain.
Poco después de que la flotilla aérea
entrara en el espacio aéreo sobre la península de Cotentin, comenzaron a
recibir fuego antiaéreo. Aun demasiado lejos de su objetivo, la flotilla ascendió hasta una espesa capa de nubes altas para ocultarse.
Tras unos minutos, la flotilla comenzó a descender, mientras la mayoría de los
aviones rompían la formación y comenzaban con sus maniobras evasivas para
evitar el fuego antiaéreo.
Cuando los aviones descendieron
hasta la altitud de lanzamiento, 800 metros, se abrieron las puertas y se dio
luz verde al lanzamiento.
(Continuara…)