lunes, 11 de noviembre de 2024

"Adiós, Europa": Indochina (X)

 


Viene de aquí:

  Durante el año 1950, las unidades de guerrilleros del viet Minh se transformaron hasta llegar a convertirse en un ejército regular. Los  soldados  destinados a la infantería eran adiestrados en los campamentos de instrucción que habían establecido los chinos cerca de la frontera entre ambos países, en Nanning, mientras los artilleros salian del campo de  instrucción de la artilleria china en Ching Hsi.

Unidad de morteros del Ejercito Popular de Vietnam.
 

 Pronto aparecieron en Vietnam los primeros batallones del ejército popular en formación cerrada, armados de lanzagranadas pesados y cañones ligeros sin retroceso de procedencia norteamericana, material que poco antes había sido suministrado por los EE.UU. a los soldados del Kuomintang de Chiang Kai Chek, que habían caido en manos de  los comunistas de Mao Tse Tung tras su victoria, que los había cedido a  los norvietnamitas para usarlos en su lucha contra los franceses.

  No tardaron mucho en aparecer también unidades de artilleria completas dotadas de piezas de origen americano de 105 mm y numerosas baterías de cohetes anticarro.

Soldados del Ejercito Popular del Vietnam a principios de 1950.Se puede distinguir a la izquierda una MP 40 de fabricacion alemana, y una ametralladora BAR de fabricacion estadounidense, a la derecha

  Giap pensaba en mantener libres para siempre las comunicaciones terrestres con China, y también en atacar la cadena de fortificaciones francesas en el norte que aun quedaban en activo, puesto que el ejército popular no era solo un nombre, sino que se habían convertido en un auténtico ejército en el sentido clásico de la expresión.

  El 1 de octubre, el bien equipado ejército popular vietnamita, con 14 batallones de infantería y tres baterías de artillería, comenzó a atacar las posiciones francesas. Diez mil soldados franceses defendían ese rincón del imperio colonial francés : franceses, vietnamitas anticomunistas y la legión extranjera, en la que figuraban numerosos alemanes, veteranos de la 2ª guerra mundial.

 Desde finales de 1947, el alto mando frances en Indochina había considerado esencial mantener una presencia militar continua en las zonas rurales con mayor presencia de unidades vietminh para la realizacion de  ataques y difusión de propaganda.

  Las discusiones sobre como lograr una presencia más completa comenzaron con la llegada del general Pierre Boyer de Latour du Moulin, nuevo comandante de las tropas francesas de indochina sur ( TFIS) en julio de  1947.

General Pierre Boyer de Latour du Moulin.
 

 Boyer de Latour, un veterano muy condecorado en ambas guerras mundiales y ex comandante de un batallon de  tiradores argelinos se había convertido en jefe de operaciones militares y civiles en la Conchinchina.

  El conocimiento y la experiencia de Boyer de Latour en los combates contra los alemanes en el desierto del norte de África llevaron a la creación de un amplio sistema de búnkeres militares fortificados en las provincias del norte capaces de resistir asaltos armados, para así disuadir al enemigo de llevar a cabo más ataques.

  Las tropas francesas iban a utilizar los bunkers como base para la realización de patrullas a pie, teniendo en cuenta que las fortificaciones siempre se construían cerca de poblaciones o al lado de carreteras y caminos de acceso a las zonas rurales, donde los propagandistas vietminh acostumbraban a reclutar a nuevos miembros para sus guerrillas.

 

 En comparación con las versiones posteriores, las torres de vigilancia construidas en 1948 eran bastante rudimentarias y consistían, por lo general, en cuatro paredes de ladrillo rematadas por tejas de pizarra. Las paredes tenían entre 25 y 40 cm de espesor y se complementaban con un muro bajo que rodeaba el edificio. La entrada a la fortificación estaba ubicada al menos a dos metros sobre el nivel del suelo y el puesto de observación se encontraba a una altura de cinco a seis metros con un alero para permitir el lanzamiento de granadas. En las primeras versiones, una escalera en el exterior del edificio daba acceso a la entrada, pero las versiones posteriores fueron equipadas con escaleras internas que brindaban mayor protección.

 

 El grosor de las paredes de las versiones construidas a partir de 1949 también se incrementó y las fortificaciones a menudo contenían paredes interiores y exteriores hechas de hormigón armado, troncos de árboles o vallas de bambú. Esta era una consideración importante ya que los guerrilleros solían colocar explosivos en la base del fuerte en un intento de debilitar su estructura. Los explosivos podían colocarse a mano o sujetándolos a largos postes hechos de bambú.

 Los fuertes, separados por un kilómetro entre sí, generalmente estaban atendidos por entre cuatro a seis hombres, pero los puestos de observación más grandes, llamados “tours-mères” ( torres madre ) contenían mayores cantidades de hombres y estaban armados en consecuencia. En cuanto a este armamento, los hombres estaban equipados con una variedad de pistolas, rifles, ametralladoras y otras municiones, incluidas las ametralladoras Hotchkiss M1922 o el rifle de cerrojo MAS-36, un arma ampliamente utilizada por las fuerzas francesas en Indochina. 

 

  La vida de los soldados destinados en una torre de vigilancia era repetitiva y monótona. Al amanecer, se enviaba una patrulla a buscar las trampas explosivas que los guerrilleros locales habían colocado durante la noche en los alrededores. Los días se pasaban reforzando las defensas de la torre de vigilancia, limpiando las armas y manteniéndose en forma con deportes como el voleibol. Para entretenerse, se organizaban juegos de cartas y, ocasionalmente, los soldados iban a un pueblo cercano a beber un vino de arroz casero tradicional, conocido como ‘ruou de’.


  

  A veces, los soldados cuidaban huertos de verduras instalados en el exterior. Escribir cartas también era una actividad importante. La correspondencia escrita con esposas, novias o familias permitía a los soldados en Indochina mantenerse al tanto de los acontecimientos en casa o tranquilizar a sus seres queridos. Como esta actividad contribuía en gran medida a mantener la moral, seis aviones garantizaban el envío y la entrega del correo tres veces por semana. Sin embargo, podía tardar hasta tres semanas en llegar a su destino, ya que los soldados eran trasladados a diferentes unidades o lugares.

  Por la noche, los habitantes de una torre de vigilancia escuchaban el más mínimo ruido que pudiera alertar a los de guardia nocturna de la presencia de un enemigo que intentaba lanzar un ataque sorpresa. Se colocaban latas de hojalata sobre alambre de púas en el perímetro interior del recinto para ayudar a detectar el movimiento del enemigo, aunque a menudo cualquier alarma se activaba por ratas, pájaros o incluso el viento. Si se producía un ataque, normalmente ocurría durante el período de seis horas entre la puesta y la salida del sol, según las diferentes estaciones y la posición de la luna.

 

  Los ataques solian ser repentinos. Varios cientos de asaltantes podían arrojarse contra las alambradas de púas o las vallas de bambú para crear una brecha, y luego oleadas sucesivas de Viet Minh intentarían invadir la torre de vigilancia o el recinto. Los ataques podían durar varias horas y si la defensa de una posición había tenido éxito, se podía pedir apoyo aéreo para despejar el área mediante bombardeos o ametrallando las posiciones del Viet Minh.

 La mañana siguiente se dedicaba a comprobar que no se habían colocado trampas explosivas o minas alrededor del campamento. Si había hombres muertos o heridos, había que evacuarlos; si se había agotado la munición de una torre de vigilancia, había que reemplazarla.

 Un ataque podía servir de pretexto para preparar una emboscada a quienes llevaban a cabo este trabajo, por lo que era necesaria una vigilancia extrema en zonas de intensa actividad del Viet Minh. 

 

 Era importante conocer con anticipación la posibilidad de un ataque, por lo que los franceses desarrollaron e implementaron sistemas de alerta temprana que les daban tiempo a las torres de vigilancia y a los recintos para prepararse. En este caso, para mantener la comunicación entre fortificaciones atacadas, un grupo de dos o tres hombres bien armados y equipados con walkie-talkies se posicionaban entre ambas a unos 500 metros de distancia.

 El proyecto de construcción de fortines continuó hasta bien entrados los años 50 bajo los auspicios del general Jean de Lattre de Tassigny. De hecho, la llamada Línea De Lattre era una serie de fortificaciones e instalaciones de armamento construidas alrededor del delta del río Rojo. La línea estaba formada por unos 1.200 fortines capaces de resistir el fuego de artillería del Viet Minh que se extendía a lo largo de una distancia de mas de 350 kilometros. Estaban conectados por carreteras capaces de soportar el peso de los tanques más grandes de Francia. Un inconveniente era que este tipo de fortificación era inmóvil y el Viet Minh podía atravesar los huecos entre los recintos con bastante facilidad.


 

 (Continuara…)

sábado, 9 de noviembre de 2024

Graf Zeppelin, el portaviones de Hitler ( 2ª parte )

 


Viene de aquí:

  El almirante Reader tenía claro que, para que el acorazado Bismarck fuera capaz de operar con la eficacia que se le presumía, necesitaba cobertura aérea, algo que el Graf Zeppelin podía proporcionar.

 La Royal Navy también era consciente de ese hecho, como aparece en un memorandum del 29 de diciembre de 1940.

 “Es el portaviones Graf Zeppelin el que posiblemente suponga un problema desagradable para nosotros. Si este portaviones va acompañado del Bismark o alguno de los acorazados clase Scharnhorst ( Scharnhorst y Gnisenau), deberíamos prepararnos para daños muy severos en nuestras líneas comerciales.Con buen tiempo, los aviones del Graf Zeppelin podrían realizar un reconocimiento de mas de 50.000 kilómetros cuadrados al día, y difícilmente dejaría de localizar alguno de  nuestros grandes convoyes. Bismark, por si solo, no es probable que sea la amenaza que prometía al principio, pero es el portaviones quien puede  inclinar la balanza”.

  Pero Hitler tenia otras prioridades, y otras tareas para su portaviones. Su visión de grandes navíos de guerra como símbolos del gran poderío de Alemania se desvaneció cuando vio cual era la realidad de la guerra, y las prioridades  pasaron a ser la construcción de submarinos, destructores y cruceros, todos ellos con prioridad sobre los portaviones.

 Entre los aviones previstos para operar desde el Graf Zeppelin se encontraba el Fieseler Fi 167, un biplaza de reconocimiento que también podía funcionar como torpedero.  Pero cuando se suspendió la construccion del portaviones en 1940, tambien la produccion del avión fue suspendida, cuando solo se habian terminado  12 unidades.

Fieseler Fi 167.
 

  Los primeros prototipos, denominados V1 y V2, realizaron exitosas pruebas de vuelo en Travemunde, en diciembre de 1939. Pero, cuando se reanudo la construccion del Graf Zeppelin en mayo de 1942, ese consideró que el Fisseler Fi 167 ya no cumplía con los requisitos, y 9 de los aparatos  fueron enviados a Holanda, antes de ser vendidos a la fuerza aérea croata, donde su capacidad para despegar y aterrizar en un corto espacio lo convertía en una aparato ideal para participar en operaciones contra los partisanos de Tito.

  Otro de los aparatos especialmente  construidos para formar parte de la dotación de aviones del Graf Zeppelin fue el Junkers  Ju 87, “stuka” . Diseñado inicialmente para operaciones de reconocimiento y transporte, el Junkers “C” ( Cesar ) fue construido con alas plegables para su uso maritimo, ya que las alas plegables permitían un almacenamiento mas fácil en las cubiertas inferiores del portaviones, al que iba a servir como bombardero en picado.

Junkers Ju 87 "Stuka" C.
 

  Se ordeno la construcción de 170 Junkers 87 C, pero apenas se produjeron un puñado antes que se abandonara el proyecto de  construcción del portaviones.

  El Messerschmitt BF 109 “T” fue planeado inicialmente como el avion de caza del portaviones, siendo construidas 70 unidades antes de 1941. Cuando se cancelo la construcción del  Graf Zeppelin, se entregaron los 70 BF 109 a la Luftwaffe y enviados a Noruega. Pero cuando se reanudo la construccion del portaviones , los Bf 109 “T” supervivientes ( unos 50 )  fueron retirados de Noruega  y reconvertidos a su versión “marítima".

Messerschmitt BF 109 “T”, probando la catapulta de lanzamiento del Graf Zeppelin.
 

  Para pilotar todos esos aparatos, se creo una unidad especial , el Tragertruppe 186, con pilotos formados por la Luftwaffe, entrenados y equipados con Junkers  Ju 87  "C” y Messerschmitt Bf 109 “T”.

  El 29 de abril de  1940, el propio almirante Reader ordenaba suspender el trabajo sobre el Graf Zeppelin, porque esos días los cañones de 150 mm del portaviones fueron retirados y enviados a Noruega para fortalecer las defensas costeras allí. También parte de los antiaéreos ya instalados en el portaviones fueron retirados y enviados a otros lugares.

  El trabajo en el segundo portaviones previsto, el denominado “B”,Peter Strasser, ya había cesado el 19 de septiembre de 1939. Habiendose caído de las lista de prioridades del fuhrer, el Graf Zeppelin fue remolcado el 6 de julio de 1940 a Gotenhafen (llamada así al ciudad de Gdynia entre 1939 y 1945 ) en la costa polaca del Báltico , debido al creciente peligro de ataque aéreo sobre Kiel.

Graf Zeppelin, en Gydnia.
 

  Allí permaneció, siendo utilizado como almacén flotante, hasta poco antes del inicio de la operación Barbaroja, cuando fue trasladado de nuevo a Stettin.

  La falta de la protección que los aviones del Graf Zeppelin podrían haberle dado al Bismark se hizo demasiado evidente cuando el acorazado se hizo a la mar el 19 de mayo de 1941.

  El capitan Ernst Lindemann, sin la cobertura de reconocimiento que podían proporcionar los aviones del Graf Zeppelin, no pudo localizar, primero, ni evitar después , a los navos de la Royal Navy que habían salido a cazarlo, y fue hundido la noche del 26 al 27 de mayo.

 

  Así, el enorme costo en materiales y mano de  obra dedicados a la construcción del Bismark se desperdició, en gran parte, porque el proyecto del portaviones de la Kriegsmarine había sido suspendido. Las consecuencias  de retrasar o cancelar el Graf Zeppelin tuvieron consecuencias graves, y cuando el sucesor del Bismark, el Tirpitz, fue terminado de  construir, nunca fue enviado a combatir al mar abierto por falta de proteccion área.

"Tirpitz, esta es para ti."
 

  Quizás si los dos acorazados  hubieran podido navegar por el Atlántico norte apoyados por los aviones del  Graf Zeppelin, la segunda guerra mundial en el mar podría haber tenido un resultado diferente.

  Mientras Hitler y los oficiales de la Kriegsmarine discutían sobre el futuro del Graf Zeppelin, los aliados seguían preocupados. Se monitorizaban regularmente todos sus movimientos, incluso cuando volvió  a Gdynia a principios de noviembre de 1941.

  Unos meses mas tarde, el 13 de mayo de 1942, se emitieron ordenes para reanudar la construcción del portaviones, aunque las ordenes quedaron en nada.

  En ese contexto de incertidumbre, sin saber si se reanudaría la construcción del portaviones alemán, los aliados tomaron la decision de  intentar hundirlo.

  La tarea se le encomendó al mando de  bombardeo de la RAF, a los hombres del  escuadrón 106 del grupo de bombardeo nº 5, liderado por el comandante Guy Gibson, que mas tarde se haría  famoso por liderar los aviones britanicos que participarian en la Operación Chastise, el raid para reventar las presas del Ruhr, el ataque de los Dambusters, el 16 y 17 de mayo de 1943.

"Dambusters" del 617º Escuadron.
 

  Gibson y sus hombres ya habian sido seleccionados por el mariscal del aire Arthur Harris para poner en servicio una nueva arma que habia sido ideada para hacer frente a los más grandes navios de la Kriegsmarine : la bomba Capital Ship de más de 2.400 kilos, comúnmente conocidas como bomba CSB.


 

(Continuara…)