Viene de aquí:
Mientras los miembros del Presídium
discutían las implicaciones que podrían acarrear las palabras de Robert Kennedy sobre los "halcones del Pentagono",
se recibió una llamada del secretario del Consejo de Defensa, general Semion Ivanov,
anunciando que el presidente estadounidense aparecería en la televisión a las
9:00 hora de Washington.
Todos los miembros del presidium pensaron que Kennedy
iba a hacer algún anuncio dramático, quizás el comienzo del ataque a Cuba o el bombardeo
de las bases de misiles rusos en la isla.
Los Palacios, Cuba 1962.
La buena noticia era que los dirigentes rusos iban a tener al
menos ocho horas para reaccionar de una u otra manera a las medidas que
fuera anunciar el presidente Kennedy,
dada la diferencia horaria entre Moscú y Washington.
Así, la réplica soviética
deberia estar consensuada antes de las 5 de la tarde, hora de Moscu.Y, para
ganar tiempo, se decidió que la respuesta rusa se haría publica por radio, y no
por medio de un telegrama por vía diplomatica, como era costumbre.
No había que perder un instante,
y Kruschev llamó a un estenógrafo, a quien comenzó a dictar una carta personal
para el presidente Kennedy.
La misiva de kruschev a Kennedy
contenía la usual dialéctica soviética mezclada con la impulsividad típica de Kruschev.
Pero esta vez, la diplomacia debía esperar, y las primeras líneas de la misiva
eran claras y concisas: la URSS retiraría sus misiles de Cuba.
Seguian una tormenta de
excusas y auto-justificaciones : Cuba había estado bajo la continua amenaza
de invasión por fuerzas agresivas, que aun no
habían abandonado sus ideas de invadir territorio caribeño, usando sus
buques piratas para interrumpir el comercio y el intercambio de mercancías e
ideas entre dos países libres y pacificos ; los misiles soviéticos en Cuba era únicamente
para propósitos defensivos;el pueblo soviético solo ansia la paz, etc,etc
Despues, Kruschev detallo todas
sus quejas sobre el comportamiento de los dirigentes estadounidenses. En lo más alto
de la lista de agravios de Kruschev estaban los vuelos de los aviones de reconocimiento
estadounidense sobre suelo soviético o de sus aliados.
Seguia la habitual retahíla de acusaciones
contra las agencias de inteligencia estadounidenses por su intervencion más o
menos secreta en países de África, Asia y Latinoamerica,etc,etc
Una vez dictada la carta a
Kennedy en al que anunciaba su renuncia a
mantener misiles ofensivos en Cuba, Kruschev se dispuso a dictar otra, esta vez
para el líder cubano Fidel Castro.
Tratar con Castro era siempre peor que un dolor de muelas para Kruschev.Y anunciarle que la URSS iba a llegar a un acuerdo
con Washington iba a complicar las cosas aun mas.
Anticipando la ira del líder cubano,
kruschev le aconsejaba no dejarse llevar por los sentimientos.Y advirtió que Castro debería tener paciencia, auto control y aun más autocontrol. Si EEUU
invadía Cuba a pesar de todo, Kruschev aseguraba a Castro el apoyo total de la URSS,
tanto político como militar, y aseguro que no dejaría solo a su aliado
centroamericano.
Pero , insistia Kruschev en su carta,Castro no debía dejarse
llevar por las provocaciones de los militaristas del Pentágono, que buscaban
cualquier excusa para invadir Cuba.
Había una tercera carta que Kruschev tenía que enviar, al general Pliyev, el comandante del grupo de fuerzas soviéticas en Cuba. Era conciso y claro:
“creemos que has actuado precipitadamente derribando el aviones espía U2 norteamericano, en un momento en el que se estaban dando las oportunidades
para un acuerdo para llevar la crisis en Cuba a un final pacífico.
Hemos tomado la decisión de desmantelar los misiles R-12 y
evacuarlos.Comienza a implantar esa media de inmediato.
Confirma la recepción de este mensaje.”
Kruschev sabía que los hombres de
Pliyev habían trabajado día y noche para preparar los misiles para ser
lanzados, apuntando a ciudades estadounidenses. Ahora, cuando habían completado
sus tareas, se les tenía que decir que debían desmantelarlo todo, sin ninguna explicación.
El general Pliyev, cuando lideraba los cosacos de Osetia en la Gran Guerra Patriotica.
Los traductores de ingles del ejercito sovietico trabajaron en el texto de la carta de Kruschev a Kennedy hasta
el último momento, refinando el lenguaje y traduciéndolo para ser enviado.
A las 3 de la tarde hora de Moscu,
el ministro Gromyko llamaba por teléfono al embajador estadounidense en Moscú y
le avisaba para que estuviera muy atento a un mensaje que se emitiría 1 o 2
horas más tarde.
Varias copias del mensaje fueron
confiadas a Leonid Ilyichev,secretario del partido comunista de la URSS para asuntos ideológicos, responsable
además de las relaciones con los medios de comunicacion.Ilyichev marcho rápidamente
hacia el edifico de radio Moscú.
Allí, Ilychiev ordeno la presencia
de su diktor favorito, uno de los lectores de noticias de la emisora moscovita, Yuri Levitan.
Los lectores de noticiarios,
diktors, eran el vinculo directo entre la más alta cúpula del estado y del
PCUS con el pueblo soviético.
La mayoría de ellos eran actores formados
en la famoso método Stanislavsky, que les convertía en orgullosos ciudadanos soviéticos
cuando declamaban las alabanzas de los planes quinquenales, o en indignados militantes
del partido cuanto contaban a la audiencia las miserias de los países imperialistas.
El más famosos diktor de todos
era Yuri Levitan.Escuchar su voz a través de las ondas radiofónicas era como
escuchar al Gran Hermano. Durante su dilatada carrera había llevado al pueblo
soviético noticias de triunfos y tragedias, victorias y derrotas, persuadiendo a
los ciudadanos soviéticos de la necesidad de mantener una fe inquebrantable en
el partido comunista y en sus más altos dirigentes ,siempre preocupados por la felicidad
del pueblo soviético y los países satélites.
Levitan había informado al
pueblo soviético del comienzo de la operación Barbaroja en 1941, y de la derrota del eje en 1945.Habia llorado en antena al
dar la notica de la muerte de Stalin en 1953 y también había llorado, aunque
esta vez de alegría, por el vuelo del primer hombre en llegar al espacio, Yuri
Gagarin, en 1961.
En noviembre de 1962, Yuri Levitan iba a informar a la ciudadania soviética que la gran apuesta cubana de Kruschev, iba a terminar.
Dado que se aproximaba la hora límite,Ilychiev
insistió en que Levitan diera la noticia en directo. El mensaje de Kruschev a
Kennedy sería emitido simultáneamente en ruso e ingles.
“Aqui, radio Moscu”. Eran las 5 de la
tarde en Moscú, las 9 de la mañana en Washington.Levitan anuncio a sus oyentes
que iba a leer una misiva escrita por Nikita Sergeievich Krushchev, secretario general del presídium del partido comunista de la URSS y presidente del consejo
de ministros de la URSS, dirigida a John Fitzgerald Kennedy,presidente de los
EEUU.
“El gobierno de la URSS,
ademas de anteriores ordenes que aconsejaban
cesar de trabajar en la construccion de instalaciones
para lanzamiento de misiles en Cuba, ha dado nuevas órdenes para desmantelar las
armas que usted describe como ofensivas, y trabaja para embalar dichos misiles
y devolverlos a la URSS”.
Levitan consiguió que la carta
sonara para los radioyentes moscovitas como un nuevo triunfo de la pacifista
política exterior soviética sobre el imperialismo sediento de sangre.
Los líderes de la URSS ,siempre razonables y amantes de la paz, habían salvado al mundo
de la amenaza de una destrucción nuclear.
Monumento en homenaje al general Pliyev,inaugurado recientemente en La Habana.