jueves, 25 de junio de 2020

...Y el mundo contuvo el aliento; 1962, la crisis de los misiles de Cuba ( 15 ª parte )




 Integrantes del grupo "Activistas femeninas por la paz" manifestandose ante el edificio de  las Naciones Unidas en New York durante la crisis de los misiles.

Viene de aquí:

  Finalmente no hubo ninguna intervención televisiva del presidente Kennedy. Ningún discurso presidencial estaba programado para ese día, y solamente una de las cadenas estadounidenses de televisión había decidido repetir el discurso de Kennedy del 22 de octubre.

  Los agentes de inteligencia soviéticos no habían informado correctamente a  Kruschev.

  A las 9 de la mañana, hora de Washington, los teletipos de las agencias informativas comenzaron  sonar.Era el mensaje de Kruschev a Kennedy en el que se comprometia a retirar los misiles de Cuba. McGeorge Bundy, consejero de seguridad nacional del presidente Kennedy estaba desayunando en la Casa Blanca cuando un ayudante le entrego una simple hoja recien salida de una impersora.Bundy leyó detenidamente, e inmediatamente llamó por teléfono al presidente, que se encontraba en su habitación vistiéndose para asistir a un oficio religioso.

  El preesidente, una vez informado de las novedades,decidió seguir con su rutina dominical y marchó en la limusina presidencial a la iglesia de San Esteban.Mientras, en la sala de prensa y aledaños de la Casa Blanca comenzaban a reunirse infinidad de periodistas,esperando el regreso del presidente.

  La notica llego también muy pronto  al Pentágono, otro lado del rio Potomac, donde la junta de jefes de estado mayor estaban ultimando los preparativos para un bombardeo masivo sobre Cuba seguido de una invasión anfibia.Curtis le May estaba furioso contra el presidente Kennedy, ya que la operación estaba prevista que debía dar comienzo al amanecer del martes, menos de  48 horas después. Y el jefe de la fuerza aérea USA trataba de convencer a los generales presentes para marchar hacia la Casa Blanca y convencer al presidente Kennedy de la necesidad de lanzar un ataque preventivo sobre las posiciones de lanzamiento de misiles sovieticos en Cuba al día siguiente, lunes.


  La emisión de radio Moscú fue distribuida en cinta de teletipo alrededor de las 9 y media del domingo. Los jefes de estado mayor estadounidense reaccionaron con desaliento, y calificaron las palabras de Kruschev como una "absoluta farsa y una operación para seguir manteniendo las armas ofensivas soviéticas en Cuba."

  El almirante Anderson afirmo que la promesa de Kennedy de no llevar a cabo la invasion de  la isla caribeña a cambio de la retirada de los misiles iba a dejar a Castro con las manos libres para causar problemas en Latinoamérica.

  Los generales despreciaban el comentario del McNamara, que afirmaba que las concesiones de Kruschev iban a dejar a los EEUU en una posición militar y política mucho mas fuerte ante el mundo. Pero varios generales se reunieron y coordinaron un mensaje para enviarlo a la Casa Blanca, en el que afirmaban que “el movimiento de Kruschev no era mas que una propuesta falsa para ganar algo de tiempo”, y avisaban que no debia producirse  ningún tipo de relajacion en los procedimientos de alerta.Segun el general Le May, “es la mayor derrota de la historia de los EEUU, deberíamos invadir Cuba hoy mismo”.


  En Cuba, Fidel Castro se encontraba en su casa en Vedado, un barrio de La Habana.Habia recibido las primeras  informaciones sobre el desmantelamiento de los misiles soviéticos  en una llamada telefónica de Carlos Franqui, editor del diario Revolución. El teletipo de la Associted Press estaba emitiendo el texto de la carta de Kruschev a Kennedy que acababa de emitirse por radio Moscú, y Franqui había llamado a Castro para preguntarle que debía hacer con esa noticia:


 Diario "Revolucion".

¿ que noticia?  respondió Castro.Cuando Franqui  leyó a Castro el boletín de noticias, la explosión de ira del líder cubano fue épica:

 “Hijo de put¨, bastardo, necio, etc”, la furia de Castro le llevo a volcar un par de sillones, patear las paredes de la sala en la que se  encontraba y romper un par de ventanas, mientras maldecía a los soviéticos por tratar con los americanos sin ni siquiera haberse tomado la molestia de informarle.

  Estaba realmente humillado, y envió al presidente Dorticos a convocar al embajador ruso en Cuba, Alexander Alekseev.

  Alekseev se había acostado tarde la noche anterior, y aun estaba en la cama cuando recibió la llamada de Dorticos.

 “la radio dice que el gobierno soviético ha decidió retirar los misiles”

  El embajador no tenía ni la más remota idea de lo que estaba diciendo Dorticos.Pensó
 que debía ser algún error:

“presidente Dorticos, no debería creerse nada de lo que diga la radio estadounidense”.

La respuesta del presidente Dorticos dejó al embajador sovietico sin poder articular palabra:

“no es la radio estadounidense, es radio Moscú”

 Osvaldo Dorticos, presidente cubano entre 1959 y 1976.

  A las 11 de la mañana del día 28, aproximadamente a la misma hora que  Castro rabiaba en su hogar de La Habana, en el  NORAD ,mando de defensa aérea estadounidense en Colorado Springs saltaban las alarmas. Un radar del mando de defensa aérea había detectado un lanzamiento de un misil en algún lugar del golfo de Mejico.El análisis de la  trayectoria del misil sugería que el objetivo estaba en algún lugar en la zona de Tampa Bay, en Florida.

  Cuando los oficiales del NORAD averiguaron en que zona iba a caer el misil, ya era tarde para tomar alguna medida.Habian recibido el primer informe de la situación del misil a las 11 y 8 minutos, aproximadamente 4 minutos después de que el misil hubiera alcanzado su objetivo.

 Instalaciones del NORAD,bajo el monte Cheyenne.

  Desde el NORAD se habían puesto rápidamente en contacto con el Sistema de Alarma de Bombas, una red nacional de detectores de explosiones nucleares a partir de determinados sensores sismicos instalados en ciudades y bases militares por todo EEUU.

  Una comprobacion de los sensores de la zona de Tampa revelaban que no había pasado nada, ningún misil había impactado allí. Varias llamadas telefónicas a las bases militares de la zona de Florida confirmaban que nada había ocurrido, y el mando aéreo estratégico afirmaba no saber nada sobre las informaciones del lanzamiento del misil.

  Llevo unos cuantos minutos de nerviosismo y temor establecer que es lo que había ocurrido. El descubrimiento de  los misiles rusos en Cuba había llevado a un cambio en la reorientación  del sistema de defensa aérea estadounidense, que antes vigilaba hacia el norte y había cambiado a vigilar el sur. Una enorme estación de radar en Moorestown (New Jersey ) había sido recalibrada para captar cualquier lanzamiento de misiles desde Cuba, pero aun no funcionaba al 100 por 100 de capacidad, y tenía ciertos problemas .Los técnicos estaban realizando un test para comprobar el sistema del radar justo en el momento que un satelite artificial había aparecido sobre al línea del horizonte, causando que los operadores del radar confundieran el satélite con un misil en aproximación.

Instalaciones de radar en Moorestown.

  La reunión del ExComm ( comité ejecutivo) comenzó a las 11, cuando el presidente Kennedy regreso de la iglesia y el NORAD había aclarado lo sucedido con el misil “fantasma” que había "atacado" Tampa.Algunos de  los consejeros de Kennedy que habían expresado en privado sus dudas sobre las decisiones del presidente pasaron casi de puntillas sobre la que consideraban ya terminada crisis en Cuba e insinuaron al presidente que debería intervenir diplomáticamente en la nueva crisis que acababa de abrirse, un incidente fronterizo grave entre China y la India.

  Kennedy decidió que ya había hecho bastante esa semana por evitar una guerra nuclear, y dijo que estaba seguro que ni China ni la India querían que también resolviera su crisis.

 Uno de los sensores sismicos utilizados por el sistema de alerta de bombas.

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