viernes, 29 de mayo de 2020

...Y el mundo contuvo el aliento; 1962, la crisis de los misiles de Cuba ( 14 ª parte )



 Viene de aquí:

  Mientras los miembros del Presídium discutían las implicaciones que podrían acarrear las palabras de Robert Kennedy sobre los "halcones del Pentagono", se recibió una llamada del secretario del Consejo de Defensa, general Semion Ivanov, anunciando que el presidente estadounidense aparecería en la televisión a las 9:00 hora de Washington. 

 Todos los miembros del presidium  pensaron que Kennedy iba a hacer algún anuncio dramático, quizás el comienzo del ataque a Cuba o el bombardeo de las bases de misiles rusos en la isla.

 Los Palacios, Cuba 1962.

  La buena noticia  era que los dirigentes rusos iban a tener al menos ocho horas para reaccionar de una u otra manera a las medidas que fuera  anunciar el presidente Kennedy, dada la diferencia horaria entre Moscú y Washington.

  Así, la réplica soviética deberia estar consensuada antes de las 5 de la tarde, hora de Moscu.Y, para ganar tiempo, se decidió que la respuesta rusa se haría publica por radio, y no por medio de un telegrama por vía diplomatica, como era costumbre.

  No había que perder un instante, y Kruschev llamó a un estenógrafo, a quien comenzó a dictar una carta personal para el presidente Kennedy.

  La misiva de kruschev a Kennedy contenía la usual dialéctica soviética mezclada con la impulsividad típica de Kruschev. Pero esta vez, la diplomacia debía esperar, y las primeras líneas de la misiva eran claras y concisas: la URSS retiraría sus misiles de Cuba. 

  Seguian una tormenta de excusas y auto-justificaciones : Cuba había estado bajo la continua amenaza de invasión por fuerzas agresivas, que aun no  habían abandonado sus ideas de invadir  territorio caribeño, usando sus buques piratas para interrumpir el comercio y el intercambio de mercancías e ideas entre dos países libres y pacificos ; los misiles soviéticos en Cuba era únicamente para propósitos defensivos;el pueblo soviético solo ansia la paz, etc,etc

  Despues, Kruschev detallo todas sus quejas sobre el comportamiento de los dirigentes estadounidenses. En lo más alto de la lista de agravios de Kruschev estaban los vuelos de los aviones de reconocimiento estadounidense sobre suelo soviético o de sus aliados.

  Seguia la habitual retahíla de acusaciones contra las agencias de inteligencia estadounidenses por su intervencion más o menos secreta en países de África, Asia y Latinoamerica,etc,etc

  Una vez dictada la carta a Kennedy en al que anunciaba su renuncia  a mantener misiles ofensivos en Cuba, Kruschev se dispuso a dictar otra, esta vez para el líder cubano Fidel Castro.

  Tratar con Castro era siempre peor que un dolor de muelas para Kruschev.Y anunciarle que la URSS iba a llegar a un acuerdo con Washington iba a complicar las cosas aun mas.


  Anticipando la ira del líder cubano, kruschev le aconsejaba no dejarse llevar por los sentimientos.Y advirtió que Castro debería tener paciencia, auto control y aun más autocontrol. Si EEUU invadía Cuba a pesar de todo, Kruschev aseguraba a Castro el apoyo total de la URSS, tanto político como militar, y aseguro que no dejaría solo a su aliado centroamericano.

  Pero , insistia Kruschev en su carta,Castro no debía dejarse llevar por las provocaciones de los militaristas del Pentágono, que buscaban cualquier excusa para invadir Cuba.

  Había una tercera carta que Kruschev tenía que enviar, al general Pliyev, el comandante del grupo de  fuerzas soviéticas en Cuba. Era  conciso y claro:

 “creemos que has actuado precipitadamente derribando el aviones espía U2 norteamericano, en un momento en el que se estaban dando las oportunidades para un acuerdo para llevar la crisis en Cuba a un final pacífico.

  Hemos tomado la decisión de desmantelar los misiles R-12 y evacuarlos.Comienza a implantar esa media de inmediato.

Confirma la recepción de este mensaje.”

  Kruschev sabía que los hombres de Pliyev habían trabajado día y noche para preparar los misiles para ser lanzados, apuntando a ciudades estadounidenses. Ahora, cuando habían completado sus tareas, se les tenía que decir que debían desmantelarlo todo, sin ninguna explicación.

 El general Pliyev, cuando lideraba los cosacos de Osetia en la Gran Guerra Patriotica.

  Los traductores de ingles del ejercito sovietico trabajaron en el texto de la carta de Kruschev a Kennedy hasta el último momento, refinando el lenguaje y traduciéndolo para ser enviado.

  A las 3 de la tarde hora de Moscu, el ministro Gromyko llamaba por teléfono al embajador estadounidense en Moscú y le avisaba para que estuviera muy atento a un mensaje que se emitiría 1 o 2 horas más tarde.

  Varias copias del mensaje fueron confiadas a Leonid Ilyichev,secretario del partido comunista  de la URSS para asuntos ideológicos, responsable además de las relaciones con los medios de comunicacion.Ilyichev marcho rápidamente hacia el edifico de radio Moscú.

  Allí, Ilychiev ordeno la presencia de su diktor favorito, uno de los lectores de noticias de la emisora moscovita, Yuri Levitan.


   Los lectores de noticiarios, diktors, eran el vinculo directo entre la más alta cúpula del estado y del PCUS con el pueblo soviético.

  La mayoría de ellos eran actores formados en la famoso método Stanislavsky, que les convertía en orgullosos ciudadanos soviéticos cuando declamaban las alabanzas de los planes quinquenales, o en indignados militantes del partido cuanto contaban a la audiencia las miserias de los países imperialistas.

  El más famosos diktor de todos era Yuri Levitan.Escuchar su voz a través de las ondas radiofónicas era como escuchar al Gran Hermano. Durante su dilatada carrera había llevado al pueblo soviético noticias de triunfos y tragedias, victorias y derrotas, persuadiendo a los ciudadanos soviéticos de la necesidad de mantener una fe inquebrantable en el partido comunista y en sus más altos dirigentes ,siempre preocupados por la felicidad del pueblo soviético y los países satélites.

  Levitan había informado al pueblo soviético del comienzo de  la operación Barbaroja en 1941, y de la derrota del eje en 1945.Habia llorado en antena al dar la notica de la muerte de Stalin en 1953 y también había llorado, aunque esta vez de alegría, por el vuelo del primer hombre en llegar al espacio, Yuri Gagarin, en 1961.


  En noviembre de 1962, Yuri Levitan iba a informar a la ciudadania soviética que la gran apuesta cubana de Kruschev, iba a terminar.

  Dado que se aproximaba la hora límite,Ilychiev insistió en que Levitan diera la noticia en directo. El mensaje de Kruschev a Kennedy sería emitido simultáneamente en ruso e ingles.

  “Aqui, radio Moscu”. Eran las 5 de la tarde en Moscú, las 9 de la mañana en Washington.Levitan anuncio a sus oyentes que iba a leer una misiva escrita por Nikita Sergeievich Krushchev, secretario general del presídium del partido comunista de la URSS y presidente del consejo de ministros de la URSS, dirigida a John Fitzgerald Kennedy,presidente de los EEUU.

  “El gobierno de la URSS, ademas de  anteriores ordenes que aconsejaban cesar de trabajar en la construccion de  instalaciones para lanzamiento de misiles en Cuba, ha dado nuevas órdenes para desmantelar las armas que usted describe como ofensivas, y trabaja para embalar dichos misiles y devolverlos a la URSS”.

  Levitan consiguió que la carta sonara para los radioyentes moscovitas como un nuevo triunfo de la pacifista política exterior soviética sobre el imperialismo sediento de sangre. 

  Los  líderes de la URSS ,siempre razonables  y amantes de la paz, habían salvado al mundo de la amenaza de una destrucción nuclear.

 Monumento en homenaje al general Pliyev,inaugurado recientemente en La Habana.

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