jueves, 14 de mayo de 2020

Germanico y el motin en el Rin ( 3ª parte )




 Estatua de bronce de Germanico, en el Museo Arqueologico de Amelia, en Italia.
 
Viene de aquí:

  Pero los problemas en Germania no habian terminado, ya que Tiberio había enviado una comisión senatorial para investigar lo que estaba ocurriendo.

  Germánico se encontraba acampado en Ara Ubiorum con las legiones I y XX, además de los hombres  a los que habia licenciado aunque aun no habían sido desmovilizados.

  Creyendo que la llegada de la comisión senatorial tenía como objetivo anular las concesiones que había hecho Germánico, los legionarios se volvieron a amotinar otra vez.

  Los legionarios volcaron su ira sobre el líder de los comisionados senatoriales, el senador Lucio Munacio Planco, que salvo la vida gracias a refugiarse en el principia del campamento, donde que se guardaban los estandartes y las águilas de las legiones, un lugar inviolable.

  Usando a la caballeria auxiliar como escolta, Germánico pudo sacar del campamento a la delegación senatorial sin sufrir daños, pero el quedo en el campamento  como un prisionero.

  A partir de entonces, una combinación  de espectaculo, retorica, inventiva e incentivos monetarios, llevaron la vergüenza y el arrepentimiento a los legionarios amotinados.

  El espectáculo involucro la partida del campamento de la esposa de Germanico, Agripina y su hijo menor, Cayo, al que los legionarios llamaban afectuosamente Calígula (pequeña sandalia).

 Busto de Agripina la Mayor en el parque Arqueologico de Segobriga.

  Agripina, nieta de Augusto, era de carácter fuerte, y había despreciado la sugerencia de su marido para que huyera del campamento. Pero Germánico finalmente consiguió convencerla, y cuando salieron del campamento escoltados por la caballería auxiliar, Germánico se dirigió a los rebeldes, lamentando que la nuera del emperador Tiberio y el bisnieto del divino emperador Augusto iba sin escolta de protección de los legionarios, y buscaba refugio seguro escoltada por extranjeros.

  Germánico culpó a los legionarios rebeldes de los que pudiera pasarles a su esposa e hijos. Se negó a llamar soldados o ciudadanos a los rebeldes, y lamento su actitud de falta de gratitud, su escaso honor y su negativa a cumplir con su deber y su juramento de lealtad al emperador de Roma.

  El discurso de Germanico quebro la resolucion  los amotinados , y Germánico aprovechó el momento de indecisión de muchos de los rebeldes para exigirles que castigaran a los culpables ellos mismos, para asi limpiar su honor.

  Por su propia voluntad, los amotinados arrestaron a los cabecillas de la rebelión y los condujeron a una plataforma elevada. Si la multitud clamaba “culpables”,arrojaban al culpable al suelo y lo asesinaban a golpes o con sus espadas. Germánico no intervino, para que su participación en los asesinatos no pudiera ser calificada como participacion activa.

  El motín se disolvió por sí solo, pero apenas pasados unos días, al campamento llegaron noticias de que las legiones V y XXI, las primeras instigadoras del motin, desde sus campamentos de invierno a 100 kilómetros al norte, no iban a aceptar las condiciones de Germánico.

  Antes de marchar con sus tropas para resolver por las armas el motín de las legiones V y XXI, Germánico envió una misiva al legado Cecina Severo, en el campamento de Castra Vetera (actual Xanten), muy cerca de la colonia Ulpia Trajana.

 Anfiteatro romano de Castra Vetera.

  En su misiva, Germánico avisaba a Cecina que si cuando llegara los rebeldes no habían sido aun castigados, todos, leales y rebeldes, serian castigados.Cecina leyó la carta  en privado a aquellos en los que podía confiar, logrando reunir un numeroso grupo de  leales. A una hora señalada, los leales cayeron sobre los cabecillas de la rebelión, que tomaron sus armas y se defendieron.

  El combate entre leales y rebeldes se extendió por todo el campamento, y cuando Germanico llego, se encontró con una enorme pila de cadáveres insepultos de rebeldes. Germánico ordenó que los cadáveres fueran incinerados, para que su mala influencia no animara a otros a la rebelión.

  Para recuperar el honor perdidod e las legiones amotinadas, Germánico decidió liderarlas el mismo para cruzar el Rin y limpiar su honor con sangre germana. Un ejercito compuesto por 12.000 legionarios, 2 alae de caballería y 26 cohortes auxiliares, dividido en cuatro columnas ,cruzo el Rhin e hizo estragos  en la orilla oriental del rio en territorio de los marsios.

 La campaña de Germanico en Germania Magna del año 14.

  Los legionarios de Germánico limpiaron su dañado honor saqueando y destruyendo todo lo que vieron en 80 kilómetros a la redonda: aldeas, templos , cosechas, todo ardió o fue destruido.

  Los guerreros de las tribus barbarás de la zona se encontraban participando en celebraciones religiosas, y los legionarios de Germánico apenas tuvieron resistencia.

  Cuando los guerreros conocieron lo que estaba pasando en su territorio formaron rápidamente una coalición para rechazar al invasor, y guerreros marsios, bructeos, usipetes y tubantes se desplegaron por los bosques que flanqueaban la ruta que iban a seguir las legiones de Germánico en su vuelta a sus campamentos.

  Temeroso que pudiera pasarle lo mismo que al cónsul Varo y sus legiones en Teotoburgo, Germánico coloco a su caballería al frente, seguidos de las legiones y en la retaguardia a los auxiliares.


 Los guerreros germanos esperaron a que la larga línea de romanos se extendiera a lo largo del bosque, y se lanzaron sobre la retaguardia.

  Germánico se puso entonces a la cabeza de los legionarios de la legion XX Valeria Victrix y les instó a convertir su vergüenza en gloria. Los legionarios contraatacaron y empujaron a los barbaros a terreno abierto, en donde fueron presa fácil para la cabelleria romana.

  El resto del camino hacia su campamento transcurrió sin incidentes, y a la llegada, Germanico felicito a todos sus legionarios: el motín en Germania había terminado, y Roma volvía a disponer de todas sus legiones.

 Arco triunfal de Germanico en Meinz.

Germanicus, The magnificient life and misterious death of Roma most popular general – Lindsay Powell 


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