lunes, 6 de mayo de 2013

1940 : Eben Emael,la blitzkrieg aerotransportada (3ª parte ).




A la caída de la noche, la guarnición belga superviviente continuaba oculta en sus casamatas y pasadizos que las unian.Al mismo tiempo, posiciones artilleras de los fuertes belgas de Pontisse y Barchón bombardeaban la superficie de Eben Emael, donde a duras penas podían ocultarse los paracaidistas alemanes, agotados tras un día de combates.


El teniente Witzig temía un nuevo contraataque belga que los expulsara de la fortaleza. Su misión ahora era mantener el control de Eben Emael y esperar la llegada de refuerzos, el 51 batallón de ingenieros de combate y el 151 regimiento de infantería.


Durante la tarde y la noche del día 10, los ingenieros de combate habían intentado cruzar el canal en botes, pero habían sido rechazados una y otra vez por fuego proveniente de alguna de las casamatas que aun resistían en el fuerte.



Finaomente, los ingenieros lograron cruzar, y rápidamente se unieron con el grupo de paracaidistas. Su primera acción fue utilizar cargas de demolición contra los puestos que aun se defendían.


Una vez terminada la resistencia de los puntos fuertes belgas, los alemanes comenzaron a enviar tropas a los pasadizos que unían las posiciones. Utilizando armas ligeras y granadas, fueron acorralando progresivamente  a lo que quedaba de la guarnición belga.


A las 10 de la mañana del día 11, los primeros carros de combate alemanes se unieron a paracaidistas e ingenieros en la superficie de Eben Emael.


El mayor Jottrand, que aun tenia comunicación con sus superiores en Lieja, les indico que, a menos que se realizase un fuerte contraataque desde el exterior del fuerte, Eben Emael estaría perdido. La respuesta fue que no habría ninguna ayuda.Solo se le indico que debía destruir las instalaciones  que aun seguían en su poder antes de que cayesen en manos alemanas. En caso necesario, debía destruirlas con él y sus hombres dentro.


Pero Jottrand no quería formar parte de un suicidio colectivo. Convocó a sus oficiales a una reunion.Todos le dijeron que debían rendirse.Jottrand hizo un último intento de convencer a los soldados rasos y suboficiales para intentar una ultima salida. Nadie le siguió. Parte de la guarnición comenzó a salir de los túneles con las manos en alto.



Así que Jottrand envió a un oficial para entablar negociaciones con los alemanes. A las 12 y cuarto, una corneta comenzó a sonar desde el interior de la fortaleza.Era la llamada para la rendición.

Jottrand y sus oficiales,en un campo de prisioneros.


Un puñado de paracaidistas alemanes había tomado la fortaleza que iba a abrir la línea de defensa belga al norte de Lieja, al precio de seis muertos y 20 heridos. Por parte belga, 23 muertos, 60 heridos y casi un millar de prisioneros.Con paso libre a través del Canal Alberto, los panzers alemanes se dirigieron a toda velocidad hacia el oeste, hacia el Canal de la Mancha.



Los aliados estaban consternados. Nadie sabía lo que había pasado.Los alemanes no explicaron al mundo como había sido la operación, no informaron del uso de planeadores ni de cargas huecas.


Así que los aliados siempre pensaron que había sido un ataque terrestre normal. Diversas teorías empezaron a circular entre los aliados, como el uso por parte de los alemanes de algún tipo de gas o sabotaje a las instalaciones de Eben Emael.Y al revista LIFE magazine publico un reportaje sobre la operación en el que indicaban que trabajadores alemanes de la época de la construcción de la fortaleza se habían casado con mujeres belgas, y aprovechando la situación habían plantado gran cantidad de explosivos en el fuerte.


Cada uno de los paracaidistas alemanes que participaron en la operación  fue premiado con la cruz de hierro de 1ª clase, excepto el cabo Ernst Grechza, al que se le descubrió ron en la cantimplora.


Todos los oficiales recibieron la cruz de caballero directamente de Hitler, el día 16 de mayo.



La fuerza de ataque paracaidista de Koch volvió a intervenir con sus planeadores en la invasión de Creta, que aunque fue exitosa tuvo un enorme coste de bajas para los alemanes, provocando que la fuerza paracaidista alemana no volviera a intervenir masivamente en ningún frente, excepto como simple infantería de elite.


Witzig y Wenzel también combatieron en Creta, y más tarde lo hicieron también en Rusia. Tras el fin de la guerra,Witzig pasó a formar parte del naciente ejército de la Alemania federal con el cargo de coronel.


Wenzel pasó un tiempo en un campo de prisioneros alemanes en África del Norte  ,y cuando volvió a casa se convirtió en guardabosques.


Koch no sobrevivió a la guerra. Era un fanático de los coches rápidos .Una noche de finales de 1942 empotró su coche con la parte trasera de un camión, muriendo en el acto.


Hoy en dia,Eben Emael se ha convertido en un monumento de otra época. Se ha construido un museo allí (http://www.fort-eben-emael.be/en/ ), y hay tours turísticos donde los visitantes pueden caminar por casamatas y bunkers, y conocer lo que allí paso durante dos días de mayo, hace hoy casi 73 años.





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