Viene de aquí:
Apenas hay información sobre lo
ocurrido en las orillas del rio Dilunus, solo un versículo de Salustio en
"Historias" , libro III, versículo 7:
Según Salustio, el rio Dilunus ( actual rio Muga, seguramente ) era
bastante profundo, lo que significaba que un pequeño número de hombres era
suficiente para evitar el cruce del rio por el enemigo. El almirante Antonio intentó
cruzar el rio por lugares alejados de la ciudad de Emporiae (actual Ampurias ), su objetivo principal.
Reunió algunos de los barcos de su flota y construyó algunas balsas,
consiguiendo así hacer cruzar a su ejercito con facilidad a la orilla opuesta.
Esperaba que la sola presencia de
su ejercito convenciera a los habitantes de Emporiae para rendirse, pero la ciudad estaba situada sobre un promontorio rodeado del mar por tras lados, y el
lado que lo unía a tierra estaba protegido por una muralla doble.
Muralla de Emporiae.
Aparte de Salustio, ningún
historiador de la época o años posteriores menciona al almirante Antonio, así
que no parece que fuera un comandante excesivamente competente. Tanto es así, que
tras unos meses de infructuoso asedio a Emporiae, el senado romano decidió que
la flota de Antonio serviría mejor en cualquier otro lugar.
En aquellos años, Roma necesitaba
grano desesperadamente, sobre todo debido a la existencia de una enorme
cantidad de piratas en todo el Mediterráneo que tenian como objetivos preferentes los navios que transportaban grano desde Egipto y el norte de Africa a Roma.
Un joven cuestor de nombre Marco Tulio Cicerón estaba haciendo grandes esfuerzos para enviar grano desde Sicilia a la península italica, pero sus esfuerzos terminaban
casi siempre en manos de los piratas.
Como apenas había grano para Roma, aun menos habia para enviar a las tropas romanas en Hispania. Con Emporiae asediado y en manos sertorianas, las pocas provisiones que los agentes
de Pompeyo en Roma podían escamotear a la vigilancia de los cuestores debían navegar hasta Valentía, una ruta plagada de piratas y de la
flota que Mitridates había enviado a Sertorio.Asi que las legiones romanas en
Hispania se veían casi inmovilizadas debido a la falta de alimentos y otros suministros
necesarios para proseguir con la campaña.
Oneraria, tipica nave mercante romana de la epoca.
Algunos años después, Pompeyo iba
a ser conocido como un maestro de la logística, con una extraordinaria
habilidad para mover soldados y suministros de una parte del mundo conocido a
la otra, desde terminar con la amenaza de los piratas a conquistar la mayoría de oriente medio y llevar a Julio Cesar al extremo de que sus legionarios se vieran obligados a comerse parte del cuero de sus armaduras poco antes de enfrentarse en la batalla de Farsalia.
Pero, para suerte de Metelo Pio y
Pompeyo, las tropas de Sertorio tampoco andaban sobradas de alimento y otros
suministros, la interminable guerra estaba terminando con la infraestructura
económica de la península, una tierra que estaba desangrándose economicamente para
alimentar los dos bandos que querían
apoderarse de ella.
Poco más ocurrió en la campaña de
aquel año, y llegado el invierno, ambos contendientes se retiraron a sus esquina como boxeadores al borde del K.O.
Ese invierno le correspondió a Pompeyo
llevar a sus tropas hasta la Galia, donde el gobernador Marco Fonteio llevaba
meses llenando sus almacenes, contando con la colaboración de Cicerón que había animado a muchos
aristócratas romanos a que colaboraran con Pompeyo.
Muchos lo hicieron, pero no por
ayudar a Pompeyo, a quien detestaban, sino para mantenerlo alejado de Roma, en
unos casos, o alejado de oriente medio, como Lucio Licinio Lúculo, que quería
ser el encargado de llevar la guerra de Roma contra Mitridates en el Ponto, un
lugar mucho más rico y donde se podía ganar mucho mas prestigio y poder
político que en Hispania.
En primavera Pompeyo ya tenía
a sus legiones descansadas y perfectamente equipadas para una nueva campaña en Hispania.
Pompeyo había conseguido grano de Sicilia y África, nuevos reclutas en la Galia
y recursos minerales desde Macedonia.
Sertorio solo tenía bajo control zonas aisladas de
Hispania, y cada vez tenia menos.Algunos de los jefes de las tribus iberas habían
aprovechado los meses de invierno para efectuar
aproximaciones diplomáticas clandestinas con Metelo Pio. Y cuando este
les garantizo su vida y sus posesiones, el ejercito de Sertorio empezó a perder efectivos
con una facilidad enorme.Sertorio respondió a las deserciones con la misma
brutalidad que había utilizado en sus primeros años en Hispania.
Una de las víctimas de la furia
de Sertorio fueron los niños de la escuela de Osca, niños que teóricamente habian sido dejados allí por los jefes de las tribus iberas para ser educados
al estilo romano, pero que no tardaron en convertirse en rehenes.
Villa "Fortunatus", ruinas de villa romana en las cercanias de Osca.
Dependiendo del comportamiento de
sus padres, Sertorio ordenaba asesinar a algunos de los niños o los convirtió en
esclavos: la extremadamte cuidadosa campaña para ganarse las mentes y los corazones
de los iberos se habia convertido en una campaña de terror, convirtiendo a niños
y jóvenes en rehenes sacrificables cuando sus padres no seguían la línea
indicada por Sertorio, que estaba creándose enemigos a pasos agigantados.
Las anteriormente faciles victorias
de los iberos y Sertorio sobre los romanos pasaron a convertirse en derrotas, y
el ejército de Sertorio comenzó a
convertirse en una sombra de lo que había sido. Y Sertorio comenzó a descuidar sus obligaciones dedicándose al vino y las
mujeres.
Metelo Pio recibió informaciones
de sus agentes en territorio sertoriano, indicando un cambio en las formas del
rebelde gobernador, y decidió que la mejor manera de terminar con el ejercito
sertoriano era acabar con la vida del propio Sertorio.
Y su primer paso fue poner precio a
la cabeza de Sertorio , ofreciendo a los romanos que aun se mantenían fieles al rebelde 100 talentos de plata y 800 hectáreas de tierra ,y si estaba exiliado, se le restituirian todos los derechos de un ciudadano romano y se le permitirá
volver a Roma.
Esta vez, varios senadores del
senado de Osca comenzaron activamente a preparar un complot contra Sertorio.Entre ellos se encontraba Perpenna, aunque era uno de los pocos romanos en quienes aun confiaba (aunque
cada vez menos) Sertorio, quizás porque Perpenna estaba tan implicado en la
guerra como el propio Sertorio y sabia
que su única posibilidad de sobrevivir era vencer en la guerra, o traicionar a
su general y dejar su vida en manos de Pompeyo y Metelo Pio.
En la primera fase del complot,
uno de los servidores de uno de los conspiradores traicionó a su amo, y conto todo
lo que sabía. Algunos de los conspiradores
huyeron, otros fueron ejecutados y otros permanecieron en la sombra,esperando un mejor momento, siendo Perpenna uno de ellos.
Los conspiradores supervivientes sabían
que tenían la amenaza de la traición sobre sus cabezas, y debían eliminar
a Sertorio antes que Sertorio pudiera
eliminarles a ellos. Fue esa amenaza de ser traicionados lo que movió a los conspiradores
a actuar.