Viene de aqui:
La noticia de la vuelta de Pirro
a la península itálica había causado gran preocupación en Roma. Y el año 275
a.c. había comenzado con varios funestos presagios. Una serie de plagas y
enfermedades habían azotado la ciudad y sus alrededores.
Una de las enfermedades había
afectado preferentemente a las mujeres embarazadas, con el resultado de la perdida
antes de nacer de la mayoría de los niños.Una
plaga había afectado a los grandes rebaños de animales que pastaban en las
afueras de la ciudad,aniquilando a
carneros,vacas y cerdos, aunque los rebaños de corderos pudieron eludir la misma
suerte.
La enorme estatua de Júpiter
situada en la colina del Capitolio recibio el impacto de un rayo, y la cabeza
del dios se habai separado del cuerpo y había caído sobre el suelo sagrado.
Las enfermedades, las bajas por
las constantes guerras de la republica romana y la emigración hacia otras partes de la republica
menos peligrosas habían dejado la población de la ciudad en poco más de 20.000
ciudadanos susceptibles de ser convocados para combatir.
Cuando los cónsules del año 275
a.c., Manio Curio Dentatus y Lucio Cornelio Léntulo llamaron a las armas
a los ciudadanos de Roma para repeler la invasiond e Pirro, buena parte
de los ciudadanos se negó a alistarse. El senado tuvo que intervenir, y dio
validez legal a alguna de las medidas coercitivas que
los nuevos cónsules estaban dispuestos a proclamar. A cualquiera que se negara
a alistarse le serian confiscadas todas sus propiedades, y en ciertos casos el
insumiso seria vendido como esclavo.
El consul Dentatus,rechazando el soborno de los samnitas.
Pero era tal el pavor que los romanos
tenían a Pirro que aun asi, muchos ciudadanos siguieron intentando eludir el
reclutamiento de todas las maneras posibles. Solo cuando unos pocos ricos e
influyentes ciudadanos que se había
negado al reclutamiento fueron
realmente vendidos como esclavos, los demás decidieron cumplir con su
obligación y se unieron al ejercito.
Los dos ejércitos consulares
recién formados se dividieron, uno al mando del cónsul Dentatus se dirigió al Samnio, y el otro con mando del cónsul Lentulo marchó a invadir Lucania.
Cuando Pirro tuvo noticia de la
ruta que iban a seguir ambos ejércitos consulares,decidio enfrentarse a ellos
por separado. Salió de Tarento con unos 40.000 soldados, y avanzó rápidamente
hacia el norte. Envió un contingente a Lucania,para mantener ocupado allí al ejército
consular de Léntulo mientras el epirota
se ocupaba de las tropas del cónsul Dentatus,2 legiones romanas más un numero
semejante de auxiliares aliados, unos 22.000 hombres en total.
Ambos ejércitos se encontraron en Maleventum, (actual Benevento), en el Samnio.
Dada La ventaja numérica de Pirro
y la necesidad que tenia de derrotar al ejercito de Dentatus antes de que
apareciera el otro ejercito consular de Léntulo ,el epirota trato de incitar a Dentatus a una batalla a campo abierto.
Pero el consul Dentatus era un
experimentado militar (había conseguido tres triunfos en sus campañas contra
sabinos y samnitas) y no cayó en las provocaciones de Pirro. Decidió colocar su
campamento sobre una colina, fortificarlo fuertemente y esperar acontecimientos.
Pirro no tenía tiempo que perder,
e ideó un plan un tanto desesperado. Se puso a la vanguardia de una parte de sus mejores infantes y sus elefantes más
experimentados y se dirigió hacia el campamento romano, de noche y por una ruta que
atravesaba un espeso bosque ,ocultos a la vista de los romanos.Debian atacar el campamento
por sorpresa y por el flanco, mientras el grueso el ejercito de Pirro simulaba
un ataque frontal.
Los ataques nocturnos no eran
comunes en los ejércitos de la antigüedad. Los soldados acostumbraban a
perderse en la oscuridad, o se atacaban entre ellos, con la consiguiente confusión.
Y cuando se perdía el efecto sorpresa,la derrota estaba practicamente asegurada.
Al anochecer, Pirro salió de su
campamento con el contingente elegido, siguiendo una ruta por un poblado
bosque.La necesidad de marchar en silencio y en completa oscuridad hizo que ,al
poco tiempo de marcha, algunos soldados comenzaran a quedarse rezagados, y
otros simplemente se perdieran entre los árboles. Reintegrar a la columna a los
soldados perdidos costó mucho tiempo, y cuando la vanguardia llegó a la vista
del campamento romano, ya estaba amaneciendo.Y ya había sido detectada por los
centinelas y exploradores romanos.
El cónsul Dentatus y parte de sus
tropas cayeron sobre los exhaustos soldados de Pirro, que apenas pudieron
presentar una resistencia mínimamente organizada.Solo Pirro y unos pocos
centenares de sus infantes pudieron retirarse y unirse al grueso del ejercito.
El cónsul Dentatus, más confiado
en sus fuerzas tras la victoria sobre la infantería de Pirro, reunió a todo su ejército y lo desplegó al modo habitual en la llanura,
justo delante de su campamento. Lo que intentaba Dentatus era “achicar” el terreno,
para que la masiva falange de Pirro tuviera menos espacio para maniobrar.Ademas,la
estrechez del campo de batalla también beneficiaba a la línea romana, que así tendria
los flancos más protegidos.
El primer movimiento fue de los
romanos, que cargaron sobre el centro epirota, logrando abrir grandes huecos en
la línea defensiva. Pero Pirro actuó con rapidez y mandó a su reserva de
elefantes a la carga sobre el flanco izquierdo romano, consiguiendo romper la línea y encaminarse hacia
el campamento del cónsul Dentatus.
El peligro era evidente, pero el campamento
romano estaba bien protegido, y desde detrás de la empalizada las tropas auxiliares
romanas que lo protegían enviaron una autentica lluvia de flechas y jabalinas
sobre los elefantes que se aproximaban.Uno de los elefantes fue gravemente herido,
y los demás entraron en pánico y dieron la vuelta tratando de huir. La estampida
que provocaron se dirigió directamente sobre la línea epirota, que se derrumbó.Los
legionarios del cónsul Dentatus aprovecharon la ocasión para contraatacar y
terminar con la resistencia de las tropas del rey Pirro.
Los historiadores romanos de la época (y siglos posteriores)
claman que la batalla de Maleventum fue una aplastante victoria romana. Dionisio afirma
que los romanos lograron matar 2 elefantes,caturaron 8 y “causaron una gran
mortandad entre los soldados enemigos”.Zonaras dice que los romanos capturaron
una docena de elefantes y tomaron por asalto el campamento epirota, obligando a Pirro a escapar con un pequeño contingente de caballeria.Eutropio clama que los
romanos tomaron el campamento de Pirro y mataron a 23.000 de sus soldados.Orosio afirma
que murieron más de 35.000 soldados epirotas, y que esa derrota obligó a Pirro a
abandonar la península itálica.
Pero no fue una victoria romana
tan decisiva. Según los historiadores griegos de la época, Pirro fue derrotado,
pero pudo retirarse a Tarento con una parte importante de su ejercito.Y desde
allí reclamó la ayuda de sus aliados mediterraneos,los reyes Antigono II de Macedonia, el rey
seleucida Antíoco I y el faraón egipcio Tolomeo Filadelfo.
Pero ninguna ayuda llegó, y los aliados
de Pirro en Italia ya estaban por entonces bajo control romano.Sin tropas para iniciar una nueva ofensiva, sin oro suficiente y sin esperanza de recibir ninguna ayuda de sus aliados, Pirro dejó en
Tarento a su hijo Helenus y volvió al Epiro.
Por su parte, el cónsul Dentatus
celebró un resplandeciente triunfo junto a Léntulo, el otro cónsul del año, que
había derrotado a los lucanios.Y para que la victoria romana nunca fuera olvidada,
decidieron cambiar el nombre del lugar donde había ocurrido la batalla. De
Mal-eventum (evento maligno) paso a ser conocido desde entonces como Beneventum.