Viene de aquí:
El mismo tipo de maniobras políticas
que habían impedido que Sertorio alcanzara el tribunado siguieron sucediendose, aunque a un nivel superior.
Mitridates, rey del Ponto,habia
sido llevado a la guerra contra Roma por la mala administración y la intensa corrupción de los administradores romanos de Asia Menor.
Durante los primeros años de la
guerra, Mitridates había demostrado ser un muy competente enemigo de Roma, que
se había encontrado paralizada por las revueltas internas e incapaz de enviar
refuerzos hacia el este.
Mitridates fue capaz de expulsar a los romanos de Anatolia y de parte de Grecia.Pero llegó el año 88 a.c., y la
victoria de Roma sobre los pueblos latinos le permitió poner sus ojos en el
este, y preparar una respuesta contra Mitridates.
Como era norma en Roma, el mando
del ejercito que se iba a enviar a Asía Menor
debía corresponder a uno de los cónsules de aquel año. El elegido por el senado
fue Lucio Cornelio Sila, un hombre que tenia gran experiencia militar ya que había combatido
en el norte de Africa, contra los cimbrios en el norte de Europa y en Asía Menor (había sido propretor en Cililia, y había sido
el primer romano que había llegado al Éufrates).
Pero Cayo Mario, su enemigo
declarado, no iba a dejar que Sila se llevara toda la gloria. Durante algunas
semanas,Cayo Mario, de casi 70 años de edad, pudo convencer al tribuno de la plebe,
Publio Sulpicio Rufo ,para cambiar de bando, abandonando a los optimates para convertirse
en defensor de las tesis de los populares.
El objetivo final de Cayo Mario era
arrebatar a Sila el mando del ejercito consular que iba a partir hacia Anatolia , para adjudicárselo el
mismo.Tras unos cuantos asesinatos (incluido
el hijo del otro cónsul,Quinto Pompeyo Rufo ) y varias revueltas populares, Cayo Mario
consiguió su objetivo, y Sila fue relevado del mando del ejército consular.
Pero Sila tampoco se iba a conformar
con la situación. Cuando Mario envió a Capua a sus oficiales a hacerse cargo de
las seis legiones que iban a marchar a Anatolia, los soldados se rebelaron y lapidaron a los oficiles de Mario.
Anfiteatro de Capua.
Los dos consules, Sila y Rufo, se pusieron al mando de las tropas, y marcharon sobre Roma. Fue un momento decisivo
en la historia de la republica romana, nunca antes un cónsul había dirigido su propio ejercito
contra su propia ciudad.Bajo las excusas de “restaurar el orden en la ciudad “y
prevenir la intervencion de bandas de
criminales organizadas”, 30.000 legionarios marcharon sobre Roma.
Mientras ,en Roma,Cayo Mario había
ordenando ejecutar a todos los amigos y familiares que Sila tenía en la ciudad,
en venganza por el asesinato de sus propios oficiales en Capua.Mario intentó defender Roma, pero solo tenía de su lado a la población civil, y Sila
tomó la ciudad con total facilidad, aparte de una docena de legionarios lesionados
por las piedras que lanzaban los ciudadanos desde los tejados.
Sila comenzó a reorganizar los
asuntos de Roma a su completa voluntad.Se restauró a asimismo como general
del ejercito consular, ordenó la ejecucion del tribuno Sulpicio Rufo y de todos
los que habian trabajado con él, y puso precio a la cabeza de Cayo Mario, que había
conseguido escapar de Roma con un considerable número de simpatizantes.
Seguramente Sertorio pudo salvar
la vida gracias a su reciente rechazo de su antigua amistad con Cayo Mario, y no fue
una de las victimas de la venganza de Sila.
Al siguiente año,Sertorio se unió
a la faccion de Lucio Cornelio Cina en su intento
de alcanzar el consulado.Ninguno de los cónsules de aquel año 87 eran de la facción
optimate de Sila, que se vio obligado a exigir un juramente de lealtad a los dos cónsules antes de partir hacia Anatolia.
Ambos consules, Lucio Cornelio Cina y Cneo
Octavio, juraron lealtad a Sila. Muy pronto se hizo evidente que Cina no tenía
ninguna intención de cumplir su juramento.Pero Cneo Octavio pensaba que la mejor
manera de mantener la paz social era dejar las cosas como estaban, y presentó
ante el Senado una ley para que cualquier seguidor de Cayo Mario no pudiera
acceder a los cargos más altos de la administración.Sertorio,como antiguo
seguidor de Cayo Mario,se veía seriamente afectado por esa ley, que iba a impedir su
progreso político, y sus protestas y la
del cónsul Cina solo consiguieron que ambos fueran expulsados de Roma.
Sertorio utilizó su reciente fama
como excelente administrador para reclutar a antiguos legionarios y colocarlos
de nuevo bajo los estandartes de Cayo Mario y Lucio Cornelio Cina.
No se sabe tampoco mucho del rol
que Sertorio llevó a cabo en el ejercito de Lucio Sina. Sabemos que Cayo Mario regresó del exilio en África y pudo reunir
dos legiones formadas mayoritariamente por ex-esclavos y pastores del norte de Italia.
Según Plutarco,Sertorio se opuso a admitir en el ejercito de Lucio Cornelio Cina a las
indisciplinadas tropas de Mario:
“Habiendo regresado Mario del África, y puéstose a las órdenes de Cina,
como correspondía lo hiciese un particular respecto de un cónsul, los demás
eran de opinión de que convenía recibirle; pero Sertorio se opuso, bien fuera
por creer que Cina le atendería menos luego que tuviese cerca de sí a un
militar de más nombre, o bien por la dureza de Mario, no fuera que lo echara
todo a perder”
Pero Cayo Mario fue parte fundamentelal
del ejercito de Cina en el ataque final a Roma.
Sus seguidores en la ciudad portuaria de Ostia asesinaron a la guarnición y entregaron
la ciudad al consul Cina. Por su parte, Sertorio se encargó de la destruccion de todos los
puentes sobre el Tiber, lo que dejaba a la ciudad de Roma totalmente aislada y sin posibilidad de recibir provisiones.
Ostia.
Cneo Octavio se vio obligado a
negociar la rendicion de la ciduad.El senado,
acobardado por la demostración de violencia de los seguidores de Mario , se plegó a todas las exigencias de Cina, que tomó el control absoluto de Roma.
Cina anunció publicamente que no deseaba ser
la causa de ninguna matanza en la ciudad, pero no puso ninguna objeción cuando
sus soldados le entregaron la cabeza de Cneo Octavio,permitiendo que fuera
expuesta en el foro.
El baño de sangre que siguió termino
con la vida de miles de seguidores de Sila, la mayoría asesinados por el
expeditivo método del degollamiento. Sus asesinos no permitían que los
cadáveres fueran retirados de las calles,donde llegaban a permanecer semanas.
Los asesinos eran los legionarios
que Mario había reclutado en el norte
de Italia, pastores y antiguos esclavos, que se dedicaban al saqueo, la
violación y el asesinato, a veces bajo ordenes directas de Mario y otras a su propia
voluntad, mientras Mario miraba hacia otro lado.
Sertorio, un militar de carrera,
estaba especialmente disgustado con la conducta de los hombres de Mario.Y una noche,
mientras los legionarios de Mario acampaban (quizás en el anfiteatro) llevo
hasta alli a sus propios legionarios (reclutados en la Galia durante los años en que Sertorio fue cuestor allí) y masacraron a los asesinos.
“Finalmente, como a los esclavos que tuvo Mario por camaradas en la
guerra, y de quienes se valió después como ministros de tiranía, les hubiese
dado éste más soltura y poder de lo que convenía, concediéndoles o mandándoles
unas cosas, y propasándose ellos a otras con la mayor injusticia, dando muerte
a sus amos, solicitando a sus amas y usando de toda violencia con los hijos, no
pudo Sertorio llevarlo en paciencia, y hallándose reunidos en un mismo
campamento los hizo asaetar a todos, que no bajaban de cuatro mil.”
No conocia ese lado oscuro de Mario. Si sabia que usaba métodos drásticos pero no asi. Muy buen dato.
ResponderEliminartampoco conocia ese lado oscuro de cayo mario
Eliminar