Viene de aquí:
Tras la batalla de Arausio, nada
se interponía entre las hordas de guerreros cimbrios y la republica romana, ya
que el único ejercito capaz de detener la amenaza habia sido exterminado en las
orillas del rio Ródano.
Seguramente lo único que salvo a
la republica romana fue la llegada del invierno, (la batalla se había disputado en la primera semana de octubre) y los
cimbrios seguramente no querrían atravesar los Alpes en condiciones invernales.
En vez de marchar hacia la península italica, prefirieron marchar hacia la península
ibérica, con un clima mas cálido y con
los Pirineos mas fáciles de atravesar en condiciones adversas que los Alpes.
La marcha de los cimbrios dio un
tiempo precioso para que la republica romana reorganizara su ejercito,
colocándolo bajo mando del por segunda vez cónsul Cayo Mario, bajo cuyas órdenes
se colocó Sertorio.
Era absolutamente esencial para
el nuevo cónsul conocer exactamente cuál
era la situacion del enemigo, y para eso era imprescindible tener espías en su
campamento .
El cónsul Cayo Mario eligió para
esa tarea a Sertorio, que se unió a la horda cimbria como un recluta de origen celta.
“Se vistió como vestian los celtas,
y aprendió las bases de su lenguaje, por si fuera necesario utilizarlo , y se
mezclo con los barbaros para ver y escuchar cualquier cosa de importancia”
Plutarco – Vida de Sertorio,capitulo 3
No se sabe cuánto tiempo y donde
estuvo Sertorio mientras estuvo entre los cimbrios. Tampoco se sabe si marchó
con los cimbrios hacia Hispania, o formo parte del grupo de teutones y ambrones
que se separó de los cimbrio y marchó hacia el suroeste de la Galia.
Los cimbrios no fueron bien recibidos
en Hispania.Las tribus celtiberas dieron a los cimbrios el mismo recibimiento que habían dado anteriormente
a los romanos. Pero a los cimbrios les fue peor. A las constantes emboscadas y
el terreno quebrado de la península ibérica se le unía el fuerte calor, algo a
lo que los cimbrios, que llegaban de las frías tierras del atlántico norte, no estaban acostumbrados. No tardaron
mucho en retirarse hacia la costa sur de la Galia, con un clima mucho más benigno,
y allí se volvieron a reunir con teutones
y anbrones.
Su llegada a la zona terminó por
agotar los ya escasos recursos alimenticios, y en el año 102 a.c. todos los
jefes de tribus estuvieron de acuerdo en marchar hacia Italia.Seguramente fuera entonces
cuando Sertorio abandonara su labor de espionaje y volviera al campamento de Cayo Mario,para darle
cuenta de las intenciones de los cimbrios.
Como Sertorio, Cayo Mario provenía del campo ( "Nacido de padres enteramente oscuros, pobres y jornaleros, de
los cuales el padre tenía su mismo nombre, y la madre se
llamaba Fulcinia" ,a decir de Plutarco) y había
marchado a Roma en busca de fortuna.
Cayo Mario.
Había nacido en Arpino, en la misma localidad
donde nacería Cicerón años después. Pero, seguramente Cayo Mario pertenecía
a alguna familia con raices aristocratas, ya que más tarde casaría con Julia, una patricia
de la familia Julii Caesares, la familia del que mas tarde seria general y
dictador de Roma ,Cayo Julio Cesar.
Como Sertorio, Cayo Mario eligió la
carrera militar, en primer lugar en la campaña de Numancia, contra los celtiberos,
en el año 133 a.c., a las órdenes de Escipion Emiliano. A su vuelta a Roma
obtuvo el patronazgo del aristócrata Cecilio Metelo, que lanzo su carrera política.
Al igual que Sertorio,Cayo Mario no era especialmente
brillante en la retorica, pero era astuto y tenia una gran determinación:
rápidamente se dio cuenta de las posibilidades que se abrían ante él, e ideó
un plan en el que su mentor Cecilio Metelo no iba a tener sitio.
Gracias al apoyo de Metelo, Mario gano las elecciones a tribuno de la plebe, y con ello, el ingreso
en el senado. Pero una vez allí, Mario dejó claro que no iba a convertirse en un
títere de Metelo, y se unió a la facción populista del senado,
ganándose así el apoyo de la plebe y el rechazo de los aristócratas.
Sin el apoyo de los aristocratas, no fue elegido edil (se habia ganado muchos poderosos enemigos),
aunque pudo alcanzar la pretura como ultimo pretor (de seis) y con acusaciónes
de haber cometido cohecho y soborno.
Teoricamente, el soborno era
ilegal en Roma, pero eso no impedia que la inmensa mayoría de los magistrados
romanos lo usaran a menudo cada vez que querían conseguir o renovar un mandato.Pero
aun asi, era un delito grave, y Cayo Mario solo se salvo gracias a ciertas
argucias legales de su abogado, consiguiendo su total absolución de los cargos
por un empate en el número de votos de los jueces que le juzgaban.
Con su nombre limpio, Cayo Mario
se hizo cargo de una de las pretorias el año 115 a.c., un periodo en el que no
se hizo notar excesivamente y realizó un trabajo aceptable a decir de Plutarco:
“Nada hizo en la Pretura digno de particular alabanza”.
Mario había servido como propretor
(gobernador provincial) en la Hispania Ulterior, como Sertorio haría años después.
Más honesto y mucho más competente que sus antecesores en el cargo, Mario
organizo el trabajo en las minas de plata del sur de la península y termino con el bandidaje.
Tras derrotar a Jugurta en el norte de Africa, Mario volvió a Roma, y era tan
popular que la presion de la opinión pública consiguió que se le
asignara un nuevo periodo como cónsul mientras aun estaba combatiendo en África,
algo totalmente ilegal para las leyes romanas,que exigian la presencia fisica del individuo que iba a ser nombrado consul.
La amenaza de los cimbrios se
difuminó por completo en el año 101 a.c., en la batalla de Vercelae, y a su fin, Cayo Mario marchó a Asia
menor y Sertorio a Hispania, como tribuno militar.
Cayo Mario celebra el triunfo en Vercelae.
Enviado a Cástulo a (5 kilómetros
de Linares), una ciudad que los romanos poseian desde los tiempos de la segunda
guerra punica, Sertorio debia enfrentarse a una dura tarea.Cástulo era una de
las ciudades más ricas de la Hispania Ulterior, gracias a sus minas de plata.
Pero esa riqueza había corrompido la moral de la guarnición romana de la ciudad,
que, según Plutarco: “en medio de tanta abundancia, los soldados habían
abandonado toda pretensión de disciplina y pasaban la mayor parte de su tiempo totalmente
borrachos”. Era urgente devolver a la guarnicion a
la obediencia y la disciplina, ya que las tribus locales empezaban a
percibir la debilidad de los romanos y esperaban
el momento apropiado para rebelarse.
Quizás Sertorio no tenía la
experiencia necesaria para el cargo que iba a ocupar,o llego demasiado tarde y cuando llegó a Cástulo la rebelión ya estaba en marcha.
Termas romanas de Cástulo.
Los oretanos de Cástulo llamaron
en su ayuda a los vecinos de una ciudad cercana. Aprovechando que la guarnición dormía
la borrachera en sus aposentos, los ciudadanos abrieron las puertas de la
ciudad y dejaron entrar a los vecinos. Cuando los soldados de la guarnición se
despertaron, se dieron cuenta que sus ejercicios matutinos iban a involucrar lidiar con unas cuantas espadas
oretanas.
La mayoría de la guarnición no se
lo pensó y escapó (seguramente tenían sus aposentos en barracones fuera de la ciudad).
Sertorio se dedicó a restaurar el
orden y la paz a la manera tradicional romana, es decir, a sangre y fuego.
Ordeno
asegurar todas las salidas de la ciduad, y una vez los oretanos no tuvieron escapatoria,
las tropas de Sertorio se dedicaron a exterminar metódicamente a cualquier
hombre en edad militar.
Tras hacer un recuento de los cadaveres,Sertorio se percató que había
mas cadáveres que oretanos estaban registrados en la ciudad.Y marcho sobre la ciudad
vecina (¿quizás Iliturgi ? ).
Ordenó a sus hombres vestir las armaduras y corazas de
los enemigos muertos.Cuando los ciudadnos de la ciudad vecina abrieron las
puertas para dar la bienvenida a quienes creían ser sus guerreros cargados de
botin,se dieron cuenta demasiado tarde que ellos mismos iban a convertirse en botín de los romanos,al menos,
los pocos que sobrevivieron a la matanza :
"Con la vista de las armas logró que estos otros se engañaran,
y hallando abierta la puerta se le vinieron a las manos gran
número de habitantes, que creían salir a recibir a sus
amigos y conciudadanos, que volvían después de conseguido su
intento; así fue que muchos recibieron la muerte en la misma
puerta, y otros que se entregaron fueron vendidos como
esclavos".
Pero este violento episodio era
uno mas de los muchos que ocurrían en aquellos años en Hispania,donde los engaños
y emboscadas se producían entre todos los bandos, que cambiaban según las circunstancias
muy a menudo. Y Sertorio había enseñado a las numerosas y belicosas tribus
locales que sus legionarios también eran capaces de participar con éxito en la contienda,
sin limitarse a la estricta disciplina tactica del ejercito romano al que pertenecían.
El nombre de Sertorio comenzó a
hacerse conocido en pueblos y ciudades de toda Hispania.
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