lunes, 12 de febrero de 2018

Sertorio, rebelde con causa ( 2ª parte)






Viene de aquí:


  Tras la batalla de Arausio, nada se interponía entre las hordas de guerreros cimbrios y la republica romana, ya que el único ejercito capaz de detener la amenaza habia sido exterminado en las orillas del rio Ródano.


  Seguramente lo único que salvo a la republica romana fue la llegada del invierno, (la batalla se había disputado  en la primera semana de octubre) y los cimbrios seguramente no querrían atravesar los Alpes en condiciones invernales. En vez de marchar hacia la península italica, prefirieron marchar hacia la península ibérica, con un clima  mas cálido y con los Pirineos mas fáciles de atravesar en condiciones adversas que los Alpes.


  La marcha de los cimbrios dio un tiempo precioso para que la republica romana reorganizara su ejercito, colocándolo bajo mando del por segunda vez cónsul Cayo Mario, bajo cuyas órdenes se colocó Sertorio.


  Era absolutamente esencial para el nuevo cónsul  conocer exactamente cuál era la situacion del enemigo, y para eso era imprescindible tener espías en su campamento .


  El cónsul Cayo Mario eligió para esa tarea a Sertorio, que se unió a la horda cimbria como un recluta de origen celta.


  “Se vistió como vestian los celtas, y aprendió las bases de su lenguaje, por si fuera necesario utilizarlo , y se mezclo con los barbaros para ver y escuchar cualquier cosa de importancia”



Plutarco – Vida de Sertorio,capitulo 3


  No se sabe cuánto tiempo y donde estuvo Sertorio mientras estuvo entre los cimbrios. Tampoco se sabe si marchó con los cimbrios hacia Hispania, o formo parte del grupo de teutones y ambrones que se separó de los cimbrio y marchó hacia el suroeste de la Galia.


  Los cimbrios no fueron bien recibidos en Hispania.Las tribus celtiberas  dieron a los cimbrios el  mismo recibimiento que habían dado anteriormente a los romanos. Pero a los cimbrios les fue peor. A las constantes emboscadas y el terreno quebrado de la península ibérica se le unía el fuerte calor, algo a lo que los cimbrios, que llegaban de las frías tierras del atlántico  norte, no estaban acostumbrados. No tardaron mucho en retirarse hacia la costa sur de la Galia, con un clima mucho más benigno, y allí se volvieron a  reunir con teutones y anbrones.


  Su llegada a la zona terminó por agotar los ya escasos recursos alimenticios, y en el año 102 a.c. todos los jefes de tribus estuvieron de acuerdo en marchar hacia Italia.Seguramente fuera entonces cuando Sertorio abandonara su labor de espionaje y  volviera al campamento de Cayo Mario,para darle cuenta de las intenciones de los cimbrios.


  Como Sertorio, Cayo Mario  provenía del campo  ( "Nacido de padres enteramente oscuros, pobres y jornaleros, de los cuales el padre tenía su mismo nombre, y la madre se llamaba Fulcinia" ,a decir de Plutarco) y  había marchado a  Roma en busca de fortuna.

 Cayo Mario.

 Había nacido en Arpino, en la  misma localidad donde nacería Cicerón  años después. Pero, seguramente Cayo Mario pertenecía a alguna familia con raices aristocratas, ya que más tarde casaría con Julia, una patricia de la familia Julii Caesares, la familia del que mas tarde seria general y dictador de Roma ,Cayo Julio Cesar. 


  Como Sertorio, Cayo Mario eligió la carrera militar, en primer lugar en la campaña de Numancia, contra los celtiberos, en el año 133 a.c., a las órdenes de Escipion Emiliano. A su vuelta a Roma obtuvo el patronazgo del aristócrata Cecilio Metelo, que lanzo su carrera política.


  Al igual que Sertorio,Cayo Mario no era especialmente brillante en la retorica, pero era astuto y tenia una gran determinación: rápidamente se dio cuenta de las posibilidades que se abrían ante él, e ideó un plan en el que su mentor Cecilio Metelo no iba a tener sitio.


  Gracias al apoyo de Metelo, Mario gano las elecciones a tribuno de la plebe, y con ello, el ingreso en el senado. Pero una vez allí, Mario dejó claro que no iba a convertirse en un títere de Metelo, y se unió a la facción populista del senado, ganándose así el apoyo de la plebe y el rechazo de los aristócratas.


   Sin el apoyo de los aristocratas, no fue elegido edil (se habia ganado muchos poderosos enemigos), aunque pudo alcanzar la pretura como ultimo pretor (de seis) y con acusaciónes de haber cometido cohecho y soborno.


  Teoricamente, el soborno era ilegal en Roma, pero eso no impedia que la inmensa mayoría de los magistrados romanos lo usaran a menudo cada vez que querían conseguir o renovar un mandato.Pero aun asi, era un delito grave, y Cayo Mario solo se salvo gracias a ciertas argucias legales de su abogado, consiguiendo su total absolución de los cargos por un empate en el número de votos de los jueces que le juzgaban.


  Con su nombre limpio, Cayo Mario se hizo cargo de una de las pretorias el año 115 a.c., un periodo en el que no se hizo notar excesivamente y realizó un trabajo aceptable a decir de Plutarco: “Nada hizo en la Pretura digno de particular alabanza”.


  Mario había servido como propretor (gobernador provincial) en la Hispania Ulterior, como Sertorio haría años después. Más honesto y mucho más competente que sus antecesores en el cargo, Mario organizo el trabajo en las minas de plata del sur de la península  y termino con el bandidaje.


  Tras derrotar a Jugurta en el norte  de Africa, Mario volvió a Roma, y era tan popular  que la presion de  la opinión pública consiguió que se le asignara un nuevo periodo como cónsul mientras aun estaba combatiendo en África, algo totalmente ilegal para las leyes romanas,que exigian la presencia fisica del individuo que iba a ser nombrado consul.


  La amenaza de los cimbrios se difuminó por completo en el año 101 a.c., en la batalla de  Vercelae, y a su fin, Cayo Mario marchó a Asia menor y Sertorio a Hispania, como tribuno militar.

 Cayo Mario celebra el triunfo en Vercelae.


  Enviado a Cástulo a (5 kilómetros de Linares), una ciudad que los romanos poseian desde los tiempos de la  segunda guerra punica, Sertorio debia enfrentarse a una dura tarea.Cástulo era una de las ciudades más ricas de la Hispania Ulterior, gracias a sus minas de plata. Pero esa riqueza había corrompido la moral de la guarnición romana de la ciudad, que, según Plutarco: “en medio de tanta abundancia, los soldados habían abandonado toda pretensión de disciplina y pasaban la mayor parte de su tiempo totalmente borrachos”. Era urgente devolver a la guarnicion a  la obediencia y la disciplina, ya que las tribus locales empezaban a percibir  la debilidad de los romanos y esperaban el momento apropiado para rebelarse.


  Quizás Sertorio no tenía la experiencia necesaria para el cargo que iba a ocupar,o llego demasiado tarde y cuando llegó a  Cástulo la rebelión ya estaba en marcha.

 Termas romanas de Cástulo.


  Los oretanos de Cástulo llamaron en su ayuda a los vecinos de una ciudad cercana. Aprovechando que la guarnición dormía la borrachera en sus aposentos, los ciudadanos abrieron las puertas de la ciudad y dejaron entrar a los vecinos. Cuando los soldados de la guarnición se despertaron, se dieron cuenta que sus ejercicios matutinos iban a  involucrar lidiar con unas cuantas espadas oretanas.


  La mayoría de la guarnición no se lo pensó y escapó (seguramente tenían sus aposentos en barracones fuera de la ciudad).


  Sertorio se dedicó a restaurar el orden y la paz a la manera tradicional romana, es decir, a sangre y fuego.

  Ordeno asegurar todas las salidas de la ciduad, y una vez los oretanos no tuvieron escapatoria, las tropas de Sertorio se dedicaron a exterminar metódicamente  a cualquier hombre en edad militar.


  Tras hacer un recuento de los cadaveres,Sertorio se percató que había mas cadáveres que oretanos estaban registrados en la ciudad.Y marcho sobre la ciudad vecina (¿quizás Iliturgi ? ).


  Ordenó sus hombres vestir las armaduras y corazas de los enemigos muertos.Cuando los ciudadnos de la ciudad vecina abrieron las puertas para dar la bienvenida a quienes creían ser sus guerreros cargados de botin,se dieron cuenta demasiado tarde que ellos mismos iban a  convertirse en botín de los romanos,al menos, los pocos que sobrevivieron a la matanza :
  
  "Con la vista de las armas logró que estos otros se engañaran, y hallando abierta la puerta se le vinieron a las manos gran número de habitantes, que creían salir a recibir a sus amigos y conciudadanos, que volvían después de conseguido su intento; así fue que muchos recibieron la muerte en la misma puerta, y otros que se entregaron fueron vendidos como esclavos".

 

  Pero este violento episodio era uno mas de los muchos que ocurrían en aquellos años en Hispania,donde los engaños y emboscadas se producían entre todos los bandos, que cambiaban según las circunstancias muy a menudo. Y Sertorio había enseñado a las numerosas y belicosas tribus locales que sus legionarios también eran capaces de participar con éxito en la contienda, sin limitarse a la estricta disciplina tactica del ejercito romano al que pertenecían.


  El nombre de Sertorio comenzó a hacerse conocido en pueblos y ciudades de toda Hispania.



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