Posiciones iniciales.
Viene de aquí:
“Eso fue ayer, hoy estamos aquí.”
Efectivamente, era verdad. Tras
una marcha forzada de más de 110 kilómetros en solo 50 horas, el III cuerpo de ejercito del mariscal Davout había llegado justo a tiempo para mantener el flanco
derecho francés.
Al conocer la llegada del III cuerpo
de Davout, las columnas ruso-austriacas
que habían tomado Sokolnitz y Telnitz y tenían la intención de marchar hacia el
norte para seguir presionando al flanco derecho frances, vacilaron, y se
detuvieron.
Mientras tanto, en el valle, Napoleón
observaba en silencio las colinas de Platzen. Ocultas a su
espalda, esperaban la Guardia Imperial, la division de granaderos del general Oudinot y
la caballería de Murat, lo mejor de la Grande Armee.
Con ellos también se encontraban
los soldados del I cuerpo de ejercito de Bernadotte, 11.000 soldados que habian recorrido los más de 70 kilómetros que había
entre Iglau y Brunn durante la noche, a paso ligero. Así, Napoleón contaba entonces
con 75.000 hombres y 157 cañones,contra los 73.000 hombres y 318 cañones de la coalición
aliada.
Napoleón se dirigió al mariscal Soult, y le pregunto cuánto tardaría en llegar a las colinas de Preutzen."Menos de
20 minutos", contesto el mariscal."Entonces ponte en marcha, pero espera un cuarto
de hora antes de avanzar."
Napoleon ordena a Soult avanzar sobre las colinas de Pratzen.
A las 9 de la mañana,los tambores comenzaron
a repiquetear el pas de charge, y las dos divisiones del IV cuerpo de ejercito de Soult se pusieron en marcha.Apoyados por el I cuerpo de ejercito de Bernadotte en su flanco izquierdo, las columnas
francesas surgieron de la niebla matinal
y comenzaron a subir por las colinas.
Los sorprendidos soldados rusos trataron
de repelar el ataque,mientras Ktuzov trataba de agrupar la retaguardia
de las tropas de Milodarovich, para enviarlas en apoyo de las tropas que defendian las colinas ,pero pocas unidades lo consiguieron. A las 9 y media, los estandartes del ejercito francés
ondeaban en las colinas de Pratzen, mientras las tropas de la coalicion retrocedían
en desorden hacia la localidad de Austerlitz.
A las 10 y media, Kutusov, que sabía de la
importancia de dominar las colinas de Pratzen, lanzó un contrataque.El
inteligente despliegue de los seis poderosos cañones de 12 libras de los que disponían las baterías del IV cuerpo de ejercito en las
alturas de Platzen evito que la línea
defensiva francesa pudiera ser superada.
Cañon Griveaubal de 12 libras.
A la 1 de la tarde se produjo un nuevo intento
ruso, esta vez a cargo de la caballería de la guardia imperial del zar,
liderada por el gran duque Constantin Pavlovich.
Los jinetes rusos lograron
escapar al fuego graneado de la artilleria, y alcanzaron la cumbre,
desbaratando la línea defensiva francesa. La infantería de Soult abandono la
cumbre de Platzen, y cuando la caballeria rusa se reagrupaba para continuar su carga, Napoleón ordenó a la caballeria de la guardia imperial del mariscal Bessieres detener
a la caballería rusa.Tambien ordenó a Murat intentar aprovechar el cada vez mas
grande hueco que se abría entre el flanco derecho aliado y el centro.
Tres mil jinetes de la
caballeria de Murat se lanzaron sobre la localidad de Blasowitz,pero se vieron
sorprendidos por 5000 jinetes de la caballería rusa del general Bagration.Murat
se vio obligado a utilizar su reserva, los
coraceros del general Nansouty, que formaron una línea de 600 metros de longitud
y se lanzaron al galope sobre el flanco izquierdo de la caballeria aliada.El
choque entre ambas caballerías apenas duro cinco minutos de frenética lucha,
hasta que la caballería aliada no pudo aguantar la presión y comenzó a retirarse.
"La carga de los coraceros", obra de Paul Leon Jazet.
En el sur, Napoleón había enviado
a los granaderos del general Oudinot a intentar recuperar la localidad de Sokolnitz. Dos regimientos de granaderos y caballería ligera del IV cuerpo de ejército
asaltaban Sokolnitz a las 10 de la mañana, tomando dos estandartes y seis
cañones rusos.
Dejando uno de los regimientos de granaderos de guarnición en Sokolnitz,el resto de las tropas del flanco derecho
frances al mando del brigadier Lochet se dirigieron a intentar tomar el castillo
de Sokolnitz, un punto fuerte para utilizar como base y punto de reunión
para futuros ataques.
Pero cuando las tropas francesas
del brigadier Lochet empezaban a cruzar
el rio Goldbach, un contraataque aliado de las tropas del general Langeron sobre Sokolnitz expulsaron a los granaderos
del 48 regimiento allí guarnicionados.
Lochet y sus tropas no tuvieron mas remedio
que volver a Sokolnitz.Durante el resto de la mañana se sucedió una serie de
ataques y contraataques entre 35.000 soldados aliados y 8000 infantes y 2000
jinetes franceses, en una terrible batalla de
desgaste.
Al mediodía la batalla se inclinaba
decididamente de lado francés. En el flanco izquierdo, Lannes y Murat, con
apoyo de Bernadotte,habían conseguido primero contener y después aislar a las tropas
del general Bagration,en el flanco derecho aliado.En el centro,Soult mantenía a
duras penas el dominio de las colinas de Pratzen.Y en el flanco derecho, la llegada de las tropas del mariscal Davout había logado contener el avance aliado,
apoyado por los granaderos de Oudinot que habían logrado cerrar el hueco que se
había producido entre la derecha y el centro de la línea francesa.
La victoria de la Grande Armee
estaba prácticamente asegurada, solo quedaba saber que alcance tendría, si
seria definitiva o no.
El primer movimiento de Napoleón
debía servir para rodear y destruir el flanco izquierdo aliado.Para ello,
Bonaparte saco a las tropas de Bernadotte del norte y lo movió hacia el centro, junto con la guardia imperial,formando una reserva tactica.
El cuartel general de la Grande Armee se movió a las colinas de Pratzen para divisar toda la amplitud del campo de batalla.Tras unos minutos de observación, Napoleón ordeno al centro francés
virar hacia la derecha, para encarar el flanco izquierdo aliado, donde solo había
un obstáculo que se interponia entre las tropas francesas y la victoria.
Era la formidable guardia imperial
rusa, infantería y caballería, que había salido de su posición de reserva en la retaguardia aliada
para marchar hacia el centro del frente, para intentar tapar el hueco con el flanco
sur aliado.
A la 1 de la tarde, el gran duque Ferdinand se ponía a la cabeza de 4 batallones de infantería de la guardia imperial
rusa, y marchaba contra las posiciones que ocupaban los cansados (y faltos de pólvora)
hombres del general Vandomme.