Viene de aquí:
Las incursiones de la caballería
ligera de Filipicus causaron serios problemas de aprovisionamiento a las tropas
persas del general Shahin, que se vio obligado a
abandonar Calcedonia para salir en busca del anciano general bizantino.
Filipicus pudo evadir la
persecución y regresar a Constantinopla, pero no pudo eludir los estragos del tiempo,
enfermando y muriendo poco después, privando a Heraclio de uno de sus mejores
generales.
Con la perdida de Jerusalén y el
avance sasánida hasta el Bósforo, Heraclio se vio obligado a intentar negociar un armisticio con el rey Cosroes.
Sabiendo que Cosroes no reconocía su autoridad y no lo reconocía como emperador de Bizancio,
Heraclio envió a parlamentar con el persa al prefecto del pretorio de Constantinopla, Olimpius, y al edil de la ciudad, Leoncio, para entregar una carta a Cosroes en nombre del pueblo y el senado de Roma.
Con sus tropas avanzando por
todos los frentes y con la intención clara de dominar todo el imperio romano de oriente, es poco probable que Cosroes estuviera interesado en un acuerdo negociado.
Además, el interés del rey Cosroes no estaba en esos momentos en Bizancio, sino
en Egipto.
Las incursiones de Filipicus en Capadocia habían conseguido retrasar las intenciones de los persas sasanidas en
lo que hoy es Turquia, pero la captura de Jerusalén iba a convertir a la ciudad Santa en un trampolín para invadir Egipto.
Apenas hay información sobre esa invasión,
pero se sabe que el general Sharhbaraz comenzó la campaña en Egipto atacando y
capturando la ciudad egipcia de Pelusium
en el año 616.
Ruinas de Pelusium, actual Tel El Farama.
Desde Pelusium, las tropas de Sharhbaraz se apoderaron del delta del Nilo, ocupando la ciudad de Nikiou y la
fortaleza de Babilonia, que hoy se localiza en la parte antigua de el Cairo.
La táctica persa de negociar capitulación
sin represalias, y saqueos y rendiciones sin sangre ayudaron decisivamente a su
rápido avance hacia Alejandría, mientras que la voluntad de los cristianos egipcios por capitular seguramente
había sido influida por los relatos de lo que había ocurrido en Jerusalén, relatos
que los refugiados que habían huido de allí no cesaban de contar a todos
aquellos que quisieran oírlo.
Fortaleza de Babilonia,en El Cairo.
Heraclio había confiado la
defensa de Egipto a Nicetas.Seguramente había tenido que lidiar con una gran
inferioridad numérica además de una seria escasez de recursos.Asi, era poco probable
que los bizantinos desearan enfrentarse
a los persas en una batalla en campo abierto, confiando en cambio en su extraordinaria caballería
ligera para atacar las lineas de aprovisionamiento persas, y en la fortaleza de las defensas de Alejandría.
Nicetas tuvo una seria disputa
con Juan, el patriarca de los monofisitas coptos de Egipto, que se negaba a ayudarlo,
debido a las constantes tensiones y disturbios protagonizados por los coptos, poco amigos del gobierno imperial.
Los esfuerzos defensivos de Nicetas se vieron además entorpecidos por los disturbios civiles de Creta, que
interrumpieron las comunicaciones marinas entre Egipto y Bizancio.
A pesar de los problemas, parece
que Nicetas resistió en Alejandría más de un año el asedio persa, hasta ser traicionado en el año 619 por alguien que informo a los atacantes de un
canal en desuso que pasaba por debajo de
las murallas de Alejandría, lo que permitió a los persas asaltar y tomar la ciudad.
Restos de la muralla bizantina de Alejandria.
El saqueo posterior fue brutal, aunque Nicetas y el patriarca Juan pudieron escapar a la masacre y escapar a
Chipre.
Con Alejandría asegurada, Shahrbaraz continúo ocupando el resto de Egipto, y para el año 621 apenas
quedaban algunos pocos focos de resistencia bizantina.
Pero los persas no eran los
únicos enemigos que progresaban en territorio bizantino.Con el Danubio prácticamente indefenso tras la deserción de
tracios e ilirios, entre los años 613 y 616 los avaros invadían Panonia, Dacia
y Dardania, obligando a miles de
refugiados a buscar la seguridad tras las murallas de Tesalónica y Constantinopla.
La ruptura de la frontera del Danubio
por los avaros permitió a otros pueblos eslavos establecerse en los Balcanes y
en Grecia, situación que no se revertiría hasta que las tropas del emperador Nicéforo
I no las recuperaran en el siglo IX.
También se vio obligado el emperador
Heraclio a aceptar la perdida de la España bizantina, cuando el rey visigodo Sisebuto
reconquistaba Malaca y Asido (actual Medina Sidonia) en el año 615.
Asido (Medina Sidonia).
Las posesiones bizantinas en Italia
también estaban en peligro debido a la cada vez más acuciante presion de los lombardos y al hecho que el papado cada
vez era más independiente.
El exarca de Ravena , representante del emperador
bizantino en Italia, Juan Lemigio, fue asesinado en el año 615. Su sucesor en el cargo, el
eunuco Eleuterio, condenó a muerte a todos los implicados en el asesinato de Juan Lemigio, arreglo más o menos las relaciones del imperio bizantino con el papado
y derrotó a un ejercito rebelde al mando de
Juan de Conza.Tomo Nápoles y ordeno pasar a cuchillo a todos los seguidores
del rebelde Juan.
A continuación llego a un acuerdo
con los lombardos, que concedieron la paz a cambio de un jugoso tributo anual.
Aprovechando los problemas del
emperador Heraclio con los persas, el eunuco y exarca Eleuterio se rebeló y se
autoproclamo emperador en el año 619, con la intención de capturar Roma y convertirla
en la capital de su reino, el renacido imperio romano de occidente.
Pero, al año siguiente, mientras
trataba de convencer al papa Bonifacio para que legitimara la corona, fue
capturado y decapitado en la fortaleza de Luciolis, se cree que por agentes de
Heraclio, ya que fue a él a quien enviaron la cabeza del eunuco.
Un imperio como el bizantino que apenas 50 años antes controlaba prácticamente
todo el Mediterráneo ,se encontraba que todas sus posesiones estaban amenazadas
por los enemigos exteriores. Ni siquiera Cosntantinopla, la capital del imperio,
estaba a salvo, con la amenaza de los persas
por el este y los avaros desde el oeste.
Heraclio estaba tan preocupado
por la situación que incluso estuvo a
punto de trasladar la capital del imperio a Cartago. Fue persuadido de hacerlo,
pero el simple hecho de que el emperador considerara aunque fuera momentaneamente
abandonar su capital pone de relieve lo preocupante de la situación.
Desde la derrota de las tropas
bizantinas en las afueras de Antioquia en el año 613, Heraclio no había
abandonado Constantinopla, en parte obligado por el avance de sus enemigos exteriores,
pero también por los problemas que causaban las distintas facciones políticas o
religiosas del interior de la capital bizantina.
Heraclio dedico los siguientes
años, entre 622 y 624, aprox. a asegurarse la lealtad tanto de las distintas facciones
políticas como de las mas altas esferas del ejercito bizantino. Se aseguró unos
cuantos años de paz con los avaros a base
de regarlos con enormes cantidades de oro y joyas, muchas de ellas "cedidas" por
las iglesias de Constantinopla, incluida Santa Sofía.
El emperador dedicaba gran parte
de su tiempo en labores de inteligencia militar, para conocer las capacidades
de sus enemigos persas, además de las de su propio ejercito.Los agentes bizantinos
comenzaron a tomar contacto con oficiales
descontentos del ejercito persa, incluso se produjo algún contacto en persona de agentes bizantinos con el
general persa Shahrbaraz.
Dado que el ejercito persa no era
en absoluto homogéneo (además de persas había árabes, armenios,egipcios,etc ),
Heraclio tenia la esperanza de atraer a algunos ellos a su lado.Sabia que era más
barato y menos arriesgado tratar de corromper
a sus enemigos que enfrentarse a ellos en el campo de batalla, y a ello dedico muchos esfuerzos,
sobre todo económicos.
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