Viene de aquí :
La opinión de Cleopatra no satisfacía a los generales de Marco Antonio, ya que la reina egipcia propuso fortificar las mejores posiciones de sus tropas y desplegar fuertes guarniciones allí, mientras el resto volvían a Egipto, acompañando a Marco Antonio.
Los temores de Cleopatra, que afirmaba estar inquieta por unos malos augurios , afectaron a Antonio, que comenzó a sospechar de todos los que le rodeaban. Entre otros, Antonio ordeno torturar y ejecutar a Imblichus, rey de una tribu llegada de la península arábiga. Mientras, seguía sufriendo deserciones de altos dignatarios, entre ellos Amintas de Galacia, que había sido enviado a Tracia y Macedonia para reclutar mercenarios. Una vez allí, Amintas ofreció sus servicios a Octavio
Tetradracma de plata de Amintas de Galacia.
Militar con muchos años de experiencia, la mayoría de ellos sirviendo al propio Marco Antonio, Cneo Domicio Enobarbo no podía soportar que sus recomendaciones y avisos sobre la situación militar fueran siempre desechados por las opiniones de la reina de Egipto. Así, una noche salió del campamento de Marco Antonio y se deslizo nadando en silencio por el canal , hasta que se presentó frente a Octavio.
Marco Antonio se sintio profundamente afectado por la traicion de Enobarbo, pero tenia mucho respeto por el, y le envió a sus esclavos y sus efectos personales en una barca.
Durante meses, ambos combatientes jugaron un juego de nervios. Ambos se preparaban para el combate y provocaban al contrario, pero ninguno se decidía a atacar.
Pero las tablas no podían durar eternamente, y ninguno de los oponentes quería prolongar la espera hasta la llegada de otro invierno.
El plan de Octavio consistía en atraer a la flota de Marco Antonio fuera del estrecho de Ambracia, para atraparlos con los navíos de su flota, mas rápidos y manejables. Pero Agripa temía que los navios de Marco Antonio pudieran escapar gracias al mayor tamaño de sus velas.
El objetivo de Marco Antonio y Cleopatra esta menos claro, y ha sido debatido durante siglos por historiadores antiguos y modernos.
Los historiadores de antes del siglo XIX ven a Marco Antonio determinado a ganar la batalla, confiando en sus navíos más grandes y en sus más expertos soldados.
Por su parte, los más modernos historiadores creen que la intención de Marco Antonio , que se sabía encerrado, era escapar del golfo de Ambracia con la mayor cantidad posible de navios, soldados y tesoros, para buscar otro sitio y otro lugar en donde combatir la última batalla.
Casio Dion describe otro consejo de guerra de los oficiales de Marco Antonio, en el que Cleopatra impone su opinión de que ,tanto ella como marco Antonio deben escapar hacia Egipto, mientras las tropas se quedan a combatir en una batalla naval.
Algunos de los oficiales ruegan a Cleopatra que permita que Antonio se quede a combatir una batalla en tierra firme, quizás en Tracia o Macedonia, pero la reina insiste en escapar cuando surja la oportunidad. Y dio la orden de cargar el tesoro real egipcio en sus naves.
Como a menudo sucede, los planes mejor preparados suelen ser alterados por la climatología.
El 29 de agosto, una fuerte borrasca cayó sobre el mar Jónico y el golfo de Ambracia.los fuertes vientos impidieron las maniobras de ambas flotas, pero causaron mas estragos en la flota de Antonio, anclada en el golfo de Ambracia, que en la de Agripa, anclada en la bahía de Gomaros.
Cuando los soldados se despertaron al amanecer del quinto dia de borrasca, las nubes se habían marchado, dejando una leve brisa y un mar totalmente en calma.
Era el día 2 de septiembre del año 31, una fecha que sería recordada a lo largo de los tiempos y un día que iba a cambiar la historia de Occidente para siempre.
Los ejércitos en disputa eran enormes. En tierra firme, Octavio disponía de 80.000 infantes y 12.000 jinetes, bajo el mando de Tito Estatilio Tauro, mientras Antonio tenía 120.000 infantes y 10.000 de caballería al mando de Publio Canidio Craso.
Aunque los números de los ejércitos en tierra no iban a importar, la batalla se iba a decidir en el agua.
Llegando desde Judea, el rey Herodes había llevado consigo un ejercito, decenas de grandes cofres repletos de monedas de oro y un navío repleto de grano , pero Cleopatra persuadió a Antonio para que enviara al rey judío a Arabia.
Octavio había entregado el mando de la flota a Agripa , una flota que se estima tenia entre 230 y 250 navíos, aunque algún historiador de la época afirma que Agripa tenía mas de 400 navíos, muy similares en diseño a los utilizados por Sexto Pompeyo.
En las cubiertas de los navíos de Agripa se apelotonaban los soldados de ocho legiones y cinco cohortes pretorianas, y una flotilla de pequeñas barcas se encargarían de transportar los mensajes entre los distintos navios .
En contraste con la experiencia de Agripa, experto en la tactica de los combates navales, Antonio, que no tenía ninguna experiencia de combate naval ,decidió seguir confiando en los navíos mas grandes y pesados.
Aparentemente, su decisión se habia basado en el estudio de las batallas que Agripa había vencido contra Sexto Pompeyo, donde había demostrado la superioridad de los navios grandes repletos de infantes sobre los mas ligeros y pequeños.
Pero Antonio habia olvidado el uso de los máquinas de guerra que Agripa solía colocar en sus navíos, y la escasa experiencia de sus infantes en la guerra naval.
Las fuentes de la época disienten grandemente sobre el numero de navios de los que Marco Antonio disponía. Según Plutarco, Antonio disponia de 500 navíos, pero Floro afirma que Antonio no tenía mas de 200, y Osorio da un numero exacto de 170 navios.
Quizas tan gran discrepancia venga del hecho que Antonio se había visto obligado a incendiar y hundir toda la flota de Cleopatra, excepto 60 de sus navíos, debido a que sus tripulaciones habían fallecido o estaban gravemente enfermas debido a las epidemias, o habian desertado masivamente.
Orosio recuerda que la borda de algunos de los quinquerremes, los mas grandes navios de Marco Antonio ,sobresalían mas de 8 metros de la superficie del mar, y habian sido equipados con una especie de torres construidas con madera y protegidas con pieles mojadas, desde la que podrían combatir los infantes como si estuvieran combatiendo detrás de muros.
Además, contra el consejo de los capitanes de sus naves, Marco Antonio habia ordenado que los mastiles y velas fueran transportados en sus respectivos navíos, lo que los hacia aun más pesados
(Continuara…)