Viene de aquí:
Como imperio marítimo, Gran
Bretaña había dado tradicionalmente prioridad al mantenimiento de una poderosa armada,
mientras utilizaba al ejército de tierra como una fuerza de policía
colonial,trasladandola rápidamente a cualquier parte de su imperio en problemas.
Las humillantes derrotas sufridas
por los ejércitos británicos en las primeras fases de la guerra de los Boers y
el aumento de la militarización del imperio alemán obligo a la rápida
modernización del ejército en la década
de 1900-1910.
Aunque muy pequeño en comparación
con los enormes ejércitos de las potencias del continente europeo (Rusia, Francia, Alemania, etc,) el ejercito britanico, compuesto en un 70 % de voluntarios,
estaba bien equipado y entrenado a un muy alto nivel.
El entrenamiento intensivo de la infantería
británica había conseguido que el infante británico pudiera disparar 15 veces
por minuto con un alto porcentaje de acierto, una potencia de fuego que
permitió detener por si sola los ataques de las masas de infantería alemana en
los primeros meses de la guerra.
A mediados del año 1914, la población
de gran Bretaña era de poco mas de 46 millones de habitantes. Las fuerzas
armadas disponían de 247.000 integrantes,
que tras la movilización general llegaron a
661.000.
La artillería del ejercito británico
era muy numerosas y de gran calidad, fruto de la experiencia de las varias
guerras coloniales que los británicos habían disputado a finales del siglo XIX
y principios del XX.
La pieza artillera de mayor
calibre usada por el ejército de tierra británico era, a mediados de 1914, el obús
de 23 cm, fabricado por la empresa Ordnance de Coventry, basado en el obús
Skoda austriaco, de 24 cm.
Pesaba 15 toneladas, y era capaz
de lanzar proyectiles de 130 kilogramos a un alcance máximo superior a los
9.000 metros.Basicamente, se utilizaba en posiciones estaticas, debido a que se
necesitaban 36 horas para armarlo o desarmarlo, lo que lo convertía en prácticamente
inútil para ser usado como artillería de
campaña.
La artillería de campaña disponía de gran cantidad de cañones y obuses
de variados calibres, siendo el más utilizado el Ordnance QF Gun Mark I y su
evolución Mark II,un poco mas ligero y de alcance mejorado.
Con un calibre de 84 mm, que
superaba al de las armas similares de franceses y alemanes, podía utilizar proyectiles
tradicionales además de proyectiles incendiarios, de metralla, humo y gas.
En agosto de 1914, el ejército británico
disponía de 1.226 unidades, y su fiabilidad era tal que al final de la guerra había cerca de 10.000 de estos cañones en servicio activo.
El ejército
británico no disponía a principios de la guerra de ningún tipo de artillería antiaérea.
La aparición del bombardero aleman Gotha y los zeppelines sobre cielo británico obligo
a los británicos a modificar el cañón naval de 76 mm., convirtiéndolo en el cañón
Ordnance QF 3in 20-cwt Mark I.
La infantería británica usaba
como arma de apoyo la ametralladora Vickers 303
(una copia mejorada de la ametralladora Maxim francesa) y la ametralladora
Lewis.El fusil estándar utilizado por los infantes británicos y de los países de
la Commenwealth era el Lee Enfield SMLE mark III.
La joya de las fuerzas armadas británicas
era, sin duda, la armada. Las principales bases de la flota británica se
encontraban al norte de las islas, en Scapa Flow y Roswith.
18 acorazados modernos, más otros
6 en construcción, unidos a 29 acorazados antiguos, 270 destructores, un
centenar de submarinos, 8 cruceros, 30 cruceros de escolta, 32 cruceros armados,
buques de origen civil reconvertidos a uso
militar, etc
Ademas, se estaban construyendo o
modificando cuatro buques mercantes como porta-hidroaviones, el antepasado del
portaaviones.
HMS Ark Royal.
El arma aérea del ejercito británico
se dividía en dos partes: RFC (royal flying corps, Real Cuerpo Aéreo) se
encargaba de las operaciones sobre tierra. A principios de la guerra, RFC
disponía de 179 aparatos, la mayoría ensamblados en la factoría Sopwith, en la isla
de Sheppey.
El RNAS (royal navy air service)
,estaba a cargo de las operaciones aéreas sobre el mar, y en la época disponía
de 90 aviones e hidroaviones, estos últimos ensamblados en A.V. Roe Company,
con sede en Manchester.
El mayor complejo fabril para
surtir a las fuerzas armadas británicas era la fabrica Vickers LTD, en
Sheffield.Artilleria, armas de infantería, etc, junto con la fabrica Withworth
& Co. LTD, con sede en Newcastle upon Tyne.
Los astilleros John Brown & Company,
en Glasgow, eran los principales constructores de buques para la armada real
britanica, junto con los astilleros reales con sede en Devenport, Portsmouth y
Chatham.
La artillería de gran calibre se
fabricaba en la Coventry Ordnance Works, en la ciudad de Coventry.
A principios de 1914, la red
ferroviaria del imperio británico disponía de más de 32.000 kilómetros de vía
ferrea, con cerca de 23.000 locomotoras, 73.000 vagones de pasajeros y
1.400.000 vagones para mercancías.
Military history monthly, junio 2014
1913, In search of the world before the Great war -
Charles Emmerson
Challenge of battle, the real history of British
army in 1914 –Adrian Gilbert
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