El ataque había sido planeado
para la noche del 25 de enero. Pero las condiciones meteorológicas lo hicieron
imposible, al igual que los siguientes dos días.
La noche del 27 de febrero era la
última en la que las condiciones de luna llena y marea alta serian optimas
para el ataque. Si las condiciones meteorológicas lo impedían, el ataque
debería ser aplazado al menos un mes.
En la mañana del 27, el mayor Frost
despertó y evaluó las condiciones.Mucho frio,
nada de viento y con el sol brillando a plenitud. Y el pronóstico para la noche
indicaba que las condiciones serian aceptables para la operación
aerotransportada.
Se dio el visto bueno para la operación,
y los soldados de la compañía C se prepararon para la acción.
La mañana del mismo dia,
salieron de Portsmouth el transporte Prince Albert y cinco lanchas rapidas tipo MGB,
escoltadas por el destructor Blencathra, que serían las encargadas de recoger
a los paracaidistas una vez hubieran terminado su misión. Cada lancha estaba
armada con dos ametralladoras y un cañón oerlikon de 20 mm, además de portar un
par de cargas de profundidad.
HMS Prince Albert.
A las 22:15, los 12 aviones
whitley que transportaban a los paracaidistas británicos comenzaron a despegar.
Una hora antes, el Prince Albert había puesto las seis lanchas en el agua, que
comenzaron a dirigirse hacia la costa francesa.
A esa misma hora, comenzó un
bombardeo británico sobre un aeródromo y unas vías de ferrocarril cercanas
a Le Havre, para distraer la atención de
los alemanes. Este bombardeo de distracción consiguió su objetivo. Cuando el
radar freya diviso a los Whitley que transportaban a los paracaidistas, los
alemanes pensaron que se trataba de la segunda oleada de bombardeos para atacar
objetivos en Le Havre.Y, aparte de algunos pocos impactos de proyectiles antiaéreos que apenas causaron daños,
no les prestaron una excesiva atención.
A las 00:13, el primer avión llego a la zona prevista para el salto. A las 00:30,
todos los paracaidistas estaban ya en tierra.
La primera tarea fue recoger
armas y equipos de los contenedores que habían sido lanzados y dirigirse al
punto de encuentro, una línea de arboles situada a 500 metros al suroeste.
Excepto un poco de fuego antiaéreo
que se dirigía hacia los whitley que se retiraban a su base, no había signo de
presencia de infantería alemana.
Pero pronto surgió el primer
problema: el grupo Nelson del teniente Charteris no había llegado al punto de reunión. Este grupo tenía
la tarea de capturar la playa y las fortificaciones alemanas que protegían el
camino hacia la misma. El grupo Nelson había aterrizado a 3 kilómetros de
distancia al sur, y trataba de dirigirse a toda velocidad a sus objetivos en el
camino a la playa.
El lanzamiento de este grupo
Nelson ya había sido detectado por los alemanes. Las tropas que defendían el
freya y las que estaban situadas en la Presbytere habían despertado por la alarma
a eso de las 00:20.Inmediatamente solicitaron refuerzos por radio a
la primera compañía del 685 regimiento de infantería acantonado en la Poterie
explicando que los paracaidistas británicos habían sido detectados. Situados a
cinco kilómetros de la costa y con muy poco transporte mecanico, los alemanes
se dirigieron hacia la zona a paso ligero.
También fueron avisados los
contingentes alemanes en Bruneval y en las fortificaciones de la playa, que se
dispusieron a cerrar el paso a los britanicos.
Mientras tanto, los diferentes
grupos de paracaidistas se movieron silenciosamente a sus posiciones: el grupo
Drake al norte, para controlar a los enemigos procedentes de la Presbytere; el
grupo rodney, al este, para controlar a los procedentes de la Poterie, y los
grupos jellicoe y Hardy a los radares y la villa.
Cuando estos dos últimos grupos
se situaron cerca de sus objetivos, el mayor Frost soplo su silbato y ambos
grupos se lanzaron al asalto.Utilizando granadas y sus ametralladoras, pronto
la villa y los aledaños del radar
quedaron limpios de alemanes, algunos de
los cuales trataron de huir descendiendo por el acantilado.
Uno de ellos fue capturado e interrogado,
y confeso pertenecer al regimiento de transmisiones de la Luftwafe y operador
de radar. Era justo lo que Frost estaba buscando.
El ruido del combate en la villa
despertó del todo a los alemanes, que intentaron un contraataque desde le Presbytere.Tambien el grupo Rodney, al este, empezó a sufrir el fuego de los alemanes
procedentes de la Poterie.
Con la zona cercana al radar Wurzburg ya despejada, era el momento de los zapadores e ingenieros. Comenzaron
a desmantelar en lo posible el radar.
El capitán Ross y sus hombres se
dirigieron a la zona de la playa. Su tarea, la del grupo Nelson al completo,
era despejar la playa y el camino que llevaba a ella. Pero esa misión, sin el
teniente Charteris y la otra parte del grupo Nelson, se empezó a complicar. Al
llegar a la zona, comenzaron a recibir fuego de ametralladora. El plan inicial consistía
en atacar la playa por los dos flancos a la vez. Pero sin el grupo de Charteris,
era misión imposible. Sin limpiar completamente la zona, no habría evacuación
posible.
Los zapadores continuaban su
trabajo en el radar y frost decidió enviar algunos hombres para reforzar al
grupo del capitán Ross.Mientras, las lanchas británicas esperaban a distancia
prudencial la señal que debería aparecer en la playa una vez esta hubiese sido
tomada.
Para empeorar las cosas, una
flotilla de dos destructores y dos lanchas alemanas había salido de Le Havre y
se dirigía a toda máquina hacia la zona.
Por fin, los ingenieros
encontraron lo que habían ido a buscar: una caja de metal que contenía tres
pequeñas cajas; en una se encontraba el trasmisor, en otra el amplificador y en
otra el generador de pulsos. Comenzaron a trabajar, mientras los alemanes
comenzaban a avanzar sus posiciones.
Los paracaidistas empezaron impacientarse con los ingenieros, que pasaron
de usar destornilladores a usar martillos y cinceles para extraer las piezas
que les interesaban.
El tiempo se acababa. Los
alemanes presionaban por el norte, era el momento de dirigirse a la playa. Pero
la playa aun seguía en poder alemán. Otra preocupación es que la radio con la
que debían contactar con la flotilla de
lanchas britanicas, no funcionaba.
En la playa,continuaba el combate,
con pocas esperanzas para los britanicos.Pero en un momento dado escucharon un
grito “cabar feidh”.Este era el grito de guerra del regimiento, lo que indicaba
que el teniente Charteris por fin había llegado y comenzaba a atacar las
posiciones alemanas.
En el radar, el teniente Frost
escucho el sonido del combate que venía de la playa, y sin estar seguro, decidió
retirarse hacia allí. Cargaron los objetos saqueados del radar y se dirigieron
a la playa. Pero cuando llegaron a la vista de la playa, aun no había sido
tomada por sus compañeros. Y llegaban noticias de que los refuerzos alemanes,
tras haber asegurado la zona del radar freya (al norte) se dirigían en su
dirección.
El mismo mayor Frost reunió a su
reserva y se lanzo sobre las defensas alemanas que aun resistían. Granadas y
explosivos consiguieron terminar con la resistencia alemana.La playa había sido
tomada. Pero las lanchas no estaban allí. Y los informes de los exploradores
avisaban que los alemanes se acercaban.El mayor Frost dio orden de establecer
un perímetro defensivo, pero sabía que en cuanto los alemanes pusiera en
juego morteros, todo habría terminado
para los británicos.
A las 02:35, por fin la radio dio señales de vida.
Se contacto con las lanchas, que se dirigieron a toda velocidad a la playa. El
embarque de las tropas británicas comenzó de inmediato, primero las partes
del radar,despues los prisioneros, luego los heridos ..Se había previsto que las lanchas se acercarían
a la playa una a una,para mayor seguridad, pero la tardanza en tomar la playa hizo que las 6 lanchas
llegaran al mismo tiempo.
A las 03:15, el último soldado británico
embarcaba en la última lancha, y la flotilla se dirigía a toda máquina hacia los
transportes a donde llegaron a eso de las 03:35.
Al amanecer estaban todavía
demasiado cerca de la costa francesa, unos 25 kilometros, con el temor de que
la flotilla alemana o sus aviones aparecieran de repente.
A las 8:00 de la mañana, los
paracaidistas escucharon el sonido tranquilizador de un grupo de Spitfire que venía
a escoltarlos. Un grupo de cuatro buques de la Francia libre se unio al convoy,
y poco más tarde, dos destructores británicos aseguraban la segura vuelta a
casa.
A las 20:00, el convoy británico llegaba
a puerto seguro, a Portsmouth.Dos soldados británicos muertos habían quedado en Francia, además de otros seis capturados por los alemanes y 8 heridos. Por su parte,
los alemanes tuvieron 5 muertos y media
docena de heridos, además de un par de prisioneros.
La operación había sido un éxito,
todos los objetivos se habían cumplido. Las piezas del Wurzburg alemán sirvieron
a los científicos británicos para comprender y comprobar la extremada calidad
del equipamiento alemán, muy superior al británico.
El radarista alemán capturado no
pudo ayudar mucho a los britanicos.Era un operador de reserva, ni siquiera manejaba
el código Morse a la perfección.
Lo que daba a entender que el
radar alemán era fácil de usar y mantener, no se necesitaban expertos
radioperadores para manejarlo.
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