jueves, 21 de febrero de 2013

1942 : Operacion Biting : El ataque (4ª parte )




 El ataque había sido planeado para la noche del 25 de enero. Pero las condiciones meteorológicas lo hicieron imposible, al igual que los siguientes dos días.

La noche del 27 de febrero era la última en la que las condiciones de luna llena y marea alta serian optimas para el ataque. Si las condiciones meteorológicas lo impedían, el ataque debería ser aplazado al menos un mes.

En la mañana del 27, el mayor Frost despertó y evaluó las  condiciones.Mucho frio, nada de viento y con el sol brillando a plenitud. Y el pronóstico para la noche indicaba que las condiciones serian aceptables para la operación aerotransportada.

Se dio el visto bueno para la operación, y los soldados de la compañía C se prepararon para la acción.

La mañana del mismo dia, salieron de Portsmouth el transporte Prince Albert y cinco lanchas rapidas tipo MGB, escoltadas por el destructor Blencathra, que serían las encargadas de recoger a los paracaidistas una vez hubieran terminado su misión. Cada lancha estaba armada con dos ametralladoras y un cañón oerlikon de 20 mm, además de portar un par de cargas de profundidad.

 HMS Prince Albert.

A las 22:15, los 12 aviones whitley que transportaban a los paracaidistas británicos comenzaron a despegar. Una hora antes, el Prince Albert había puesto las seis lanchas en el agua, que comenzaron a dirigirse hacia la costa francesa.


A esa misma hora, comenzó un bombardeo británico sobre un aeródromo y unas vías de ferrocarril cercanas a  Le Havre, para distraer la atención de los alemanes. Este bombardeo de distracción consiguió su objetivo. Cuando el radar freya diviso a los Whitley que transportaban a los paracaidistas, los alemanes pensaron que se trataba de la segunda oleada de bombardeos para atacar objetivos en Le Havre.Y, aparte de algunos pocos impactos de proyectiles antiaéreos que apenas causaron daños, no les prestaron una excesiva atención.

 A las 00:13, el primer avión llego  a la zona prevista para el salto. A las 00:30, todos los paracaidistas estaban ya en tierra.


La primera tarea fue recoger armas y equipos de los contenedores que habían sido lanzados y dirigirse al punto de encuentro, una línea de arboles situada a 500 metros al suroeste.


Excepto un poco de fuego antiaéreo que se dirigía hacia los whitley que se retiraban a su base, no había signo de presencia de infantería alemana.

Pero pronto surgió el primer problema: el grupo Nelson del teniente Charteris no había llegado al punto de reunión. Este grupo tenía la tarea de capturar la playa y las fortificaciones alemanas que protegían el camino hacia la misma. El grupo Nelson había aterrizado a 3 kilómetros de distancia al sur, y trataba de dirigirse a toda velocidad a sus objetivos en el camino a la playa.

El lanzamiento de este grupo Nelson ya había sido detectado por los alemanes. Las tropas que defendían el freya y las que estaban situadas en la Presbytere habían despertado por la alarma a eso de las 00:20.Inmediatamente solicitaron refuerzos por radio  a la primera compañía del 685 regimiento de infantería acantonado en la Poterie explicando que los paracaidistas británicos habían sido detectados. Situados a cinco kilómetros de la costa y con muy poco transporte mecanico, los alemanes se dirigieron hacia la zona a paso ligero.

También fueron avisados los contingentes alemanes en Bruneval y en las fortificaciones de la playa, que se dispusieron a cerrar el paso a los britanicos.

Mientras tanto, los diferentes grupos de paracaidistas se movieron silenciosamente a sus posiciones: el grupo Drake al norte, para controlar a los enemigos procedentes de la Presbytere; el grupo rodney, al este, para controlar a los procedentes de la Poterie, y los grupos jellicoe y Hardy a los radares y la villa.


Cuando estos dos últimos grupos se situaron cerca de sus objetivos, el mayor Frost soplo su silbato y ambos grupos se lanzaron al asalto.Utilizando granadas y sus ametralladoras, pronto la villa  y los aledaños del radar quedaron  limpios de alemanes, algunos de los cuales trataron de huir descendiendo por el acantilado.

Uno de ellos fue capturado e interrogado, y confeso pertenecer al regimiento de transmisiones de la Luftwafe y operador de radar. Era justo lo que Frost estaba buscando.

El ruido del combate en la villa despertó del todo a los alemanes, que intentaron un contraataque desde le Presbytere.Tambien el grupo Rodney, al este, empezó a sufrir el fuego de los alemanes procedentes de la Poterie.

Con la zona cercana al radar Wurzburg ya despejada, era el momento de los zapadores e ingenieros. Comenzaron a desmantelar en lo posible el radar.

El capitán Ross y sus hombres se dirigieron a la zona de la playa. Su tarea, la del grupo Nelson al completo, era despejar la playa y el camino que llevaba a ella. Pero esa misión, sin el teniente Charteris y la otra parte del grupo Nelson, se empezó a complicar. Al llegar a la zona, comenzaron a recibir fuego de ametralladora. El plan inicial consistía en atacar la playa por los dos flancos a la vez. Pero sin el grupo de Charteris, era misión imposible. Sin limpiar completamente la zona, no habría evacuación posible.

Los zapadores continuaban su trabajo en el radar y frost decidió enviar algunos hombres para reforzar al grupo del capitán Ross.Mientras, las lanchas británicas esperaban a distancia prudencial la señal que debería aparecer en la playa una vez esta hubiese sido tomada.

Para empeorar las cosas, una flotilla de dos destructores y dos lanchas alemanas había salido de Le Havre y se dirigía a toda máquina hacia la zona.

Por fin, los ingenieros encontraron lo que habían ido a buscar: una caja de metal que contenía tres pequeñas cajas; en una se encontraba el trasmisor, en otra el amplificador y en otra el generador de pulsos. Comenzaron a trabajar, mientras los alemanes comenzaban a avanzar sus posiciones.

Los paracaidistas empezaron  impacientarse con los ingenieros, que pasaron de usar destornilladores a usar martillos y cinceles para extraer las piezas que les interesaban.

El tiempo se acababa. Los alemanes presionaban por el norte, era el momento de dirigirse a la playa. Pero la playa aun seguía en poder alemán. Otra preocupación es que la radio con la que debían contactar con la flotilla  de lanchas britanicas, no funcionaba.

En la playa,continuaba el combate, con pocas esperanzas para los britanicos.Pero en un momento dado escucharon un grito “cabar feidh”.Este era el grito de guerra del regimiento, lo que indicaba que el teniente Charteris por fin había llegado y comenzaba a atacar las posiciones alemanas.


En el radar, el teniente Frost escucho el sonido del combate que venía de la playa, y sin estar seguro, decidió retirarse hacia allí. Cargaron los objetos saqueados del radar y se dirigieron a la playa. Pero cuando llegaron a la vista de la playa, aun no había sido tomada por sus compañeros. Y llegaban noticias de que los refuerzos alemanes, tras haber asegurado la zona del radar freya (al norte) se dirigían en su dirección.

El mismo mayor Frost reunió a su reserva y se lanzo sobre las defensas alemanas que aun resistían. Granadas y explosivos consiguieron terminar con la resistencia alemana.La playa había sido tomada. Pero las lanchas no estaban allí. Y los informes de los exploradores avisaban que los alemanes se acercaban.El mayor Frost dio orden de establecer un perímetro defensivo, pero sabía que en cuanto los alemanes pusiera en juego  morteros, todo habría terminado para los británicos.

 A las 02:35, por fin la radio dio señales de vida. Se contacto con las lanchas, que se dirigieron a toda velocidad a la playa. El embarque de las tropas británicas comenzó de inmediato, primero las partes del radar,despues los prisioneros, luego los heridos ..Se había previsto que las lanchas se acercarían a la playa una a una,para mayor seguridad, pero la tardanza en tomar la playa hizo que las 6 lanchas llegaran al mismo tiempo.


 A las 03:15, el último soldado británico embarcaba en la última lancha, y la flotilla se dirigía a toda máquina hacia los transportes a donde llegaron a eso de las 03:35.

Al amanecer estaban todavía demasiado cerca de la costa francesa, unos 25 kilometros, con el temor de que la flotilla alemana o sus aviones aparecieran de repente.

A las 8:00 de la mañana, los paracaidistas escucharon el sonido tranquilizador de un grupo de Spitfire que venía a escoltarlos. Un grupo de cuatro buques de la Francia libre se unio al convoy, y poco más tarde, dos destructores británicos aseguraban la segura vuelta a casa.

A las 20:00, el convoy británico llegaba a puerto seguro, a Portsmouth.Dos soldados británicos muertos habían quedado en Francia, además de otros seis capturados por los alemanes y 8 heridos. Por su parte, los alemanes tuvieron 5 muertos  y media docena de heridos, además de un par de prisioneros.

La operación había sido un éxito, todos los objetivos se habían cumplido. Las piezas del Wurzburg alemán sirvieron a los científicos británicos para comprender y comprobar la extremada calidad del equipamiento alemán, muy superior al británico.

El radarista alemán capturado no pudo ayudar mucho a los britanicos.Era un operador de reserva, ni siquiera manejaba el código Morse a la perfección.

Lo que daba a entender que el radar alemán era fácil de usar y mantener, no se necesitaban expertos radioperadores para manejarlo.

                 El radio operador aleman capturado a su llegada a Porstmouth.

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