martes, 18 de junio de 2024

Sen-Toku, portaviones submarino (2ª parte )

 


Viene de aquí:

  El programa I-400 tenía un numeroso grupo de detractores entre los burócratas de la armada imperial japonesa.

  Tras la derrota nipona en Midway a principios de  junio de  1942, la armada se centró en defender su patria, y dejaba de lado cualquier intento de atacar el territorio continental de EEUU utilizando los nuevos submarinos.

  Además, la muerte de Yamamoto a mediados de abril de  1943 iba a jugar a favor de los comandantes navales japoneses, de formación conservadora. Asi, se ordenaron recortes en el numero de  submarinos a construir, aunque se autorizó aumentar la capacidad de ataque de los modelos I-400 añadiendo un tercer bombardero a su dotación, y añadiendo otro avión a los modelos más pequeños, el I-13 y el I-14.

 

  Con la perdida de la isla de Guadalcanal a manos de los marines USA, los funcionarios navales japoneses se dieron cuenta que el perímetro defensivo de la nación estaba en grave peligro, así que Nueva Yorky  Washington fueron descartados como objetivo para los modelos I-400 en favor de atacar el Canal de  Panamá.

  Suponían que un éxito en el ataque al canal asfixiaría logísticamente  a la marina de guerra estadounidense en el Pacífico, y compraría tiempo para que los japoneses se pudieran reagrupar y reforzar el perímetro defensivo.

  El primer vuelo de  prueba del Aichi fue el 8 de noviembre de 1943. El “seiran”, ( tormenta en un cielo despejado) se manejó bien, siendo como era el primer bombardero  submarino del mundo.

  Al mismo tiempo, los japoneses empezaban a recopilar información sobre el canal de Panamá, fuertemente fortificado aquellos años.

USS Arkansas y USS Texas, en el canal de Panama.
 

  Los analistas de inteligencia militar consultaron a  decenas de ingenieros especialsitas,que afirmaron que la mejor acción para que un  taque fuera exitoso seria destruir las esclusas que daba al lago Gatún, lo  que crearía un masivo derrame de agua, destruyendo las demás esclusas del canal a su paso hasta llegar al mar Caribe.

Esclusas de Gatun.
 

  Estados Unidos tenía aproximadamente 40.000 soldados protegiendo el canal. Las rutas de aproximación estaban fuertemente minadas, y había importantes fortificaciones en Colon, isla Margarita, Toro Point y fuerte Sherman. Este último disponia de  cañones  de 16 pulgadas, con un alcance de más de 40 kilómetros.

Cañon de 16 pulgadas en el Canal de Panama.
 

 Baterías antiaéreas, estaciones de radar, reflectores, 9 aerodromos y 30 aviones de caza y reconocimiento completaban las defensas del canal.

  Tras semanas de planificación, los estrategas japoneses sugirieron atacar las esclusas de Gatún por la mañana, cuando las esclusas estaban cerradas .El ataque debía producirse en la estación seca, ya que así el lago Gatún tardaría más en volver a llenarse.

  El ataque se llevaría a cabo con bombas y torpedos, y, en principio, no sería un ataque suicida; los pilotos regresarían a los submarinos y serian recogidos tras abandonar sus aviones.

  Se planeo llevar a cabo el ataque a principios de 1945, pero hubo problemas porque ninguno de los submarinos del modelo I-400 estaba terminado, y los aviones ni siquiera habían entrado en fase de producción debido al bloqueo naval estadounidense.

  El acero era especialmente escaso en Japón, lo que provoco que los funcionarios redujeran el programa de producción de submarinos I-400 a solo 5 unidades, ademas de dos submarinos más pequeños, el I-13 y el I-14.

  A pesar de los problemas, el plan siguió adelante, mostrando cuan firmemente creían los japoneses en el plan para destruir o inutilizar el canal de Panamá, y así detener el creciente flujo de material y soldados estadounidense en ruta hacia el Pacífico oeste.

  Los japoneses tenían la esperanza que la perdida del canal de Panamá podría provocar que  los  estadounidenses modificarán su exigencia de rendición incondicional japonesa.

  A finales de 1944 se completaba la construcción del I-400 y el más pequeño I-13, y a principios del 1945 se entregaba a la marina nipona el I-401 y el I-14.

  Por esas fechas, los aviones Seiran todavía estaban siendo sometidos  apruebas con una escasez de mano de obra tan grave que muchos de los operarios que trabajaban en los aviones eran colegiales de 12 a 15 años. Pero los japoneses siguieron adelante, a pesar de serios problemas con los motores de los aviones, dos terremotos y los constantes ataques de la aviación estadounidense que ralentizaban la producción.

  Ademas del plan del ataque al canal de  Panamá, el vicealmirante Jisaburo Ozawa, subjefe del estado mayor naval, planteo otra idea para usar el Sen-Toku. Sugirio armar los aviones Seiran con armas biológicas, para devastar la pobladísima costa oeste de los Estados Unidos.

  El doctor Shiro Ishii, principal experto en virus del Japón y jefe de la infame y famosa unidad 731 del ejercito japones en Manchuria, fue consultado. Recomendó que los aviones lanzaran sobre Estados Unidos pulgas infectadas con la peste, algo que los japoneses ya habían probado "exitosamente" en China. Ademas sugirió como objetivos ideales las ciudades de San francisco, Los Angeles o San Diego.

Doctor Shiro Ishii, asesino que pudo escapar a la accion de  la justicia.
 

  Pero el plan fue descartado a principios de marzo por el jefe del estado mayor del ejército nipón, que lo denomino “ imposible por razones humanitarias”.

  En efecto, el ejercito japonés, que había liderado el desarrollo de armas biológicas y las había probado en prisioneros chinos y estadounidenses, entre muchos otros, rechazo la idea de usar ese tipo de  armas contra civiles estadounidenses, quizás porque creían que la guerra ya estaba perdida.

  A principios e 1945, a la armada japonesa apenas le quedaban una veintena de submarinos operativos, incluidos los del escuadrón Sen-Toku. Los primeros problemas, ya con los submarinos en el agua, surgieron cuando los I-400 probaron sus aviones

  En principio, los tres aviones debian ser extraídos del hangar en menos de 30 minutos, pero en las pruebas, en ninguna se consiguió bajar de 45 minutos. Y esos 15 minutos adicionales podían suponer la diferencia entre la vida y la muerte para los pilotos de los aviones o las tripulaciones de los submarinos.

  El combustible, tanto para el submarino como para los aviones, escaseaba, y también se descartó el uso de  torpedos para el ataque al canal de  Panama, porque  los pilotos no tenían aun las habilidades necesarias.

  Así, se decidió que cada uno de los aviones que atacaría el canal llevaría una sola bomba de 800 kilos, la más grande del arsenal de la armada nipona y similar a la que había hundido al acorazado USS Arizona en Pearl Harbor.

  En realidad, con esa decisión, los pilotos pasaban a  convertirse en pilotos suicidas, ya que deberían volar bajo para estrellarse contra las esclusas, asegurando asi el éxito de la misión.

  La fecha de salida para la mision estaba fijada para primeros de junio. Tras un entrenamiento intensivo, las tripulaciones de los grandes submarinos consiguieron sacar del hangar y colocar en la catapulta de lanzamiento los dos primeros aviones  en poco más de 8 minutos, y el tercer avión tomaba unos 20 minutos más en ser lanzado.

  Los pilotos del Seiran realizaron bombardeos de práctica en la bahía de Nanao, contra una replica en tamaño real de las esclusas de Gatún. Fue allí donde los pilotos se dieron cuenta que su misión se había convertido en una mision suicida, ya que nadie les había informado.

  La caida de Iwo Jima en marzo de 1945 y el ataque a Okinawa aumentó la angustia entre los japoneses, que veian como, inexorablemente, los estadounidenses se acercaban a las islas del Japón.

  Así, la guerra se adelantó a los planes japonés,. Y el ataque al canal de Panama quedó cancelado. Pero surgió un nuevo plan, la operación Arashi, para atacar portaviones enemigos en Ulithi, una zona de concentración de la armada USA cerca de la isla de Truk, en las Carolinas.

Operacion Arashi.
 

  Dos submarinos clase I-400 debían dirigirse hacia Ulithi por rutas diferentes, por razones de seguridad, para reunirse cerca del objetivo y lanzar el ataque al mismo tiempo, a mediados de agosto.

  Los otros submarinos, el I-14 y el I-13 debían llegar a Truk, aun en manos japonesas, poner sus avones en el aire para revisar las condiciones atmosféricas y asegurarse que los portaviones estadounidenses se encontrasen en Ulithi.

  Pero el I-13 nunca llego a Truk, se dio como desaparecido. El I-14 llegó a Truk el 14 de agosto, y sus aviones sobrevolaron Ulithi al día siguiente, siguiendo las órdenes.

  Pero a la mañana siguiente , la noticia que Hiroshima había sido convertida en polvo radioactivo llegó a todos los submarinos nipones, y por la tarde, los marinos japoneses escuchaban la transmisión del emperador pidiendo a sus guerreros que depusieran las armas.

  Las órdenes eran confusas, ya que se había dicho a  los comandantes de los submarinos que no debían hacer caso de  las trasmisiones radiofonicas. Pero ya el día 16, los submarinos recibieron ordenes de que el taaque a Ulithi había sido cancelado, y debían rendirse al primer buque estadounidense que divisaran.

  Finalmente, , los japoneses entregaron el I-401 al teniente Johnson, capitán del USS "Segundo". Previamente, el comandante Aiizumi, desarrollador de los submarinos clase I-400, se quitó la vida  a bordo del I-401, y la tripulación envió sus restos mortales  al fondo del mar. (Mas tarde se supo que Ariizumi era el responsable de la masacre de un centenar de supervivientes del hundimiento del mercante Tjisalak, de bandera holandesa, y el Jean Nicolet, mercante estadounidense , hundidos cuando comandaba el submarino I-8 en el océano Indico .

I-14, I-400 I-401, en Guam.
 

  Antes de encontrarse con los norteamericanos, el capitán Nambu había seguido las órdenes recibidas, que indicaban que todas las armas del submarino, incluidos los aviones, debían ser lanzados al mar, junto al libreo de bitácora y los libros de códigos, que fueron cargados en sacos con lastre y arrojados por la borda.

  Los tres submarinos atrajeron gran atención cuando entraron en la bahía de Tokio. Los estadounidenses creyeron al principio que los hangares eran en realidad almacenes diseñados para transportar suministros a las tropas japonesas desplegadas en las más lejanas islas, a pesar de la presencia de la catapulta. Para comprender realmente el trabajo realizado por los japoneses, las tripulaciones de los submarinos ayudaron en todo lo que pudieron.

I-14, I-400 I-401, en la bahia de Tokio.
 

  A finales de septiembre los 3 submarinos fueron trasladados a Hawái, para ser estudiados con mayor intensidad. A principios de junio de 1946, los submarinos fueron utilizados como blanco flotante , y hundidos, sobre todo para mantenerlos lejos de las curiosas miradas de los soviéticos.

Hundiendo los submarinos japoneses.
 

 Uno de los aviones Seiran llegó a los EEUU. Restaurado a un coste de 1 millón  dólares, hoy se encuentra en el Museo Nacional del  Aire y el Espacio en Washington.  

 

  Aunque la armada USA no estaba demasiado interesada en los submarinos gigantes japoneses, si lo estaba en su recubrimiento para la protección acústica utilizada.

  Quizás los submarinos japoneses I-400 si sirvieran para algo a la armada estadounidense, solo hay que ver por ejemplo, el programa de misiles Regulus para submarinos, que llevaba ojivas nucleares  dentro de un hangar construido en cubierta.

  Quién sabe, quizás los japoneses ayudaron un poco a los EE.UU. a ganar la guerra fría.

Misil "Regulus".

 

Japanese submarine aircraft – Tadeusz Januszewski

I-400 japan secret aircraft – Henry Sakaida

The Japanese submarine force – Carl Boyd

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