martes, 20 de noviembre de 2012

1944: Bombardons: Rompeolas en Normandía.




Durante muchos siglos, el canal de la Mancha supuso una barrera practicamente infranqueable entre gran Bretaña y el continente.

Y al principio de  la segunda guerra mundial, el canal fue la mejor defensa de los británicos contra la posible invasión alemana.

Pero el transcurrir de la guerra cambio las tornas, y los aliados se vieron obligados a cavilar distintas maneras de traspasar el obstáculo que representaban las casi siempre movidas aguas del canal para facilitar la invasión del continente.

Los miles de barcos de todos los tamaños que se iban a utilizar en la invasión y días posteriores necesitaban una mínima protección contra las fuerza de las olas.

Y se planteo la construcción de diques flotantes contra las olas.

Las olas son un fenómeno de superficie, desaparecen  a pocos metros de profundidad. Una barrera firme a través de la superficie del mar (no se necesitaba que estuviera a gran profundidad) sería suficiente para detener las olas de forma efectiva.

Y esta fue la idea que propugno Churchill en una carta dirigida al jefe de operaciones combinadas, el 30 de mayo de 1942.

Las primeras pruebas se realizaron un año mas tarde, en el Guilds Institute de Londres. Las pruebas mostraron que la idea era factible, y se realizaron otras en mayor escala en el establecimiento experimental del almirantazgo británico de Haslar, donde se disponía de un tanque de agua capaz de recrear un oleaje regular de un metro. También estos experimentos tuvieron éxito, y paso a diseñarse un prototipo de tamaño natural.

Básicamente, el dique tendría la forma de un gran flotador de caucho, lastrado con una quilla de hormigón. Y la encargada de su fabricación fue la fabrica Dunlop, bajo la dirección del ministerio de producción aeronáutica, dado que el material a usar en la fabricación de los flotadores seria caucho soldado, especialidad de los fabricantes de globos.

Tras las primeras pruebas, se llego a la conclusión de que era preferible un rompeolas rígido antes que un sistema flexible, y se prepararon estructuras de acero que pudieran ensamblarse para formar el dique flotante.


A finales de 1943 estaban terminados los dos primeros, pero ambos fueron destruidos en las primeras pruebas. Se introdujeron algunas modificaciones en la estructura, y en la primavera se anclaron 15 de ellos (llamados bombardons) frente  a la bahía de Weymouth.


El 1 de abril se combinaron una mar muy gruesa y una fuerte galerna, lo que fue una excelente prueba. Resistieron bien la prueba, y el día D se ensamblaron con otra flota de bombardons, listas para ser remolcadas hasta la costa francesa.

 Remolque de bombardons hacia la costa francesa.
Pero en el momento justo, fallaron.

Se construyeron dos puertos Mulberry por los aliados, que se colocaron en Arromances y St Laurent.

Entre los puertos mulberry, los bombardons y los gooseberries (barcos de desecho que eran remolcados hasta la zona y luego hundidos), se consiguió crear una bahía artificial, que cumplió su misión bastante bien hasta el día d + 13.


Ese día se desato en el canal de la mancha la peor tempestad desde hacia medio siglo. Y el sistema empezó a desintegrarse. Tras un día de fortísimo oleaje, todo lo que quedo fue una confusa masa de embarcaciones, muchas de ellas dañadas, mientras que los bombardons flotaban a la deriva, medio sumergidos, embistiendo a los barcos y actuando como arietes contra las embarcaciones aliadas.

La idea había sido buena y la fabricación apropiada, pero los diseñadores no habían prestado demasiada atención a la estructura del bombardón. Y eso, unido al mal tiempo, acabo con el proyecto.


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