Estatua de Filipo II en Tesalonica.
En el otoño del año 340 ac., los atenienses derribaron la
estela donde estaba escrito el texto de la Paz de Filocrates.
En la ciudad reinaba el ambiente prebélico instigado por la
facción belicista de Demóstenes.
En sus Filípicas, Demóstenes solicitaba la colaboración de
las polis neutrales e incluso se mostraba partidario de colaborar con Persia
para contrarrestar la amenaza macedonia.
La asamblea ateniense voto en masa la preparación de una
flota de trirremes y puso al veterano general Focion, héroe de la batalla de Naxos, al mando de la flota.
Y en esta ocasión, los atenienses no estaban solos. Navíos
de Rodas, Chíos y Cos se unieron a la flota ateniense y se dirigieron a Bizancio,
para tratar de levantar el asedio macedonio.
Filipo no tenía ninguna intención de enfrentar su flota a la
ateniense. Decidió retirarse de Bizancio y volver a Macedonia. Pero la ruta
estaba bloqueada por la flota ateniense.
Filipo engaño a los atenienses. Escribió una carta a
Antipater, uno de sus generales, indicándole que se reuniría con él en un punto
determinado. Luego consiguió que esa carta cayera en manos atenienses. El general Focion cayó en la trampa, y dirigió su flota a ese punto, dejando el camino
libre para la flota macedonia, que escapo sin problemas.
Filipo se dio cuenta que su marina no estaba a la altura de
sus adversarios,pero por tierra se sentía tan superior que en el año 339 dirigió
una expedición contra los escitas, que lo mantuvo alejado por algunos meses del
centro de Grecia.
Jinetes escitas.
La frontera norte de macedonia era atacada y saqueada una y
otra vez por tribus escitas y otras tribus procedentes del Danubio inferior y
los Balcanes. Filipo termino con esa amenaza, que no se volvió a reproducir
hasta la llegada de los celtas, a quien Alejandro Magno combatió en el bajo
Danubio.
Al regresar Filipo a Pella,
en el verano de 339 a.c., la situación en Grecia había cambiado completamente.
En la primavera de 339 había estallado allí una nueva guerra
sagrada, la cuarta, en la que también Atenas estaba implicada.
La pequeña localidad de Amfisa había acusado a los
atenienses de colocar en el templo de Apolo en Delfos dos escudos de oro, con
inscripciones aludiendo a la victoria de Atenas sobre Tebas.
Amfissa.
Uno de los principios del consejo anfictiónico era que no
debía dejarse en el templo de Apolo huella duradera de la victoria de unos
griegos sobre otros. Y los atenienses se habían saltado ese precepto, colocando
allí los dos escudos de oro.
El consejo anfictiónico llamo a los atenienses para que
explicaran su comportamiento.La
delegación ateniense, comandada por Esquines, contraataco acusando a los de Amfisa de estar cultivando las tierras
de la llanura de Cirra, territorio considerado maldito y que no debía ser
trabajado por la mano del hombre.
Esquines inclino la balanza del lado ateniense, y el caso de
los escudos se olvido, y la asamblea anfictiónica paso a ocuparse de cómo
castigar a los de Amfisa por su comportamiento sacrílego.
Se convoco a todos los varones de Delfos, y a la mañana siguiente,
partieron hacia Cirra con palas y azadas, para destruir todo rastro de colonización.
Pero los de Amfisa se movilizaron y expulsaron a los atacantes.
La asamblea anfictiónica decidió declarar la guerra a Amfisa,
y nombraron como estratego a uno de los enviados de Filipo en Tesalia.La expedición fue un éxito, no hubo combates y los de Amfisa
se rindieron cuando vieron llegar al ejercito anfictionico.
Pero cuando el ejército volvió a su base, los de Amfisa volvieron
a ocupar la llanura maldita de cirra, y volvieron a labrar sus tierras. El
consejo anfictionico agoto su paciencia y decidió llamar al unico dirigente
griego al que veían capaz de terminar con el problema.
Decidieron llamar a Filipo de macedonia, y le nombraron
hegemon de la liga.
Era la oportunidad de Filipo, que no perdió el tiempo. Con
un ataque relámpago, el ejército macedonio penetra en Grecia central por las termopilas ,Heraclea,Traquinia y Citinion,adentrandose en el valle del rio cefiso
y apoderándose de Elatea, antigua capital de la Focide,que había sido abandonada
al final de la tercera guerra sacra.
Atenas y Tebas estaban peligrosamente amenazadas. Demóstenes
se dirigió rápidamente a Tebas y convenció a los tebanos de unirse a los
atenienses contra la amenaza macedonia.
Atenas se vio obligada a hacer grandes concesiones a los tebanos.
Para la guerra terrestre, el mando supremo de las tropas lo ejercerían
solamente los tebanos, mientras que el mando de la flota coaligada debería
alternar entre tebanos y atenienses. Además ,Atenas se haría cargo de dos tercios
de los gastos de guerra, y Tebas de un tercio solamente.
El primer movimiento de la coalición tebano-ateniense fue
colocar una línea defensiva delante de Elatea, que impedía a Filipo el acceso a
Tebas y Amfisa.
El invierno transcurrió, aparte de algunos combates sin importancia,
con una febril actividad diplomática por parte de ambos bandos. Filipo
consiguió el apoyo de los focenses, y trato continuamente de poner de su lado a
los tebanos, fracasando en el intento debido, una vez más, a Demóstenes.
Los griegos se mantuvieron a la defensiva. Bloquearon el
paso por el valle del cefiso,y con un ejército de mercenarios al mando de Cares
bloquearon el camino hacia Amfisa.
Filipo se dirigió hacia las tropas mercenarias de Cares y
las derrota, con la ayuda de los etolios. Más tarde envía una fuerza hacia Naupacto ( Lepanto ),que
toma rápidamente, entregándola como pago por su ayuda a los etolios .
Con la toma de Naupacto,Filipo pasa a controlar el acceso al
golfo de Corinto, y en cualquier momento podía amenazar la retaguardia de los
griegos.
Estos se ven obligados a arriesgarse en un enfrentamiento directo.Abandonan sus posiciones en el valle del cefiso y se dirigen al sur.
Y ambos ejércitos se encuentran el 4 de
agosto del 338 a.c. en una llanura al lado de la ciudad de Queronea.
Llanura de Queronea.
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