lunes, 30 de junio de 2014

1 ª cruzada: Jerusalén, Casus Belli (1ª parte)



  


  Jerusalen, la ciudad de Jesucristo, la capital de la cristiandad, habia dejado de serlo en 1095.En el año 70, las legiones de roma habian convertido la ciudad en cenizas, mientras terminaban con una revuelta de los judíos.


  En el 135, en medio de otra rebelión judia, el emperador Adriano había ordenado destruir Jerusalén por completo, construyendo en su lugar una nueva ciudad romana, llamándola Aelia Capitolina.

 Aelia Capitolina.

  El comúnmente aceptado lugar donde Jesucristo fue crucificado, el monte Gólgota, el sitio de la calavera, fue completamente cubierto de tierra y escombros por los ingenieros del ejercito romano.Despues, Adriano ordeno construir alli un templo a Venus.La ciudad desapareció para el cristianismo durante los dos siglos siguientes.

  En el 325, el emperador bizantino Constantino, recientemente convertido al cristianismo, comenzó  a interesarse vivamente en la ciudad. Envió a un gran grupo de arqueólogos a recuperar los sitios donde Jesucristo había muerto, había sido enterrado y resucitado.

  En el 327, los trabajos de los arqueólogos habían progresado mucho. Destruyeron el templo romano de Venus, y el lugar de la crucifixión y el santo sepulcro habían sido localizados (o inventados, ya que no hay ninguna evidencia de que tales lugares existieran realmente).

  Bajo las ordenes de Constantino, se comenzó a construir una magnifica basilica, que albergaría en su interior ambos lugares.

  Un poco mas tarde, Helena, la madre del emperador Constantino, visitó la ciudad, y en uno de sus paseos  acompañando a los arqueólogos encontró los restos de la Vera Cruz, la cruz donde se suponía había sido crucificado Jesucristo.

 Santa Helena,siempre con la Vera cruz a cuestas.

  Una parte de la Vera cruz fue enviada a Constantinopla, y otra parte quedo en Jerusalen.En los tres siguientes siglos, miles de  cristianos siguieron el mismo camino de Helena y peregrinaron a Jerusalen,por entonces una ciudad netamente cristiana, para rezar en la presunta tumba de Jesucristo y venerar los restos de la Vera Cruz.

  A partir del siglo VII, el viaje a Jerusalén se convirtió en algo muy peligroso. En el año 614, Jerusalen haba sido conquistada por el rey persa Cosroes II, que robó la Vera cruz y se la llevo a su capital, Ctesifonte, cerca del actual Bagdad.

  Cosroes se había proclamado a sí mismo como dios, y coloco la Vera cruz en la sala del trono, sobre una columna de bronce. Al otro lado del trono había colocado un gallo de oro, y en otras partes de la sala había colocado figuras de oro del sol, la luna, las estellas, y había ordenado construir un sistema de irrigación oculto  en el techo de la sala que le proporcionaba agua de lluvia artificial, que podía accionar a voluntad.Segun el mismo Cosroes afirmaba,ese acto,provocar la lluvia dentro de la sala,era la prueba que le convertia automaticamente en Dios

  15 años más tarde, el emperador bizantino Heraclio consiguió reconquistar Jerusalén y recuperar la Vera cruz, pero el dominio cristiano solo duro una década. En el 638 la ciudad fue conquistada por el nuevo poder emergente en la zona, el islam.

 El emperador Heraclio dando su merecido a Cosroes II.

  Las fronteras del imperio romano de Oriente se derrumbaron, y Jerusalén pasó a ser una ciudad islámica, muy peligrosa para cualquier peregrino cristiano que quisiera llegar hasta allí.

  Alrededor del año 1.000, varias circunstancias se reunieron para dar un nuevo impulso al interés de los peregrinos cristianos por llegar a Jerusalen, su tierra santa.

  En primer lugar, una ruta terrestre acababa de abrirse por los Balcanes, dado que el rey Esteban I  se había convertido en el primer rey cristiano de Hungria, y se había comprometido a ayudar en todo lo posible a los peregrinos que decidieran tomar la ruta terrestre.

  Que iban a ser  muchos, ya que la ruta terrestre era mucho menos costosa que la ruta de peregrinación marítima, que entonces paso a ser utilizada solo por los peregrinos mas ricos, que podían permitirse el lujo de contratar un barco y una tripulación para hacer el peligroso viaje por aguas infestadas de piratas.

  Otra circunstancia más espiritual aumento más aun los deseos de los peregrinos. El año mil significaba el fin del milenio, la llegada del apocalipsis, el nacimiento del anticristo y el retorno de Jesucristo.


  Todos los peregrinos cristianos querían estar allí en Jerusalen cuando sucediera. Pero una vez allí, a los peregrinos no les gustaba lo que veian.Diversas tribus de barbaros, de no-creyentes, de infieles, controlaban la ciudad y sus accesos, obligando a los peregrinos a pagar cuantiosas cantidades  de dinero o mercancías, para poder a acceder a la ciudad y visitar sus lugares sagrados.

  Cuando volvían a sus países de origen, y contaban lo que les había sucedido, los rumores de maltrato, profanacion y violencia por parte de los infieles comenzaron a esparcirse por toda Europa.

  En el año 1009 ocurrió el primer choque importante entre cristianos y musulmanes. Al Hakim Amr Allah, califa fatimide de Egipto, que también tenía bajo control Jerusalen, ordenó a sus seguidores la destrucción del Santo Sepulcro.

 Califa Al Hakim.

  Según un historiador árabe ,Yahia de Antioquia, el califa se había molestado con los monjes cristianos del santo sepulcro por lo que él creía era un intento de engañar a los peregrinos, por la ceremonia del fuego sagrado, en la Vigilia Pascual.

  En dicha ceremonia, las lámparas que siempre estaban encendidas en el aediculo, el pequeño edificio dentro de la iglesia del Santo Sepulcro donde se supone esta la tumba de Jesucristo, se apagaban todas en el Sábado Santo, y al siguiente día se volvían a encender milagrosamente sin intervención humana de ningún tipo, luciendo con una luz de color blanco puro.

 El aediculo en el Santo Sepulcro.

  No era ningún milagro, la mezcla de diferentes tipos de aceite en las lámparas hacia que ardieran con especial intensidad en determinados momentos. Y el uso de fosforo blanco, que se mezclaba con algún disolvente, hacia que cuando el disolvente se evaporaba, el fosforo entraba en contacto directo  con el aire, y las propiedades de auto-encendido del fosforo hacían el resto.

  Pero la destrucción del Santo Sepulcro no era un hecho aislado provocado por el enfado del califa, se inscribía a la perfección en el extenso programa de persecución de judíos y cristianos, que en las épocas “pacificas” eran denominados por los musulmanes como dhimmi, iniciados en las primeras fases de la revelación divina de la cual el propio islam era la fase final. Debido a ello, se les consideraba minorías religiosas, obligados  a pagar impuestos especiales por el mero hecho de ser cristianos y judíos, aunque libres de ser perseguidos por su religión.

  El califa Al Hakim había terminado con ese periodo de “tolerancia”.Ademas del Santo Sepulcro, ordenó la destrucción de cientos de sinagogas e iglesias, declaró ilegal todo tipo de ceremonia religiosa que no fuera estrictamente islámica,profanó los rollos que contenían la  torah judía, y obligo a cristianos y judíos a llevar ropajes especiales (cinturón y turbante de color negro)) que les identificara. En los baños públicos,  los cristianos debían llevar una pequeña cruz de metal, y los judíos una pequeña campanilla, para avisar de su llegada a los “verdaderos creyentes”.

  Una noche de febrero de 1021, mientras daba un paseo a lomos de un burro por las colinas a las afueras de El Cairo, el califa Al Hakim desapareció. Poco más tarde se descubrieron sus ropas ensangrentadas. Y el burro apareció con vida, días después.

  Pero el cuerpo del califa nunca se encontró. Posiblemente había sido asesinado, pero sus seguidores pensaron que había sido trasportado al cielo. Un eclipse solar al día siguiente de su muerte convenció por completo a sus seguidores de que, en realidad, Al Hakim era un dios.

Y como era un dios, sus actos eran inalterables. Asi que la persecución a judíos y cristianos continuó.



(Continuara…)

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