sábado, 22 de julio de 2023

Heraclio, azote de Persia ( 41ª parte )

 


 Viene de aquí :  

 Teodoro, el comandante en jefe de las tropas bizantinas en Egipto ,consiguió reunir a todos los supervivientes de la batalla en Heliópolis y los llevo rio Nilo arriba, hasta la isla de Lokyon, mientras Anastasio y Teodosio marchaban desde Nikiou hasta la fortaleza de Babilonia para reforzar su guarnición. 

 Pero desde Babilonia ya había salido buena parte de sus defensores al mando de un general llamado Leoncio , en dirección al campamento bizantino de Abuit. 

 Al llegar al campamento, Leoncio, obeso, indolente, cobarde y poco conocedor de la guerra, se encontró que el campamento estaba vacío, ya que las tropas egipcias que lo ocupaban habían salido a combatir a los musulmanes que se aproximaban. 

 Teodoro, que llevado su ejercito a la ciudad de Fayum, se dedicó a atacar el cuartel general del ejercito musulmán en Bahnasa. 

 

  Leoncio, creyendo que los musulmanes serían pronto expulsados de la región, dejo a Teodoro solo la mitad de sus tropas, y volvió con el resto de su ejercito a Babilonia. 

  A pesar de la toma de Tendunias, Amr habia preferido asegurar sus conquistas antes de lanzarse al ataque sobre Babilonia y Alejandría.  

 Asi, mr paso el mes de julio de 640 enviando diferentes columnas para subyugar las ciudades que rodeaban los recientemente conquistados asentamientos de Tendunias y Heliopolis. El comandante musulmán tuvo la precaución de no estirar demasiado sus líneas, ya que ciudades como Nikiou (actual Kom Manous) aun poseían potentes guarniciones bizantinas protegidas por fuertes fortificaciones que sus hombres seguramente no podrían superar.   

 Pero Amr no sabia que,cuando se corrió la voz de la derrota bizantina en Heliópolis, muchas de esas guarniciones bizantinas que quedaban en la región habían abandonado sus posiciones y se habían retirado a Alejandría. 

 Cuando Amr conoció de la retirada generalizada de las guarniciones bizantinas, puso su atencion en Babilonia. 

 A primera vista las defensas y la posicion de la fortaleza parecían estar mas allá de las escasas capacidades de asedio de las tropas musulmanas. Sus murallas tenían un  espesor de casi tres metros, y en algunos lugares los muros se alzaban hasta los 20 metros de altura, con numerosos baluartes por todos los flancos. 


 

 El curso del Nilo fluía al lado de la muralla suroeste, y a pesar que las tropas musulmanas controlaban el curso del Nilo al norte de la fortaleza, un muelle conectaba Babilonia con la isla fortificada de Roda, y con Alejandría. 

Isla de Raudah (Roda).
 

   Otro obstáculo para Amr era el propio rio Nilo y sus crecidas, que ya habían inundado el foso que rodeaba la fortaleza. Combinado con las catapultas que los bizantinos tenían desplegadas junto a los muros de la fortaleza, el foso no daba a los atacantes excesivas posibilidades de acercarse a la fortaleza sin sufrir gran numero de bajas. 

 A pesar de que gran numero de habitantes de la ciudad habían escapado rio arriba hacia Alejandría, el patriarca Ciro mantenía alta la moral de los defensores junto a un comandante militar llamado Jorge, que había reunido a más de 6.000 soldados junto a una gran reserva de agua y alimentos. 

  El asedio musulmán  no comenzó hasta septiembre, y los defensores repelieron los constantes ataques musulmanes con relativa facilidad.  Pero parece que Ciro perdió la fe en la capacidad de la guarnición para seguir resistiendo, convencido que dios había entregado todo Egipto a los musulmanes, asi que convoco un consejo de guerra en el que defendió un plan para sobornar a los comandantes musulmanes. 

 George se opuso a cualquier intencion de rendirse, pero parece que no trato de impedir activamente que Ciro llevara a cabo su plan. El patriarca uso un puente de pontones que conectaba la fortaleza con la isla de Roda, desde donde envió una embajada liderada por el obispo de Babilonia al campamento musulmán. 

En la isla de Roda se encontraba el Nilometro, para medir el nivel del Nilo.
 

 Los términos con los que respondió Amr a la propuesta del obispo fueron los de siempre:  rendirse,  aceptar el islam y pagar la jizya, o morir. A pesar del ultimátum de Amr, el patriarca Ciro pidió a Amr enviar una delegación para seguir negociando. 

 El líder de la delegación musulmana, Ubada al Samat, de raza negra, impresiono al patriarca Ciro con su elocuencia y la fuerza de su fe, y lo convenció para aceptar los términos exigidos por Amr. 

 

 Pero George y su guarnición se negaron a rendirse sin lucha, y cuando expiro el ultimátum de Amr, la guarnición hizo un salida sorpresa atacando el campamento de los asediadores. 

 A pesar de algunos avances bizantinos iniciales, la superioridad numérica islámica paso factura a los atacantes, que fueron primero detenidos y después obligados a retroceder tras los muros de la fortaleza una vez mas. 

 Esta derrota fortaleció la posición negociadora del patriarca Ciro, que convenció a la desmoralizada guarnición que la rendición honrosa era la única opción para salvar la vida. Ciro informo a Amr de la disposición de la guarnicon a rendirse, pero le dijo que solo el emperador Heraclio podía aprobar tal tratado de rendición. 

 Amr permitió a Ciro salir de la asediada fortaleza de Babilonia y marchar a Alejandría para informar a Heraclio por medio de mensajeros. 

 Heraclio, que conocía la mala reputación de Ciro como azote de los coptos y que llevaba más de 10 años gestionando Egipto de mala manera, respondió a los mensajeros de Ciro con desprecio, y convoco al patriarca a mediados de noviembre en la capital imperial, Constantinopla. 

 Ciro trato de defenderse a si mismo enérgicamente, describiendo al ejército árabe y su destreza en el combate, algo que molestó seriamente al emperador, que ya conocía el modo guerrero de los musulmanes por sus combates en Siria y Palestina. 

  Ciro fue objeto de burlas por toda la corte imperial, sobre todo por el emperador, que lo califico como cobarde eindecente y lo acusó de traicion. Ciro fue despojado de todos sus cargos y enviado al exilio.Su tratado con Amr quedo olvidado. 

  La información de que no habría rendición llegó a Babilonia a finales del año 640, y para los defensores no pudo llegar en peor momento, ya que las aguas del Nilo retrocedian,dejando seco el foso, facilitando asi la tarea a los atacantes.

  Los defensores llenaron el seco foso con abrojos, y la falta de experiencia de los musulmanes en los asedios significaba que eran casi incapaces de hacer progresos. 

 Asi, a lo largo del invierno del 640-6641 se produjeron intercambio de dardos y flechas, uso de arietes y catapultas, salidas de los defensores rechazadas y asaltos fallidos por parte de los atacantes. 

  Cuando llegó la primavera del 641, la moral de los defensores comenzaba a tambalearse. El cansancio, las derrotas sufridas y una epidemia de tifus afecto fuertemente las fuerzas de los defensores, y los musulmanes aprovecharon la situación y comenzaron a cavar trincheras para ir acercándose a la muralla. 

 A medida que se acercaba el verano, las posibilidades de la llegada de una fuerza de rescate bizantina aumentaron, y Teodoro, que de alguna manera había conseguido escapar de Babilonia, se dispuso a reunir una fuerza considerable para salir en rescate de la fortaleza asediada. 

  Amr conoció la intención de Teodoro, y no deseando quedar atrapado entre los defensores de Babilonia y el ejercito que Teodoro estaba formando,dividio sus fuerzas, dejando suficientes hombres para mantener el asedio mientras enviaba un contingente hacia el norte del delta el Nilo, para atacar al ejercito que Teodoro estaba formando. 

 El ejercito enviado por Amr tomo contacto con las tropas  de Teodoro cerca de Samanoud,al este de Damieta, y el ejercito musulman sufrió una de las pocas derrotas que sufriria en su campaña de expansión territorial. 

  Pero cualquier beneficio obtenido tras la victoria bizantina fue desperdiciada rápidamente por Teodoro, que no fue capaz de marchar hacia Babilonia para liberar la ciudad o mantener la presión sobre los dos ejecitos musulmanes de Amr, un fracaso atribuido una vez mas a las deserciones y la traición de los coptos.


 

(Continuara...)

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