Viene de aquí.
En la reunión ministerial del día
24 de julio, el secretario de asuntos exteriores britanico,Sir Edward Grey, comunicaba
a sus colegas de gabinete el ultimátum del imperio Austro-húngaro a Serbia.
El ala dura del partido
laborista, tradicionalmente un partido contrario a la intervención del ejército
británico en aventuras militares fuera de las islas y las colonias del imperio,
poseía una gran fuerza dentro del gabinete ministerial británico en el año
1914.
El primer ministro Asquith, el
canciller Haldane, el ministro de asuntos exteriores Grey, el ministro de
hacienda Lloyd George y Winston Churchill, primer lord del almirantazgo habían
participado en una serie de conversaciones secretas con el gobierno francés a
partir de 1911, por las que ambos países se comprometían a ser aliados contra
Alemania en el caso de que los alemanes atacaran a Bélgica.
El tratado secreto firmado entre Francia y Gran Bretaña indicaba que, en caso de invasión alemana, una fuerza
expedicionaria británica ocuparía el flanco izquierdo de la línea defensiva
aliada.
La pertenencia al tratado de la Triple Entente había significado el fin del aislamiento voluntario de Gran Bretaña,
que habia llegado a acuerdos de defensa mutua con Francia en 1904 y con Rusia
en 1907.
En ambos casos, los británicos
habían decidió dejar de lado antiguas rencillas .Los franceses, atávicos
enemigos desde la edad media, y en los primeros años del siglo XX rivales por la
colonización de áfrica ; los rusos, enemigos de los intereses británicos en Asia
central y el medio oriente ,se habían convertido en aliados contra el creciente
poder del imperio alemán.
Gran Bretaña era a principios del
siglo XX un poder hegemónico en declive. Tras los éxitos del siglo XVIII en América
del norte y la India, el imperio británico se había convertido en el mayor
imperio marítimo de la historia. Los beneficios del comercio, especialmente los
beneficios del comercio de esclavos que comenzaba desde Africa occidental para terminar
en las islas del Caribe, financiaron la revolución industrial, que convirtieron
a gran Bretaña en la fabrica del mundo.
Pero a partir de mediados del siglo XIX
y gracias a las leyes anti-esclavitud que se desarrollaban en el mundo
civilizado,comenzaron a bajar los ingresos por venta de esclavos, y la potencia
industrial de gran Bretaña comenzó a decaer.
A principios del siglo XX, Gran
Bretaña aun tenía el imperio más grande, ya que controlaban la quinta parte de
la superficie terrestre del mundo y su imperio contenía a la cuarta parte de la
población mundial.
Pero para mantener tal
imperio era necesario un poder
industrial que iba menguando cada vez más y que pronto fue superado por
Alemania y Estados Unidos.
El crecimiento exponencial de la
industria alemana a principios del siglo XX necesitaba de materias primas,
nuevos mercados y oportunidades de inversión. Alemania había llegado tarde al
reparto de las colonias africanas, y su mayor obstáculo para expandirse era el imperio
britanico,que no queria perder su posicion.La política mundial alemana, la Weltpolitik, dio comienzo a una
carrera armamentística naval contra Gran Bretaña, y creó una armada lo
suficientemente potente como para desafiar la supremacía de la Royal Navy británica.
Gran Bretaña tuvo que responder
al envite alemán.Tratandose gran Bretaña de una nación de islas, sin fronteras
terrestres y con un pequeño ejército profesional, pudo dedicar todos sus
recursos a la construcción de barcos de guerra, para continuar manteniendo su
ventaja sobre los alemanes. Entre 1899 y 1914 prácticamente doblo el número de grandes
acorazados de su flota.
En cambio, Alemania, una potencia
continental con poderosos enemigos en ambos flancos, se vio obligada a utilizar
la mayor parte de sus recursos en ampliar su ejército de tierra: no podía
defenderse de sus enemigos europeos y desafiar a la poderosa armada británica
en el mar.
La noción mantenida por los
estadistas británicos de la época era que Alemania se estaba comportando de
manera agresiva y expansionista. Aunque quien estaba aumentando enormemente su
potencial militar eran las potencias de la triple entente.
Cuando Alemania se
dio cuenta de que estaba perdiendo la carrera armamentística, fue cuando se
decidió por la guerra, antes de verse claramente superada.
La crisis entre Gran Bretaña y
Alemania iba a afectar en primer lugar a
la neutral Belgica.El plan Schlieffen alemán preveía una rápida campaña de seis
semanas de duración para aplastar a Francia,antes de trasladar la mayor parte
de las fuerzas armadas alamenas al frente este, para hacer frente al ejercito ruso,
muy superior numéricamente pero mucho más lento de movimientos.
Pero para garantizar el éxito del
plan Schlieffen era absolutamente necesario que las tropas alemanas violaran la
neutralidad belga, pasando directamente y a toda velocidad por el norte de las Ardenas, para atrapar al ejército
francés en un movimiento de pinza.
Tal violación de la neutralidad
de Bélgica llevaría sin duda a la intervención militar británica. Y la
intervención británica no se debería a la retorica de una “defensa del país
pequeño e indefenso “contra la “potencia agresora”, como no se cansaban de
repetir los gobernantes británicos.
La realidad es que Bélgica era
muy importante en términos estratégicos para los británicos.Habian ayudado a
crear el país en la década 1830-40 y
habían garantizado su neutralidad en el tratado de Londres de 1839.La política
exterior británica con respecto a Europa exigía que el continente estuviera
repleto de pequeñas naciones ,y que no importaba que compitieran o pelearan
entre ellas, siempre que no se unieran bajo un solo poder hegemonico.Otra
exigencia era que los puertos del Canal de la Mancha en terreno continental no debían
estar bajo ninguna circunstancia bajo control de una potencia hostil que
pudiera amenazar el poderío naval británico.
Por eso Gran Bretaña había apoyado con tanta
fuerza la independencia de Belgica, un nuevo y pequeño estado independiente en
la costa del canal era una medida de seguridad ideal para Gran Bretaña. Era la
misma situación que había ocurrido en 1588, cuando la potencia europea hegemónica
de entonces, la España de Felipe II había amenazado la seguridad británica con
la intervención en los Países Bajos. O en 1704, con la Francia de Luis XIV, o
en 1815 con la Francia napoleónica.
La invasión alemanda de Bélgica
en 1914 era exactamente la misma situación, una amenaza directa contra el poder
del imperio británico.Gran Bretaña no iba a ir a la guerra para proteger los intereses de Belgica o Francia,iba para defender sus propios intereses estrategicos.
El 1 de agosto de 1914, Alemania
declaraba la guerra a Rusia.Pero antes de la guerra en el este,Alemania debia
terminar con la guerra en el oeste, para tratar de evitar por todos los medios
una guerra en dos frentes. El gobierno frances, sabedor de lo que iba a pasar, mandó insistentes mensajes al gobierno
britanico, pidiendo aclaraciones sobre
la posición británica.
Pero el 2 de agosto, lo único que
los británicos pudieron garantizar a los franceses fue que intentarían evitar
que la flota alemana del mar del norte atacara puertos franceses.
No era suficiente. Ese mismo dia,
Alemania exigía paso sin restricciones para su ejército a través de Bélgica y Luxemburgo.
Ante la negativa belga,Francia y Alemania se declararon mutuamente la guerra el
día 3.El mismo dia,sir Edward Grey se dirigía a la cámara de los Comunes en el más
importante discurso de su vida: el gobierno británico ya había tomado su
decision,Grey se limitaba a darla a conocer al parlamento y a la ciudadanía británica.
El 4 de agosto, Alemania declaraba
la guerra a Belgica, y las tropas de vanguardia del ejército del káiser cruzaban
la frontera. Gran Bretaña declaro la movilización general y envió un ultimátum al
gobierno alemán, exigiéndole la retirada de sus tropas a las posiciones de
partida antes de 12 horas, o ambas naciones estarían en guerra.
Tropas alemanas entrando en Belgica el dia 4 de agosto de 1914.
El ultimátum expiró a medianoche,
mientras una gran cantidad de ciudadanos británicos cantaban el himno nacional
a las puertas del palacio de Buckingham. Los lideres nacionalistas irlandeses,
las sufragistas y los líderes sindicales mostraron públicamente su apoyo a la
guerra.
Y entonces, el imperio británico
declaro la guerra al imperio alemán.
(Continuara…)
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