martes, 30 de abril de 2013

Alejandro Farnesio, (1ª parte ).




 En su libro, “Historia del arte de la guerra”, el mariscal Montgomery califica a Alejandro Farnesio como el soldado mas capaz de su época.


  Pocas personas han oído hablar de sus hazañas, excepto como el posible general al mando de las tropas que iban a protagonizar la nunca realizada invasión de Inglaterra en 1588.


  Nacido en Roma en 1545, era hijo de un duque italiano y de Margarita de Parma, hija ilegitima de Carlos I de España y V de Alemania.


  Pasó su juventud en la corte real española y curso sus estudios en la universidad de Alcala.Alli conoció a su tío don Juan de Austria, hijo ilegitimo del emperador Carlos.Don Juan de Austria era hermano y favorito del rey Felipe II.


  La amenaza turca en el este del mediterráneo se estaba haciendo cada vez más preocupante, y en 1571 el rey Felipe II organizó la Santa Liga para combatir a los turcos.


Bandera de combate de la Santa Liga.


 Puso al mando de las tropas a don Juan de Austria, al que rápidamente se unió Alejandro Farnesio.


  Tuvo su primera experiencia militar en la batalla de Lepanto, donde mandaba una o dos galeras, y donde dio muestras de su valor abordando una galera turca con el solo apoyo de un soldado español, logrando apoderarse de la bandera de la nave enemiga.


  También tuvo una destacada actuación al año siguiente, en los combates que tuvieron lugar en la bahía de Navarino.Don Juan de Austria había enviado tropas para controlar los manantiales de agua dulce que eran esenciales para el avituallamiento de la flota cristiana. Los turcos enviaron una fuerza de 1.600 jenízaros para interrumpir ese suministro de agua. Pero el fuego de los arcabuceros cristianos mandados por Farnesio consiguió hacer retroceder a los turcos.


  Los siguientes cinco años no tuvieron excesiva actividad para Farnesio, pero a finales de 1577, fue enviado a Flandes, donde don Juan de Austria había sido nombrado gobernador –general de la provincia.


  El ejército español había sufrido notables cambios en los primeros años del siglo XVI.Durante la edad media había sido muy similar a los otros ejércitos de la Europa occidental, en el que la caballería pesada había tenido la máxima importancia.


  Pero a principios del siglo XVI,el ejercito español había empezado a utilizar el jinete,caballeria ligera que se habia demostrado muy útil en la guerra contra los musulmanes.Ademas,el ejercito español comenzó a utilizar con profusión las armas de fuego, mucho antes de que lo hicieran franceses, ingleses o italianos.


  El comienzo de las guerras en Italia, alrededor de 1494, obligo a un cambio en el ejército español. Gonzalo de Cordoba, el Gran capitán, se dio cuenta que la caballería ligera española era poco menos que inútil contra las masivas falanges de piqueros, expertas en derrotar a un buen numero de caballerías pesadas europeas.


  Gonzalo de Córdoba decidió cambiar la lanza y la espada, que habían sido las armas de la infantería española contra los moros, por la pica y el arcabuz.Las tropas pasaron a organizarse en coronelías, cada una compuesta de unos 1000 soldados, divididas en cuatro compañías de piqueros y arcabuceros, con un pequeño número de espaderos.


  Esta nueva formación introdujo el termino coronel en la terminología militar, ya que la coronelía estaba mandada por un cabo de colunela, una agrupación de varias capitanías (de 100 a 500 hombres, compuesta por piqueros, ballesteros y arcabuceros).


  Mas tarde, la coronelía daría origen al mucho más famoso tercio, de alrededor de 3.000 soldados,piqueros y arcabuceros,compuesto de entre 8 y 10 compañias,de los que en 1621 existían 39 tercios, solo 7 españoles,13 italianos,11 belgas,2 burgundios,2 irlandeses y 4 alemanes.


  Cuando Farnesio llego a Flandes se encontró con una situación realmente preocupante. La mayoría del país estaba en franca rebelión.Las fuerzas rebeldes, al mando de Antonio de Goignies, disponían de 30.000 hombres, entre holandeses, hugonotes, ingleses, alemanes y escoceses, cifra superior en número a las tropas españolas.



  Los rebeldes fueron concentrando sus tropas en Gembloux, localidad próxima a Namur, donde se encontraba don Juan de Austria con sus pocas tropas disponibles.


  Farnesio llego al mando de 6.000 soldados de infanteria,veteranos españoles del ejercito de Italia, reforzados por 4.000 franceses y 5.000 alemanes,y 2.000 de caballeria,principlamente valones, dirigidos por los mejores comandantes del rey Felipe II,como Mondragon,Acosta,Gonzaga,Martinengo,Perroti,etc


  De Goignies estaba decidió a atacar primero, y se dirigió hacia Namur. Pero cuando conoció de la próxima llegada del ejército de Farnesio cambio de opinión y llamo  a una reunion a sus principales oficiales.Se decidió la retirada hacia Gembloux.


  Don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto, no iba a desaprovechar tanta vacilación y desconcierto de su enemigo.Decidio atacar al enemigo en retirada.


  La mañana del 30 de enero de 1578 la pasaron Don Juan de Austria, Farnesio y sus oficiales reconociendo el terreno donde se produciría el enfrentamiento. La carretera a Gembloux discurría en su mayor parte por el fondo de un tortuoso valle, rodeado de colinas boscosas, en un terreno embarrado.


  La noche  del día 31, Don Juan envió a Acosta al mando de un contingente compuesto de caballería e infantería ligera a ocupar la zona boscosa a ambos lados del camino. Al amanecer, el ejército español se puso en marcha, encabezado por la caballeria, al mando de Ottavio Gonzaga, seguido por Mondragón a la cabeza de un millar de piqueros y arcabuceros.


  Detrás marchaba el cuerpo principal, mandado por el propio don Juan y Farnesio.A la retaguardia se situaban los valones, mandados por el  Conde de Mansfeldt,el capitan mercenario Peter Ernest.


  La lucha comenzó con la caballería de Acosta hostigando el flanco rebelde. Capturó un par de prisioneros, que proporcionaron interesante información. Poco más tarde, Gonzaga entro en contacto con la retaguardia rebelde. Pero don Juan de Austria había advertido a sus oficiales que no debían separarse en demasía del grueso del ejército.

Batalla de Gembloux.


  Gonzaga obedeció la orden, pero el capitán Perroti, al mando de la caballera italiana dijo que nunca mostraría la espalda al enemigo, y que una vez que había entrado en combate, no había posibilidad de retirada.


  Farnesio se dio cuenta que este acto de indisciplina de Perroti le daba una gran oportunidad .Con la retaguardia rebelde enfrascada en defenderse de Perroti podría cargar directamente sobre el centro del ejercito rebelde, que se consideraba en seguridad.


  Pero todo dependía del estado del terreno. Si estaba húmedo y embarrado, la caballería se desplazaría lentamente por él, y seria presa fácil para los mosqueteros rebeldes. En cambio, si el terreno estaba seco, la caballería tendría éxito en su ataque.


  Farnesio decido asumir el riesgo. Envió un mensaje a Don Juan en el que decía que ”como los antiguos romanos, iba a sumergirse en un abismo, del que saldría con la ayuda de dios y los auspicios de la casa de Austria, para lograr una memorable victoria".


  Se puso a la cabeza de toda la caballería que pudo reunir, y cargo a toda velocidad sobre el centro rebelde.


  Tomado completamente por sorpresa, la caballería rebelde trato de escapar, arrollando a su propia infantería. Todo el ejército rebelde empezó a desmoronanrse, mientras Gonzaga y Mondragón se unían a la lucha con su caballería y arcabuceros.


  Las bajas rebeldes se contaron por miles, cayendo en poder de don Juan 34 estandartes y banderas. Se hicieron miles de prisioneros, los que no se pasaban al bando español, como la mayoría de los escoceses, fueron ejecutados. Toda la artillería rebelde, así como una gran cantidad de vituallas y munición cayeron en manos españolas.


Se habían cumplido las palabras que aparecían en la bandera de don Juan: 


“In hoc signo vici turcos ,in hoc vincam haereticos”



(Continuara...)

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