Debido a las difíciles condiciones
del terreno, el avance del ejército cristiano en dirección a Viena fue lento.
Pero el 7 de septiembre, una
avanzada de caballería al mando del coronel Heisler alcanzo las colinas de
Kahlenberg, en las cercanías de Viena, y elimino el puesto de observación turco
allí situado. A continuación, encendieron un gran fuego, para avisar a los
defensores de Viena que los refuerzos estaban en camino.
El 9 de septiembre, los ejércitos
cristianos llegaron al centro del bosque de Wienerwald.Y se celebro una reunión
para decidir el orden de batalla.
Los polacos, al mando de Jan Sobieski,
ocuparían el flanco derecho, el centro estaría ocupado por los bávaros y
germanos de waldeck y el ala izquierda austriacos y sajones bajo el mando de
Carlos VI de Lorena.
Al amanecer del 10 de
septiembre,comezo la marcha hacia Viena.Carlos de Lorena, en la izquierda,
envió a su caballería bordeando el bosque por el este,paraleo al Danubio, hacia
las colinas de Kahlemberg.
La marcha fue muy lenta.Las
tropas que tenían que atravesar el bosque se encontraron los caminos totalmente
embarrados y en muy mal estado.La artillería comenzó a retrasarse con relación
a las demás tropas.
A media tarde, las tropas
cristianas ya habían salido del bosque y
comenzado a subir las colinas. Allí construyeron defensas y las protegieron con caballos de frisia.
Pero la artillería no llego hasta la noche, y las piezas más poderosas, los
cañones de 12 libras,estaban aun en el bosque.
Desde lo alto de las colinas, la
vista no era demasiado favorable para las tropas cristiana,sobre todo para la
caballeria.Todo el valle entre las colinas y el campamento otomano, donde
habían esperado una llanura limpia y sin obstáculos, se encontraron con
multitud de barrancos,arroyos,muros de piedra, pequeños bosques y gran numero
de pequeñas colinas.
En el lado turco tampoco tenían
las cosas claras. Nunca habían tenido que enfrentarse con un ejército de refuerzo
mientras asediaban una ciduad.Y Kara Mustafá rechazo el consejo de varios de
sus generales para abandonar el asedio y enfrentar todo su ejercito al ejército
cristiano.
Dividió sus fuerzas. Decidió
mantener el asedio sobre viena, y mando a 6.000 soldados de su infantería y
20.000 de caballeria, acompañados de 60 cañones, a enfrentar al ejército cristiano.
5.000 otomanos a caballo fueron
colocados a la derecha,justo enfrente de las colinas de Kahlemberg.El resto de
la caballería otomana y la infantería y artillería se coloco frente al ala
derecha y el centro de los cristianos.
Kara Mustafá permanecería en su
campamento,protejido en todo momento por su guardia de jenízaros y la caballería
albanesa.
A Mustafá le llegaron informes de
que el principal ataque cristiano vendría desde las colinas de Kahlemberg.Asi
que, a ultima hora, decidió reforzar su flanco derecho con caballeria,sacándola
de su sector central, debilitando dicho sector claramente.
Mientras tanto, el ejército cristiano
recibía buenas noticias; la totalidad de la artillería ya había llegado, e
inmediatamente se comenzó a construir un reducto artillero en la ladera de la colina de Leopoldsberg, la más alta de las colinas Kahlemberg.
Vista de Viena desde la colina Leopoldsberg.
Los otomanos cada vez estaban más
convencidos de que el principal ataque cristiano sería justo allí.Y a las 05:00
de la mañana del 12 de septiembre decidieron lanzar un ataque para evitar o al
menos interrumpir la construcción del reducto artillero.
Pero los observadores captaron el
movimiento y enviaron infantería a la zona, que tras una breve y sangrienta
lucha obligaron a los otomanos a retirarse.
La batalla de Kahlemberg había
comenzado.
Los generales y príncipes
cristianos asistieron a una misa en las
humeantes ruinas del convento de los Camaldolitas,recientemente quemado por los
turcos.Terminada la misa, se pusieron a la cabeza de sus respectivos contingentes y el ejército en pleno comenzó a descender lentamente por las laderas de
las colinas.
La batalla que siguió consistió
en una serie de confusos combates entre pequeños grupos de tropas de ambos lados.
Las condiciones del terreno, repletos de barrancos y muros hacia casi imposible
mantener una línea de frente coherente para ambos ejércitos, cuyos generales
trataban ,casi siempre sin éxito, de reorganizar las tropas y moverlas en una u otra
dirección.
El mando de las tropas paso a
depender de los jefes de batallón o de compañía. A las 8 de la mañana, se había
completado el reducto de la artillería cristiana, que empezó a dispara de inmediato.
El primer ataque serio provino, como se esperaba, de las colinas de Kahlemberg.
Sajones y austriacos, bajo el
mando de Carlos de Lorena y con el apoyo de la artillería,expulsaron a los
turcos de sus posiciones de primera línea. A este primer ataque le siguió el
resto de las tropas cristianas.
A las 12 del mediodía, la batalla
se encontraba en su apogeo. Los cristianos no habían logrado expulsar
totalmente a los turcos de sus posiciones, y los turcos lanzaban contraataque
tras contraataque sin éxito, sin lograr hacer retroceder a los cristianos.
Por culpa del dificultoso terreno,
los polacos, con los famosos húsares alados, habían llegado a sus posiciones de
partida más tarde que los demás contingentes cristianos.
Pero a la una de la tarde, ya
estaban preparados. Y lanzaron su ataque sobre el grueso de las tropas
otomanas.Los turcos se defendieron como pudieron, pero la combinación de piqueros,
mosqueteros y húsares alados polacos comenzó a hacer retroceder a los otomanos.
Kara Mustafá vio el peligro de la
ruptura de su flanco izquierdo, y envió rápidamente a sus tropas de choque, los
jenízaros.
Dos regimientos de dragones
alemanes y uno de coraceros acudieron en ayuda de los polacos, y la línea
otomana comenzó a ceder.
En el otro flanco, el izquierdo
del ataque cristiano, Carlos de Lorena ataco directamente el campamento otomano,
el punto más fuerte de la línea de defensa turca. Al mismo tiempo, bávaros y francones
atacaban el centro.
Sobieski, al mando de las tropas polacas,
tomó la decisión de atacar antes de que anocheciera.Pensando que la derrota
turca estaba próxima, decido cargar con los húsares alados. Mando parar a su infantería,
y se puso a la cabeza de su caballería.
Allí acabo la batalla.La carga de
los húsares alados polacos derribo completamente el flanco izquierdo otomano. Y
como un castillo de naipes, poco después cayó el centro y el ala derecha.
La línea del frente otomano se desintegro,
y los turcos que consiguieron sobrevivir y no ser capturados huyeron
desordenadamente hacia Belgrado, encabezados por Kara Mustafa, que aun había tenido
tiempo de coger gran parte del inmenso tesoro que había atesorado gracias al
saqueo de ciudades e iglesias.
El asedio de Viena había terminado.
Ahora empezaba la reconquista del terreno perdido.
Moneda conmemorativa de la victoria en Viena.
Hola, podrías decirme la fuente de las imágenes que utilizaste?principalmente las referentes al orden de batalla. Es que estoy haciendo una exposición sobre este tema y me pareció muy bueno el material que presentas acá :)
ResponderEliminarHola,aqui tienes la bibliografia utilizada:
ResponderEliminarhttp://historiaparanodormiranhell.blogspot.com.es/2013/05/1683-jan-sobieskisalvador-de-viena-6.html
- Polish Armies 1569-1696, Richard Brzezinski
- Armies of the ottoman turks 1300-1774, David Nicolle
- Quarterly Journal Military History,verano 2008
- Vienna 1683, Christian Europe repels the ottomans, Simon Millar.
- Worlds at war, Anthony padgen
saludos.