Viene de aquí:
Al amanecer del día 20 de julio,
el ejercito de Napoleón divisaba en la lejanía el Cairo.Habian llegado a la localidad
de Omm Dinar a 25 kilómetros de la capital del sultanato mameluco. Las
avanzadillas de la caballería de Napoleón pronto
informaron de la presencia del ejercito del sultán Murad en las cercanías
de la villa de Embabeh.
Napoleón decidió que su ejército
pasara el día descansando y recuperándose de las penalidades que habían pasado
en el camino. Disponía de 20.000 infantes, un par de miles de jinetes y 40 cañones.
Muchos de sus soldados estaban débiles y enfermos por la disentería, y los
reflejos del sol sobre la arena del desierto egipcio había convertido en ciegos
temporales a varios centenares de sus hombres.
A las 2 de la mañana del día 21,
las tropas de Napoleón levantaron el campamento y marcharon hacia Embabeh, adonde llegaban
12 horas después. Tras una hora de descanso, Napoleón comenzó a desplegar sus tropas,
mientras observaba detenidamente el despliegue del enemigo. Debió de ser una escena
impresionante.A la izquierda, el Nilo, y tras él en la distancia, los cientos de
minaretes y cúpulas de El Cairo brillando al sol.
A la derecha, a un par de decenas
de kilómetros, las pirámides, las más grandes, las más antiguas y más duraderas
construcciones obra de los hombres. Bonaparte las señalo, y se dirigió a sus hombres:
“ Recordad, desde la cumbre de
esos antiguos monumentos, 40 siglos os contemplan “.
A un par de kilometro al sur,
Murad había colocado su flanco derecho en Embabeh, para proteger su flanco con el Nilo.Alli en Embabeh y protegidos por sus muros y casas, colocó sus cañones y
10.000 infantes fellahim.A su izquierda colocó a sus 7.000 mamelucos,
inconfundibles desde la distancia gracias a sus coloridas vestimentas.
Según el cronista egipcio Al–Jabarti “los mamelucos despreciaban a su enemigo, y estaban enloquecidos y
ansiosos por entrar en batalla. Se veían como combatientes de una jihad, una
guerra santa, y nunca les importaba el numero de sus enemigos y tampoco tenían
ningún interés en ver quiénes y cuantos de ellos morían en combate “
Por alguna razón desconocida, Ibrahim,lugarteniente del sultan Murad,colocó a sus 12.000 fellahim y su veintena de cañones al otro lado del rio Nilo, donde seguramente iba a tener poca participación en la batalla.
Napoleón colocó sus tropas en una
línea oblicua formada por cuadros, y ordenó el avance .Aunque en esta ocasión,
los cuadros eran en realidad rectángulos, (mas tarde se llamaría a este tipo
de formación Carre d¨Egipte), ya que Napoleón
había decidido reforzar la potencia de fuego de vanguardia y retaguardia (un regimiento
en cada una), y dejar los flancos de cada cuadro para un solo regimiento.
Seguramente, algunas de las divisiones
del ejercito de Napoleón no estaban completas debido a la gran cantidad de enfermos, y Napoleón había tenido que modificar el cuadro orginal, mucho más estable,
y adaptarlo a las circunstancias, con menos efectivos.
En el flanco izquierdo de Bonaparte,
apoyado en el Nilo ,se encontraban los cuadros
de Bon y Vial, frente a la localidad de Embabeh.En el flanco derecho,
frente a los mamelucos,los cuadros divisionarios de Desaix y Reynier, con el cuadro
de Dugua en el centro, en reserva, con Bonaparte y su estado mayor en el interior.
Bonaparte aprovechó para colocar a la flotilla fluvial del capitan Perre a tiro de cañón de las
tropas de Ibrahim, al otro lado del rio Nilo, con la orden de obstaculizar su avance
si llegaba a producirse.
Ambos ejércitos permanecieron a
la espera hasta las 3 y media, cuando un contingente de caballería francesa y
granaderos enviado en exploración hasta Biktil, una villa al sur de la línea francesa ,chocó con un contingente mameluco.
Los franceses pusieron en fuga a los mamelucos, y los granaderos tomaron
posiciones sobre los tejados de las casas.
Murad escogió ese momento para
cargar con sus mamelucos contra el flanco derecho francés, cogiendo un tanto desprevenidos
a los cuadros de Desaix y Reynier.Pero los cuadros cerraron filas justo a tiempo,
y la caballería mameluca se vio obligada a dividirse en tres columnas para pasar entre ambos cuadros y reagruparse en la retaguardia,mientras recibia descargas de mosquete.
Mientras intentaban reagruparse comenzaron
a recibir el fuego de los cañones que se encontraban en el interior del cuadro
de Dugua. En muy poco tiempo, los mamelucos trataron de escapar dirigiéndose hacia el sur,hacia Biktil ,donde se guarnecian los granaderos de Napoleon,que lanzaron una descarga cerrada que desmanteló
por completo la ya de por si desordenada formación mameluca.
Con los mamelucos supervivientes
huyendo hacia el desierto, Napoleón pasó a prestar máxima atención a su flanco izquierdo,ordenando a los cuadros de Vial y Bon asaltar Embabeh. El asalto iba
a ser apoyado por los cañones de la flotilla de Perró,sorprendido de que las
fuerzas de Ibrahim no se hubieran movido de sus posiciones al otro lado del
rio.
Las tropas de Bonaparte recibieron
intenso fuego artillero de las entre 30
y 40 piezas de artilleria ocultas en la
loclaicdad, pero estaban montadas de forma fija y se tardaba mucho en
moverlas.
La división de Bon fue la encargada
de asaltar la villa, y se formaron media docena de grupos de asalto apoyados por
3 cuadros más pequeños mandados por el general Rampon.
Las tropas de asalto tardaron
pocos minutos en tomar la ciudad, mientras cientos de milicianos fellahin y mamelucos trataban de huir lanzándose al Nilo.
El general Rampon envió a un
batallón entero a la orilla del rio, desde la que dispararon a los que
intentaban huir. Más de 1.000 murieron ahogados,
y otros 800 a causa de los disparos de los infantes franceses.
A las 4 y media, la
batalla de las pirámides había terminado.
Murad se retiró con su estado mayor y unos 3.000 mamelucos que le quedaba,hacia
el sur, hacia Gizeh.Su comandante Ibrahim, al ver la masacre que los soldados
franceses hacían con los huidos de Embabeh , decidió tomar sus tropas y retirarse hacia
el sur.Mientras, las tropas francesas ocupaban El Cairo al dia siguiente, sin
oposición.
A cambio de solo 30 muertos y 300
heridos,Bonaparte había logrado una decisiva victoria. 2.000 mamelucos y más de
5.000 milicianos fellahin yacían en el campo de batalla o flotaban en el rio Nilo.Las tropas francesas pasaron los días siguientes saqueando los cuerpos de
los mamelucos,que siempre llevaban al combate todas sus riquezas.
Y el
deporte más popular de los soldados franceses durante semanas fue pescar
cadáveres de egipcios en el Nilo usando bayonetas dobladas como grandes anzuelos, un
pasatiempo muy lucrativo.
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