Hughes Glomar Explorer.
Viene de aquí:
En julio de 1973, los astilleros Sun de Filadelfia hacian entrega a Global Marine del Hughes Glomer Explorer (HGE).Paragonsky,presente en la entrega, sabia que a la CIA le quedaba poco tiempo para completar la
misión de extraer del fondo marino los pedazos del submarino soviético K-129.
Segun las ordenes recibidas,los integrantes del proyecto Azorian tenían menos de un año para
trasladar el barco hasta la costa Oeste, entrenar a la tripulación y probar
todos los sistemas necesarios para la operacion.
Astilleros Sun,en Chester,Filadelfia.
A mediados de julio ,Paragonsky trasladaba a
todos los miembros del proyecto Azorian a una nueva ubicación secreta en unas
oficinas cerca de Tyson Corner, en Virginia.
Alli, Paragonsky agradeció el
trabajo realizado por la division de
ingenieria del proyecto , y pasó el testigo a la division de operaciones,
que se encargaría de llevar a cabo las pruebas necesarias.
El día 23, el HGE zarpaba de los astilleros Sun en Filadelfia en direccion a a Long Beach, en California. Iba a ser un viaje
largo, ya que la manga (la anchura del buque en su parte más ancha) del barco
era demasiado grande (35 metros) para
caber por el canal de Panamá.Asi, el HGE debía rodear América del Sur
completamente, pasando por el estrecho de
Magallanes.
En este primer viaje, casi toda
la tripulación desconocía cual era el objetivo final del barco.Era una simple transferencia
de puerto a puerto, y nadie, ni siquiera el capitán, tenía que saber que
sucedería después. Pero en el barco fueron incluidos tres oficiales
gubernamentales.
Nadie sabía cuál era el trabajo
de los tres oficiales, ya que apenas salían de sus camarotes y no se mezclaban
con la tripulación, que muy pronto empezó a murmurar.
El barco se detuvo en Bermuda
para cargar combustible y dejar allí a algunos miembros de la tripulacion.El 13
de agosto, el barco zarpaba de Bermuda. Tras cruzar el cabo de Hornos, el HGE se dirigía
a Valparaiso, Chile, para cambiar a parte de la tripulación y cargar combustible
y provisiones.
Puerto de Valparaiso, en 1973.
El 11 de septiembre de 1973 , el HGE
llegaba a Valparaiso.Cuando la tripulación se disponía a cargar el
combustible,escucharon unas detonaciones en la distancia. Nadie sabía a qué se debían,
pero uno de los marinos chilenos les indicó que los militares estaban dando un
golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende.
Pocos días antes, un grupo de
trabajadores de Global Marine habían llegado a Chile con 28 cajas de repuestos
y un saco de correspondencia para la tripulación.
Hasta entonces, el Hughes Glomer
Explorer estaba operando bajo control de la empresa Global Marine, ya que la
CIA solo tomaría el control del barco cuando llegara a Long Beach.Asi que no
hubo transmisiones de radio desde EEUU indicando cual sería la acción a tomar
en caso de interferencias del ejército chileno.
Indeciso sin saber si zarpar o
mantenerse en Valparaiso, el capitán del HGE decidió esperar a ver como transcurrían
los acontecimientos. Pero no tuvo que esperar mucho.Un submarino chileno se
acerco al HGE con intenciones de abordarlo. Sin razones para denegar la
peticion del capitán del submarino chileno, el capitán del HGE ayudo a la tripulacion del submarino a asegurarlo, y
espero nerviosamente mientras los oficiales chilenos subían al barco.
Ambos capitanes conversaron
amigablemente, con la ayuda de un intérprete,
y el capitán del HGE explicó que el barco estadounidense solo iba a permanecer
en Valparaíso el tiempo suficiente para cargar provisiones y cambiar parte de
la tripulación.
El capitán del submarino se mostro muy comprensivo y se
comprometió a colaborar para acelerar el proceso, y ya sin ningun problema, y
tras un ligero retraso, el HGE zarpaba desde Valparaíso en direccion a California.
Aunque la tripulación el HGE no sabía
nada de lo que pasaba en Chile cuando el barco había atracado en Valparaiso, la
CIA llevaba influyendo en la política chilena desde hacia al menos diez años.
Tras la revolucion castrista en Cuba de 1959, los EEUU se preocuparon por la posibilidad de que cualquier nación
sudamericana pudiera caer en manos del comunismo.
Durante el mandato del presidente
Kennedy, varias agencias gubernamentales estadounidenses habían apoyado a varios
partidos políticos chilenos que tenían en común su anticomunismo.
Esos esfuerzos habían tenido
éxito hasta las elecciones de 1970, cuando Salvador Allende, apoyado por Moscú
y la Habana, habia llegado al poder tras lograr el 36% de los votos.
Castro y Allende.
El presidente Nixon enfureció, y
culpo a la CIA, que intentó aprovechar una ultima oportunidad para que Allende
no llegase al poder.
En Chile,si ningún candidato
conseguía la mayoria necesaria, el congreso pasaba a tener la responsabilidad de elegir
un presidente. Y la sesión del congreso chileno iba a tener lugar justo 50 días tras las
elecciones.
Para el presidente Nixon, aun había
una posibilidad de que los militares chilenos intervinieran en el proceso, para
evitar que Allende llegase al palacio presidencial.
El 15 de septiembre de 1970, Nixon
convocaba en el despacho oval a Richard Helms, director de la CIA, Henry Kissinger, vicepresidente y al fiscal general John Mitchell. El presidente
Nixon incitó a la CIA a intervenir en los asuntos de Chile para intentar que los
militares chilenos no permitiesen la llegada de Allende al palacio de la Moneda.
Pero a Helms solo le quedaban 48 días antes que el congreso chileno se
reuniera, y no hubo suficiente tiempo. El intento de la CIA para mantener el
socialismo fuera de Chile fracasó, y Salvador Allende fue nombrado presidente
el 3 de noviembre de 1970.
Richard Helms,director de la CIA en 1973.
Pero la CIA no se detuvo, y
continuó apoyando, a traves de intermediarios locales, a partidos politicos
chilenos, periódicos, estaciones de radio y grupos estudiantiles, asegurando que Allende no sería reelegido en 1976.
En septiembre de 1973, los
militares chilenos, sin participación directa de la CIA esta vez, daban el
golpe de estado que derrocaba al gobierno de Allende, que murió en el
asalto al Palacio de la Moneda. Como de costumbre,
el gobierno estadounidense negó cualquier implicacion de cualquiera de sus agencias.
Años después, los detalles de la
implicacion de la CIA en el derrocamiento
de Allende comenzaron a salir a la luz. Y cuando la CIA admitió que el buque
Hughes Glomer Explorer era de su propiedad, algunos analistas y teóricos de las
conspiraciones afirmaron que el barco había estado de una u otra manera,
involucrado en el golpe militar.
La presencia en el barco de tres
agentes gubernamentales de algúna agencia aun por determinar,las 28 cajas
cargadas de “repuestos” que habían llegado a
Valparaíso días antes, y la sola presencia del barco en Chile justo el día
del golpe de estado, parecía dar la razón a los teóricos de la conspiración.
Pero, de hecho, solo fue una
coincidencia, y el Hughes Glomer Explorer no tuvo nada que ver con el asunto.
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