lunes, 14 de agosto de 2023

El arma que conquistó el oeste ( 1ª parte ).

 

   

  El debate sobre cual fue el arma que conquisto el oeste de los Estados Unidos comenzó muy poco después de conquistado el territorio, y seguramente siga discutiéndose indefinidamente.

  El revolver Colt, el rifle Winchester, el rifle Sharp o el fusil Springfield de retrocarga tienen sus defensores y detractores.

Jim Hawkins, ranger de Texas, con un rifle Winchester 73 en su mano derecha y un Colt Peacemaker en la cadera.
 

  Pero hubo un arma de fuego que jugo un papel critico en el oeste de EEUU mas de dos siglos antes que Samuel Colt u Oliver Winchester nacieran. En manos de los hombres de frontera, españoles, mucho menos conocidos que Kit Carson o Davy Crockett, el primitivo arcabuz iba a demostrar su valía.
 
 
 La conocida expedición española al mando de Francisco Vázquez de Coronado que habia marchado desde Nueva España (actual Mexico) a traves de zonas de lo que hoy son Arizona, Nuevo Mejico, Texas, Oklahoma y Kansas, entre 1540 y 1542 habia dejado poca evidencia de su paso y sus logros, y durante las siguientes cuatro décadas las autoridades coloniales españolas mostraron muy poco interes en la región.

1540: la expedición de Coronado en busca de Cíbola.

  Pero en 1580, un fraile franciscano, fray Agustin Rodriguez, deseoso de convertir almas paganas al cristianismo, convenció a los poderes facticos que habia muchas de esas almas esperando a ser salvadas al norte de los asentamientos mineros de Nueva España.

 

  A finales de la década de 1570, un nativo apresado había contado a sus captores que en lo que hoy es el norte de Nuevo Mejico existían poblados asentamientos donde los habitantes tenían abundante alimento y vestían ropas de algodón.Esta información recordó a los españoles a los indios pueblo, a quien no habían visitado desde hacia 40 años.

  Desde que el 13 de julio de 1573, en el bosque de Segovia, el rey Felipe II habia promulgado las Ordenanzas de descubrimientos, nueva población y pacificación de las Indias, toda futura expansión del territorio de Nueva España bajo la autoridad del monarca español debía ser dirigida por representantes de la iglesia, pues debía imponerse la fuerza de la cruz y no la de la espada.

  En el mas grande de esos asentamientos mineros del norte de Nueva España, Santa Barbara,  empezó a tomar forma una expedición. Como un fraile ( o tres, como al final fueron los frailes que participaron en la expedición; fray Agustin Rodriguez, Francisco López y Juan de Santa Maria ) no podía viajar solo por un territorio hostil, 8 soldados y un capitán se unieron al grupo.

Norte de Nueva España.
 

  Para tal empresa, solo 9 hombres de armas parecía ser un numero muy escaso.Pero su capitán, Francisco Sanchez, apodado el Chamuscado por el color rojizo de su barba era un veterano de la frontera y conocía muy bien su trabajo.

  Se aseguro que sus hombres estuvieran bien armados y montados, con una remuda de 90 caballos .Como armas y armaduras los soldados disponían de arcabuces, espadas, cotas de malla, calzones de cuero y cascos de acero. Lo mejor, sin duda, eran los arcabuces.

  Hernan Gallegos, que llevo un diario de la expedición, narra un episodio revelador de un encuentro con unos indios poco antes de partir :

  “Hicimos bastantes tiros de arcabuz, que asustaron a los nativos y dijeron no querer pelear con los españoles, que querían ser nuestros  amigos”.

  Los arcabuces de finales del siglo XVI eran de dos tipos : el básico de mecha, y el mas avanzado, aunque mas complejo y caro de llave de rueda, con una piedra de pedernal que golpea la cazoleta en donde se encuentra la polvora, provocando la chispa.

Arcabuz de mecha.
 

  Escribiendo a principios de la década de 1580, otro veterano dela frontera, Baltasar Obregon, daba un consejo a los exploradores que se iban a internar en territorio desconocido :

  “ hay que llevar buenos arcabuces, con suficientes municiones y piezas de recambio duplicadas.Es mejor utilizar arcabuces de mecha, por que la humedad hace que el disparo con pedernal resulte dificultoso.Ademas, los arcabuces de mecha son mas faciles de manejar. Los que usan arcabuces de llave de rueda  necesitan arreglarse a menudo para reponer las piezas gastadas”.

  En manos expertas, un arcabuz de mecha podía disparar dos veces por minuto, nada rápido comparado con las flechas que se podian disparar con un arco en ese mismo periodo de tiempo.

Arcabuz de llave de rueda.
 

  Pero, con 6 u 8 soldados cargando y disparando alternativamente, los arcabuces podían ser armas formidables.

O eso esperaban los españoles.

  El 5 de junio de 1581, equipados con sus armas y armaduras, el grupo de Chamuscado ( nueve soldados, tres frailes y 19 indios) cabalgaban hacia el norte desde Santa Barbara, conduciendo ante ellos 600 cabezas de ganado.

  Siguiendo el rio Conchos por un terreno muy accidentado hasta su unión con el rio Grande ( donde hoy se ubica Presidio, en Texas ), siguieron el rio Grande dirección noroeste hasta llegar al actual El Paso.

  En agosto llegaban a lo que hoy es  el centro de Nuevo Mejico, y se encontraban con el primer asentamiento , seguramente de los indios jumanos, con sus edificaciones sin puertas a nivel del suelo.

 

 “ los nativos tiene escalas, por las que suben a  sus casas.Estas son escalas móviles, de madera, y cuando los indios se retiran cuando llega la noche, las suben a sus casas, para que sus enemigos no puedan usarlas”.

 

 El encuentro con los indios fue pacifico , y los españoles tuvieron buen cuidado de que fuera así.

  A principios de septiembre, el grupo llegaba a una comunidad de pueblos situados a lo largo del rio Grande, al norte de lo que hoy es Albuquerque.Con ganas de volver a Nueva España para llevar las noticias de los logros de la expedición, fray Juan partía hacia el sur en solitario el 10 de septiembre. Pero fue asesinado tres días después pro una partida de indios que lo habian seguido desde que había abandonado la compañía del resto de españoles.

  El resto de expedicionarios no supo de la noticia del asesinato de fray Juan hasta meses después.

  La expedición llego al pueblo de San Marcos, en las orillas del rio Galisteo, al sur de lo que hoy es Santa Fe, y Chamuscado interrogo a los habitantes sobre la cercanía de minas y sobre ganado salvaje, sobre todo búfalos, de los que el grupo había oído hablar desde que había salido del rio Conchos.

  Tomando puñados de tierra, los indios señalaron hacia el este y dijeron que los búfalos que allí había eran tan numerosos como los granos de tierra que tenían en sus manos.

  Días después, los españoles llegan hasta un caudaloso rio, el rio Pecos. A lo lejos divisaron una columna de humo.Gallegos , el cronista de la expedición , advirtió a sus compañeros que los indios solían utilizar ese tipo de señales para avisarse unos a otros.

  El grupo se acerco con cautela, y se topo con un pueblo con mas de 50 chozas y tiendas hechas de pieles. Allí había mas de 400 guerreros armados de arcos y flechas, que exigieron a los españoles salir del pueblo.

  Los españoles se acababan de encontrar con los querechos, una tribu de origen apache, de las grandes llanuras, del mismo grupo étnico de los que se había encontrado la expedición de Coronado 50 años antes.


 

Ampliamente superados en numero, Chamuscado manejo la situación como pudo.

  Gallegos cuenta : “llamamos la atención de todos los indios, y cuando estuvieron reunidos disparamos los arcabuces por encima de sus cabezas. Estaban aterrorizados por el fuerte ruido y cayeron al suelo como si estuvieran aturdidos. Nosotros les preguntamos entonces donde estaban los búfalos, y nos dijeron que estaban a dos días de marcha, y que eran tan numerosos como la hierba de las llanuras”.

  Con un guía nativo encabezando la marcha, pronto encontraron lo que buscaban : “En los pozos de agua de la llanura encontramos muchos búfalos que deambulaban en manadas de mas de 500 cabezas, tanto de machos como de hembras. Matamos mas de 40 cabezas con nuestros arcabuces, para usarlas como alimento. Parecía como si la voluntad de dios hubiera dispuesto que nadie que disparara su arcabuz al ganado no consiguiera un acierto.Esto asombro mucho a nuestro guía, que nos había conducido hasta dicho ganado.Después de dejarnos dijo a otros lo que nos había visto hacer”.

Bufalo, anteriormente llamado por los españoles "Buey con joroba" o "cibolo".

 

(Continuara...)

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