sábado, 23 de marzo de 2024

Agripa, la mano derecha de Augusto ( 6ª parte )

 

"La masacre del Triunvirato", obra de Antonie Caron.

Viene de aquí:

  Mientras el invierno empezaba  a extenderse por la península itálica, Roma se había convertido en un sombrío lugar para vivir, y el ambiente en la ciudad era una mezcla de temor, caos y tragedia.

  Las calles estaban jalonadas por los restos humeantes de las casas que habían sido propiedad de las victimas de los triunviros, puestas a la venta. Pero había habido pocos compradores, quizás porque no deseaban participar en tan inmoral comercio o temían la venganza de los legítimos dueños de los bienes si las tornas políticas cambiaban de nuevo. Además, no deseaban  que sus riquezas quedaran expuestas a la vista del pueblo de Roma, no querían hacer ostentación de su riqueza

  Así, los precios que los triunviros esperaban conseguir en la subasta de los bienes escamoteados a sus dueños nunca se alcanzaron. Y, cuando acabaron de liquidar a los últimos nombres de la lista, aun  les faltaban 20 millones de dracmas para lograr su objetivo.

  Inasequibles al desaliento, tras terminar con los hombres pusieron sus ojos en las mujeres, en las 1400 mujeres mas ricas de Roma, aunque al final solo 400 mujeres cumplían los requisitos. Desesperados, los triunviros decretaron que cualquier hombre, ya fuera romano, extranjero o liberto, que poseyera más de 100.000 dracmas debía entregar  la octava parte de sus propiedades para contribuir durante un año al coste de la guerra civil que se avecinaba.

  El 1 de enero de 42, con  los recien nombrados consules Lepido y Lucio Munacio Plaucio, ambos aliados de Marco Antonio, el senado se dedicó a revisar resoluciones en honor a  Julio Cesar. Los Idus de Marzo fueron declarados die nefastus ( en el que no se podían hacer negocios públicos), y el edificio en el que se reunía el senado paso a denominarse Curia Julia.

El proceso de convertir a Julio Cesar en una divinidad había dado comienzo.

  Mientras Lepido permanecía en Roma, sus colegas de triunvirato se habían embarcado en su guerra para vengar al dictador asesinado. La guerra se iba a disputar en tres frentes.

  Algunas de las familias que habían logrado escapar a la persecución del triunvirato se habian dirigido al norte de Grecia buscando la proteccion de Bruto y Casio, o a África para unirse a Cornificius, pero otros se habían dirigido al sur de Italia para unirse a Sextus, el hijo de Pompeyo.

Denario de plata de Sexto Pompeyo, acuñado en Sicilia o Masilia.
 

  Octavio y Salvidieno se habían dirigido hacia Sicilia para detener el avance de Sexto Pompeyo, que había tomado la isla forzando a rendirse a su gobernador Clodio Bitínico, que había forzado una batalla naval en Scilae, pero había sido rápidamente derrotado gracias a la bisoñez de sus tripulaciones.

  Mientras, Marco Antonio había enviado a Macedonia a 8 legiones, bajo el mando de Norbanus Flacus y Decidius Saxa, que  había tomado posiciones en Tracia.

  Los conspiradores  llevaban meses preparando la llegada de sus enemigos. Bruto había reunido un ejercito en el Epiro y Macedonia, gracias al oro enviado por Cayo Trebonio, proconsul de Asia. Además, Bruto se había asegurado el apoyo de las tropas de Illiricum  del comandante Vatinio, con  base en Dirrachium.

 

  Cuando un contingente del ejército de Marco Antonio liderado por su hermano Cayo  desembarcó en las cercanías de Apolonia, Bruto logro convencer a los legionarios para cambiar de bando, tomando a Cayo prisionero.

  Mientras, Casio reunía 12 legiones en Bitinia, Judea y Siria, y una unidad de valiosos arqueros montados partos. Bruto y Casio se reunían entonces en Esmirna y acordaron combinar sus ejércitos , un total de 19 legiones, preparándose para partir a Macedonia.

  Habían conseguido tambien el apoyo económico del rey Orodes de Partia,y largas sumas de las comunidades romanas de Tarsus y Laodicea, a base de forzarlas a pagar de una sola vez diez años de impuestos. Y si no eran capaces de reunir la suma que se les exigia, debían fundir sus estatuas más valiosas para convertirlas en monedas.

  Mientras los contendientes empezaban a  colocar sus peones para la contienda que se avecinaba, sus aliados en el este y los reinos clientelares se veían obligados a elegir lado.

  La reina Cleopatra VII Filopator de Egipto, aliada del triunvirato, envió una flota para apoyar a Antonio en Grecia, pero tuvo que regresar a Egipto debido al bloqueo protagonizado por la flota de Casio.

  Ariobarzanes de Capadociqa, que se negó a pagar ninguna cantidad a los conspiradores, fue ejecutado por el sobrino de  Casio acusado de conspirar contra la Republica romana. Así, su extraordinario tesoro y una enorme cantidad de suministros fue confiscado y enviado a Grecia.

  Casio puso entonces Rodas bajo asedio. Derrotó a la flota rodiana de 33 navíos en aguas de Midos, y tras tomar la ciudad, impuso un tributo de 1500 talentos de oro. Como los ciudadanos de  Rodas tardaban en reunir la suma exigida, ordeno ejecutar a los 50 más ricos, y confisco todo el oro y la plata que podia transportar.

Rodas.
 

  Mientras, Bruto derrotaba a la guarnición romana de Lykia en un ataque sorpresa, y en Xanthos los ciudadanos se suicidaron en masa antes que rendirse.

Ruinas de Xanthos.
 

  En septiembre, Bruto tenía 8 legiones y Casio 9. Pero la mayoría no estaban completas. El ejercito combinado, unos 80.000 hombres, avanzó por Tracia. Bruto consiguió caballería mercenaria, incluidos 4.000 galos y lusitanos, 3.000 tracios y 2.000 de Partía y Tesalia. Casio contribuyo con 2.000 galos e hispanos y 4.000 arqueros a caballo  de Partía, Arabia y Media.

  Además, las tetrarquías de Galacia, en Asia, aportaron otro contingente de infantería y caballería, unos 5.000 hombres.

  El ejercito de Bruto y Casio  cayó por sorpresa sobre el ejército de Norbanus, que contaba con la ayuda de 3.000 jinetes liderados por el príncipe Reskupolis, de Tracia.

  Norbenus estuvo a punto de quedar aislado en Thasos, pero el ejercito de  Marco Antonio llegó a tiempo, de salvarlo, y Casio y Bruto  se retiraron  hacia Filipos, en las tierras altas, en una zona pantanosa, donde establecieron sus campamentos, separados, conectados por una pasarela sobre las marismas, con su flota anclada en Neapolis.

 

  Norbanus consiguió replegarse hasta Amfipolis, y Marco Antonio instaló su campamento a la vista de Casio, cavando fosos, construyendo numerosas torres y desplegando empalizadas. Ademas, ordenó a sus hombres cavar diversos diques a través de las marismas para dirigir el agua y usarlo para  aislar el campamento de Casio de la vía Egnatia, la ruta por la que recibía los suministros.

Via Egnatia, transcurria entre Dirrachium y Bizancio.
 

  Tras llegar a Dirrachium, Octavio había enfermado, llegando a  Amfípolis a finales de septiembre, erigiendo su campamento frente al de Bruto. Octavio pudo recuperarse lo suficiente para unirse a Antonio, pero no tardo en recaer, y debía ser trasladado en litera ya que era incapaz de caminar.

  Las 19 legiones de los triunviros igualaban a las de sus oponentes, aunque Antonio y Octavio tenían más caballería. Con ella trataba Antonio de  provocar la salida de sus enemigos, sin éxito, ya que Bruto y Casio, que disponían de una mejor línea de aprovisionamiento, confiaban en prolongar el punto muerto y que el hambre acosara a sus oponentes, llevándolos a la rendición.

 

 

  Con suministros limitados y sin posibilidades de reponerlos, Marco Antonio sabia que no podía esperar, y elaboro un plan de acción.

  Cada día, sacaba a los soldados de su campamento y los hacia formar en la llanura en formacion de  batalla, mientras parte de sus hombres construían una calzada provisional en dirección al mar   a escondidas del enemigo. Tras diez días de trabajo el camino estaba terminado, pero Casio se había dado cuenta de la intención de Antonio, e hizo construir otro muro transversal para cortar el camino y que Antonio no pudiera ni recibir refuerzos ni provisiones desde el mar, ni tampoco pudiera escapar.

  Indignado por las “contramedidas” de Casio que habían terminado con su plan, el 3 de octubre Antonio lanzaba sus tropas al asalto del campamento de Casio. Superaron las empalizadas con escalas e irrumpieron en el campamento, defendido solo por unas pocas centenas de hombres.

 

  Los soldados de Antonio comenzaron a derribar las empalizadas y rellenar los fosos. Sin consultar con Casio, Bruto ordeno a sus tropas atacar el flanco de Marco Antonio. Durante unos instantes parecio que los hombres de Bruto podrían romper la linea y acceder con facilidad al campamento de  Octavio, pero una intensa nube de polvo provocada por la batalla impedía que cualquiera de los generales supiera que hacían sus aliados o sus enemigos.

  En un momento determinado, parte de la caballeria de Bruto huyo del campo de  batalla. Casio creyó que Bruto había muerto. Subió a una colina para tener una mejor visibilidad de lo que estaba ocurriendo en el campo de  batalla. Diviso a un poderoso continente de caballeria que se dirigía directamente hacia su posición. Era la caballería de Bruto que acudía en ayuda de Casio, peor Casio creyó que era la caballería enemiga.

  Desesperado y resignado, creyendo que todo estaba perdido, Casio se suicidó. Bruto supo de la muerte de su amigo, consiguió reagrupar a sus tropas y se retiró a su campamento. Al final del dia , las tropas de Bruto y Casio habían sufrido 8.000 muertos, pero Octavio y Marco Antonio habian tenido más de 15.000.

  Los magullados y ensangrentados supervivientes acordaron una tregua y se retiraron a sus respectivos campamentos. Asi terminaba la primera fase de la batalla de Filipos.

Casio, arrojandose sobre su espada.

 

(Continuara…)

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