Viene de aquí:
La misma tarde del día 21 de julio,
el grueso del ejercito vencedor se desplazó hacia Giza,llegando con las ultimas
luces del atardecer.Durante la noche, a la vista de las pirámides, los soldados
bebieron, cantaron y bailaron en celebración de la victoria,mientras en el Cairo
sus habitantes esperaban temerosos lo que les iba a deparar el destino.Los que
tenían riqueza suficiente, compraban un burro o un famélico camello, cargaban
en él sus riquezas y posesiones y trataban de escapar de la ciudad,solo para
caer en manos de bandas de beduinos y desertores, que robaron todo lo que poseían,
violaron a las mujeres y en muchos casos asesinaron a los hombres.
Bonaparte había llegado a Giza
con su escolta, y había pasado la noche en una de las mansiones de Murad Bey.
Cuando se levantó a la mañana siguiente, pudo divisar desde su ventana las
murallas del Cairo, sin duda la más populosa ciudad de Egipto, con más de un cuarto
de millón de habitantes (como Viena o Moscú), de los que unos 50.000
pertenenecian al funcionariado de la anterior administración otomana,
considerados muy peligrosos por los religiosos islámicos más ortodoxos, que veían
en ellos a una nueva clase social que parecía tener menos respeto por las tradiciones
islámicas del que era debido.
Bonaparte hizo su entrada
triunfal en el Cairo el día 24 de julio, y tomó como residencia el palació de
Muhammad Alfi Bey, un ostentoso edificio con unos magníficos jardines cuyos
estanques y piscinas comunicaban directamente con el rio Nilo.
Palacio de Muhammad Alfi Bey.
Ese mismo dia,Bonaparte escribía
una misiva al Directorio Revolucionario de París, contándoles su victoriosa
campaña en Egipto. Sus palabras enfatizaban el hecho de que, aunque la inmensa
mayoría de la población de Egipto era muy pobre, el país tenía un gran
potencial para su desarrollo, y que era una ocasión que la Francia revolucionaria
no podía desaprovechar.
Pero las dificultades no iban a
tardar en llegar.
Una vez que los ecos de la victoria
en las pirámides se acallaron, de nuevo la moral de los soldados de Bonaparte
se vino abajo. Buena parte de ellos estaban enfermos, no habían recibido su
paga y tampoco habían recibido el correo.
Además, los egipcios no veían a
los franceses como liberadores, sino como herejes. Los soldados franceses que
no estaban de servicio solían pasear por las calles del Cairo molestando a las mujeres,
tenían una higiene un tanto descuidada y solían ponerle bebidas
espirituosas (arak, una bebida similar al anís originaria de Líbano y Siria ) al cafe, algo que los egipcios
consideraban una muestra de barbarismo e incultura.
Pero Bonaparte estaba decidido a
crear en Egipto un remedo de su Francia revolucionaria.
Uno de sus consejeros en materias
de Oriente, Venture de Paradis y Volney,habia publicado un informe en 1778
en el que indicaba que, si Francia quería establecerse permanentemente en Egipto,
debía luchar en tres guerras:
La primera, contra los ingleses;
la segunda contra la Sagrada Puerta (el imperio otomano) y la tercera, contra
el islam.
La primer intención de Bonaparte
fue intentar fundir el discurso revolucionario francés con la retorica política
del islam.Para ello, no debia presentarse como un reformista que quería
sustituir el islam por los principios de la revolución francesa, sino como un
conservador respetuoso de las tradiciones islámicas y egipcias.
Para ello decidio poner de su parte a los ulemas,oficiales religiosos de segundo nivel,
los que más contacto tenian con la gente del pueblo; y a los jeques de la universidad Al-Azhar,la mas
influyente institución cultural y teológica del islam suni, que tenían una gran
influencia sobre la opinión pública y los intelectuales y dirigentes egipcios.
Tras la primera reunión entre
Bonaparte y los ulemas, el frances se comprometió a respetar que la administración
de la justicia siguiera siendo responsabilidad de los ulemas, a cambio de que
no incitaran a la población contra los soldados
franceses.
Pero Bonaparte y sus consejeros
ignoraban por completo las sutilezas de la política egipcia, las diferencias
entre la administración religiosa representada por los ulemas y la administración
civil a cargo de los funcionarios turcomanos, y, sobre todo, las terribles diferencias
que había entre las diferentes facciones del islam.
A su llegada a la zona a finales
del siglo XIV,los mamelucos (suníes ) habían
tenido la “precaución” de asesinar o enviar al exilio a las comunidades
chiíes de Egipto,Siria,etc, (fatimíes,drusos,etc ).Pero, aprovechando las lucha
internas dentro de los mamelucos,nuevas comunidades de chiíes habían vuelto a
la zona, y prosperaban economicamente,logrando poco a poco acceder a la administración
y al funcionariado (aunque en niveles bajos ).
Asi,la nueva administración francesa se veía obligada a tratar, además de con
la administracion mameluca(que dominaba los puestos mas importantes politicamente ) ,tambien con los chiies,que controlaban la economia.Y sus
decisiones podían inclinar la balanza del apoyo o la oposicion al nuevo régimen
francés por parte de las clases populares ; artesanos,comerciantes,comerciantes,etc.
Bonaparte tratando de colocar la escarapela revolucionaria tricolor a un bey egipcio.Notese la actitud sumisa del egipcio.
Bonaparte no quería perder el
tiempo, y para el 27 de julio el nuevo sistema administrativo probado en Alejandría
fue introducido en el Cairo; un diwan (consejo de nobles) dirigía cada provincia,
apoyados por un agha (jefe de policía), todos ellos bajo la supervisión de un superintendente,
un alto oficial francés, encargado además de la recogida de impuestos a los comerciantes y de tasas al transporte de mercancias.
También se hacían intentos para
adoctrinar a los ciudadanos locales con las bondades de los nuevos valores y la
cultura de la nueva Francia revolucionaria. Por ejemplo, el 18 de agosto los
egipcios celebraban una fiesta para celebrar la crecida del Nilo.La ceremonia
se llevaba a cabo en el Nilometro, una columna que por medio de la teoría de los
vasos comunicantes media el nivel del rio Nilo y mostraba la fertilidad que el
valle del Nilo iba a disfrutar los siguientes meses.
Nilometro,en la isla Elefantina (actual Assuan ).
Bonaparte decidió asistir, y
llevó con el al consejo de nobles locales, al jefe de la policía cairota, a buena parte
de su estado mayor, y, haciéndose llamar Sultán Kebir, se presento vestido al modo oriental en el Nilometro (en la isla Elefantina), llamando a la ceremonia anteriormente egipcia
la Nueva Fiesta de la Republica, que iba a reflejar el matrimonio entre el este
y el oeste.
Bonaparte,vestido al modo oriental,junto al pacha del Cairo.
Para que la población local
quedara convencida de estas uniones “culturales “ entre este y oeste, cada
ceremonia terminaba invariablemente con un desfile militar, para intimidar a la
ciudadanía egipcia y mostrarle quien tenia la sarten por el mango.
Pero, inevitablemente, las diferencias
culturales eran tan grandes que las fricciones entre franceses y egipcios pronto
comenzaron a hacerse visibles. Por ejemplo,
parte de los soldados del ejercito de Bonaparte vestían de color verde, un color que
los egipcios reservaban exclusivamente para los clérigos islamicosy los
descendientes de Mahoma.
Medidas de higiene que los franceses
consideraban absolutamente imprescindibles para la salud publica (limpieza de
las calles, iluminación de las casas por las noches, clausura de cementerios
situados en el centro de el Cairo, etc) eran rechazadas de plano por los
egipcios, que veían dichas medidas como una provocación.
La conversión de la mezquita del Cheraibi en una taberna, y el nuevos status igualitario dado por los franceses a los coptos (cristianos egipcios,
considerados por los musulmanes como inferiores) iba a llevar a un enfrentamiento
inevitable cuando los franceses transgredieran cualquier ley religiosa islámica.
Y la reacción sería sin duda violenta.
Napoleon,en lo mas alto de la piramide de Giza (aunque parece que nunca subio alli,y tampoco estuvo en su interior )
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