1939: Caballos Vs tanques: El Mito (III )

 

Viene de aquí:

  Los oficiales que se preparaban en la academia de oficiales de caballería en Grudziadz eran muy conscientes de las limitaciones de su trabajo. No se les enseñaba a cargar sable en mano contra el enemigo, se les enseñaba a atacar a las formaciones mas vulnerables del enemigo, y siempre en formaciones dispersas para reducir el efecto de los ataques aéreos del enemigo.

  Aunque se entrenaban para la guerra moderna y no para cargar contra los blindados del enemigo, la propia naturaleza de la caballería provocaba algunos serios hándicaps.

  Los caballos requerían descanso y alimentación con cierta regularidad. A menudo se encabritaban y huían cuando eran atacados , y los caballos eran buenos objetivos para la infantería enemiga por su tamaño.

Herreros polacos haciendo el "mantenimiento" a sus caballos.

 

 Además, se requería personal para cuidar de los caballos cuando la unidad entraba en acción desmontada, y si los caballos tenían que tirar de cañones o morteros, eran más lentos que los vehículos de las unidades motorizadas.

  En 1939, Polonia se negó a considerar las exigencias de Hitler para la concesion de  sus demandas territoriales. En palabras del ministro de asuntos exteriores polaco, que había sido oficial de artillería a caballo, Josef Beck, “Nosotros, en Polonia, no reconocemos el concepto de paz a cualquier precio. Solo hay una cosa en la vida  de los hombres,  de las naciones y estados, que no tiene precio, y es el honor”

  La respuesta del ministro de exteriores  polaco a las reclamaciones de Hitler iban a convertir  la guerra en inevitable, y aunque el concepto de honor falto en esos momentos entre los aliados de Polonia, la caballería polaca demostró tenerlo en grandes cantidades a partir del 1 de septiembre de 1939.

Los primeros disparos de la 2ª guerra mundial los hizo el crucero aleman Schleswig Holstein, bombardeando las instalaciones del ejercito polaco en el Westerplatte de Danzig.

 

 En agosto, tras repetidas quejas de Francia y Gran Bretaña, los polacos casi obligados a cesar de movilizar a su recito , para evitar provocar a sus enemigos.Como resultado, muchas de las unidades de primera línea, las más preparadas para tratar de detener la invasión alemana, estaban incompletas el primer dia dela guerra, un problema que se agravo aún mas con los constantes ataques de la Luftwaffe sobre la ya de por si pobre red de comunicaciones polacas.

  Los masivos ataques aéreos habían prácticamente  destrozado la red de transporte polaca tan pronto como el 3 de septiembre. Dos brigadas de caballería, la Kresova y la Pomorska, fueron prácticamente exterminadas el día 2 de septiembre por sendos ataques aéreos, que dejaron cientos de caballos muertos en los caminos. Los supervivientes aprendieron muy pronto que debían marchar de noche y maniobrar a primera hora de la mañana, cuando la niebla podía ocultar sus movimientos, y también a ocultarse en los bosques en cuanto oyeran el sonido de un avión.

La red ferroviaria polaca quedo practicamente destruida el 1er dia de la guerra.

 

  Aunque las tropas alemanas lograron gran numero de victorias, no fue tan fácil como podría parecer.

  Algunas de las victorias alemanas se consiguieron gracias a su propia caballería, incluyendo un atípico enfrentamiento a base de sables entre la brigada polaca Mazowiecka y la 1ª Brigada de caballería alemana, cerca del rio Ulatowka.

  Pero la mayoría de las batallas en las que intervino la caballería polaca eran combates desmontados, usando ametralladora y cañones antitanque.

  Incluso algunos tanques alemanes pudieron ser derrotados. Los rifles antitanques y los cañones de 37 mm eran las armas ideales, escondiéndolas tras setos o en cunetas, invisibles para los ruidosos panzer.

  Una más peligrosa pero igualmente eficaz táctica era atacar los tanques con granadas de mano  sobre las orugas y botellas de gasolina para tratar de provocar fuegos en el motor.

  La más famosa acción antitanque de la caballería polaca fue obra de la brigada de caballería Wolynska del coronel Julian Filipowicz, en el bosque de Mokra.

 

  El coronel Filipowicz ordenó cavar trincheras y dotarla de ametralladores y rifles antitanques, contando ademas con el apoyo artillero del tren blindado Smialy, capturado a los austriacos en la 1ª guerra mundial.

 

  Defendiendo la linea defensiva polaca entre Lodz y Cracovia,la unidad del Coronel Filipowicz era un objetivo obvio para la 4ª división Panzer, mucho mejor armada y que doblaba en número a la unidad polaca.

  Entre los días 1 y 2 de septiembre, la brigada polaca consiguió destruir casi 50 tanques alemanes ( la mayoría, por el fuego de la artilleria del tren blindado). Al día siguiente Filipowicz ordenó la retirada, después que una de sus compañías a  caballo lanzara un ataque nocturno sobre  las lineas de aprovisionamiento enemigas.

Coronel Julian Filipowicz.

 

  Desafortunadamente para los polacos, la batalla en Mokra fue un hecho aislado. La superioridad numérica y tecnológica del ejercito alemán  forzó a los polacos a combatir de noche y tratar de descansar  de dia. Pero dormir más de tres horas cada noche era una utopia, y había poca comida, tanto para los hombres como para los caballos.

  La toma de decisiones también sufrió, con unidades separadas unas de otras y con oficiales que debían tomar decisiones sin apenas información. Fue una de esas malas decisiones las que llevaron al mito de "lanceros polacos contra tanques alemanes".

  El coronel Kazimierz Mastelarz se enfrentaba a una situación sombría el 1 de septiembre de 1939.Su regimiento, el 18 de ulanos, que tenia frente a si a las tropas motorizadas alemanas, estaba a punto de ser  aislado del resto de tropas polacas en Pomerania.

Coronel Mastelarz.

 

  A Mastelarz se le había ordenando mantener la línea defensiva polaca en Chojnice , en el corredor polaco ( la franja de tierra polaca que conectaba con el mar Báltico y que separaba  Alemania de Danzig, en el este de Prusia).

El corredor polaco.

 

  Mastelarz opto por una defensa dinámica, moviéndose por la noche de bosque en bosque, buscando atacar las lineas de comunicaciones y aprovisionamiento de las unidades motorizadas alemanas. Se puso a la cabeza de  dos escuadrones para atacar el flanco de dos batallones de infantería alemana. Tuvo un éxito inmediatoo, pero efímero. Los jinetes polacos atacaron con sus lanzas  y sus sables, que prevalecieron sobre los infantes hasta que aparecieron varios blindados alemanes, que dispararon sus cañones una y otra vez hasta que los jinetes polacos se retiraron dejando en el campo de  batalla 20 ulanos muertos, entre ellos, el propio coronel Mastelarz.

 

 Al día siguiente, varios periodistas italianos visitaron el lugar del combate, y se les dijo que los polacos habían muerto mientras cargaban sobre los blindados enemigos.

  Era una buena historia que contar para los periodistas, lanceros contra tanques, y eso iba a servir a los propagandistas nazis para sus propositos,presentando una moderna Wehrmacht en contraste a las anticuadas tropas de sus “racialmente inferiores”  oponentes polacos .

  La maquinaria propagandística nazi se puso a  trabajar de inmediato, y en pocos días la revista Das XX Jahrundret publicaba imágenes de “ caballería polaca en sus ajados y patéticos uniformes”, aunque obviaron que las imágenes eran en realidad las de unos actores de una compañía teatral polaca que recreaban escenas de la insurrección de noviembre de 1830.

  En el número de octubre de 1939, la revista Der Pimpf, la revista oficial de las Juventudes Hitlerianas tenía en su portada a unos ulanos polacos atacando a un Panzer V (NbFz), un modelo de tanque que ni siquiera fue usado en la campaña de Polonia.

 

  La historia se repetía una y otra vez, incluso se habla de ella en la película Kampfgeschwader  Lutzow, obra de Hermann Bertram en 1941.

  El fin de  la guerra no trajo la verdad, al contrario, la leyenda se convirtió en hecho probado cuando diversos escritores  la incluyeron en sus libros,: Blitzkrieg de Len Deighton y The history of cavalry de Zvonimir Grbasic.

 

(Continuara…)