lunes, 6 de febrero de 2023

1956: Insurrección en Budapest ( 4ª parte )

 


Viene de aquí:

  A partir de verano de 1949, el regimen de Rakosi dio otra vuelta  de tuerca como régimen autoritario.

  En junio, Lazlo Rajk, ministro de asuntos exteriores, fue arrestado por los cargos de traición e intento de derrocamiento del gobierno.

Laszlo Rajk, en 1947.
 

  Rajk fue juzgado rápidamente, condenado y ahorcado el 15 de octubre. Su mujer, también implicada en el complot fue sentenciada a 6 años de prisión, y su hijo fue internado en un orfanato con un nombre diferente.

  La realidad es que el llamado Complot Rajk nunca tuvo lugar.

Laszlo Rjak ante el tribunal que lo condenaria a muerte.
 

  En 1948, el croata mariscal Tito, líder partisano que había tomado el control de  Yugoslavia tras el final de  la 2ª guerra mundial ,había decidido tomar una línea diferente de la preconizada por Stalin para todos los países satélites de la URSS.

  Tito había decidió desarrollar la economía de su devastado país antes de seguir la línea política del camarada Stalin. El resultado fue bueno para Yugoslavia, que comenzó a recuperar su economía antes que la de otros países del bloque comunista, pero eso le atrajo la enemistad de Stalin, que se tomo el asunto como un agravio personal y ordeno a los otros países satélites la eliminación de todos aquellos funcionarios del partido que pudieran inclinarse hacia las tesis de Tito.

Josip Broz, Tito.
 

  En Hungría, Rakosi agradeció la oportunidad que Stalin le daba, y eliminó a Rajk, a quien consideba un rival potencial y con quien tenia frecuentes discusiones. Aunque Rajk era tan estalinista como Rakosi (mientras fue ministro del interior fue el responsable de los ataques violentos  a las iglesias y los líderes cristianos), no era un "comunista de Moscú" como Rakosi, ya que había decidió permanecer en Hungría los años duros de la clandestinidad.

  La purga que siguió al juicio y ejecucion de  Rajk duro tres años. En ese periodo, más de 800.000 personas fueron arrestadas y juzgadas, y aproximadamente la mitad de ellas fueron encontradas culpables de cualquier cargo inventado, y encarceladas por diferentes peridos de tiempo.

  Más de 50.000 personas fueron arrestadas pero no juzgadas, y hubo al menos 2.000 ejecuciones sumarias, aunque muchas más personas murieron mientras estaban bajo custodia policial, la mayoría muertas en “intentos de fuga”.

  En pueblos y ciudades, más de 80.000 personas fueron catalogadas como “enemigas del proletariado” y obligadas a abandonar sus hogares para marchar a trabajar a las granjas colectivas bajo supervisión policial. Los domicilios así abandonados pudieron satisfacer la cada vez más acuciante demanda de hogares adecuados para la nueva burocracia  comunista.

Todos felices trabajando en las granjas colectivas
 

  La paranoia se había apoderado del partido comunista húngaro y, como en la URSS de los años 30, cualquier tipo de  influencia extranjera era motivo de sospecha. Aquellos que habían abandonado Hungría durante la dictadura de Horthy eran acusados de ser espías occidentales si volvían  su país. Veteranos comunistas que habían participado en la guerra civil española encuadrados en las llamadas brigadas internacionales eran sospechosos de haber seguido a Trotsky, el eterno "espíritu maligno” que acosaba a  Stalin hasta en sueños.

Integrantes del batallon Rakosi, hungaros encuadrados en las Brigadas Internacionales del que Laszlo Rajk era comisario politico.

  Aquellos que habían permanecido en la clandestinidad en Hungría durante el régimen de Horthy eran sospechosos de haber sido confidentes de la policia. No se necesitaba ninguna razón en particular, los arrestos se hacían en base a sospechas y no en base a pruebas, y buena parte de los arrestados lo habían sido simplemente por mala suerte, por estar en el momento equivocado en el lugar equivocado.

  Aquellos húngaros que habían tenido la suerte de escapar a  la atención de la policía secreta, se preocupaban de  otras cosas, sobre todo la economía.

  Aunque las condiciones de vida en los países de la órbita soviética habían comenzado a mejorar lentamente a partir de mediados de la década de 1950, en Hungría  eso no había pasado.

  En los primeros 4 años de régimen comunista, el nivel de vida de los hungaros había bajado un 20%, lo que había obligadoaumentar la duración de las jornadas laborales.

  EL 31 de diciembre de 1951, por ejemplo, el gobierno de Rakosi había introducido reformas en los precios y salarios, que reducían los salarios en un 20% y aumentaban los precios aproximadamente lo mismo.

  Al mismo tiempos se instauraban los “prestamos de  paz”, una especie de impuesto , el 12% del sueldo, aprox. , impuesto presuntamente voluntario que iba dedicado a las familias con serios problemas economicos. Pero quien no lo cedía de su sueldo, era señalado.

  Así, con el salario medio de un trabajador, una vez aplicado el “préstamo de paz”, un trabajador que lograse cubrir todos sus necesidades básicos, podía ahorrar lo suficiente en 18 meses para comprarse un abrigo nuevo.

  Los lujos tenían unos precios  absolutamente prohibitivos, y solo podian acceder a ellos los miembros de la elite del partido comunista y los asesores soviéticos.

  Rakosi y Erno Gero, su ministro de economía, habían optado por una rápida reconstrucción del país para paliar los daños provocados por la guerra, seguido de una también rápida industrialización de un país que hasta hacia pocos años atrás había sido una economía basada en la agricultura, simplemente por que Stalin habia hecho exactamente lo mismo en la URSS.

  Otros aspectos del sistema comunista introducidos en Hungría fueron los planes quinquenales para desarrollar la economía. A los trabajadores se les pagaba siguiendo un sistema de pago por pieza, es decir, por lo que producía.

  A cada trabajador se le exigía un numero mínimo al que tenía que llegar. Si no llegaba al mínimo de producción exigido se le pagaba el mínimo.Si habitualmente superaba el número exigido, se le aumentaba ese mínimo, con lo que el sueldo prácticamente  no se le aumentaba.

 

 El resultado de estas medidas fue que , para llegar al minimo exigido,los trabajadores aumentaron la producción, en detrimento de la calidad. Asi, los contratos entre las empresas húngaras y las de otros países del bloque soviético comenzaron a  cancelarse por que los hungaros estaban vendiendo productos de muy escasa calidad.

  La rápida expansión de la industrialización  en las áreas urbanas provoco el éxodo a las ciudades de muchos campesino .El sistema de las granjas colectivas había sido instaurado en 1948, pero era muy impopular.

  Los campesinos de las granjas colectivas estaban obligados a vender sus productos al estado  a los precios indicados en el plan quinquenal. A cualquier campesino que se negara a cooperar se le aplicaba el calificativo de kulaks, otro termino importado de la URSS referido  los campesinos que, tras la victoria de la revolución bolchevique, eran acusados, la inmensa mayoría de las veces falsamente, de causar escasez de grano por acapararlo para sí, una acusación que había llevado a la muerte a cientos de miles de campesinos.

"Atrapar a los kulaks"

  Cuando los campesinos comenzaron a abandonar las granjas colectivas para trabajar en la industria cercana a los centros urbanos, el sistema agrario comenzo a fallar por la escasez de mano de obra, con un brusco descenso de la producción , lo que llevó a que  a primeros de la década de los 1950, se había comenzado a racionar la comida en buena parte de Hungría.

  En su empecinamiento de construir un estado socialista a imagen y semejanza de la URSS, Rakosi no tomaba ninguna decisión importante sin antes consultarla al Kremlin.

  No se sabe cuántas veces Rakosi pudo reunirse con Stalin, ya que ambos veraneaban en Crimea. Lo que si se sabe  es que Rakosi envió decenas de cartas a Stalin solicitándole consejo, aunque parece que Stalin nunca contesto ni una de sus cartas.

  Rakosi tomaba el silencio de Stalin como aprobación, aunque parece que Stalin tenía cierta aversión al líder húngaro, cuyo excesivo  servilismo molestaba incluso al líder soviético.

  Habiendo seguido escrupulosamente el manual soviético para construir un estado estalinista en  Hungría,  Rakosi y sus adlateres habían tenido bastante éxito en crear el que quizás era el estado más represivo del bloque soviético, solo comparable a la propia URSS.

Pero, el 5 de marzo de 1953, todo cambio: Stalin murió.


 

(Continuara...)

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