lunes, 13 de junio de 2022

1933; La última batalla….en la Gran Muralla (1ª parte)

 


  Bajo un sol invernal que no calentaba nada, los soldados corrían a través de puentes de pontones ensamblados a toda prisa que superaban con dificultades un foso de mas de 20 metros de profundidad, sus gritos de guerra ahogados por un infernal y ensordecedor bombardeo artillero.

  Levantando escaleras de bambú improvisadas sobre los muros de la fortaleza enemiga, los atacantes trepaban mientras los defensores en las almenas lanzaban una lluvia de granadas de mano. Las bombas explotaban en el aire ,partiendo por la mitad las escaleras, enviando a decenas de hombres a la muerte, a 30 metros más abajo.

  A medida que los atacantes trepaban por el borde del muro, la lucha se convirtió en una serie de continuos cuerpo a cuerpo, con espadas anchas contra bayonetas, más cortas pero no menos letales, perfectas para la matanza cuerpo  a cuerpo, mientras los oficiales cabalgaban a lomos de pequeños caballos mongoles, de un sector  de muralla a otro, tratando desesperadamente de reorganizar sus dispersas tropas sobre la legendaria Gran Muralla China.

  

  Aunque tales imágenes pudieran parecer representativas de cualquiera de las antiguas batallas que se desarrollaron en las inmediaciones de la más famosa fortificación de China, el combate descrito anteriormente tuvo lugar la fría mañana del 3 de enero de 1933 en el puesto avanzado de Shanhaiguan. 

 

  Abandonada durante mucho tiempo y en mal estado desde la invasión manchú de 1644, a la ya militarmente obsoleta Gran Muralla China se le concedió otra oportunidad en el siglo XX, solo que en esta ocasión los enemigos no eran guerreros de tribus nómadas del norte, sino los soldados del ejercito Kwantung, la elite del mecanizado  ejercito del gigante industrial japonés.

  

  La segunda guerra chino-japonesa,” la sección que falta del rompecabezas de la II guerra mundial”, como dice el historiador británico Anthony Beevor, dio comienzo mucho antes de la invasión alemána de Polonia en septiembre de 1939. De hecho, cuando en 1936 estallo la guerra civil española, conflicto que capto la atención del mundo occidental, China ya llevaba cinco largos años tratando de resistir la invasión japonesa, en un conflicto mucho mas sangriento que el que se desarrollaba en los campos y pueblos de España.

  A principios de la década de los 30, el ejercito Kwantung, desplegado en la península de Liaodong en Manchuria desde la victoria japonesa en la guerra contra Rusia de 1904-05, se había convertido en un ente militarista y totalitario dentro del ejercito japonés, ente que actuaba casi con total  independencia del gobierno de Tokio.

  Los líderes del ejercito Kwantung favorecían el expansionismo japonés en el continente asiático, y, el 18 de diciembre de 1931, aprovechando el turbulento momento político por el que pasaba el estado nipón, se puso en marcha el incidente de Mukden, un falso ataque chino sobre una línea ferroviaria de propiedad japonesa, y la subsiguiente invasión de Manchuria, un flagrante acto de insubordinación del ejercito Kwantung contra la política anti-expansionista del gobierno de Tokio.

Revisando los daños en la via ferrea causados por el presunto ataque chino.
  

  En el lado chino, el gobierno centralizado del Kuomintang de Chang Kai Shek se encontraba ocupado con la guerra civil en curso contra los comunistas chinos de Mao Ze Dong, y también por las constantes trifulcas entre los señores de la guerra dentro del propio ejército nacional revolucionario NRA ,el Kuomintang.

Tropas del Kuomintang.

 
Aunque ferviente nacionalista, Chiang sabia que China aun no estaba lista para una guerra a gran escala contra Japón, y decidió adaptar la controvertida política de “primero la pacificación interna, luego la resistencia externa”.

  Así, no es de extrañar que las fuerzas chinas en Manchuria apenas opusieran resistencia a la invasión japonesa.

Cartel de propaganda japones en idioma chino tras la ocupacion de Manchuria, en el que se exaltan los "beneficios" de la "proteccion" japonesa,

   Tras controlar Manchuria casi por completo, no paso mucho tiempo para que el ejercito Kwantung pasara a aspirar  a nuevas conquistas y dirigiera su mirada hacia el suroeste de china, especialmente las provincias de Hebei y Rehe.

  Rehe, descrito por un corresponsal de guerra británico como “lleno de grandes montañas que se derrumban, ríos de curso violento y muchos problemas” , era region fronteriza  con Manchukuo, el estado titere del Japón en la Manchuria conquistada.

  Hebei, menos montañosa, se encontraba al sur de Rehe, con la Gran Muralla como un límite entre ambas provincias. Tras la gran muralla se encontraban entonces las bulliciosas metrópolis de Peiping (actual Beijing) y Tianjin, y, mas alla, la enorme llanura del norte de China.

  Como no pudieron asegurarse la posesión de Rehe y Hebei por la fuerte oposición de un señor de la guerra local, los japoneses decidieron tomar medidas más directas.

  El primer  movimiento del ejercito Kwantung fue un poderoso ataque preliminar sobre la guarnición china  de la fortificada ciudad de Shanhaiguan (Paso Shanhai) , en el extremo oriental del tramo principal de la Gran Muralla.

La Gran Muralla en Shanhaiguan.
  

  Shanhaiguan recibía su nombre (Paso de montaña y mar) por su estratégica posición en el corredor que iba desde Manchuria a la China propiamente dicha.

  En la noche del 1 de enero de 1933, tras un presunto ataque con granadas de mano por parte de los chinos, el comandante de la guarnición japonesa califico descaradamente a los defensores chinos como “terroristas”, y les conmino a la rendición incondicional.

  Cuando los defensores se negaron, los japoneses lanzaron un ataque combinado contra la guarnición, a la mañana siguiente.

  

  En comparacion con los japoneses de la 8ª división del ejercito Kwantung, los defensores  chinos tenían poco que oponer. Aparte de unos pocos cañones de campaña de escaso calibre, unos pocos morteros ligeros y unas viejas ametralladoras Maxim de la 1ª guerra mundial, sus mejores defensas eran las murallas y las torre de vigilancia, que databan de la época de la dinastía Ming.

  Contra las vetustas pero aun recias muralla lanzaron los japoneses todo lo que tenian : carros de combate, trenes blindados, un escuadrón de bombarderos ,y buques de guerra de la 2ª flota expedicionaria de la flota imperial japonesa.

  A pesar de la heroica resistencia de la exigua guarnición china, la ciudad  de Shanhaiguan se rindió tras una semana de brutales combates casa por casa.

  Los japoneses habían conseguido perforar la Gran Muralla pero, en vez de avanzar hacia Beijing, el ejercito Kwantung se dirigió hacia el oeste,hacia las montañas de Rehe,alejandose del mar de Bohai.

  El 11 de febrero, el gobernador general y comandante en jefe del ejército Kwantung, teniente general Nobuyoshi Muto y su jefe de estado mayor Kuniaki Koiso, desvelaron el plan de la Operación Nekka, cuyo objetivo estratégico era la aniquilación total de todas las tropas chinas en la región de Rehe.

General Nobuyoshi Muto, a la izquierda, firmando el acta de reconocimiento del nuevo estado ,Manchukuo.
  

  Aunque las unidades japonesas ya habían atravesado la Gran Muralla en Shanhaiguan, un avance precipitado hacia Beijín a lo largo de la  costa expondría el flanco derecho del ejercito Kwantung a un ataque chino, aunque era muy dudoso que los chinos tuvieran el suficiente potencial militar en la zona para intentarlo.

  Pero el general Muto no quería correr ningún riesgo.Primero, el ejercito Kwantung despejaría todas las areas al norte de la muralla, llamado por los chinos guanwai (lo que hay al exterior de la muralla) , antes de cruzar a guaannei (lo que hay en el interior de la muralla).

  Muto lanzo la operación Nekka el 23 de febrero, y en cuestión de horas el gobierno japonés recibia la censura de sus actos  por parte de la Sociedad de Naciones, institución que Japón no tardaría en abandonar alegando el apoyo de la misma a China.

  La audaz ofensiva japonesa iba a necesitar de dos divisiones y tres brigadas independientes avanzando sobre Rehe a lo largo de tres ejes principales en dirección suroeste, recorriendo la provincia para asestar un poderoso golpe de gracia al ejercito chino en Chengde, la capital de la provincia, justo al norte de la Gran Muralla.

  Si todo salía como estaba previsto, la fuerza combinada de casi 100.000 soldados del ejercito Kwantung y milicianos de la nueva republica títere de Manchukuo deberían asegurar la provincia antes que llegaran refuerzos chinos.

"Manchoukuo, el nacimiento de  una nueva nacion"
  

  Pero iban a  ser los propios chinos quienes iban a  facilitar las cosas a los japoneses.


 
(Continuara…)

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