lunes, 4 de julio de 2022

1933; La última batalla….en la Gran Muralla (2ª parte)


 

 Viene de aquí:

  La operación Nekka, el plan japonés para terminar con toda la resistencia de las tropas chinas en la region de  Rehe, salió a la perfección, incluso superando  las previsiones más optimistas del teniente general  y comandante en jefe del ejercito Kwantung ,Nobuyoshi Muto, y su jefe de estado mayor, general Kuniaki Koiso.

Pero fueron los chinos quienes, en parte, facilitaron la rotunda victoria japonesa.

  Como se había visto en anteriores batallas, el ejército nacional revolucionario de Chang Kai Shek, aunque mal entrenado y equipado, no carecía de soldados valientes y comandantes bien capaces en el campo de  batalla.

  

  Pero el alto mando del NRA, desde el presidente de la comisión de asuntos militares hasta los oficiales al nivel divisionario, se veían impedidos  de mejorar la situación por el feroz enfrentamiento entre los señores de la guerra.

  Aunque aproximadamente del mismo tamaño que la fuerza japonesa invasora, el mal preparado ejercito del noroeste,comandado por el playboy y señor de la guerra Zang Xueliang, se derrumbo como un castillo de naipes cuando fue atacado por el ejercito Kwantung.

Zang Xueliang y Chiang Kai Sheck.
  

  Cuando la 8ª division de infantería japonesa del teniente general Yosikazu Nishi entro en Chengde el 4 de marzo, los restos de la gran muralla a lo largo de la frontera entre las provincias de Hebei y Rehe pasaron a  convertirse en la última línea de defensa estratégica para defender Beijng y toda la inmensa llanura del norte de China.

  Contrariamente a la creencia popular, la gran muralla no es una fortificación continuada que se extiende por China. Es, de hecho, una intrincada red de murallas defensivas, fortines, trincheras, fosos, bunkers y barreras naturales construidas, reconstruidas y reubicadas a lo largo de los siglos por las sucesivas dinastías chinas a medida que sus territorios se expandían o se contraían.


  La mayoría de las secciones de la gran muralla que aun sobreviven datan de la dinastía Ming (1368-1644), una de las dinastías chinas más activas en la construccion de  defensas.

  Bajo la continua amenaza de la invasiones de mongoles, jurchen y manchúes desde el norte, los señores de la dinastía Ming construyeron múltiples capas de muros ,temporales o permanentes, que ese extendían mas de 8.000 kilómetros desde el oeste de la península de Corea hasta el desierto de Taklamakan.

  Ya en 1933, casi tres siglos después la caída de la dinastía Ming, la mayor parte de la muralla que discurría por las regiones de Rehe y Hebei se encontraba en un lamentable estado de abandono. Pero los tramos que aun seguían en pie suponían un serio obstáculo para cualquier atacante.

  Siguiendo los contornos naturales, la muralla mantenía cerrados la mayoría de los pasos a través de las montañas hacia la llanura del norte de China, dejando solo unos pocos pasos practicables fuertemente fortificados:

  Gubeikou, en el limite occidental de Rehe, Xifengkou en el centro y Lengkou  y Jielingkou en el extremo oriental, pasos a través de los cuales un ejercito moderno tendria serias dificultades para maniobrar, incluso con aviones y vehículos blindados.

 

Paso de Jielingkou, en la actualidad.

 Asi, el ejercito japones del siglo XX no iba a tener otra alternativa que asaltar esas fortalezas de frente, cargando cuesta arriba contra el fuego enemigo, que dispararía sus fusiles y ametralladoras desde saeteras y troneras construídas siglos atras, tal como lo habían previsto los ingenieros chinos que habían diseñado las fortificaciones, aunque pensando en otro tipo de ejercito enemigo.

  Cuando el teniente general Muto recibió la noticia de la caída de Chengde en manos japonesas el 4 de marzo, ordeno de inmediato a todas las unidades que hicieran caso omiso de las ordenes originales y avanzaran a toda velocidad hacia el sur para asegurar los pasos clave a lo largo de la gran muralla antes que los chino pudieran organizar una resistencia efectiva y bloquearan la ruta hacia Beijing.

  Pero  la vanguardia motorizada del ejercito del Kwantung había avanzado tan rápido que se vio obligada a detenerse y esperar  a que el grueso de su infantería pudiera alcanzarlos. Esa circunstancia concedía a los chinos una oportunidad.

  Tras la humillante actuación del señor de la guerra Zang Xueliang en Rehe y su posterior dimisión, Chang Kai Sheck desplegó en la región tropas bajo el mando del general He Yingqin , un general  que responderia directamente ante el líder del NRA.

General He Yingqin.
  

  A diferencia de su predecesor, el general He se dio cuenta de la gravedad de la situación y ordeno a las restantes divisiones que quedaban del maltrecho ejecito del noroeste que organizaran una defensa de emergencia centrada en los cuatro pasos principales de la gran muralla.

  El general He esperaba resistir en la gran muralla el tiempo suficiente para acumular refuerzos en la zona de Beijing. Era perfectamente consciente que la Gran muralla era  una simple línea de defensa sin ningún tipo de profundidad, y aunque los chinos tenían la ventaja del terreno, sería muy dificil resistir la abrumadora potencia de fuego de las tropas japonesas.

  Así, el plan era sacrificar a los defensores de la gran muralla para dar tiempo a establecer una defensa perimetral en torno a Beijing. El general He también solicito refuerzos adicionales, del ejercito central del NRA, las mejores tropas.Chiang aprobó el plan del general He al darse cuenta  del alcance del ataque japonés sobre Rebe-Hebei, cancelando y dando termino a su Cuarta campaña de cerco contra las tropas comunistas de Mao Tse Tung en Jiangxi.

  Las fortificación de la gran muralla en los cuatro puntos de paso claves contaban con torres que disponían de  puertas de entrada sucesivas que creaban barbacanas que dominaban un paso estrecho, una autentica ratonera para cualquier atacante. Largos tramos de muralla discurrían por laderas escarpadas al lado de profundos precipicios, enlazando con las torres y frustrando así cualquier intento de flanqueo enemigo.

  Cuando el grueso de la 14ª brigada mixta y la 8ª división de infantería japonesa llegaron a Xifengkou el 10 de marzo, la mayor parte del 29º cuerpo de ejercito chino ya estaba allí.

  

  Se produjeron feroces combates cuando los japoneseses lanzaron ataque tras ataque. Pero el astuto teniente general Song Zheyuan había instruido a sus pobremente equipados soldados del 29º cuerpo de ejercito para atraer a los soldados japoneses a un combate cuerpo a cuerpo, donde su ventaja en armamento se reducía casi a 0.

Teniente general Song Zheyuan.
  

  Los soldados chinos permitían a los japoneses acercarse hasta los 300 metros, y entonces se lanzaban sobre ellos, impidiendo a la artilleria y los vehiculos acorazados japoneses intervenir en el combate por miedo a herir a sus soldados.

Soldados chinos armados con el Dadao.
  

  Muchos de los soldados chinos sabían como usar un dadao, un tradicional sable chino que había que usar con ambas manos, con una gan hoja forjada a base de acero y aleacion de  carbono, un arma que se mostro especialmente efectiva para los sangrientos combates cuerpo  cuerpo, al estilo medieval, en lo alto de la muralla.

Comic estadounidense de la eerie "Horrores de la guerra", en este caso "soldados chinos con grandes espadas resisten al ejercito japones".

 

(Continuara…)

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