Viene de aquí:
A primeros de febrero de 1919,el
general Graf Rudiger Von der Goltz llegaba al Báltico para tomar el mando de los
freikorps que allí se estaban concentrando.A mediados de mes había organizado una
división completa de 14.000 hombres,incluyendo unidades de caballeria y artilleria.
Caballeria freikorps en la campaña del Baltico 1919-1920.
En este caso, los, aliados respondieron
de diferente manera a como habían actuado en el caso polaco. Pensaron que si obligaban
a retirarse del Báltico a los freikorps, la zona caería fácilmente en manos del
ejército rojo ruso. Se planteó brevemente la posibilidad de enviar un cuerpo
expedicionario anglo-frances, pero la población de ambos países estaba cansada
de guerras y ambos gobiernos se negaron a esa posibilidad.
Los ejércitos de Letonia, Estonia
y Lituania (en realidad, milicias pobremente armadas y entrenadas) no iban a
tener ninguna oportunidad de detener al numeroso ejército rojo por si
solos.Rapidamente, la población de origen alemán puso en pie una nueva milicia
de autodefensa, Baltische Landwehr, dirigida por miembros de la aristocracia
germana que llevaban controlando Estonia y Letonia desde la época de los caballeros
teutónicos.
Milicianos letones en 1919.
En Letonia se habai proclamado la
independencia el 18 de noviembre de 1918, y Karlis Ulmanis habia sido elegido
presidente del gobierno provisional leton, expulsando del poder al gobierno del soviet lituano, que era “lituano”
solo de nombre, ya que había sido instaurado por el ejercito rojo de la recien nacida URSS.
El ataque contra el ejercito rojo
se llevó a cabo en la tercera semana de febrero, y las tropas alemanas
salieron de Libau acompañadas de las milicias del “Ejercito de voluntarios del
oeste de Rusia” ,una milicia poco destacada militarmente mandada por un cosaco
georgiano, Pavel Rafalovich Bermondt Avalov, que anteriormente ya había
combatido a los bolcheviques en la guerra civil rusa.
Pavel Rafalovich Bermondt Avalov.
A finales de febrero, los
freikops ya controlaban toda la zona de Libau, y en marzo avanzaban hacia el este hacia Riga y
hacia el nordeste hacia Curlandia, derrotando al ejército rojo constantemente.
Debido al pobre desempeño militar
de las milicias letonas, el general Von der Goltz decidió reemplazar a sus
mandos principales. Ingleses y franceses protestaron airadamente ante esa
“intolerable intromisión en los asuntos internos de Letonia “, pero como no
tenían tropas sobre el terreno (y
ninguna intención de enviarlas), poco mas pudieron hacer.
General Rudiger Von Der Goltz.
El general Von Goltz quería tener
las manos libres para conseguir su objetivo sin interferencias. Quería tomar Riga, uno de los mejores puertos del Baltico.El 25 de mayo, los freikorps se
lanzaron al asalto frontal de Riga.Al día siguiente, desfilaban por la ciudad
sin oposición, mientras los restos del ejército rojo huían en desbandada hacia
el este.
Pronto se hizo evidente para los
habitantes de Riga lo que significaba haber sido "liberado" por los freikops.En
los primeros días de ocupacion, alrededor de 800 letones fueron ejecutados sin ningún
tipo de juicio, con la excusa que eran bolcheviques.
En las siguientes semanas se
precipitaron los acontecimientos.Finalmente, Alemania firmó el Tratado de Versalles, y Francia e Inglaterra comenzaron a enviar gran cantidad de armas y municiones
a los milicias de Letonia, Estonia y Lituania, mientras exigían a Alemania que
se retirara de todas los territorios conquistados antes del fin del mes de
agosto.
Desde Berlín se enviaron emisarios en repetidas ocasiones, ordenando a Von der Goltz que retirara rápidamente
sus freikorps de los estados del Báltico.
Von der Goltz hizo caso omiso a
las ordenes, y decidió invadir Estonia el 21 de junio.Sorprendentemente, las
milicias estonias, armadas con las nuevas armas recibidas de franceses e
ingleses, repelieron con éxito la invasión.
Los freikorps se retiraron hacia Riga, acosados por el ejercito combinado estonio-leton.Von der Goltz necesitaba refuerzos, y mientras cientos de alemanes viajaban desde Alemania hacia el Báltico
para unirse a los freikoprs, los rusos blancos que aun se encontraban en
Estonia decidieron aceptar la colaboración alemana.
Los oficiales del ejercito blanco ruso aun
pensaban que podían derrotar al ejército rojo y reconquistar Moscu, y aceptaron
la formación de un ejercito combinado ruso-alemán que se formó a mediados de
septiembre de 1919, formado por 55.000 hombres, de los cuales 40.000 eran
alemanes o de origen alemán. El objetivo, tomar los países bálticos y luego
lanzarse sobre el ejército rojo, que se encontraba reorganizándose en las
cercanías de Moscú.
Berdmont Avalov y oficiales del ejercito ruso blanco.
El 8 de octubre, el nuevo ejército ruso-alemán asaltaba de nuevo Riga, que había
sido reconquistada por las tropas letonas días antes.
Cuando la ciudad estaba a punto
de caer nuevamente en manos de los freikorps, apareció la flota britanica, que
comenzó a bombardear a los alemanes.Los letones aprovecharon la ocasión para
pasar a la ofensiva, y para el día 19, habían expulsado a los freikorps a las afueras de la ciudad.
Entonces, el gobierno lituano,
que hasta entonces se había declarado neutral, decidió unirse a las otras naciones
del Báltico contra los invasores alemanes.
Cogidos en una pinza entre los
diferentes contingentes del Báltico y con los rusos blancos abandonando la alianza para
internarse en Rusia, los freikorps se retiraron hacia el este de Prusia,
culpando de la derrota al propio gobierno de Berlin, del que afirmaban no
habían recibido ningún apoyo.
A partir de entonces, los
miembros del freikorps decidieron seguir dos lecciones básicas que habían
aprendido en sus aventuras militares de posguerra:
1 - Que
su mayor enemigo no eran las potencias extranjeras,sino la propia republica de
Weimar, y
2 - Que
antes de dirigirse a invadir cualquier otro pais, iba a ser necesario tomar el
control del suyo propio.
A su llegada al este de Prusia,
los freikorps se desmantelaron casi por completo como unidad militar organizada.
Los términos del tratado de Versalles, que comenzaron a aplicarse a partir del 1 de enero de 1922,
imponían a Alemania la obligación de no sobrepasar el número de 100.000
efectivos para sus fuerzas armadas. El ministro de defensa de la republica de Weimar,
general Hans von Seeckt, que nunca había sido partidario de los freikorps,
ordenó su disolución completa.
Alrededor de 400.000 veteranos
combatientes en toda Alemania, colocados prácticamente fuera de la ley por la
republica de Weimar, a la que tanto habían ayudado,comenzaron a buscar otras alternativas para terminar
violentamente con la "traidora republica".
(Continuara…)
Muy interesante, explica varias cosas, como el desprestigio de la República de Weimar y la posibilitación del acceso de Hitler al poder y cómo, a partir de los freikorps (400.000 hombres) von Seeks pudo reorganizar al ejército alemán
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