miércoles, 27 de septiembre de 2023

1956: Insurrección en Budapest ( 14ª parte )

 


Viene de aquí:

  La mañana del día 31 de octubre, Kruschev habia convocado a los oligarcas soviéticos a una reunión en el Kremlin para tomar una decision definitiva sobre Hungria.Sabia que la crisis  lo habia colocado en una difícil situación, ya que alguno de esos oligarcas no dudaría en tratar de tomar algunas ventajas politicas si percibian debilidad en el líder soviético.

  “Hungria plantea un desafió”, grito Kruschev. “el partido, el ejercito y las fuerzas de seguridad de la URSS no comprenden porque se ha quedado sin respuesta por nuestra parte”.

  En Polonia, Checoslovaquia y Rumania se celebraban manifestaciónes antigubernamentales, y Kruschev estaba preocupado por que la influencia de la URSS en los paises del este de Europa se estaba debilitando.

  Ademas, en esas fechas, Gran Bretaña y Francia habían lanzado un ultimátum que mas tarde iba a llevar a la ocupación conjunta del Canal de Suez, debilitando también la influencia soviética en oriente medio. Tambien se temía que los sucesos de Hungria pudieran influir sobre los movimiento disidentes de Europa oriental e incluso en la propia Unión Soviética.

  Kruschev pregunto al mariscal Konev, comandante en jefe de las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia, cuanto tardaría en derrotar a los insurgentes en Budapest contando con todo el potencial del Pacto .

Mariscal Ivan Stepanpovich Konev.
 

  Konev, otro veterano comandante del ejercito rojo durante la segunda guerra mundial, dijo que tres días.

  Se fijo entonces el inicio de la intervención para que estuviera terminada antes del comienzo de las celebraciones en Moscu del aniversario de la revolución rusa, el 7 de noviembre.

   Con el apoyo de los oligarcas soviéticos, Kruschev se movió para obtener el apoyo de otros lideres comunistas internacionales. El vicepresidente del comité central del partido comunista chino., Liu Shao Qi se encontraba en Moscu para unas conversaciones para mejorar el intercambio comercial entre ambos paises.

  Aunque las relaciones entre Moscu y Pekin habian comenzado a deteriorarse, Mao seguía siendo una figura respetada en la URSS, y su opinión se escuchaba, aunque casi nunca era tenida en cuenta.

  Kruschev se reunió con Liu en el aeropuerto de Moscu antes de su regreso a Beijing. Tras conversar telefónicamente con Mao , Liu dijo a Kruschev que el lider chino estaba de acuerdo en el uso de la fuerza contra los rebeldes húngaros.

  Con el apoyo chino atado, Kruschev empezó una tournee por los países del este del Telon de Acero. Su primera parada fue en Brest-Litovsk, en la frontera entre la URSS y Polonia ,en donde se reunió con Gomulka, el lider comunista polaco.

  A Gomulka no le gusto el plan de Kruschev ( seguro que se temía que , cuando Kruschev terminara con Hungria, Polonia seria la siguiente). Pero termino por asentir, no quería enfrentarse a Kruschvev.

  El 2 de noviembre,Kruschev hacia la segunda parada de su tournee en Broni, isla del Adriático en donde pasaba sus vacaciones el líder de Yugoslavia, el mariscal Tito.

Tito y Kruschev, de caza en Crimea en 1956.
 

  Acompañado en el viaje por Malenkov, ambos lideres soviéticos debieron pasar un dia de reposo para recuperarse del viaje en avión desde Sofia , perturbado por el mal tiempo, y el siguiente viaje en barco para llegar a la isla.

  Una vez recuperados, ambos soviéticos se reunieron con Tito, que estuvo de acuerdo en que el uso de la fuerza en Hungria no podía evitarse. Después, Kruschev y Tito pasaron buena parte de la noche escogiendo al nuevo primer ministro hungaro. Tito propuso el nombre de Janos Kadar, asegurando que el pueblo húngaro se identificaría con el por haber pasado cierto tiempo en prision, por sus ideas politicas. Tras una breve discusión, ya que Kruschev optaba por el pro-sovietico Ferenc Munnich, antiguo embajador hungaro en Moscu, Janos Kadar  fue elegido como futuro presidente húngaro por los dos lideres comunistas. 

 

Janos Kadar, a la izq. en 1955, en un evento del DISZ, las juventudes comunistas hungaras.

  Mientras, en Budapest se reunía el gabinete ministerial en la mañana del 31 de octubre.El presidente Nagy estaba preocupado, ademas de los informes que indicaban que tropas soviéticas estaban empezando a entrar en Hungria por la frontera con Ucrania, porque la revolucion húngara estaba empezando a tomar un cariz netamente anticomunista. Nagy, leal miembro del partido, no era apreciado por la mayoria de los lideres insurgentes.

  Cuando Nagy se reunió con los lideres de los principelas grupos de insurgentes armados, la mayoria le anuncio que no lo reconocía como primer ministro de Hungria.

  En la mañana del dia 3, Budapest habia quedado aislada del resto del pais excepto por teléfono, con las carreteras y vías ferreas cortadas por carros de combate y vehículos blindados soviéticos.

  Nagy negociaba sin cesar con Moscu para una completa retirada de los soldados del ejercito rojo, y creía que la llegada de nuevas tropas era solo una demostracion de fuerza para ayudar a los soviéticos en la mesa de negociaciones.

Curioso espantapajaros construido por los jovenes de Budapest con diversas partes de equipameinto militar sovietico, como un casco y cintas de balas de ametralladora.
 

   Nagy ya habia decidido que, si los soviéticos trataban de suprimir la rebelión por la fuerza,no ordenaría al ejercito húngaro responder, ya que pensaba que la resistencia seria inútil y solo llevaría a la muerte de miles de civiles inocentes, algo que Nagy queria evitar a toda costa.

  Se habia ordenado a los medios de comunicacion de Budapest que no informaran sobre los movimientos de tropas soviéticas en direccion a la capital hungara, pero los rumores corrían como la pólvora por las calles. Aunque algunos preferian ignorar rumores y trataban de convencerse a si mismos que la revolución habia triunfado y no habria vuelta atras.

T-34 del "nuevo" ejercito hungaro.
 

  La tarde del dia 3, varios ministros comunistas del gobierno hungaro presentaron la dimision. En realidad, el gobierno hungaro habia colapsado desde el inicio de las protestas del 23 de octubre, y sus funciones habian sido desarrolladas  en muchos lugares por  los consejos locales de trabajadores, que tambien habian conseguido gran influencia  en el ejercito, en medios de comunicacion, fabricas, minas,etc

  Tras el alto el fuego, la poblacion de Budapest habia asumido que el día 5, lunes, todo el mundo volveria al trabajo, las huelgas finalizarian y y la vida volvería a la normalidad. Aunque no habia información oficial sobre los movimientos de las tropas soviéticas, todo el mundo en Budapest sabia que la ciudad estaba rodeada. Pero todo el mundo era optimista por el resultado de las negociaciones.

  Las negociaciones para organizar la salida de las tropas de la URSS de Hungria habian comenzado en la mañana del dia 3, y a primera hora de la tarde parecia que la retirada estaba muy próxima a confirmarse.

  Los negociadores húngaros habian tratado de ser lo mas serviciales posible con los sovieticos. Asi que, cuando el mando militar soviético en Hungria invito a los negociadores húngaros a Tokol, donde se encontraba el cuartel general de las tropas sovieticas en Hungria ,para discutir los detalles finales, nadie sospecho, ni siquiera el jefe de la delegación Hungara, Pal Maleter, ascendido a general y ministro de defensa.

Torre de control de la abandonada base aerea de Tokol.
 

  Los oficiales soviéticos ofrecieron un suntuoso banquete en honor de sus homólogos húngaros. A eso de la medianoche, el banquete fue interrumpido por la llegada del general Ivan Serov, acompañado de un nutrido grupo de oficiales de la KGB, que se dispuso a arrestar a los miembros de la delegación húngara.

  El comandante soviético, general Malinin, miro indignado a quien interrumpía su banquete, pero cuando Serov le dijo algo al oído, se encogió de hombros y ordeno al resto de oficiales soviéticos que abandonaran la estancia.Entonces, Serov puso bajo arresto a los húngaros.

Ivan Serov.
 

  Esa noche llegaron al parlamento húngaro las noticias que indicaban que las tropas soviéticas avanzaban sobre al capital. Nagy, que no sabia nada de lo que habia pasado en Tokol, asumió que las negociaciones con los sovieticos continuaban, y ordeno que nadie se resistiera al avance soviético, para evitar cualquier tipo de provocación.

  Esas instrucciones no iban a cambiar hasta el amanecer del dia 4, cuando se anuncio  la formacion de un nuevo gobierno a cargo de Janos Kadar.

La poblacion de  Budapest habia aprovechado el alto el fuego para enterrar a sus muertos. Muy pronto tendrian que enterrar a muchos mas.

 

(Continuara...)


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