martes, 5 de septiembre de 2023

S-Boote ; Depredadores en el Canal de la Mancha ( VI )

 


Viene de aquí. 

 
   Cuando Italia entro en la guerra formando parte del Eje en junio de 1940 , lo hizo precipitadamente y sin estar preparada adecuadamente. 

   Amplio los límites del conflicto invadiendo Grecia el 28 de octubre, abriendo nuevas posibilidades estratégicas, y también metiendo en graves problemas al liderazgo germano, inmerso por entonces en la lucha contra el imperio británico 

   Incorporar el Mediterráneo al área de operaciones del Eje iba amenazar la vital ruta comercial británica hacia la India, amenazando también las bases y posesiones británicas en la zona. 

   Por otra parte, la intervención italiana en Grecia iba a obligar a utilizar fuerzas sustanciales para recibir muy poco a cambio. Peor aún, cuando los italianos comenzaron a cosechar derrotas en Grecia, el norte de África y en enfrentamientos navales con la flota británica, Hitler se sintió obligado a ayudar a su amigo Mussolini. Y por esa razón, en febrero de 1941, unidades de la Werhmacht llegaban al norte de África, y en abril, a los Balcanes. 

 

 El OKW discutió primero la posibilidad de enviar S-Boote al Mediterráneo, en la primavera de 1941. Pero no se hizo nada en aquel momento, ya que los preparativos para la operación Barbarroja estaban en marcha, y la Kriegsmarine se vio obligada a enviar las flotillas disponibles de S-Boote al mar Báltico. 

   Tras los éxitos iniciales de la ofensiva del Afrika Korps de Rommel en el norte de África, la catastrófica situación del aprovisionamiento alemán obligo a Rommel a detener su avance. Así, necesitado de una mejora sustancial en el envío de suministros, Rommel solicito a la Kriegsmarne el envío de unidades navales alemanas en el Mediterráneo, para proteger sus transportes y tratar de evitar los ataques aliados. 

  Inicialmente, la Kriegsmarine se negó. Los submarinos debían continuar en el Atlantico, y las lanchas S-Boote debían continuar con su labor en el Báltico. 

   En su directiva 32 del 11 de junio de 1941, ”Preparativos posteriores a Barbaroja”, Hitler ordenaba considerar el envío al Mediterráneo de lanchas S-Boote. La Kriegsmarine entonces decidió enviar una flotilla, cuando terminase las operaciones en el Báltico. 

   El almirante Erich Reader, comandante en jefe de la armada alemana, accedió a la orden de Hitler en julio de 1941, esperando asi evitar el traslado de submarinos del Atlántico al Mediterraneo. Pero las pérdidas de mercantes alemanes en ruta hacia el norte de África se incrementaban, y Rommel insistía ante Hitler cada vez mas. En agosto, por fin Rommel convencía a Hitler, y este, con la oposicion de la Kriegsmarine, ordenó el envio de 6 submarinos al Mediterráneo. 

   Pero, para los submarinos alemanes, existía el problema de cómo superar el estrecho de Gibraltar para acceder al Mediterráneo. 

   El capitan See von Conrady, comandante en jefe de la 1 flotilla de S-boote, presento su idea al alto mando de la Kriegesmarine. 

   Se trataba de utilizar el canal Rin-Rodano para las lanchas S-boote, que podrían navegar desde la costa del norte de Europa hasta el Mediterraneo, sin tener que pasar por el estrecho de Gibraltar. 

   Asi, a finales de agosto de 1941, la Kriegesmarine enviaba al capitán Kemnada, comandante en jefe de la 3ª flotilla de S-boote, a reconocer el canal Rin-Rodano y la costa mediterránea francesa . 

S-Boote en el Canal Rin-Rodano.
 

  Cuando las S-Boote de la 3º flotilla terminaron su labor en el Báltico a finales de septiembre, fueron enviadas a un reacondicionamiento breve en Wilhelmshaven. Desde alli, navegaron hasta Rotterdam, en dónde, para mantener el secreto y evitar ser reconocidas mientras navegaban por el rio frances, fueron pintadas de negro, para asemejarse lo más posible a remolcadores civiles. 

   Se instalo maquinaria falsa , los tripulantes llevaban ropas civiles, y las armas fueron desmontadas y ocultadas en la sentina. 

   El 8 de octubre, las primeras 5 lanchas zarpaban rio Rin abajo . Tras una larga espera en Ecuelles debido al bajo nivel de agua del Rodano, llegaban a La Spezia, en Italia, el 18 de noviembre. 

   En La Spezia se volvieron a poner  las lanchas en condiciones para el combate .El armamento se coloco en su lugar y se pintaron las lanchas en modo camuflaje. 

S-Boote en La Spezia.
 

 Tras 10 dias en La Spezia, las llanchas zarparon en dirección a Augusta, en la costa oriental de Sicilia, la que iba a ser su nueva base de operaciones. Tras cargar los torpedos y una revisión general al motor, el 11 de diciembre, justo dos meses despues de su salida de Alemania, la flotilla fue supervisada por el vicealmirante Weichold, comandante en jefe del mando naval alemán en Italia, que declaró la flotilla totalmente operacional. 

   Hasta el 24 de mayo de 1942 continuaron llegando S-Boote a Augusta, hasta completar un total de 14. La base habia sido elegida por la Kriegsmarine y la armada italiana por su proximidad a Malta. 

   Era desde Malta desde donde aviones, submarinos y navíos de superficie británicos acosaban las líneas de aprovisionamiento de Rommel. Entre junio y septiembre de 1941, las fuerzas aeronavales britanicas en Malta habían conseguido “estrangular” las rutas de aprovisionamiento del Afrika Korps, impidiendo asi que pudieran tomar Tobruk, en manos británicas, que aunque rodeado por tropas alemanas e italianas, era aprovisionada desde el mar. 

   La ofensiva britanica en Cirenaica, que comenzó el 18 de noviembre de 1941, obligó a retroceder a los alemanes hasta el Agheila, su punto de partida para su ofensiva de marzo de 1941. 

   Asi que, para los alemanes, era esencial superar el desafío que suponía la isla de Malta sin apenas impedimentos para aprovisionar a las tropas aliadas en el norte de África. Y cuando el 2º ala de bombardeo de la Luftwaffe comenzó los bombardeos nocturnos sobre la isla en diciembre de 1941, las lanchas los apoyaban desde el mar. 

Bombarderos italianos Savoia-Marchetti bombardeando La Valetta.
 

 Entre el 12 y el 13 de diciembre, seis S-boote pasaron 8 horas acechando la entrada al puerto de la Valetta, para averiguar la rutina de los navios de vigilancia británicos. 

   La Kriegsmarine ordeno entonces el comienzo de operaciones de minado a partir del dia 16, cuando las minas llegaron al puerto de Augusta. 

   La Kriegsmarine se coordinó con la armada italiana, que conocía perfectamente las aguas  de Malta, y se buscaron los días ideales cuando no hubiera luna llena y el viento no superara fuerza 3 (menos de 20 kilómetros/hora, una brisa débil), ya que cargadas con las minas las embarcaciones eran muy inestables. 

   Se requería una extremadamente precisa navegación y una aproximación sin ser detectados, ya que buena parte de las minas debían ser colocadas muy cerca de la costa, estando en muchas ocasiones las lanchas al alcance de los reflectores de los defensores de la isla. 

   Cuando se podia, se procuraba hacer coincidir las operaciones de minado con los bombardeos de la Luftwaffe para distraer al enemigo y ahogar el ruidoso motor de las lanchas, permitiendo la máxima aproximación a la costa. 

  Generalmente, los aviones de la Luftwaffe llegaban puntuales, pero no así las lanchas, que a menudo se veían retrasadas por la accion de las patrullas navales aliadas o por la actividad de los reflectores. 

   Se desplegaron 24 campos de minas con un total de 557 minas y medio centenar de Rettungsboje, unas boyas salvavidas destinadas a salvar a los aviadores alemanes que pudieran ser derribados en las cercanias de la isla de Malta. 

Rettungsboje, boyas salvavidas.

 

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