viernes, 9 de febrero de 2024

La "otra" guerra de Corea ( 2ª parte )

 


Viene de aquí:

  El ejército estadounidense en Corea se encontraba en un lamentable estado de preparación para lo que pudiera ocurrir.

  La mayoría de los helicópteros habían dio enviados a Vietnam, y los planes de modernización para los pocos que quedaban se habían pospuesto una y otra vez. La infantería aun usaba el rifle de asalto M-14 de 7, 62, y 5 kilos de peso en vez del mas ligero M16 ( 3,5 kilos) que usaba proyectiles de 5,56.

 

  Las instalaciones del ejército, sobre todo los cuarteles Quonset, erigidos tras el fin de la 1ª guerra coreana , estaban en un estado deplorable por falta de fondos para labores de mantenimiento y actualizaciones básicas.

  La escasez de repuestos había dejado a muchos vehículos fuera de servicio. Pero el mayor problema era un problema de escasez de personal, que aumentaba los problemas logísticos.

 Para ampliar las reservas humanas del ejército, el alistamiento se vio obligado a reducir los requisitos, lo que obligo a un reclutamiento poco selectivo que se veía obligado a reclutar hombres que nunca deberían haber estado en las fuerzas armadas estadounidenses.

  Además, la falta de experiencia de los oficiales tuvo un gran impacto en la efectividad de los hombres que lideraban en combate. Por ejemplo, en la DMZ solo un teniente coronel y media docena de tenientes lideraban un batallón de infantería completo. El asunto empeoró aun mas en 1966, cuando los capitanes que habían servido en Corea terminaron su servicio allí y se marcharon, siendo sustituidos por subtenientes. Apenas había capitanes de infantería para cubrir las bajas de Vietnam, así que a Corea prácticamente no había llegado ninguno durante dos años.

  Como resultado, subtenientes inexpertos debían comandar compañías, tarea que normalmente realizaban capitales. Asi, los errores eran inevitables.

  Los enfrentamientos con infiltrados no identificados (llamados UI) no habían disminuido desde la visita del presidente Johnson. El general Bonesteel había propuesto construir una barrera y obstáculos de diversos tipos para impedir la infiltración del enemigo y mejorar la zona de la DMZ.

"Soldados del ROK ( Republic Of Korea) arrastran el cadaver de un infiltrado norcoreano"
 

  La propuesta de Bonesteel se centraba en una serie de posiciones de vigilancia capaces de albergar un pelotón, dentro de la DMZ, y una valla de tela metálica de 3 metros de alto al sur de la DMZ. Las torres de vigilancia debían construirse a lo largo de la valla, y las patrullas a lo largo de  la línea debían doblarse. Se mejorarían los bunkers y las posiciones de tiro para que toda la longitud de la valla tuviera vigilancia.

Posicion estadounidense junto a la valla de la DMZ.
 

  Sensores, campos de minas y unidades mecanizadas de intervención rapida completarían las defensas, adema del envío de otros dos batallones de infantería estadounidense, hasta completar un total de cinco.

  Pero se necesitaban fondos, y el presupuesto disponible no incluía ninguna entrada para mejorar la defensa del ejército estadounidense en la DMZ. Se necesitaban 30 millones de dólares (unos 270 millones de dólares de hoy) para iniciar el proyecto del general Bonesteel, que ademas hubo de soportar que su propuesta fuera ridiculizada por el Departamento de Defensa estadounidense y ciertos medios de comunicacion, que lo llamaban la "Locura de Bonesteel".

  Pero los comentarios sarcásticos y las burlas no hicieron mella en la moral del general, que trabajo a conciencia con la burocracia militar para conseguir fondos de desarrollo para una prueba de lo que se llamó “prueba de barrera para la DMZ".

  La construcción comenzó en el verano de 1967, una obra que los soldados estadounidenses comenzaron llamar "la barrera". Mientras se completaban los trabajos, 11 soldados estadounidenses murieron repeliendo incursiones norcoreanas, que trataban de aprovechar las brechas que se habían producido en las defensas mientras se trabajaba en ellas.

Infiltrado norcoreano capturado por soldados del ROK.
 

  Exasperado por la falta de oficiales competentes, Bonesteel se dirigió directamente al jefe del estado mayor del ejercito estadounidense general Harold Johnson, solicitando 40 capitanes de infantería que hubieran combatido ya en Vietnam.

  Bonesteel pudo convencer a Johnson, y los 40 capitanes de infantería que habían completado su periodo de servicio en Vietnam entre verano y otoño de 1966 comenzaron llegar a Corea a finales de noviembre de 1967, justo cuando los trabajos en la primera fase de la barrera habían finalizado.

  Estos capitanes, comandantes de compañía, se hacían muy necesarios. En 1967 las escaramuzas con infiltrados norcoreanos se habian multiplicado por 7, 150 incidentes solo en el sector vigilado por los estadounidenses, donde murieron 16 soldados y 51 resultaron heridos de gravedad. Por su parte, el ejército de la Republica de Corea sufrió 115 muertos y 243 heridos.

 A diferencia de Vietnam, en donde las bajas del enemigo no se contaban,se estimaban, se contaron en el sector estadounidense de la DMZ los cadáveres de 328 soldados norcoreanos.

Cadaveres de infiltrados norcoreanos abatidos en las inmediaciones de la DMZ.
 

  El 17 de enero de 1968, 31 comandos comunistas cruzaban la frontera cambiando dramáticamente el curso de las operaciones. Se dirigían a la Casa Azul, la residencia oficial del presidente de Corea del Sur.

  El general norcoreano que había supervisado los 6 meses de entrenamiento para la mision de  los comandos norcoreanos les dio lal sesión informativa definitiva, exhortándoles a cortar la cabeza de Park Chung Hee.

 

  A pesar de la retórica del general, el arma principal que el grupo de asesinos iba a utilizar era la obsoleta metralleta soviética PPSh-43, en lugar del más moderno y eficaz AK-47.

PPSh-43.
 

  Los exploradores norcoreanos reconocieron la ruta a través de la DMZ, eligiendo un accidentado terreno en la parte oriental del área de responsabilidad de la 2ª división de infantería estadounidense. El acceso a la valla se realizó a lo largo de un camino cubierto de maleza, un terreno que las patrullas estadounidenses no solían reconocer y alejado de las torres de vigilancia más cercanas.

  Los soldados de la compañía B del 2 batallón del 38 regimiento de  infantería estaban ese día más preocupados en mantenerse calientes durante las frias noches de invierno que de vigilar las posibles incursiones norcoreanas.

  Así, los meses de cuidadosa planificación norcoreana dieron sus frutos, y el grupo no fue detectado mientras llegaba a la valla y cortaba varios agujeros en ella, permitiendo entrar a los 31 comandos.

  Los infiltrados pudieron así cruzar la zona parcialmente congelada cercana al rio Imjin , y continuando su ruta por senderos de montaña en direccion a Seúl, a 50 kilómetros de distancia.

  El plan norcoreano se desmoronó la tarde del 19 de enero, cuando 4 leñadores surcoreanos se tropezaron con el escondite de los comandos, una cueva en las montañas.

  Los cuatro leñadores fueron retenidos a punta de pistola, y tras recibir un sermón sobre las virtudes de la utopía comunista de Kim Il Sung, fueron liberados con la advertencia de no contar a nadie lo que habían visto.

  Tal comportamiento, sorprendente para unos despiadados combatientes entrenados para matar sin provocación, fue un error fatal. Los leñadores acudieron inmediatamente a la policía, que ante el alarmante numero de  norcoreanos en las montañas dieron la alarma a nivel nacional.

  Nadie sabía que el objetivo de los comandos era el presidente Park, pero en Corea del Sur, la policía y el ejército fueron puestos en estado de máxima alerta.


 

(Continuara…)

 

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